lunes, 9 de junio de 2014

Más cabrón que bonito
EL PRESIDENTE NO TIENE AMIGOS                                         
        El pensador francés Michel Foucault (1926-1984) vivió tratando de probar que "las relaciones políticas visten toda la trama de nuestra existencia"; claro, de la existencia humana.
        Y para ello repasó desde los orígenes de nuestra cultura occidental, con la querella de Menelao y Antíloco narrada por Homero en la Iliada, hasta esas nuevas relaciones y novedosas formas de poder que tendrían que sobrevenir de los encuentros y desencuentros entre la Comunidad Europea, los Estados Unidos, URSS, China y Japón.
        No le tocó ver el desmoronamiento endógeno de la URSS. No supo lo que hoy es la fortalecida Rusia, advertida o amenazada por el Presidente Obama y la Comunidad Europea de que no permita pasar armas y municiones a los rebeldes de Ucrania.
        Mensaje que le han dado al gobierno ruso durante la presencia del presidente Vladimir Putin en Normandía, con motivo del LXX Aniversario del Día D, lo que equivale a repetir en circunstancia distinta el mismo recado de aquel 1944: "Detente Rusia".
        Porque EU entró a la Segunda Guerra Mundial para detener a Rusia, no a Alemania, ya que ésta estaba vencida por aquélla. Y un ejército fresco, descansado, venía desde América para intervenir como gran ganón en los frutos de la guerra frente tropas diezmadas y en cansancio.
        Pero ahora se le exige a Rusia que se detenga en el envío de armas y municiones a los rebeldes ucranianos por parte de EU, quien no ha querido suspender el envío de armas y municiones a México, su país vecino y aliado, víctima de los absurdos y groseros proyectos "rápidos y furiosos" del gobierno que hoy exige a otro gobierno lo que él mismo no hace.
        Desde luego que el presidente Putin actúa conforme a los intereses de su país; y el presidente Obama hace lo propio, porque cada uno de ellos son más cabrones que bonitos, como dice el periódico español El País del Presidente mexicano Enrique Peña Nieto, subrayando un mensaje lapidario que el entrevistado les dijo aquí, pero para que desde allá nos lo enviaran en esta oportunidad de su visita a España: “El presidente de México no tiene amigos. Está dedicado a servir a México y como tal asumo esa responsabilidad”.
El concepto no es nuevo, y lo hemos escuchado aquí, en otros tiempos, y en otras naciones, aunque pronunciado como un consejo para quien ejerce el poder a esos niveles.
Ahora el Presidente Peña Nieto lo ha hecho suyo, seguramente con un sentido práctico que pronto observaremos, salvo que se quede como un hilo suelto sin efecto.
Acaso pudo haber matizado esa frase, pero no lo hizo. Así que todos los que dragonean diciéndose amigos del Presidente Peña Nieto son los primeros receptores y afectados. Y los discursos oficiales del Presidente, de ahora en adelante, no deberán hacer referencia a la amistad, no podrá decir, por ejemplo: Saludo a mi amigo el Presidente Barack Obama.