Somos Dioses
TODOS LOS HOMBRES DE
LA TIERRA
El calendario gregoriano que nos rige,
como todos los calendarios que ha tenido el ser humano en el transcurso de su
vida, es producto cultural elaborado en base a un hecho natural y cósmico.
Lo que ha generado en el cerebro del
hombre el movimiento de traslación de nuestro planeta Tierra, en derredor del
Sol, es la percepción, que trasciende a la creatividad, de un ciclo temporal
que hoy se mide por días: 365, más un cuarto de día que produce los años
bisiestos de 366 días cada cuatro años.
Esa medición cultural del tiempo se
impuso como oficial en el mundo occidental en 1582 por la bula Inter
Gravissimas suscrita por el Papa Gregorio XIII, (1502-1585) para ajustar las
desavenencias temporales de cada año, entre lo natural y lo cultural, las que
se notaban, claramente, una vez acumuladas.
Y tuvo ese arreglo como base al
Calendario Juliano, el que empezó a contar los años desde hace casi 2014
eneros, sin tener nada que ver con Cristo, posterior figura insurgente de la
religión Judía, tan alejada en aquellas épocas del Imperio Romano de Julio
César, quien dispuso en virtud de su poder y su soberbia la creación de esa
nueva forma de medir el tiempo; "antes del Emperador Julio César y después
de Emperador Julio César".
Hoy el mundo es dominado por ese
Calendario Gregoriano en el que algo tuvo que ver el descubrimiento de este
continente vertical llamado América, sobre todo al analizar oficialmente la
parte novedosa de que el mundo era esférico, que tenía varios puntos
geográficos sin luz de sol al momento que otros sí gozaban de esa luz, y de
maravillarse de las mediciones del tiempo realizadas por la precortesiana cultura
Maya, allende el Mar Océano, de 365 días con ajustes periódicos festivos.
Tales cosas fueron examinadas por el
grupo de sabios encabezados por el astrónomo matemático, jesuita alemán,
Christopher Clavius, (1538-1612) y el militar y científico español Pedro
Chacón, (1526-1581) quien falleciera antes de concluir la tarea encomendada por
el Papa Gregorio.
Ahora sí, recordando los datos
anteriores, para todos los lectores de El Sol de Morelia les deseo lo mejor de
la vida: salud, prosperidad, y ventura.
Para el señor Director Marcos Knapp
García, su estimable familia, y su extraordinario equipo laboral, nuestra
admiración y reconocimiento.
Y para los colaboradores de este
ameritado periódico, talentosos todos, a quienes leo semana a semana, mi
respeto y gratitud, ya que siempre aprendo de ellos cosas de mi interés.
Ahora, recordando a ese profeta
trashumante y poético León Felipe Camino concluyo este artículo de fin del año
2013: "Nadie fue ayer, ni va hoy, ni irá mañana hacia Dios por ese camino
que yo voy... Somos dioses todos los hombres de la Tierra".
Esa profunda y bella expresión está
exenta se soberbia, de arrogancia y engreimiento; pues en sus conceptos va una
carga de responsabilidad tan descomunal como enorme.