lunes, 27 de febrero de 2017

LOGOS
Enredados en verdades y mentiras
ESTÁN RUMIANDO SUS RENCORES
        Trump dice: "La deportación de migrantes es un operativo militar". El mismo día en México el secretario de Estado Rex Tillerson y el secretario de Seguridad Interior John F. Kelly afirman: "No se militarizará el problema de ilegales".
        Trump asegura: "Haremos deportación masiva de inmigrantes... el sí o el no de México no importa... todo ilegal será expulsado"; mientras sus secretarios aseguraron: "No habrá deportaciones masivas... nos interesa mucho la relación entre México y EU... todo lo que se haga será en estrecha coordinación... la deportación se concentrará en elementos delictivos".
        ¿Quién miente, Trump o sus dos secretarios?
        Las palabras de Trump se hacen realidades dramáticas, observándose veraz, pero perverso.
        Rex y John se presentan más políticos y diplomáticos, pero mentirosos; sin embargo, más agradables y tranquilizadores.
        Frente a esas contradicciones de la política estadunidense, transcribiré lo recientemente externado por el Papa Francisco: "Muchos católicos llevan una doble vida de falsedad. Lo escandaloso es decir una cosa y hacer otra. Mejor ser ateo que un católico hipócrita".
        Ni Trump ni sus secretarios Tillerson y Kelly son católicos. Son presbiterianos; empero, como partes de la humanidad, tejen y destejen verdades y mentiras para hacer prevalecer sus intereses, sin importarles el grave daño que causen.
        Preferibles son los que piensan, hablan y actúan, con apego a la verdad, aunque ésta nunca sea absoluta. Quienes mienten corrompen y destruyen todo, hasta a sí mismos.
        La mentira como la verdad pueden ser utilizadas para mal, y para bien; entendiendo el bien y el mal como conceptos dialécticos y relativos a algo y a alguien, espacial y  temporalmente.
        En esa perspectiva, nos damos cuenta que el Presidente Trump es directo, burlón, despiadado, malo, por ello se ha vuelto odioso. Y aún diciendo su verdad, juega protervamente con la mentira, de manera inmoral, porque es consciente de que perjudica: "Amo a los mexicanos, y ellos me aman", "Yo respeto mucho a México y reconozco las cualidades y aportaciones de los mexicanos", cuando públicamente nos ha endilgado los adjetivos despectivos más crueles y humillantes.
        Esas cuestiones contradictorias de la verdad y la mentira también las tenemos en casa. Vean  las embarradas de inmundicias que se han lanzado mutuamente Andrés Manuel López Obrador, líder indiscutible de MORENA, y Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador de Veracruz. Ambos agresivos, de escándalo, de raíz priísta, aquél desembocado en la izquierda y éste en la derecha.
        Ambos se han dicho sus verdades, para seguir viviendo de sus mentiras.
        Pero los dos son muy distintos. Las mentiras, nepotismo y deshonestidades de Yunes son demasiado elevadas. Las deficiencias y deshonestidades de Andrés Manuel son reducidas y de otra índole. Éste tiene una gran aceptación popular, aquél ninguna.
        Pero los dos rumian sus rencores.

domingo, 19 de febrero de 2017

LOGOS
Incapaz y tenebroso
TRUMP SIGUE IMPROVISANDO
        Existen personas con gran habilidad para improvisar verbalmente; para ello se requiere, al menos, un bagaje de conocimiento sólido, ordenado y amplio, lógica rigurosa, y dicción excelente.
        Pero, en tratándose de jefes de Estado o de gobierno, o de políticos con responsabilidades graves a su encargo, no es aceptable la improvisación por los riesgos que se corren.
        Dicho lo anterior, observo que Donald Trump, a poco más de un mes como Presidente de los Estados Unidos de América, sigue improvisando como si manejara una de sus empresas o fuese candidato opositor, sin ninguna sensatez ni mesura, con alto peligro para el gran país que representa, y generando desconfianza y temor en los pueblos de la Tierra.
        Y es que no hay país que no tenga algún vínculo con EU, como en las épocas de la Roma imperial de Nerón (despreciable, loco y salvaje) o el de Calígula, (soberbio, depravado y asesino) no hay camino que no conduzca a Roma, es decir, al centro del imperio.
        A todo lo que da la sombra del Presidente Trump, agrandada por la investidura presidencial de EU, eje del actual imperio, con su personalísimo desplante se presentó a una rueda de prensa, y provocó un desastre. No fue entrevista, fue confronta, juzgando a quienes, a su ligero parecer, publican noticias falsas, y por lo que él y el pueblo ya no les creen, calificándolos como "los enemigos del pueblo". El senador republicano McCain respondió: "Los dictadores empiezan por callar a la prensa".
        Trump, al alimón con su abogada, afirmó que dejaba todas sus empresas en manos de sus hijos Don y Eric; construyéndose un muro a su derredor, sin vínculo con ellas, (¿habrá quién se lo crea?) para sólo recibir información de las mismas a través de los medios publicitarios. (En los que él no cree)
        Afirmó que él era el primer presidente en ganar tantos votos indirectos, y uno de los periodistas le hizo ver que no era cierto, dándole los nombres de presidentes con mayor número de este tipo de votos. A lo que respondió Trump: "pues es lo que leí en algún diario."
        También sobre el resto del muro que falta por construir entre México y EU, al igual que sobre la expulsión de ilegales, se ve la improvisación cruel y torpe, sin plan, ni programas ni proyectos, y con la mira puesta para que 100 mil elementos de la guardia nacional vayan en contra de indocumentados. Así que, para Trump, ser emigrante es ser delincuente y, algo más, no es cosa de policías, sino del ejército; considerando a los migrantes como enemigos de la patria.
        ¿Y con China? A esa poderosa nación le tiene miedo. Trump es de los que son cobardes frente al poderoso, pero crueles en contra de los débiles.
        Afirmó, además, que a nadie le interesa si paga o no impuestos; "sólo la prensa habla de eso, para molestarme."
        México no tiene miedo al poderoso, pero no tenemos por qué enfurecerle; México respeta a todos, se respeta a sí mismo, y exige respeto de todos para sí.

lunes, 13 de febrero de 2017

LOGOS
Simbolizar, lo ya simbolizado
BANDERA NACIONAL=A TODOS Y A TODO
        En la Convención de Aguascalientes de 1914, en un arrebato retórico de sentido superficial, pero de error profundo, el aguerrido abogado potosino, zapatista, Antonio Díaz Soto y Gama (1880-1967), razonó: “¿Qué valor tiene este trapo teñido de colores y pintarrajeado con la imagen de una ave de rapiña?”, e intentando al unísono tomar la bandera nacional, provocó que la mayoría de los asistentes sacaran su pistola y apuntaran al intruso, lanzándole a él y al zapatismo las majaderías de más grueso calibre que se utilizaban en ese tiempo, ésas que el mexicano actual sigue repitiendo como si fusen nuevas.
        Ese pasaje lo describe con maestría Martín Luis Guzmán en “El águila y la serpiente”; hecho histórico que concluyó cuando los generales Samuel Santos, Álvaro Obregón y Alessio Robles fueron por la bandera, pronunciándose a favor de ella en desagravio, besándola, y así logrando que todos vitorearan a la enseña patria, salvándole la vida a aquel orador enardecido.
        Ese discurso provocador e incendiario de Soto y Gama descalificaba, en ese tiempo, a la Bandera Nacional por su origen iturbidista, por ser símbolo militar y no revolucionario, y por generar división entre mexicanos. Esta intervención oratoria tiene la estructura de un esfuerzo premeditado, y fue dicha por alguien de experiencia en tribuna.
        En los discursos posteriores, contra lo externado por Don Antonio, se trasluce una improvisación de desagravio que tuvo que hacer frente a algo no esperado, se ve que no contestaron todos los aspectos de lo dicho, que a falta de calidad oratoria se lanzaron descalificaciones personales contra el turbulento, y loas patrióticas superficiales en torno a la bandera.
        Hoy, en 2017, carecemos en nuestro sistema educativo integral, al igual que en el escolarizado, de un razonado sentido cívico respecto a nuestros símbolos patrios: Bandera, Escudo, e Himno. Y es urgente retomar la tarea.
        Los símbolos sólo sintetizan lo simbolizado. Lo simbolizado es lo importante: el territorio nacional, nuestro hogar, familia, padres, hermanos, hijos, descendientes; la riqueza de nuestros mares, ríos, lagos, y aguas; el inmenso potencial de nuestro subsuelo con todos sus energéticos, petróleo, oro, plata, uranio, gas; bosques, agricultura y ganadería; nuestro espacio aéreo, la preparación cultural y educativa de cada mexicano, su esfuerzo individual y el socialmente organizado; nuestros amores y amistades; raíces y productos, nosotros mismos, con capacidad de dar con sentido humano; esto, y más, es nuestra patria. Enorme riqueza que sintetizamos en nuestra bandera, escudo e himno nacionales.
        Símbolos que cubren y protegen a todo mexicano, sin excepción; a los buenos y a los malos, con independencia del sexo, grupo étnico, religión, pobreza o riqueza, o de cualquier otro aspecto diferencial.
        El Día de la Bandera honremos nuestros símbolos patrios como a nosotros mismos.

lunes, 6 de febrero de 2017

LOGOS
Nuestra joven Carta Magna
ILUMINA TODO
        Salvo raras y honrosas excepciones, los trabajos periodísticos aparecidos recientemente con motivo del primer centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos han dado por cierto que nuestra Carta Magna cumplió, ya, 100 años de vigencia.
        Afirmar tal cosa es un error, agravado cuando lo expresan juristas e intelectuales de renombre.
        Para aclarar ese punto, basta con leer su artículo primero transitorio: "Esta Constitución se publicará desde luego y con la mayor solemnidad se protestará guardarla y hacerla guardar en toda la República; pero, con excepción de las disposiciones relativas a las elecciones de los Supremos Poderes, Federales y de los Estados, que desde luego entran en vigor, no comenzará a regir sino desde el día 1o. de mayo de 1917... "
        Lo de las elecciones entró en vigor al día siguiente de la promulgación, y publicación oficial, de dicha norma fundamental, el 5 de febrero del 1917 por orden del Constituyente, y a propuesta del diputado por Lerma, Rubén Martí Atalay, químico biólogo nacido en Cuba, quien vivió rodeado de datos sugestivos y oscuros.
        Los antecedentes y el procedimiento legislativo del constituyente 1916-1917 fueron generados por grupos de poder, ante hechos imperantes.
        Asesinados el Presidente Madero y el vice presidente Pino Suárez el 22 de febrero del 1913, bajo la asquerosa autorización del embajador de EU Henry Lane Wilson y los ejecutores de Victoriano Huerta, el gobernador de Coahuila Venustiano Carranza se levanta en armas contra la ilegalidad magnicida.
        Para ello elabora, con un grupo de diversas tendencias y edades, el Plan de Guadalupe, documento constitucionalista para reintegrar al país a la legalidad.
        Juan de Dios Bojórquez nos narra en su obra "Crónica del Constituyente", lo que prevalecía a la firma de ese plan. Blanco, Múgica, Treviño, Millán, jóvenes todos ellos, pedían que ese escrito incluyera programas educativos, de salud y libertad religiosa, a favor de los campesinos y obreros.
        La habitación donde los recibió Don Venustiano a todos esos jovencitos rebeldes, rememora Bojórquez: "... era pequeña, cuadrangular, con una diminuta ventana... y una puerta angosta... entre aperos rudimentarios... dos mesas mugrientas y apolilladas y dos sillas eran todo el ajuar de aquella oficina..."
        E inició Carranza con una pregunta: ¿Quieren ustedes que la guerra dure dos años o cinco? La guerra será breve mientras menos resistencias haya que vencer. Los terratenientes, el clero y los industriales, son más fuertes y vigorosos que el gobierno usurpador; hay que acabar primero con éste, y atacar después los problemas que con justicia los entusiasman... Al triunfo de la lucha haremos un documento histórico."
        Y ése se hizo: es la Constitución que hoy nos rige, la que de verdad, ilumina todo.
        La que espera ser bien conocida por los 120 millones de mexicanos; que la hagamos propia, y la apliquemos siempre.