Las órdenes del
poderoso
SUBSTITUYEN A LAS
LEYES
Las malas leyes, aplicadas por buenos
jueces, pueden tolerarse; en cambio, a la inversa, resulta insoportable una
buena norma jurídica mal aplicada por un juez corrupto o inepto.
El futbol como todo juego deportivo
tiene sus reglas, y éstas se han aplicado de manera poco eficaz y honorable
durante este mundial que se celebra en Brasil, según la cantidad de
inconformidades de los equipos participantes y las opiniones mayoritarias de
los espectadores respecto al mal trabajo de los árbitros.
Víctima más del arbitraje, que de sus
propios errores, la selección mexicana quedó fuera del mundial. Lo que no debe
motivar a nuestro equipo, menos a nuestro país, ni a lágrimas ni tristezas ni
depresiones. Quienes necesiten
desahogos que lo hagan en el lapso de cinco horas, para después darle vuelta a
la página, y volver a la actividad y capacitación productivas, tomando como
aprendizaje el esfuerzo calificado de los futbolistas mexicanos en ese enclave
de comercialización mundialistas del futbol.
Y una de esas lecciones es: cómo las
leyes que rigen en ese balompié se substituyen fácilmente, a través de los
árbitros, por las órdenes dadas por los poderosos, en franco maneobreo
mercantilista.
Constantemente en la Historia del Hombre
encontramos, en ciertas etapas de toda su vida, que los preceptos son ignorados
por gente que tiene el poder, haciendo valer sus órdenes por encima del
derecho, de la ética, de las normas religiosas, costumbres o usos.
Sófocles, (496-406 a. de n. e.) poeta
trágico de la Antigua Grecia, en su obra Edipo
Rey, pone en boca de Creonte este reproche: "Por qué quieres
exiliarme; tu decisión no es justa"; a lo que Edipo responde: "Poco
me importa que sea o no justa. Igualmente has de obedecer mis órdenes."
Para no generar un enorme rosario de
ejemplos en diversos siglos y lugares, subrayaré lo que el Partido Republicano
le imputa recientemente al Presidente de los EU, a través de su líder John
Boehner: "El Presidente Barack H. Obama será llamado por nosotros a
tribunales por no aplicar las leyes del país con fidelidad, y gobernar con
profusas órdenes ejecutivas que vulneran la Constitucional de los EU,
convirtiéndose con sus órdenes en legislador, y en violador del derecho
legislado por nuestras cámaras legislativas".
Y en todo el decurso de la Historia de
México, al igual que en el presente, encontramos con facilidad estos enredos
paradójicos, tan llenos de incongruencia, que alejan cada día más al poder
público de la confianza popular.
Retomo para el caso lo externado en
editorial reciente por Beatriz Pagés: "La realidad ha demostrado que en
México está prohibido ser un político honorable... la reforma energética ha
convertido a la administración del Presidente Enrique Peña Nieto en rehén de un
grupo de secuestradores que ponen cada día un precio más alto a la liberación
de la víctima... El final podría ser de tragedia griega..."
Edipo, y la descarnada lucha por el
poder.