lunes, 27 de noviembre de 2023

LOGOS

¿A qué le tiras?

CUANDO SUEÑAS MEXICANO

        Nuestro presidente actual dice que hace suyas las palabras de algunos mexicanos que tienen tiempo de vivir en San Francisco, California, Estados Unidos de América:

“Vámonos de regreso a México, ¡qué sueño americano, y qué nada¡; ahora es el sueño mexicano, en donde se dan becas, pensiones, ayudas económicas cuantiosas para todas las edades”.

Y ese decir del soñador López me recuerda las atractivas canciones folklóricas de nuestro paisano Salvador Flores Rivera, mejor conocido como Chava Flores (1920-1987), quien vivió sus últimos años cerca de Tacícuaro, municipio de Morelia.

Un día nos obsequió interpretando: “¿A qué le tiras? cuando sueñas mexicano, con sueños de opio sólo pierdes el camión, mejor trabaja y levántate temprano, no aceptes nunca que te tengan por gorrón…”

Claro que los sueños de Andrés son engañosos instrumentos electoreros que provocan memes y burlas; mientras que los de Chava Flores siguen motivando la risa y el sano bienestar popular.

Andrés Manuel vive en el paraíso, rodeado de sirvientes, soldados y marinos, gastando del erario federal decenas de millones de pesos al mes, para vivir placentero.

Y desde su edén populachero, el presidente López imagina a millones de trabajadores migrantes gringos deseosos de venir a laborar en México, atraídos por “el sueño mexicano”.

Así, ningún compatriota (ni en sueños) migraría al país del norte.

“¿A qué le tiras? cuando sueñas mexicano”.

El iluso López, quien ha tenido a los mexicanos en permanente pesadilla durante su ejercicio soñador, sentenció con ínfulas de ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: “Ya no hay impunidad”; esto lo aseguró a partir de la aprehensión del Nini (Néstor Isidro Pérez Salas).

Ese decir presidencial constituye más qué un erróneo juicio inductivo, una mentira desparpajada.

En los cajones de las fiscalías de nuestro país hay millones de carpetas de control archivadas, con un simple sello: “crimen organizado”, como prueba documental pública y hecho notorio de la terrible impunidad existente en todo México.

Cuando los estadunidenses y los millones de migrantes mexicanos en EU observan que el presidente López, con su “política de salud como la de Dinamarca” y la de seguridad pública de los “abrazos y no balazos” que ha provocado más de un millón de muertos, a todo aspiran los habitantes de los EU, menos a venir a México, o a repatriarse.

Todos nos hemos dado cuenta de que el temeroso López no ha ido a visitar a los acapulqueños y a los damnificados del Estado de Guerrero. Exclusivamente ha estado a puerta cerrada en el bunker de la zona naval de ese puerto.

El mismo presidente no está seguro, a pesar de los miles de miembros de las fuerzas armadas (ex estado mayor presidencial) que lo protegen, cómo puede estar segura una persona o una familia ordinaria, nacional o extranjera, por aquellas playas tan distintas y hermosas de Acapulco.

“¿A qué le tiras? cuando sueñas mexicano”.

Don Alfonso Reyes (1889-1959), el Alfonso Sabio de México, nos heredó esta reflexión: “… hubo que sacarlo todo de la propia sustancia, y entonces el país se dio cuenta de sus grandes posibilidades genuinas: Fue como descubrir otra vez el patrimonio ya olvidado; como desenterrar el oro escondido de los aztecas, ¡aquella sugestiva fábula! ¿De suerte que todo esto teníamos en casa, y no lo sabíamos? Pero ¿habremos sabido de veras aprovechar nuestro tesoro?”

        El odio, la ambición y la soberbia del cuatroteísta López ha querido borrar lo imborrable. ¡Qué torpeza del obradorato!

        Al tesoro del país lo ha despilfarrado electoralmente, lo ha malinvertido en megaobras sin programación que se excedieron por 468 mil millones de pesos, cantidad robada para sus parientes, colaboradores y cuates.

        “¿A qué le tiras? cuando sueñas mexicano”.

        No sólo soñamos, sino planeamos, programamos y proyectamos, echar del poder, con la fuerza del voto ciudadano, puntual y limpio, al tirano López, a sus marionetas, a sus ecos y a sus sombras.



lunes, 20 de noviembre de 2023

LOGOS

El abuelo López

Y SUS CÁSCARAS DE PLÁTANO

        Cada abuelo tiene su mundo; y participa en él como le da la gana, pero la totalidad de esos veteranos (menos uno) no tienen la responsabilidad de la presidencia de México.

        Ese abuelo que ahora es presidente de la república confesó: “Mi gusto es, estar en Beriragu… Bendiragu… Bandiag…” ¿Cómo se dice Jesús?

        Y los mañanerosos, que son cobrones del erario federal, solícitos aportaron el nombre exacto. Gritando: ¡Badiraguato!

        A pesar de ese apoyo, el presidente quedó lenguado de la traba. Y no pudo repetir “Badiraguato”, pero sí aseguró que en ese sitio le gustaba estar, pues se sentía como en su casa.

        Puede ser que el Palacio Nacional termine por cansar, más aún cuando se intenta que sirva de hogar; y, ojalá, ese desaliento no vaya a motivar (en el presidente López) la loca ocurrencia de reformar nuestra Carta Magna para trasladar la sede del Poder Ejecutivo Federal a Badiraguato, con todo el respeto que nos merecen, ésa, y todas las poblaciones del territorio patrio.

        Pero, a donde tuvo que viajar el presidente mexicano fue a San Francisco, California, en Estados Unidos de América. Asistió puntual a la Asamblea Plenaria del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC); evento al que había asegurado que no iría, porque no toleraba compartir espacio ni fotografía con la presidenta Dina Boluarte del país hermano del Perú.

Contrario a su deseo expreso, los dos mandatarios latinoamericanos participaron en el foro, con una proximidad inesperada.

Los jefes de estado concurrentes sostuvieron una reunión especial con el presidente Joe Biden, y otra con el presidente de la República Popular de China Xi-Jinping.

Biden tiene 80 años; Xi-Jinping 70; y López 70. Los tres son abuelos, y cada uno en su propio mundo sigue modelando su carácter, virtudes y defectos.

Nos interesan los tres mandatarios. El estadunidense y el asiático por ser los líderes (cada uno en su país) de los estados más desarrollados y poderosos del planeta, militar, económica y nuclearmente. Estos abuelos deben ser muy responsables, la destructiva guerra, o la paz de progreso humanitario, depende de ellos en porcentaje elevado.

        En lo nacional, el presidente abuelo López, tan lleno de defectos, nos interesa.

        Lo contrastaré, antitéticamente, con un abuelo ejemplar y arquetipo; el abuelo de una excelente escritora española llamada Irene Vallejo, quien lo describe con objetividad precisa: “Camino agarrada a la mano grande de mi abuelo, con el dorso salpicado por esas pecas amarillas que pinta la edad. A su lado sentía una seguridad absoluta. No sólo cuidaba de mí, tenía un instinto protector universal e indiscriminado. Lo veo agachado, en la calle, intentando encajar la tapa de una alcantarilla o recogiendo de la acera cáscaras de fruta para ahuyentar un posible accidente… Mi abuelo quería impedir los males que se podían evitar, quería salvar a los desconocidos… Cuando había neutralizado la amenaza de una traicionera piel de plátano abandonada en la acera, me decía: ‘¿Ves? El bien no se nota. Alguien se va a librar de tropezar aquí, caerse y romperse la pierna. Y nunca se enterará…” Es “el bien que no se nota”.

        En cambio, nuestro abuelo López no se cansa de sembrar la división entre los mexicanos, a cuánto puede le falta al respeto, desparrama dinero del erario federal, sin fines productivos, lo hace para simple consumo.

Genera más pobreza y pordioserismo con fines electoreros a su favor, sus políticas de seguridad pública y de salud han producido más de un millón de muertos, manipula la migración, estancó el desenvolvimiento educativo, la tradicional corrupción se ha elevado desmesuradamente.

La militarización sui generis del país salta a la vista, no resuelve, crea cada día más problemas y, su vileza, lo conduce a tirar “cascaras de plátano” contra todos, para motivar caídas de toda especie.

Con unidad inteligente, y trabajando familia por familia, obtendremos que el presidente López caiga por sus propias cáscaras de plátano.

 


martes, 14 de noviembre de 2023

LOGOS

Sheinbaum vuelve al corralito   

EL PODER ES JABONOSO

        Sobre el “poder” se ha reflexionado y escrito en demasía; tanto manoseo hay sobre el concepto, que lo han vuelto viscoso.

        A pesar de lo anterior, citaré al escritor británico Aldous Huxley (1894-1963), quien afirmó: “Todas las comunidades civilizadas del mundo moderno están constituidas por un número reducidísimo de gobernantes, corruptos por tener demasiado poder, y por una cantidad multitudinaria de súbditos, corruptos por su demasiada obediencia pasiva e irresponsable".

        Significa, por ende, que los gobiernos que concentran poder se han transformado en una máquina infernal que conculca derechos humanos a diestra y siniestra, y muchos gobernados permiten el atropello.

        El poder corrompe a todos los que lo ejercen.

        Quién puede más, es el más corrupto.

        Analicemos una escena del gran teatro de la corrupción del poder, en nuestro país.

        Claudia Sheinbaum recibió el bastón de mando otorgado, en ceremonia ridícula, por el presidente de la república.

        Está claro que su candidato a ser jefe de gobierno de la CDMX se llama Omar García Harfuch.

        Entendible es que el presidente López no aceptó a Harfuch.

        Sheinbaum, la propietaria del bastón de mando, fue llevada a la Arena México a un gran mitin con la bendición del único y auténtico mandamás, para ridiculizarla al 100%, de pies a cabeza.

        La rebelión del obradorato hizo cachitos a Harfuch y a Sheinbaum.

        Harfuch, el policía, estaba enterado de las majaderías que lo esperaban.

        Sheinbaum se encontraba segura del poder de ese bastón.

        En esa arena de box y lucha libre, para 14 mil personas, Sheinbaum fue atropellada sin miramientos.   

        Una disciplinada multitud le gritaba redundantemente: “Clara ya ganó, Clara ya ganó, Clara ya ganó…”

        Y Sheinbaum, nerviosa ante lo inesperado, intentó proclamar a Harfuch: “Esperen tenemos otros precandidatos como Harf…” Y al unísono el gentío gritaba más fuerte: “Utopía, utopía, utopía…”, el eslogan de la campaña de Clara Brugada, ex alcalde de Iztapalapa, quien aceptó llegar, como candidata al gobierno de la CDMX, con la maquilladita: ¡ganó por ser mujer!

        Es tan vengativa Sheinbaum, que si queda como presidente de México se cobrará esa humillación contra quien ordenó esa ignominia, y sus ejecutores.

        Posible resulta, entonces, que Marcelo Ebrard y Adán Augusto López tengan otra oportunidad política.

        El poder es jabonoso, y en el acontecimiento examinado, todos resbalaron.

        Ganar por el solo hecho de ser mujer, ¡qué vejatorio!

        Ganar por el solo hecho de ser hombre, ¡qué denigrante!

        Sufrimos el efecto equívoco y oscuro de nuestro subdesarrollo político.

        Andrés Manuel se llama quien tiene concentrado el poder omnímodo, y es quién porta la corrupción omnipotente.

        No debemos olvidar lo que escribió el florentino Nicolás Maquiavelo (1469-1527), en ‘El príncipe’: “Moisés mató a incontables seguidores cercanos para hacer cumplir su voluntad”.

        El maquiavelismo sigue prevaleciendo, y de manera natural lo aplican los aventureros afortunados.

        Al final no les importa nadie, su ‘yo’ prevalece por encima de todo y de todos.

        Sheinbaum ha vuelto al corralito. Está ejecutando las órdenes del amo al pie de la letra. Brugada es la candidata. Harfuch es rescatado y cobijado por el poder. De hoy en adelante la corcholata escogida seguirá el caminito trazado por el “señor presidente”, a quien prometió ser su eco más fiel.

        La rebelión, contra ese totalitario poder de López, se dará en las urnas. Esta rebelión electoral será ganada.

 


lunes, 6 de noviembre de 2023

LOGOS

Ingresos y egresos

LICUADORA DEL HURACÁN LÓPEZ

        El presidente Andrés Manuel López Obrador al explicar sobre sus proyectos para el 2024, relativos a ingresos y egresos de su gobierno, ha ocasionado gran confusión y enojo.

        Lo que él asegura, no corresponde a la realidad que está a la vista.

En el México actual los ingresos y los egresos del gobierno se aprueban para cada año.

        Los ingresos son materia de una ley. La Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2024 sólo estará vigente en el año que se cita; y será aprobada por las dos cámaras del Congreso de la Unión, primero por la de diputados y después por la de senadores, debiendo publicarse en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

        Los egresos no constituyen ley, son un simple presupuesto: el Presupuesto de Egresos de la Federación para la Ejercicio Fiscal 2024, cuya vigencia es para el año mencionado; y su aprobación exclusivamente corresponde a la Cámara de Diputados, debiendo también ser publicada en el DOF.

        Todo eso lo ordena nuestra Carta Magna de 1917, la que entró en vigor el 1 de mayo de ese año.

        Desde entonces, cada presidente ejerce sus atribuciones constitucionales al respecto; y, poco o mucho, siempre han violado nuestra constitución, pero, hasta en el maximato de Plutarco Elías Calles, los presidentes cubrieron las formas con márgenes de eficiencia.

        En cambio, el actual presidente es una excepción turbadora, populachera, inservible y calamitosa.

        Asevera que desapareció al Fondo de Desastres Naturales, como tal, pero que su gobierno conservó 30 mil 955 millones de pesos, lo que servirá para resolver el desastre que dejó el huracán Otis en Acapulco y Coyuca de Benítez, estado de Guerrero; olvidándose de los más pobres de algunas tenencias y rancherías de esa entidad federativa.

        Contrario a lo que señala el presidente, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O y el subsecretario Gabriel Yorio afirmaron: “Tenemos un guardadito de 600 mil millones de pesos… esto que tenemos en caja no es para presumir… no hay límite para los apoyos a los damnificados por el huracán… por el momento gastaremos 61 mil millones en Acapulco… además tenemos un bono catastrófico por más de 460 millones de dólares.

        Al margen de las contradicciones y de las mentiras dentro del gobierno federal, habrá que analizar en qué condición quedaron (por la devastación del huracán Otis en Acapulco) las organizaciones criminales que peleaban, constantemente, esa rica plaza porteña y turística.

        ¿Los cárteles quedaron como damnificados?, o ¿ellos serán los poderosos que carguen con los gastos de reconstrucción? No se olvide que este gobierno tiene vasos comunicantes con el crimen organizado.

        Pero si al presidente le hace falta más dinero para Acapulco, lo lógico es que de los 20 mil millones de dólares excedidos y programados para la refinería de Dos Bocas y el tren maya tome para los damnificados, suspendiendo provisionalmente estas obras.

        Que no se ponga a afectar los fideicomisos del Poder Judicial Federal, y menos reducirle su presupuesto solicitado para el 2024.

        Y en ese mismo presupuesto de egresos, ¿por qué a de recortar lo pedido por el INE y el INAI?

Por qué dañar a otras instituciones, dependencias y paraestatales que le son molestas a ese huracán López, quien ha resultado el más peligroso de los huracanes que ha padecido México.

Incluso, en el presupuesto no hay ni un solo peso para Acapulco.

Urge que los ingresos y egresos federales no sean una danza de números metidos a la licuadora personalísima del deshonesto y mentiroso López.