LOGOS
Enredados en
verdades y mentiras
ESTÁN RUMIANDO SUS
RENCORES
Trump dice: "La deportación de
migrantes es un operativo militar". El mismo día en México el secretario
de Estado Rex Tillerson y el secretario de Seguridad Interior John F. Kelly
afirman: "No se militarizará el problema de ilegales".
Trump asegura: "Haremos deportación
masiva de inmigrantes... el sí o el no de México no importa... todo ilegal será
expulsado"; mientras sus secretarios aseguraron: "No habrá
deportaciones masivas... nos interesa mucho la relación entre México y EU...
todo lo que se haga será en estrecha coordinación... la deportación se
concentrará en elementos delictivos".
¿Quién miente, Trump o sus dos
secretarios?
Las palabras de Trump se hacen
realidades dramáticas, observándose veraz, pero perverso.
Rex y John se presentan más políticos y
diplomáticos, pero mentirosos; sin embargo, más agradables y tranquilizadores.
Frente a esas contradicciones de la
política estadunidense, transcribiré lo recientemente externado por el Papa
Francisco: "Muchos católicos llevan una doble vida de falsedad. Lo
escandaloso es decir una cosa y hacer otra. Mejor ser ateo que un católico
hipócrita".
Ni Trump ni sus secretarios Tillerson y
Kelly son católicos. Son presbiterianos; empero, como partes de la humanidad,
tejen y destejen verdades y mentiras para hacer prevalecer sus intereses, sin
importarles el grave daño que causen.
Preferibles son los que piensan, hablan
y actúan, con apego a la verdad, aunque ésta nunca sea absoluta. Quienes
mienten corrompen y destruyen todo, hasta a sí mismos.
La mentira como la verdad pueden ser
utilizadas para mal, y para bien; entendiendo el bien y el mal como conceptos
dialécticos y relativos a algo y a alguien, espacial y temporalmente.
En esa perspectiva, nos damos cuenta que
el Presidente Trump es directo, burlón, despiadado, malo, por ello se ha vuelto
odioso. Y aún diciendo su verdad, juega protervamente con la mentira, de manera
inmoral, porque es consciente de que perjudica: "Amo a los mexicanos, y
ellos me aman", "Yo respeto mucho a México y reconozco las cualidades
y aportaciones de los mexicanos", cuando públicamente nos ha endilgado los
adjetivos despectivos más crueles y humillantes.
Esas cuestiones contradictorias de la
verdad y la mentira también las tenemos en casa. Vean las embarradas de inmundicias que se han
lanzado mutuamente Andrés Manuel López Obrador, líder indiscutible de MORENA, y
Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador de Veracruz. Ambos agresivos, de
escándalo, de raíz priísta, aquél desembocado en la izquierda y éste en la
derecha.
Ambos se han dicho sus verdades, para
seguir viviendo de sus mentiras.
Pero los dos son muy distintos. Las
mentiras, nepotismo y deshonestidades de Yunes son demasiado elevadas. Las
deficiencias y deshonestidades de Andrés Manuel son reducidas y de otra índole.
Éste tiene una gran aceptación popular, aquél ninguna.
Pero los dos rumian sus rencores.