miércoles, 26 de diciembre de 2012

2012 y 2013 NO A LA GLORIFICACIÓN DE LA VIOLENCIA

   Nuestro planeta está por concluir, en unas horas, otra vuelta en derredor del sol. Aproximadamente lleva realizando este periplo 5 mil millones de veces. Entre más avance nuestro conocimiento cósmico, mayor precisión obtendremos en ese cálculo.
   La cultura occidental con su calendario gregoriano de 1582, promovido por el Papa Gregorio XIII a través de la Bula Inter Gravissimas, impuso a este año viejo que termina el número 2012, y al nuevo que advendrá le ha tocado en consecuencia el dígito 2013.
   Del año en agonía entresaco el tema a tratar en este artículo: la dolorosa tragedia acaecida en Newtown, Connecticut, Estados Unidos de América, en donde un joven de 20 años, Adam Lanza, asesina a su madre Nancy, para después ir a la escuela primaria Sandy Hook y ahí matar con armas de alto poder a 26 personas, para luego suicidarse.
   Ese hecho no es aislado. Serialmente esos dramas vienen presentándose con mayor calvario y frecuencia en las poblaciones estadunidenses, a grado de que el Presidente Obama con voz quebrada y asomo de lágrimas articuló: "Ya no podemos tolerar esto. Estas tragedias deben terminar y, para terminarlas, debemos cambiar... Causas complejas tiene la violencia en los Estados Unidos, pero no podemos aceptarla como rutinaria... Voy a usar los poderes de mi cargo para ayudar a prevenir más tragedias como ésta... Examinemos nuestra cultura, que glorifica las armas y la violencia".
   Realmente esa cultura gringa tiene más de mercantil que de jurídica. La Segunda Enmienda Constitucional en EU, siendo un derecho humano indiscutible en teoría, es en la práctica una alcahueta eficaz para los protegidos mercaderes de la guerra, la violencia, y la muerte. Cientos de miles de millones de dólares les genera al año esa industria bélica.
   Y el sueño americano es que esas ganancias exorbitantes no tengan efectos negativos en su contra, aunque ensangrienten a cualquier otro país.
   Impávidos, esos yanquis pueden matar a millones de alemanes, japoneses, chinos, coreanos, vietnamitas, afganos, iraquíes, panameños, cubanos, chilenos, o mexicanos, a bayonetazos o con bomba atómica, pero les duele mucho ver a un soldado gringo muerto en guerra. Su egoísmo es brutal, su egocentrismo enfermizo.
   Tienen los estadunidenses, claro, sus cualidades como sociedad y como individuos; empero, deben saber que, como en la física cuántica explicada por Niels Bohr: "Cuando dos o más partículas han constituido un mismo fenómeno global, al haber interactuado, ambas están mutuamente entrelazadas, por más que se separen". Einstein le llamaba a eso "fantasmagórica acción a distancia".
   Así, todo lo que sea compraventa de armas para el mercado interno con supuesto derecho humano de defensa, o para el mercado internacional a efecto de provocar o sostener una guerra allende sus fronteras, forma un mismo fenómeno global, interactuando entrelazadamente, sin poder separarse jamás.
   Pronto, de seguir belicosos en el exterior, haciéndose más ricos con las armas que venden a otras naciones, provocarán enfermedades psíquicas en su población, las que derivarán en violencia y muerte.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Los Mayas Amaron la Vida EL MUNDO SIGUE SU MARCHA

En ninguna parte de sus textos pictográficos, o de los ideográficos, los mayas precortesianos dijeron nada respecto al fin del mundo. Ni siquiera al fin de sus tiempos culturales.
Ni uno solo de los 135 países que ocuparon el territorio de lo que hoy es México, antes de la llega de los españoles, escribió alfabéticamente. Lo que pasó oralmente de generación en generación, nada trata sobre predicciones referidas al actual año 2012.
Todo lo que se diga, o se ha dicho, se escriba o se haya escrito, en torno a que el mundo se acaba el 21 de diciembre del 2012 como profecía maya, es mentira.
Y esa falsedad que ha permeado en la ingenuidad de algunas conciencias, motivada por la mala fe y la ignorancia, está siendo aprovechada por gente que de todo hace instrumentos de explotación.
Si hubo un país que amara la vida, del siglo XV de nuestra era hacia atrás, fue el de los mayas. Hasta aquí este tema. No vale la pena seguir escribiendo al respecto.
Ahora bien, hay tiempos que se prestan para escribir, responsablemente, sobre temas escabrosos, pero ineludibles. En estas épocas en que el territorio patrio se encuentra tan lleno de cadáveres por el miedo y la torpeza de la gente del poder, bien podemos tratar algo sobre el aborto desde una perspectiva jurídica, en su vinculación con varios fenómenos sociales.
La tipología que comúnmente establece al aborto como delito se compone de los siguientes elementos: “Aborto es la muerte del producto de la concepción en cualquier momento de la preñez”. 
Entendido así el aborto, éste puede darse accidentalmente, sin que obre para ello el consentimiento de nadie. En este caso, todos debemos de entender que no hay delito que perseguir ni mucho menos pena que aplicar.
Pero cuando hay el consentimiento de la madre, con o sin el auxilio de terceros, en la Historia del Hombre encontramos que ese asunto del aborto se ha visto de variadas formas, y frente a él se han aprobado normas de derecho distintas. Ha habido épocas y lugares en donde el aborto no se vio como un mal, y gozó de impunidad absoluta. Tiempos y sitios han existido en donde todo aborto se calificó como un gran mal, y para todas las formas en que se daba hubo penalidades exageradas. Después llegaron las atenuaciones de la sanción para todos los casos, para posteriormente presentarse una tendencia vigorosa que propugna la impunidad en ciertos tipos de abortos, pero no en todos.
Ahora, a esta altura del siglo XXI y especialmente en México, se enfrentan dos tendencias, a las que debemos escuchar con respeto, registrar sus razones, unas antiguas y otras nuevas, algunas dogmáticas y otras lógicas, pero después de ello, la población, el Estado Mexicano, y las autoridades que nos representan debemos decidir y obrar con toda sensatez, para resolver los problemas que en la materia vivimos.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Reformas Educativas a la Carta PARADIGMAS DE VIEJOS ERRORES

              El 10 de diciembre del 2012 dirigió una iniciativa el Presidente Enrique Peña Nieto a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, a efecto de que se reformen los artículos 3o, en sus fracciones III, VII y VIII, y 73 en su fracción XXV; y que se adicione la fracción IX del mismo artículo 3o; ambos preceptos de nuestra Carta Magna.
                Independientemente del destino de esta iniciativa, ante nuestro Congreso Constituyente Permanente, su forma y sus contenidos se observan endebles e irrelevantes frente a la magnitud del actual problema educativo nacional.
                En la forma, la naturaleza del derecho no tiene el alcance para resolver, por sí, el fondo de los graves problemas.
                Con simples reformas y adiciones a nuestra constitución federal no solucionamos las dificultades indígenas, ni las de la salud ni eso de la vivienda digna y decorosa ni la inseguridad ni el desempleo, ni menos los conflictos educativos.
                Por ingenuidad o demagogia cada vez que se agudiza un problema se pretende remediarlo con modificaciones constitucionales; y ni se soluciona, y sí se distorsiona al sistema jurídico, haciendo de la constitución un texto de excelentes propósitos, a cumplir hacia un futuro incierto.
                Así, la realidad va por un rumbo, mientras la norma jurídica camina por otro; así, nos corrompemos y nos degradamos todos; y, así no se educa.
                Ante la problemática que nos avasalla, el derecho sólo es un coadyuvante de los actos de gobierno que deben ir motivados y fundados. Esos actos de autoridad contra los males educativos deben aplicarse a las causas y a los efectos de la contrariedad.
                El problema educativo no se resolverá si no se entiende. Es superficial creer que la esencia de la complicación es sindical, y que el supuesto enemigo de una lideresa es la medicina mágica.
                La educación no sólo es la escolar. La educación escolarizada es una pequeña parte, comparada con la educación en el seno de la familia, en la calle, en las fuentes de trabajo, en los medios masivos de comunicación, en el ejercicio del poder público, en los espectáculos, en el amplio espectro de la vida.
                El gobierno mexicano gasta mucho so pretexto de la educación escolar, criminal manera de tirar el dinero del pueblo; empero, el gobierno debe gastar mucho en educación, pero de veras en educación pública para todos, y de calidad.
                En la educación, escolarizada o no, fracasarán sin duda todas las reformas elaboradas desde los escritorios, por sabios, o por resabios, que no entran a clase todos los días, y que no saben prácticamente qué es, en qué consiste el problema real de la enseñanza aprendizaje entre alumnos y maestros.
            Cuando el maestro y sus alumnos cierran la puerta del aula, afuera quedan todos los líderes y los burócratas de la educación con sus planes y sus programas, con sus normas y sus evaluaciones.
            Claro, si hay maestro, y si hay alumnos.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Muertes Perturbadoras JOHN LENNON Y JUAN LEMUS

   32 años se han cumplido desde el asesinato, a tiros, del ex Beatle John Lennon. En todo el mundo honraron su recuerdo. Mark Chapman, el homicida confeso, era su ferviente admirador, y gran parte de su vida se la pasó imitando a su víctima: el peinado, los lentes, la ropa, la voz, y todos los demás etcéteras.
   Cuando John Lennon y Yoko Ono estaban por entrar en su casa, el asesino, falso Lennon, a cincuenta centímetros de distancia pensó que se miraba frente a un espejo y se preguntó a sí mismo: "¿Mr. Lennon?", y después de escuchar el "sí" ajeno, y su "sí" propio, descargó los cinco tiros de su pistola.
   El homicida dijo, según su primera declaración: "cometí un suicidio", argumentando que él era John Lennon.
   Las locuras de ese tiempo llegaron hasta ese extremo; sin embargo, desde entonces, ya no existe aquella nariz afilada en donde cabalgaron esos diminutos y redondos lentes. No existe ya ese cerebro acompasado por el ritmo, y ya no descienden hasta aquellas manos largas las notas musicales atractivas escritas en pentagramas extravagantes.
   Lennon murió hace 32 años, y con él murió su talento creativo, ambicioso, comerciante, amasador de fortuna, y pacifista ortodoxo. Mi generación quedó marcada por ese compás británico, melódico, penetrante y arrobador.
   A su muerte, en diciembre del año 1980, publique un artículo para el periódico EXCÉLSIOR en donde escribí sobre dos muertes que se suscitaron el mismo día: la de John Lennon y la de Juan Lemus.
   El primero, Lennon, sigue siendo conocido por todo el mundo, y prosigue recibiendo homenajes merecidos. El segundo, Juan Lemus, desconocido el día de su muerte, más desconocido resulta ahora, a finales del 2012.
   Lemus se precipitó desde un octavo piso en construcción. Sus compañeros albañiles dijeron que estaba desesperado, y que dentro de su retardo mental deseaba suicidarse.
   La edad de Juan era de trece años. A esa edad debía estar en la escuela cursando los primeros años de su enseñanza media; pero no, su padre, jornalero en el campo, con una familia numerosa y un ingreso de miseria, tuvo que colocar a su hijo mayor en la gran Ciudad de México, como aprendiz de albañil.
   Desde que Juan nació en aquel hogar humilde padeció de problemas nerviosos. Sus dificultades se agravaron en un medio tan ajeno como hostil, y después de trabajar durante algunos meses jornadas de más de diez horas, al margen de la legislación laboral, explotado por contratistas millonarios e infames, decidió quitarse la vida.
   Claro que ningún medio de información se ocupó de la muerte de Juan Lemus, ya que estaban demasiado ocupados dando cuenta del asesinato de John Lennon, tan mercantilmente manipulados y manipuladores como ahora.
   El ingeniero residente de la obra reportó aquella muerte como un "accidente". Los albañiles en sus pláticas lo calificaron de suicidio. Yo sigo creyendo que fue un asesinato: lo asesino nuestro sistema socioeconómico.

martes, 11 de diciembre de 2012

Doce del Doce del Doce SUPERSTICIÓN DE CALENDARIO

           El día de mañana, miércoles, será dentro de nuestro calendario gregoriano 12 del 12 del 12; es decir, doce de diciembre del año dos mil doce.
            Numerando el día se indica que es el día 12 del mes y año que transcurren. Numerando el mes de diciembre le corresponde el 12, como el décimo segundo mes del año en curso. Y este año, numerado, es el 12 de este siglo XXI en que vivimos.
            Podríamos llamarle cabalístico al día de mañana, por la coincidencia del mismo número para designar el día, el mes y el año, con todas las consecuencias de superstición que esto pueda traer consigo.
            En realidad, será el último caso de este tipo que se presente en este siglo. Ya tuvimos el 1 del 1 del 1; el 2 del 2 del 2; el 3 del 3 del 3; el 4 del 4 del 4; el 5 del 5 del 5; el 6 del 6 del 6; el 7 del 7 del 7; el 8 del 8 del 8; el 9 del 9 del 9; el 10 del 10 del 10; el 11 del 11 del 11; y, mañana, tendremos el 12 del 12 del 12.
            Para el próximo año 2013, tendremos día 13, pero no mes 13. Así que este espectáculo numérico de nuestro calendario será el último del siglo. ¡Aprovechémoslo!, si tenemos capacidad de aprovechamiento. ¡Gocémoslo!, si tenemos capacidad para gozar las cosas simples de la vida.
            Sin embargo, este tipo de concomitancias jamás deben servir para promover la superstición ni la ignorancia ni la magia ni la hechicería ni el ocultismo ni el sortilegio, ya que todo ello conduce irremisiblemente a formas de explotación del hombre por el hombre.
            Ya Francisco Bacon, en el 1620, en su Novum Organon, nos explicó que "en los más profundo de la naturaleza humana está la superstición, lo que mueve a la opinión del vulgo, afectándole su comprensión sana".
            Así que esos juegos numéricos debemos usarlos como divertimientos o, mejor aún, para hacer gimnasia de inteligencia, para producir literatura, o para obtener nuevos conocimientos.
            Eso me hace recordar un discurso que ante el Congreso de los Estados Unidos de América pronunciara George Washington el 8 de enero de 1790: "Nada puede merecer más nuestro patrocinio que la promoción de la ciencia y la literatura. El conocimiento es en todos los países la base más segura para superar las supersticiones, y para lograr la felicidad pública".
            Por cierto que en este mes de diciembre también se soltarán, muy pronto, quienes utilizando el anuncio del fin del mundo que supuestamente formularon los mayas precolombinos, tratarán de sacar económicamente provecho de los ingenuos.
            Sin que olvidemos el próximo 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, fecha que tiene su propio mecanismo: pedir algo ajeno para lograr su propiedad, so pretexto de que quien lo preste será una ingenua palomita.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Entre Otras Soluciones IMPUESTOS MAYORES A LOS RICOS

          Somos proclives, en México, a seguir en todo lo malo a los países ricos; pero en todo lo bueno que tienen, nuestra tendencia es a rechazarlos, y esto es un equívoco.
            Por ejemplo, recién acaba de expresar el Presidente Barack Obama que en los Estados Unidos de América se deberá aumentar los impuestos a los ricos. Y en cambio, en nuestro país, ya verá Usted, querido lector, que al respecto a nadie en el gobierno mexicano se le ocurrirá emular esta conducta fiscal.
            Es más, en los EU esa idea ha nacido de los verdaderamente ricos, de aquellos archimillonarios en dólares que son publicitados en la Revista Forbes, como Bill Gates, dueño mayoritario de Microsoft, quien, incluso, ha propuesto la donación de parte de su fortuna para equilibrar los desajustes de la mala distribución de la riqueza.
            Sin embargo, aquí, en México, no hemos escuchado a ningún súper rico manifestar sus inquietudes de generosidad, o al menos de justicia, o de inteligencia, ya que como en el conocido juego del turista, si una de las partes gana todo se acaba totalmente el juego, y el juego de la vida no puede terminar para todo el género humano.
            Es necesario, por ende, para seguir en ese juego de la economía real, que quien haya ganado tanto dinero, para proseguir como ganador, entregue bienes y riqueza a los necesitados, en la forma que sea, a efecto de que éstos puedan seguir comprando lo que él se encarga de producir.
            Obvio que no se puede cobrar más impuestos ni a los pobres ni los miembros de la clase media, ni a aquellos que no son dueños de medios de producción; y, por otra parte, sí debe cobrarse más impuesto a todos los que siendo dueños de medios de producción obtengan ganancias superiores a los 5 millones anuales de pesos.
            Claro que el Presidente Obama, respecto a su referida iniciativa, tiene en contra a los integrantes del Partido Republicano, los que luchan para que a los inmensamente ricos no se les cobren impuestos, y en cambio solicitan que a todos los que formen dentro de la clase media se les haga soportar la mayor carga tributaria.
            De que está complicado para el proyecto de Obama no hay duda, pero al menos lo expresa, lo socializa publicitándolo, y esto crea conciencia de la necesidad de una mejor distribución de la riqueza.
            Y es que el "precipicio fiscal" en EU es verdaderamente grave, igual que la urgente disminución del "déficit gubernativo".
            Los ajustes automáticos, naturales, e ideales, no forman parte de la realidad actual, porque los problemas de qué hablamos tampoco son automáticos ni naturales ni ideales, sino que son hechos ex profeso por la ambición humana.
            Si EU hace pagar a los ricos más impuestos, ¿por qué no lo hace México? Eso sí, utilizando lo recaudado para generar riqueza con una mejor distribución.

lunes, 3 de diciembre de 2012

¿Y la República Amorosa? PIÑATA DE LA VIOLENCIA

              Delincuentes, que nada tienen de revolucionarios ni de izquierdistas, provocaron vandalismo, y pillaje, en ciertos lugares de la Ciudad de México durante la Toma de Posesión y Protesta de Enrique Peña Nieto como Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
                Anticipadamente habían convocado al pueblo a manifestar su protesta en contra del nuevo Presidente; citándose, para ese fin, en el Ángel de la Independencia, y aclarando de palabra que sería en actitud de "resistencia civil pacífica".
                Empero, la realidad fue otra: atacaron hoteles, bancos, restaurantes, tiendas, monumentos, robando desmadradamente lo que consideraron valioso; e, incluso, utilizando camiones y utensilios propiedad del gobierno del Distrito Federal.
                Las fuerzas de seguridad pública deben imponer el orden ante delitos en flagrancia, y practicar las detenciones necesarias por disposición constitucional; y, eso fue lo que hizo la Policía Federal, ajustando a derecho ese acto de gobierno.
                Tan es así, que el mismo Marcelo Ebrard Casaubón, jefe de gobierno del Distrito Federal, de filiación perredista, lo condenó como "un acto de barbarie cometido por anarquistas". Igual hizo Miguel Ángel Mancera Espinosa, próximo jefe capitalino: "cuando se cometen actos vandálicos, la ciudad tiene que reaccionar, con toda la fuerza y la firmeza necesarias".
                En cambio, los incitadores al crimen condenaron la aplicación de la ley por parte de los policías. Ellos pueden incendiar, lesionar, destruir, robar, pero los salvaguardas del orden no deben cumplir con su deber; así, con ese desparpajo cínico, exigen la renuncia del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, y del subsecretario de Seguridad Pública Manuel Mondragón y Kalb, pues, según ellos, "no hay razón para que hayan agredido a los manifestantes".
                Su violencia no es violencia. La única fuerza debe ser la suya. La coercitividad del Estado es represión. Se autocalifican de pacíficos, y promueven y ejercen la intimidación y el terror. Al decir una cosa, y al hacer otra distinta, se tornan incongruentes, y se descalifican éticamente.
            Esas formas de organización violentas requieren dinero, y maldad. Hay y habrá opositores de Enrique Peña y del PRI, y deben tener garantizado su derecho de expresión, pero conforme lo establece nuestra Carta Magna.
            El inicio del gobierno de Peña Nieto comienza bien, incluyendo el acto de autoridad con el que se aplicó el derecho contra gente que exclusivamente siembra caos y odio. ¡Qué contradicción!, después de haber sido apóstoles de la república del amor, hoy son piñatas rellenas de violencia.
            Curiosamente, después de la detención de 69 implicados en actos delictivos, salen el resto de los opositores a las calles a reclamar la liberación de sus cómplices. Igual que en Morelia, recientemente, en el DF repiten el esquema.
            Por otra parte, los 5 ejes de gobierno y las 13 decisiones ejecutivas que expresó en su discurso el Presidente Enrique Peña Nieto son muy aceptables, y aceptadas. Los mexicanos apoyamos esas determinaciones. Por el bien de todos auxiliemos a que se cumplan.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Gastar a lo Idiota PLAGIOS DEL PRESIDENTE

                Peligrosa, inoportuna, y grotesca, es la vieja iniciativa plagiada por el Presidente Felipe Calderón Hinojosa, días antes de terminar su sexenio, para cambiarle el nombre oficial a nuestro país.
                El inquieto y talentoso dominico Servando Teresa de Mier Noriega y Guerra (1763-1827) se opuso a la burda imitación que hacían de las estructuras político-jurídicas de los Estados Unidos de América los fundadores de nuestra república.
                Allende al norte existieron 13 colonias independizadas de Inglaterra, decía fray Servando, en cambio aquí hay una colonia: la Nueva España. Allá el federalismo de Hamilton se justifica, debía unirse lo disperso, pues cada colonia era un estado, por eso el nombre: Estados Unidos de América, nominación natural, aunque amenazante y ambiciosa.
                Aquí era craso error establecer el federalismo. Sería artificioso dividir lo unido, para falsamente volverlo a unir por el prurito de ser federalistas, cuando el coloniaje tenía la unicidad geográfica que exclusiva y naturalmente daba para un solo estado.
                En aquel tiempo fray Servando tuvo cierta razón. Ahora hay errores históricos que se naturalizan y legalizan por el paso de los años y las circunstancias, a grado tal que sería, hoy, un equívoco enorme tratar de corregirlos.
                Más nos vale dejarle a nuestra Nación el nombre oficial de "Estados Unidos Mexicanos", aunque le sigamos diciendo familiarmente "México" en el ejercicio de la vida cotidiana.
                Cambiar de nombre al país en estos momentos es tan irrelevante como inoportuno, tan costoso como absurdo. Los Estados Unidos de América siguen insaciables. Ellos sueñan ser propietarios de toda América, incluyendo a México, y les sería más difícil, gramatical y lógicamente, tener a otra estrella en su bandera que se llamara Estados Unidos Mexicanos. Aunque su poderío atómico no respeta ni a los seres humanos, menos a la gramática ni a la lógica.
                ¿Cuánto costaría ese cambio de nombre? En lo ético y en político será todo un desgaste; en lo económico sería un derroche de cientos de miles de millones de pesos, pues habría que cambiar a las constituciones, (federal y estatales) a las leyes, a todos los textos, documentos, monedas, billetes, pasaportes, etcétera, etcétera.
                En todo lo anterior se gastaría lo que no tenemos, y que convendría invertir en algo productivo, si lo tuviésemos.
                Afortunadamente no hay mal que dure 6 años ni pueblo que lo resista. Al publicarse este artículo, Felipe Calderón Hinojosa estará a punto de entregar el poder presidencial a Enrique Peña Nieto. Para esta etapa "la noche quedó atrás..., pero me envuelve", en el sentido que lo expresó el poeta inglés William Ernest Henley, (1849-1903) y de donde el doble espía comunista nazi Jan Valtin (1905-1951) tomó el título para su reconocida novela.
                A cada "capitán triunfante" le llega su noche. Felipe ya se va, pero su noche, aún quedando atrás, nos seguirá envolviendo. Del nuevo capitán triunfante esperamos un amanecer mejor, con producción compartida, y más humano.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Jorge Arturo Chávez Páramo HONRADEZ EN EL PERIODISMO

                A finales de los años cincuentas del siglo XX, en la ciudad de Morelia, la comunicación local era más certera, y desde luego muy fluida. Por ejemplo, si alguien nacía, de inmediato se corría la voz; por igual, la muerte de todo moreliano era sabida ipso facto.
                Hoy estos dos extremos de la existencia, (el nacer y el morir) para el común de los mortales, nos llega con demasiado retraso; claro, salvo los casos de excepción, por la importancia del fallecido, o por la trascendencia del acontecimiento mortuorio.
                Desde luego que en aquel entonces todas las familias morelianas se conocían entre sí, mientras que ahora la masividad provoca un desconocimiento generalizado, y una insensibilidad que preocupa.
                Invoco y explico ese hecho de pésima comunicación, porque tardíamente he sabido de la muerte de mi compañero y amigo Jorge Arturo Chávez Páramo, quien vivía, según mis registros personales, en la ciudad de Tacámbaro, Michoacán, como notario público, estado ideal del licenciado en derecho.
                A Jorge Arturo lo conocí en mi primer año de bachillerato en el Primitivo y Nacional Colegio de San Nicolás de Hidalgo. Él venía, según su decir, de una secundaría en la Ciudad de México; y, con independencia de ello, lo observábamos de mayor edad a nosotros, dueño de una madurez que aún nosotros no teníamos.
                En nuestro círculo de estudio fue un aportador. Era más práctico que la mayoría de los compañeros. Versificaba con soltura y con extremada ironía, siendo su prosa de ese mismo temple, según se puede apreciar en los pininos que hacíamos en periódicos o revistas estudiantiles.
                La letra del corrido de los bachilleres de ciencias sociales, con música de La rielera, siendo trabajo colectivo, fue hechura fundamentalmente de Jorge Arturo.
                Desde joven fue simpático, de trato liviano, y talentoso. Obtuvo de inmediato cobijo en nuestro grupo; empero, mientras nosotros sólo éramos estudiantes, él era trabajador y estudiante, y casó a temprana edad, formando un sólido matrimonio con una excelente compañera.
                Su trabajo era de periodista. Bien pudiésemos llamarle: periodista de todas las horas, ya que incluso como funcionario público siguió practicando el periodismo. Hizo de esa actividad, por ende, toda una profesión.
                Reporteó en El Heraldo de Michoacán; militó en aquella generación destacada que Manuel González Sauz y Odiseo Ibáñez agruparon en el inolvidable, ahora ya olvidado, Tiempo de Morelia; pasó seguramente por La Voz de Michoacán; vivió la aventura de hacer su propio "periodiquito", como el mismo lo llamaba con gracia y ocurrencia, en donde él era el director, el reportero, el redactor, y el repartidor. Y a últimas fechas escribía artículos inteligentes y sensatos para Cambio de Michoacán, un destacado órgano de formación e información dirigido por otro dilecto compañero y amigo: Vicente Godínez Zapién.
                Mi amigo Jorge Arturo, así, tuvo márgenes de honradez muy aceptables, y esto lo constituye en un ejemplo en el mundo del periodismo.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Principio y Fin SIN DECORO PRESIDENCIAL

               El "buen fin" pinta para pésimo. Hasta el general de división Rubén Venzor Arellano, orador oficial, y único, en la reciente entrega de reconocimientos y ascensos militares le llamó al Presidente: "Felipe Calderón ESPINOZA". Ya la referencia no fue de hinojos, sino de espinas.
                En todas las autofabricadas despedidas del Presidente se le restriega: "Éste es su último desfile"; "Estamos en su última gira"; "Se encuentra en su última reunión con las fuerzas armadas"; machacándole sus propios colaboradores esa palabra tan lapidaria.
                La presidencia de Calderón no tuvo buen principio; y, aun pesar de la costosa publicidad pagada, no tiene buen fin. Los calificativos para su administración son: de mediano a pésimo, según la opinión generalizada, la que tiende al segundo extremo.
                En la política, como en la literatura, debe cuidarse con mucha responsabilidad el principio y el fin. Planear adecuadamente la entrada y la salida, es marcar el desarrollo, o el proceso, entre el primer paso y la meta. En la república de las letras Jorge Luis Borges y Umberto Eco tratan el tema con precisión y claridad.
                Obvio, no es lo mismo escribir un libro que ejercer un sexenio como Presidente de México durante estos primeros años del siglo XXI.
                Tampoco ha sido lo mismo desempeñar ese poder presidencial en todos y cada uno de los sexenios del siglo XX en México. Las diferencias existentes entre una y otra actuación política han sido drásticas.
                Sin embargo, el hecho de que todo en nuestra realidad sea diferente no descarta la existencia de semejanzas, por lo que, regresando al mundo de los libros, a cómo se escriben éstos, bien podemos compararlos a la manera en que se inicia y se termina el mandato de un Presidente de la República, aquí y ahora; claro, toda proporción guardada.
                Cierto, el Presidente de México no puede diseñar ni realizar con sus propios actos individuales lo que será el ejercicio de su mandato por seis años, de principio a fin, cabalmente.
                La realidad internacional y nacional, ajena a él, lo va condicionando, y en no pocos casos determinando, ya que también en el fenómeno político existe la causa y el efecto, al igual que opera la incertidumbre, y la libertad humana enmarcada dentro de una circunstancia.
                En esas condiciones, la toma de posesión del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, hace seis años, estuvo muy lejos de la dignidad con la que sus antecesores iniciaron su encargo. Apareció de repente entre los pliegues del cortinaje ubicado detrás del presídium de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, con la cara cómplice de un conejo que sale sorpresivo del sombrero de un mago, ante un público tenso investido de fuero legislativo.
                Si esa forma grotesca fue su inicio, su final administrativo parece no tener buen fin, o al menos con decoro. En La Piedad, Michoacán, se puso a cantar desafinado, como siempre, El corrido del perro negro. ¡Lástima!

jueves, 15 de noviembre de 2012

Una Mala Solución PARA MUCHOS PROBLEMAS GRAVES

               El cuento me causa risa, pero también refleja una realidad con resultados poco aceptables en otras materias.
            Abraham, sabio rabino de una sinagoga, se dirige a un laboratorio clínico a efecto de que le dictaminen, previo el análisis de la orina, si tiene cáncer en la próstata.
            Entrega para tal efecto un frasco, ante la química farmacobióloga, de dos litros lleno de las excreciones líquidas.
            "Don Abraham", de dice la profesionista que atiende el laboratorio, "no es necesaria esta cantidad de orina, basta con unos cuanto milímetros para tenerle resultados".
            A lo que responde el rabino: "Yo le dejo todo el recipiente, y le exijo que así me lo reciba y lo analice. Si no lo hace, iré a otro laboratorio".
            Ante esa exigencia, la profesionista acepta la demanda del servicio, citándolo para que reciba los resultados a las 48 horas.
            Llegado el día, el rabino se presenta, obteniendo en un sobre cerrado el logro de ese trabajo de laboratorio: "No se encuentra ningún elemento que indique la existencia de cáncer prostático".
            Abraham cita de inmediato a todos los feligreses varones de la sinagoga para anunciarles: "Queridos arbanos, les tengo buenas noticias, revisados todos los orines de nosotros, ninguno tenemos cáncer".
            Esto que, en la narrativa anterior, revela la supuesta actitud ahorrativa de los hebreos, en la presente administración federal de nuestro país irradia un craso equívoco, ya que con el erróneo propósito de resolver todos los problemas de México aplicó solamente una medicina: el mal uso de la fuerza pública a todo lo que da, y con todo lo que se tiene, agravando las consecuencias que actualmente padecemos.
            Le apostó todo al empleo de las fuerzas armadas, instituciones respetables que, conforme a lo ordenado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no deben utilizarse para actividades no señaladas en la misma literalidad de nuestra Carta Magna.
            Los problemas del empleo, de la falta de productividad, de la mala distribución de la riqueza, de la corrupción, de las fallas en la educación, de la inseguridad, y demás anexas, ligados dialécticamente unos con los otros, no pueden ser resueltos con la aplicación de la fuerza pública en forma ilegal.
            Una exclusiva solución dudosa para problemas reales, tan resbaladizos como graves, ha derivado a todo un fiasco, más ahora que, como que nunca, se observa la maliciosa política del gobierno de los Estado Unidos de América, tan ventajosa en su programa contradictorio.
            Dos estados de la Unión Americana han legalizado la marihuana para fines de pasatiempos y de fiestas, a contra pelo de la política federal de aquel país.
            Esto vuelve a ser no confiable al gobierno gringo, haciendo confuso el entorno internacional al respecto, y provocando un descalabro de consecuencias aún no medidas a la ya agónica presidencia de Felipe Calderón Hinojosa, quien se despide con frases infundadas: "A mí me gusta dejar las cosas en orden, y arregladas".
            Usted, estimado lector, ¿lo cree?

lunes, 12 de noviembre de 2012

Urge un Hasta Aquí A LA DEGRADACIÓN DEL PAÍS

    Por más que queramos observar cosas positivas en la estructura nacional, vemos ante nosotros una realidad que desencanta. La depredación en todos los sectores es atroz.
    Si volteamos nuestra vista al medio ambiente registramos la contaminación del agua, del aire, de la tierra. Las que son fuente de la vida están depredadas.
    Fijado nuestro enfoque en la economía notamos de inmediato los desgarres de la productividad en el campo, la falta de empleos, la criminal distribución de lo producido.
    La educación, escolarizada o no escolarizada, se encuentra en una condición de menoscabo grave. Por cualquier parte que la examinemos, grita pidiendo auxilio.
    Respecto a la política, tanto genérica como electoral, se anota como menoscabada, a grado tal de que no son pocos quienes a sus miembros los ubican en las "mafias", o los califican de "delincuentes".
    En todos los estratos sociales, como en todas las religiones, se percibe un mal olor, y en algunos sitios de esta naturaleza se destila una pus ya inocultable.
    Y de todo lo anterior, como de muchas cosas igual de atroces, los medios masivos de comunicación se solazan, so pretexto de que ellos únicamente reflejan la realidad y solamente la realidad, con las noticias amarillas y rojizas. Aunque la verdad sea que estos colores noticiosos son los que les dan sus mejores ingresos.
    Algún día se darán cuenta de su equívoco, cuando todo sea tan desastroso que no habrá quien les compre ni sus espacios ni sus criterios. Mal negocio es el portarse mal.
    ¡Quién lo dijera!, el mismísimo secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, califica el inicio de la administración del Presidente Felipe Calderón Hinojosa "... como si hubiéramos entrado a una casa y nos hubiéramos dado cuenta de que teníamos los cimientos verdaderamente infestados de ratas".
    Significa que desde su visión, ya en el 2006, México, el México dejado por Fox era un verdadero nido de ratas, ya que don Vicente lo que reportó a su llegada, exclusivamente, fue víboras, prietas y tepocatas; es decir, otro tipo de alimañas.
    Pero lo curioso es que si desde el 2006 había tantas ratas, llegados al 2012 la Secretaría de Gobernación a través de su titular reconoce que subsisten, lo que constituye toda una confesión.
    Así que en este renglón coinciden Poiré con Andrés Manuel López Obrador, quien ha expresado que "El gobierno federal que se va es un desastre, pues sólo ha dejado a miles de familias en luto".
    Dentro de pocos días le corresponderá al Presidente Enrique Peña Nieto iniciar su sexenio. Es lógico que él solo no podrá resolver todos esos problemas; empero, si aparte de tanto estropicio y descomposición, hay quienes quieren ponerle piedras en el camino a la siguiente administración federal, curiosos nos vamos a observar los mexicanos, remando en contra de nuestro propio país.
    Todos, incluyendo a Andrés Manuel, debemos ayudarle al Presidente Peña Nieto, para que cumpla todo lo que prometió en campaña.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Cultura para Todo CULTURA PARA TODOS

             Los eventos culturales de mayor importancia se realizan, en México como en el resto del mundo, en las grandes urbes y para minorías denominadas cultas. Si esto fuese la cultura, su influencia se empobrecería, incluso, ante el principio de costo beneficio.
                Esos eventos culturales por más caros, numerosos y espectaculares, están muy lejos de ser el núcleo de toda cultura. En realidad en el planeta, en nuestro país y en cada una de sus entidades federativas, existen y coexisten muchas y variadas culturas.
                No hay, por ello, la definición de cultura única, absoluta, exclusiva; gozamos, sí, de gran variedad de intentos esclarecedores sobre la conceptualización de este fenómeno humano.
                Para mí, cada ser humano en su individuo socialidad tiene aptitudes que puede y debe cultivar; es decir, desarrollarlas con esfuerzo y talento hasta conducirlas a su máxima expresión, para así cultivarse. Esta vía es la más sólida para ser culto, y no simplemente un pretencioso simulador.
                Cultivar su capacidad para cantar, danzar, pintar, esculpir, construir, actuar, producir música en todos sus espectros, expresarse de manera oral o por escrito en todos sus géneros literarios; o, en contrapartida, cultivar su disposición para apreciar y gozar de todas esas manifestaciones humanas.
                Estoy a favor de que se realicen grandiosos eventos culturales, pero teniendo en cuenta que la cultura es para todos, y para todo.
                En la actualidad los avances tecnológicos permiten llevar hasta las más recónditas aldeas, y a la intimidad de todo hogar, los mejores eventos culturales. Nuestro espacio aéreo, y las señales de televisión y de radio, propiedad de la Nación, deben ser los diseminadores, eficaces y gratuitos, de esos eventos culturales, cuidando que éstos se realicen en diversas regiones y ciudades, para que no las monopolice nadie.
                Eso hará bien a las televisoras y a las radiodifusoras, para que abandonen su proclividad a destilar sangre de notas rojas a todas sus horas, y mejor brote de ellas, con validez educativa, la presencia de la cultura.
                De la cultura para todo. Cultura para que los mexicanos seamos puntuales. Cultura para siempre privilegiar la verdad. Cultura para cuidar el agua. Cultura educativa, para que nuestra vida sea un informarnos y formarnos constantemente. Cultura del trabajo, tanto para generar empleos productivos como para producir bienes y servicios de calidad.
                Cultura para distribuir mejor todo lo producido, no permitiendo que haya decenas de miles de millones de dólares en propiedad de una sola familia, cuando hay millones de desempleados con niños en la miseria y en el abandono. Cultura para respetar la vida y la integridad humanas. Cultura para que sea inviolable la casa habitación de todas y cada una de las familias de México, ya que nuestro hogar debe ser respetado por autoridades y gobernados.
                Cultura para que cualquier humano a toda hora puede transitar por campos, calles, o carreteras, y nadie le falte al respeto.
                Cultura de la legalidad, fundamento de todos nuestros actos.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Oye lo que Dicen MÁS IMPORTANTE ES LO QUE HACEN

   Durante toda mi vida he tenido la suerte de escuchar magníficos discursos y, además, bien leídos. A quienes los leen, no se les debe llamar oradores, sino sólo lectores de discursos, ya sean ajenos, ya sean propios.
   No toda la gente gusta de la oratoria, ni para ejercerla ni para escucharla. La mayoría de las personas valoran, sí, a quien sabe expresarse de manera oral, con claridad y exactitud.
   Pero, independientemente de lo anterior, el discurso y la conducta del individuo deben tener congruencia entre sí. Mal hace quien predica la honradez y no es honrado; quien elogia el estudio y no estudia; quien aboga por el trabajo y no trabaja.
   "Hechos, no palabras", indica una vieja sentencia que sigue vigente hasta nuestros días. "Por su hechos los conoceréis", establece la expresión bíblica, tan anónima como colectiva.
   Total, el uso de la mentira convertido en costumbre degrada a quien la expresa, y a la sociedad que la admira. "Qué inteligente es, se ha hecho rico engañando a los demás", dicen algunos que califican a los ganadineros de su tiempo.
   Hay otros cínicos que, al estilo del ladrón que grita "ahí está el ladrón", señalando a cualquier persona presente para que nadie observe su propio robo, denuncian a otro como mentiroso, con el exclusivo propósito de encubrir su personal embuste.
   En estas cuestiones de la verdad y la mentira debemos distinguir a quien defiende su certidumbre, creyendo en conciencia que es verdad, aunque a la larga resulte falsa; diferenciarlo de quien anuncia como verdad lo que sabe en conciencia que es mentira.
   La clave para hacer este apartamiento es la honestidad que se tenga para manifestar lo que se diga; empero, incuestionablemente, el hacer y el decir en un ser humano deben reflejar congruencia.
   Por eso la congruencia es un valor que debe apreciarse. Desde mi perspectiva respeto mucho a quienes observo que son coherentes, e insisto conmigo mismo para tener márgenes aceptables de acordes lógicos entre el hacer y el decir.
   Sólo en el mundo de la literatura la creación permitida da lugar a quimeras, a productos imaginarios de todos los tipos.
   Gabriel García Márquez, en Extraños peregrinos, nos obsequia, para el caso, un concepto digno de análisis: "Los recuerdos verdaderos parecían fantasmas, mientras los falsos eran tan convincentes que sustituían a la realidad".
   Y es que la realidad en el mundo de la literatura tiene otra naturaleza, tanto en la novela como en la poesía, en donde las remembranzas son los espectros que subyacen en cada expresión retórica de la obra creativa.
   Creaciones artísticas del lenguaje aparte, nos es necesario, más que nunca, fomentar la cultura de la verdad.
   Tener respeto por lo que dicen los otros. Oír lo que nos expresan, pero observar muy bien lo que hacen para ver si son congruentes. En la inteligencia de que siempre es más importante hacer que decir.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Oportuno, pero Doloroso SANDY AUXILIA AL MUNDO

           El dolor ajeno lo sentimos como propio. Lo que sufre la gente de Nueva York y de 21 estados más de la unión americana, por la gran tempestad que los ha afectado, nos mueve a la solidaridad. Se trata de padecimientos humanos, y todos ellos nos conciernen.
                Entendemos que los estadunidenses, por su exceso de trabajo, no tienen tiempo de tener solidaridad con los michoacanos cuando nosotros lo necesitamos; en cambio, por humanismo, a todos los de por acá nos conduele lo acontecido a aquellos que habitan en la llamada "gran manzana" y en el noreste de Estados Unidos de América.
                Los destrozos y las muertes que ha dejado el huracán Sandy son tremendos, agravados por el alto nivel de vida que comúnmente tienen los vecinos de aquella región de los EU.
                10 millones de hogares sin luz; más de 50 muertos; 1800 heridos; daños superiores a los 70 mil millones de dólares; costosos desperfectos al metro y a otros medios de transporte; afectaciones tremendas a la Bolsa de Valores y al sistema bancario; decenas de miles de viviendas deterioradas, entre otras averías.
                Pero dentro de todo ese mal, se observan algunas cosas buenas. El espíritu yanqui personalizado en el Presidente Barack Obama se ha dejado sentir, ya que no huyó del desastre, y se ha venido enfrentando a las calamidades del meteoro, contrario a lo pasado hace años con la tragedia de Nueva Orleans, en donde George W. Bush no estuvo a la altura de las circunstancias.
                Obama ha dejado abandonada su campaña electoral, al considerar más importante el enfrentar los problemas generados por un fenómeno natural a la gente estadunidense de ese territorio; mientras, su contrincante Mitt Romney ha seguido en su trabajo electoral atacando a Obama.
                En diferentes momentos de ese proceso electoral han existido señalamientos de que están, ambos contendientes a la presidencia de EU, empatados; sin embargo, ahora, a unos días de que la ciudadanía y los delegados emitan sus votos, se observa que triunfará otra vez Obama, reeligiéndose en dicho cargo.
                Ése será un ejemplo de tipo histórico en donde un fenómeno natural intervine en una decisión política. Claro que bien pudo afectar ese tremendo hecho atmosférico a Barack Obama si éste no reacciona como lo está haciendo.
            Antes del desastre, muchos pueblos y gobiernos del mundo temían la llegada al poder de Romney y sus aliados. Preocupaba que una radical y peligrosa derecha dominara al gobierno gringo durante los próximos cuatro años.
            Hoy, se siente que Sandy, esa tormenta destructora, auxilió al mundo, al dar la oportunidad a Obama de demostrar su entereza de carácter, su valor frente a los problemas, y su ánimo de servir.           
            Oportuna, pero dolorosa, fue Sandy. De esas penurias naturales pronto se recuperarán; empero, de un mal gobierno que los conduzca a la guerra, a la revolución interna, a mayores quebrantos económicos, no se recuperarían nunca.

lunes, 29 de octubre de 2012

Socavaron los Cimientos PERO EXISTE TALENTO PARA RECOMENZAR

             Cuando la confusión se generaliza, en una sociedad tan afectada como la nuestra, es tiempo de sosegarnos, esforzándonos más y agudizando el talento para poder comprender mejor los problemas, para encontrar la mayor cantidad de soluciones, para escoger la mejor de ellas, y para con eficacia aplicar el remedio.
                Michoacán se ha convertido en una especie de laboratorio político de muy encontrados grupos ideológicos, no siempre con sanos intereses. Claro, nuestra entidad federativa no merece este trato de conejillo de indias.
                El Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, durante su reciente estancia en Morelia, formuló razonamientos orientadores que, por ser tan generales, no aclaran del todo ni los problemas ni sus soluciones.
                Habló de un México "con casi 32 millones de personas mayores de quince años que no terminaron ni la primaria ni la secundaria o son analfabetos... lo que hace urgente una reforma integral a todo el sistema educativo"; agregando: "México necesita más escuelas, muchas más, porque son el principal antídoto contra las conductas antisociales".
                No especificó en qué deben consistir esas reformas. Salvo que para él baste con sólo abrir más escuelas, mucho más escuelas; y, en este caso, habrá que precisar que el antídoto contra las conductas antisociales no es la cantidad, sino la calidad de esas escuelas.
                Hoy, lamentablemente, muchas escuelas gastan mucho dinero, no en la educación sino a pretexto de la educación, con maestros que no asisten a clase, o asistiendo sin preparación, o repitiendo rutinariamente lo mismo que han dicho durante decenios.
                O escuelas en donde los alumnos no van a clase, entrando en la corrupción de la compraventa de calificaciones; o con profesores sujetos a pandillas sindicales, y que son promovidos por las marchas en que participan, por las puertas de edificios públicos que patean o queman, por el número de autobuses que secuestran e incendian.
                Y si lo anterior se da entre supuestos alumnos con supuestos maestros, el mayor hedor de corrupción se produce entre las autoridades educativas del más alto nivel, y desciende al resto de los funcionarios.
                Claro que todo lo anterior tiene muchas excepciones, ya que también existen magníficos maestros y extraordinarios alumnos, como a su vez laboran autoridades que luchan contracorriente para salvar lo mejor de nuestra organización educativa. Esto nos ofrece, aún socavados los cimientos educativos, la esperanza de que el talento y el trabajo pueden recomponerlo todo.
                El Rector Narro recordó la conocida frase de Víctor Hugo: "Abrir escuelas para cerrar prisiones"; empero, él mismo se da cuenta que no se puede cerrar una prisión por cada escuela que se abra, así, mecánicamente e ipso facto, por ello conceptualizó: "Los cambios no se logran de la noche a la mañana, por lo que es necesario tener propuestas, exponerlas, convencer a los que piensan de manera diferente, así como proponer y alcanzar acuerdos".   
                Pero, ¿qué acordarías con quienes incendian tu casa y tu automóvil?