Más cabrón que
bonito
EL PRESIDENTE NO
TIENE AMIGOS
El pensador francés Michel Foucault (1926-1984)
vivió tratando de probar que "las relaciones políticas visten toda la
trama de nuestra existencia"; claro, de la existencia humana.
Y para ello repasó desde los orígenes de
nuestra cultura occidental, con la querella de Menelao y Antíloco narrada por
Homero en la Iliada, hasta esas
nuevas relaciones y novedosas formas de poder que tendrían que sobrevenir de los
encuentros y desencuentros entre la Comunidad Europea, los Estados Unidos, URSS,
China y Japón.
No le tocó ver el desmoronamiento endógeno
de la URSS. No supo lo que hoy es la fortalecida Rusia, advertida o amenazada
por el Presidente Obama y la Comunidad Europea de que no permita pasar armas y
municiones a los rebeldes de Ucrania.
Mensaje que le han dado al gobierno ruso
durante la presencia del presidente Vladimir Putin en Normandía, con motivo del
LXX Aniversario del Día D, lo que equivale a repetir en circunstancia distinta
el mismo recado de aquel 1944: "Detente Rusia".
Porque EU entró a la Segunda Guerra
Mundial para detener a Rusia, no a Alemania, ya que ésta estaba vencida por
aquélla. Y un ejército fresco, descansado, venía desde América para intervenir
como gran ganón en los frutos de la guerra frente tropas diezmadas y en
cansancio.
Pero ahora se le exige a Rusia que se
detenga en el envío de armas y municiones a los rebeldes ucranianos por parte
de EU, quien no ha querido suspender el envío de armas y municiones a México,
su país vecino y aliado, víctima de los absurdos y groseros proyectos
"rápidos y furiosos" del gobierno que hoy exige a otro gobierno lo
que él mismo no hace.
Desde luego que el presidente Putin
actúa conforme a los intereses de su país; y el presidente Obama hace lo
propio, porque cada uno de ellos son más cabrones que bonitos, como dice el
periódico español El País del
Presidente mexicano Enrique Peña Nieto, subrayando un mensaje lapidario que el
entrevistado les dijo aquí, pero para que desde allá nos lo enviaran en esta
oportunidad de su visita a España: “El presidente de México no tiene amigos.
Está dedicado a servir a México y como tal asumo esa responsabilidad”.
El concepto no es
nuevo, y lo hemos escuchado aquí, en otros tiempos, y en otras naciones, aunque
pronunciado como un consejo para quien ejerce el poder a esos niveles.
Ahora el Presidente
Peña Nieto lo ha hecho suyo, seguramente con un sentido práctico que pronto
observaremos, salvo que se quede como un hilo suelto sin efecto.
Acaso pudo haber
matizado esa frase, pero no lo hizo. Así que todos los que dragonean diciéndose
amigos del Presidente Peña Nieto son los primeros receptores y afectados. Y los
discursos oficiales del Presidente, de ahora en adelante, no deberán hacer
referencia a la amistad, no podrá decir, por ejemplo: Saludo a mi amigo el
Presidente Barack Obama.