lunes, 29 de mayo de 2023

LOGOS

Con orden constitucional

ABATIR AL TIRANO

        En ‘Apuntes para mis hijos’, páginas inconclusas, escritas y autorizadas por Benito Juárez (1806-1872) leemos: “Vivo en mi casa sin guardia de soldados y sin aparato de ninguna especie, porque tengo la persuasión de que la respetabilidad del gobernante le viene de la Constitución y de un recto proceder, y no de trajes ni de aparatos militares propios sólo para los reyes de teatro.”

        Esa visión jurídica y ética juarista no acepta los aparatos militares ni las deformaciones que, a las fuerzas armadas, les ha impuesto la tiranía de López O.

        Juárez no aceptaba ni escolta de soldados ni dispositivos de fuerza de ninguna especie.

        Juárez cumplía y hacía cumplir, cabalmente, la norma Constitucional, pues en ella se funda la respetabilidad del gobernante, cuando éste tiene un recto proceder.

        La conducta del presidente Amlo durante el ejercicio de su mandato es, desde muchos aspectos, contraria a la de Juárez.

        Andrés vive rodeado de miles de soldados y marinos, muchos de ellos con armas, pero disfrazados de civiles; y éstos lo mismo le sirven para cumplimentar expropiaciones, como para que disuadan a migrantes, en obediencia a las órdenes del gobierno de EU, o para que vayan a dar abrazos (pero no balazos) a las organizaciones delincuenciales afectas y cómplices, o para cuidar a familiares, colaboradores y amigos, mientras la población sufre, como nunca, de inseguridad pública.

        En todo lo fundamental fracasó la política del obradorato, porque hasta en sus iniciales y buenas intenciones ha mentido.

        Su arraigada herostratitis lo conmina a destruir. Heróstrato pensaba que sólo destruyendo, sería recordado.

        Pero el presidente López logró, en su vida, habilidades electoreras, por esa vía está conduciendo sus actuales esfuerzos enfermizos.

        Sin importarle la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la cual protestó cumplir y hacer cumplir, se pone a violarla de manera grosera y grotesca, al igual que vulnera las leyes electorales que se ajustan a nuestra Carta Magna.

        Fuera de tiempo y fuera de forma, con la investidura presidencial y teniendo como apoyo los 8 billones del erario federal, está participando el presidente López (personal, directamente, y con descaro) tanto en la elección de gobernador en el Estado de México como en la elección de gobernador en el Estado de Coahuila.

        Desfachatadamente presiona, aporta, presiona, aporta, para que ganen los candidatos de su movimiento, cuando nuestra Constitución le prohíbe terminantemente participar en cualquier forma en campañas político-electorales, y más anticiparlas.

        Entre sus 4 corcholatas han gastado, en sus prolongadas precandidaturas, decenas de miles de millones de pesos que, el tirano López, ha despilfarrado del dinero de los contribuyentes.

        Y no sólo se entromete cínicamente en las elecciones mexicanas, estatales y federales, sino en otros países, como en la presidencial de los EU, llamando a los electores estadunidenses a no votar por el precandidato republicano, Ron DeSantis.

        Su ilegítima interferencia en Coahuila y el Estado de México debe conllevarle a una sanción, a él, y a sus candidatos cómplices.

        La ilegal participación en la elección presidencial estadunidense puede conducir a Andrés Manuel a una Corte Federal de EU, con cárcel y multa.

        Como su ilícita intervención política electoral en Perú le costó la declaración del Congreso de ese país hermano, de “Persona Non Grata”; de lo que ha hecho mofa, sin importarle las consecuencias para México.

        Justo Sierra (1848-1912) uno de los mejores ministros de Educación que ha tenido México, observó que “la política y diplomacia juarista marcaban siempre la necesidad de guardar un equilibrio”.

        El equilibrio que López nunca ha tenido, y que no lo tendrá con su Guadiana, su Delfina, ni con sus nombradas, por él, corcholatas de su 4ª Tenebrura.

 


lunes, 22 de mayo de 2023

LOGOS

Azarosos actos del presidente

TRILOGÍA DE PODERES

        El Poder Ejecutivo Federal (PEF) tiene la facultad de decretar la expropiación (previa declaración de utilidad pública) de los bienes y derechos que tengan en su patrimonio los propietarios o interesados legítimos de esos acervos.

        Desde luego que debe el PEF ajustar su acto expropiatorio a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y a las leyes reglamentarias respecto a la expropiación.

        Le es dable al PEF proceder a la ocupación temporal del bien o del derecho, ya sea total o parcial, o a la simple limitación de derechos de dominio, para los fines expropiatorios, pero a las personas afectadas se les indemnizará los daños y perjuicios a valor del mercado, por esa ocupación.

        Éstas, en síntesis, son las reglas fundamentales respecto a la expropiación.

        Agregaré que la coercitividad para la ejecución de estos actos expropiatorios no corresponde a las fuerzas armadas, ni a los soldados ni a los marinos, sino a las policías que tratan con civiles; y, además, los afectados tienen para su defensa el juicio de amparo.

        Recién, el PEF inició el proceso expropiatorio, parcial, para el Grupo México Transportes, FERROMEX, quien logró una fusión con Ferrosur, convirtiéndose en una empresa poderosa con servicio en México y EU, con más de 800 locomotoras y más de 26 mil 300 vagones.

        Los actos y los efectos de este inicio de expropiación parcial no los analizó bien el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien (vulnerando nuestra Carta Magna) es más que el PEF, pues avasalla a la mayoría simple del Congreso de la Unión, a tres ministros de la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación, a 22 gobernadores, y ejerce, sin dar cuenta a nadie, más de 8 billones de pesos del Erario.

        La rusticidad y arrogancia de Amlo nos hacen prever que el PEF no podrá probar “la causa de utilidad pública” de dicha expropiación; y nuestra actual economía, empobrecida por el obradorato, nos motiva a considerar que no tendremos para pagar la indemnización al expropiado.

        La inesperada expropiación producirá consecuencias jurídicas, económicas y políticas, tanto en México como allende de nuestras fronteras.

        Añado, ya el presidente y su secretario de Gobernación recularon al informar: “No expropiamos a FERROMEX, sólo es una ocupación temporal”; ¡pues que ocurrentes e ineptos!

        Mal desarrollamos, aún, en nuestro país, el federalismo que se aplicó en los EU y que se describe en los “papeles federalistas” de Alexander Hamilton (1757-1804), se nos impuso ese federalismo por el gobierno estadunidense y extra lógicamente, porque aquí sólo había una colonia (la Nueva España), y allá, nuestros vecinos del norte tuvieron que unir a 13 colonias originales.

        Seguimos equívocamente procesando en México, todavía, “la trilogía de poderes”, la que adoptamos en nuestra inicial república, imitando los tres poderes que sugirió para Francia Carlos Luis de Secondat, barón de Montesquieu (1689-1755), en su obra ‘El espíritu de las leyes’, pero éste tomó la idea del inglés John Locke (1632-1704), quien en su libro ‘Dos tratados sobre gobierno civil’ expone la necesidad de esa trilogía de poderes.

        La población de México ha venido aceptando, por convicción, el sistema federal y la existencia de los tres poderes que constituyen nuestro gobierno.

        Empero, pocas ocasiones se ha aplicado el federalismo y la trilogía de poderes. El PEF de México comúnmente, a este respecto, ha violado la constitución; unos presidentes más, y otros menos, pero todos, en su transgresión, han cuidado las formas.

        No así el actual presidente López; éste es quien más ha infringido nuestra Carta Magna, pero sin cuidar las tradicionales formas. Sus incesantes atropellos a la Constitución Federal son cínicos, y sin recato alguno.

        Ahora, so pretexto de la seguridad nacional no quiere informar, se opone a rendir cuentas, intenta imponer que todos los trabajos militarizados del gobierno estén en la oscuridad, para que nadie afecte su labor. Olvidó ya, que “quién nada debe nada teme”.

        El Poder Judicial Federal (PJF) no está por encima de los otros dos poderes.

        La Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, sí está por encima de los tres poderes (Poder Legislativo Federal-PLF, PEF y PJF). Lo prevalente es lo constitucional, no lo judicial ni lo legislativo ni lo ejecutivo.

        Y la Constitución Federal le otorga al PJF las atribuciones impuestas en los artículos del 103 al 107; y, entre otras funciones, este Poder Judicial debe instar juicios en contra de actos del PEF y del PLF, cuando los quejosos demandan la protección y amparo en contra de actos del PEF y/o del PLF que quebranten el orden constitucional.

        Eso no lo entiende ni lo acepta el tirano López, y paga y manda a leperos, soeces y majaderos, de la peor calaña, para que ofendan a la presidente de la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández, y a la mayoría de los ministros.

        El PJF debe de cumplir su deber de vigilancia constitucional para todas las personas quejosas.

        La violenta basura humana que paga el presidente O, refleja claramente la naturaleza de Andrés. Y cuando insultan a ese PJF (por ajustarse y cumplir sus atribuciones constitucionales), nos ofenden a todos los mexicanos.

 


      

lunes, 15 de mayo de 2023

LOGOS

Concurso de pudrición

PREMIO MAYOR PARA AMLO

        La megalomanía irreflexiva del presidente Andrés Manuel López Obrador lo lleva a hablar de la soga en casa del ahorcado.

        El nivel educativo presidencial es refranero, por esto, lanzó la siguiente aseveración desde su plataforma nacional de la maña-nera: “El Poder Judicial Federal está podrido, por lo que necesitamos que jueces, magistrados y ministros, sean electos directamente por la ciudadanía que elige al presidente, a los senadores y a los diputados al congreso de la unión”.

        Pero (con su decir) no probó el presidente López ¿por qué está podrido ese PJF?; sus únicas referencias al respecto fueron tres: Una, “Los ministros ganan más que el presidente”. Dos, “Los juzgadores están al servicio de los conservadores y neoliberales, que son mis enemigos”. Tres, “Sentencian esos organismos jurisdiccionales en contra de mis actos de autoridad, o de los actos de autoridad que me convienen, o que convienen al pueblo pobre y honesto”.

        Obvio, el Poder Judicial Federal no es el castillo de la pureza, pero tiene mecanismo interiores y eficaces que lo han venido mejorando; empero, el Poder Ejecutivo Federal y el Poder Legislativo Federal, carecen de esos mecanismos interiores eficientes. Y la pudrición de estos dos poderes está, hoy por hoy, a la vista de todos.

        ¡Vamos!, el que está más podrido es el Poder Ejecutivo Federal, o sea, el presidente O; este López está en descomposición total.

        Andrés Manuel exhibe su salario mensual: 160 mil pesos al mes, pero no dice nada de su remuneración. La remuneración es el salario más todas las demás prestaciones que se obtienen en el cargo.

        En cambio, López O pone a la vista la remuneración de la ministra presidente que más gana: 600 mil pesos mensuales. Ésta es la mayor remuneración en el PJF al mes.

        Y la remuneración del presidente de la república, López O, al mes, sólo él la sabe exactamente; empero, resulta lógico que su remuneración mensual supera los 15 millones de pesos.

        Es decir, tres veces más de lo que se les daba, mensualmente, a los ex presidentes de México.

        Amlo como presidente gana, en un mes, más de lo doble de los 11 ministros juntos, de la SCJN.

        Por otra parte, el presidente López está más al servicio de los conservadores y neoliberales, que los juzgadores federales; es más, el presidente O es más conservador y neoliberal que todos los miembros del PJF.

        Miente tanto Andrés, que se inventó a sus propios enemigos, cuando su verdadero enemigo es él mismo.

        Se propuso López O engañar a todos en todo.

        Los jueces, los magistrados y los ministros, del PJF no sentencian en contra del PEF ni del PLF, sentencian contra leyes y/o actos de autoridad de estos últimos dos poderes federales, al considerar que ellos transgreden derechos humanos garantidos y/o vulneran el texto de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.

En su maña-nera, el presidente O confunde al “pueblo” con las “personas”; éstas son las únicas que pueden tener interés legítimo en el juicio de amparo, en las controversias constitucionales, en las acciones de inconstitucionalidad, controversias de competencia, y en todos sus recursos

De mediados del 2018 a lo que llevamos del 2023 (en el ejercicio presidencial de Amlo) ha aumentado en 10 millones el número de pobres en México; y protervamente López quiere mucho a los pobres, para que voten por los que él ordene, a cambio de corromperlos con limosnas de consumo.

Pobres y ricos tienen que sujetarse al sistema legal mexicano, y en diversas materias al pobre se le otorga, por ley, mayores protecciones. Sin embargo, este tema debe perfeccionarse a favor de los humildes, para que dejen de serlo.

Empero, todos los problemas jurídicos que padecemos, en nuestro país, no se solucionan eligiendo directamente a jueces, magistrados y ministros, por voto de la ciudadanía, como se elige al presidente, a los senadores y a los diputados al congreso de la unión.

La naturaleza jurisdiccional no puede estar sujeta, al menos por ahora, a esta demagogia peligrosísima.

Por mientras y en primerísimo lugar, la pudrición del presidente López O exige el voto de todos los ciudadanos, para con un sufragio de “NO”, aplicarle una cirugía mayor.

 


lunes, 8 de mayo de 2023

LOGOS

Zigzag, zigzag, zigzag

¡PODER!, HASTA LA ETERNIDAD

        Hasta este mes de mayo del 2023, el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha actuado como hombre de Estado ni como estadista.

        El presidente Andrés Manuel se ha comportado como jefe de su partido, o como el único propietario de Morena. Faccioso ha sido, y de grupo, sobre todo de cártel familiar.

        El presidente López, ni respeta ni representa a todos los mexicanos, siendo el factor de mayor discordia, y activo destructor de la unidad nacional.

        Quien manda en el obradorato maldice y demuele a las instituciones; empero, su poder lo utiliza para ayudar a sus familiares, los amigos de sus hijos, a sus colaboradores consentidos, y con ese mismo poder destruye a sus adversarios.

        El mundo ideal del presidente López es que todos pensemos y actuemos igual que él; unidos, dogmáticamente a ciegas, sin pluralidad.

        Con esa forma de obrar, el autócrata López, con su egocentrismo, sus ocurrencias, mentiras, corruptelas e ineptitudes, no ha dado resultados ni positivos ni inmediatos a los mexicanos

        Transcribiré lo que afirmó Amlo hace más de 12 años.

        “El presidente de México debe actuar como hombre de Estado, como estadista. No debe comportarse como jefe de partido, de facción o de grupo. El presidente debe representar y respetar a todos los mexicanos. El presidente debe ser factor de concordia y de unidad nacional. El presidente no puede utilizar a las instituciones ni para ayudar a sus amigos o para destruir a sus adversarios. Todos pensamos distinto, y en esa pluralidad debemos estar unidos. Lo que demanda el pueblo de México, a su presidente, son resultados, pero resultados inmediatos”.

        ¡Es para no creerlo!

        Lo que aseveró hace más de una docena de años, no lo ha llevado a la práctica en el ejercicio de su mandato presidencial; al contrario, forma parte de su zigzagueante y contradictoria conducta de tirano.

        Y es tan contagioso ese constante e ilógico zigzag, que ha infectado a Ricardo Monreal.

        Ese coordinador de la bancada morenista en el senado expresó, en su reciente zigzagueo: “El reencuentro con el presidente López Obrador fue algo que me hizo sentir feliz. Cómo no voy a estar feliz, si después de dos años de no verlo y de no conversar con él, tuve la oportunidad de escucharlo, e intercambiamos y aclaramos muchas cosas”.

        Agregando a lo anterior, “prefiero ser nada, nada, antes que traicionar al presidente y licenciado Andrés Manuel López Obrador”; y, en esa actitud, elogió a Claudia Sheinbaum, a Marcelo Ebrard y a Adán Augusto López, obligándose públicamente a levantarle la mano a cualquiera de los tres que ganara la presidencia.

        Todo este zigzagueo de Monreal fue después que el presidente y “licenciado” López Obrador lo sentara a su lado, y lo apapachara por su zigzag presidencial.

Está a la vista de todos, el presidente López es capaz de delinquir electoralmente. Observamos y reprobamos que Amlo instrumente y pague a sus grupos fascistas para que insulten de la manera más soez a la respetable y respetada ministra presidenta de la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández, y a muchos de los ministros, destacados juristas, y gente valerosa.

Todas esas conductas delincuenciales del presidente López tienen un execrable fin: hacerse de todo el poder, hasta la eternidad.

Ese obradorato nazista no lo merecen como herencia los niños y los jóvenes mexicanos.

        Con nuestra opinión razonada, y nuestro voto libre, destruyamos a la tiranía.


 

lunes, 1 de mayo de 2023

LOGOS

¿Quién pone fin al desmadre de Amlo?

LA SOCIEDAD MEXICANA

        Cuando el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, fue (cuatro veces) el maña-nero suplente del presidente López afirmó, en tono de denuncia: “Es lamentable que por responder a intereses evidentemente políticos se llegue al nivel de una campaña de odio…”

        Olvidando, ese maña-nero sustituto, que el actual odio en la política mexicana lo introdujo su amo (el autócrata López) por doquier, desparramándolo a su antojo “el gran tomador de pelo”, como lo nombró, asertivamente, la destacada periodista Beatriz Pagés.

Porque al parecer, Andrés Manuel no tuvo contagio de Covid-19 en semanas recientes.

Lo que aconteció en su gira por Yucatán, (y lo confesó el propio presidente López a través de un video profesionalmente elaborado) es que tuvo “lo que coloquialmente se llama un váguido, como que me quedé dormido… pero sí tuve esa situación de desmayo transitorio…”

Es decir, se “desvaneció”, conforme significación que a esa palabra le otorga la Real Academia de la Lengua Española.

El secretario de Gobernación, el secretario de Salud y el vocero del presidente, aseguraron públicamente: “no es cierto, el presidente nunca se desvaneció”; empero, éste, terminó desmintiendo a sus colaboradores.

En lo que acertaron ese trío de mentirosos es en que el tirano López nunca tuvo derrame cerebral, porque los derrames de Amlo nunca han sido cerebrales.

Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas del Río nunca dividieron ni insultaron con odio a toda la población mexicana, como lo ha hecho Andrés Manuel López, quien maledicente, por naturaleza, corrompe y empobrece todo lo que toca.

Su secretario de Gobernación Adán Augusto, seguramente sin desearlo, describió con cierta exactitud al presidente y a muchos de sus lacayos: “aquellos que hablan con miel en los labios y ponzoña en el corazón”.

El presidente López ha manejado pésimamente el poder. En forma inconstitucional abrió la sucesión presidencial antes de la mitad de su mandato. Él escogió e impulsa a sus tres precandidatos. A ellos les puso el desafortunado mote de “corcholatas”. A dos de ellos les llama “mis hermanitos”; a la otra “mi hermanita”.

Provechoso de todo, ha dejado e impulsado, a ese trío de prospectos, a ilícitos que merecen apertura de carpetas de investigación en la Fiscalía General de la República.

Con esas manipulaciones piensa Amlo que asegura la lealtad fraterna de esos preferidos.

Y bajo presión de circunstancias no previstas, ha aceptado incluir, también, como precandidatos morenistas, al líder del senado y a un diputado salivoso y repudiado por casi todos.

El presidente López ha pasado de corrupto, a ser un gran corruptor de tres ministros de la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación. Corrompió, también, a la simple mayoría de los diputados y senadores del Congreso de la Unión, a veintidós gobernadores, a algunos personajes de los partidos políticos opositores, a un número considerable de ayuntamientos, a altísimos mandos de las fuerzas armadas, a menos de la mitad de quienes mal reciben dinero regalado para su simple consumo. Todas esas decenas de miles de millones de pesos el presidente López las toma de nuestros impuestos.

¿Quiénes acabarán ese desmadre que en educación, economía, salud pública, política, narcotráfico, religión, diplomacia, seguridad pública, violencia, femicidio, legislación, procuración y administración de la justicia, y en todos los órdenes de nuestra vida, ha creado el presidente López?.

Esa gran tarea le toca a la sociedad mexicana, la que cada vez es más pensante, cada día más activa, cada semana más eficaz, en sólida alianza con muchas otras fuerzas.

El corrupto de palacio, el actual presidente corruptor, defensor y jefe de los cárteles a los que se arrima, ni siquiera se imagina, el enorme tronco que le cae encima.