miércoles, 29 de julio de 2015

Culturas dispares
OBAMA EN EL ÁFRICA
        El origen étnico del Presidente Barack Obama sigue lastimando y ofendiendo a esa parte kukusklana que pervive aún, lamentablemente, dentro de la población estadunidense.
        Desde luego que el pueblo de los Estados Unidos de América, como tal y de manera genérica, tiene como valores humanos: la igualdad, la libertad y la fraternidad; pero una parte de ellos lleva todavía clavado el rescoldo de ver a la gente de color con desconfianza y con un dejo de desprecio.
        Eso lo ha reconocido el propio Presidente Obama, como algo superable, pero sin haberse superado cabalmente.
        Blancos y de color somos iguales, sí, pero yo, rubio y rico, soy más igual que ellos; suele expresarse con rasgos del humor de Mark Twain, quien escribiera en Las aventuras de Huckleberry Finn, después de oír un explosión:
        "¿Resultó lesionado alguien?"
        "No, nadie. Sólo murió un negro".
        Literatura aparte, aunque ésta describa las raíces de la actual realidad, el Presidente Obama ha visitado recientemente dos países africanos y, en ambos, los discursos de Obama y los de los presidentes africanos visitados parecen no encontrarse.
        Con su bien recortada retórica, Obama discurre públicamente sobre "los males de la homofobia", con el sentido que la actual cultura occidental pone a este tema; en cambio, el Presidente de Kenia y máximo dirigente del partido único de ese país, Uhuru Muigai Kenyatta, afirma muy sereno: "La homofobia no es un tema para la gente de este país; tenemos cuestiones mucho más importantes que tratar con Estados Unidos, y con usted Presidente Obama".
        Otro desencuentro cultural y político es el que resulta de la diferente visión. El gobierno de los EU destaca, con toda su fuerza publicitaria, que "Obama es el primer Presidente estadunidense que visita Kenia", cuando oficialmente en todo Kenia se le llama: "Obama es un compatriota más".
        Sin embargo, como es comprensible, la seguridad montada para proteger a Obama es tal, que tanto la población keniana como los turistas han optado por comprar y portar unos carteles oportunos que se venden espetando, "señores de la seguridad: ¿qué me ven cara de terrorista?"
        En sus intervenciones oratorias el Presidente Obama afirma: "alabo el dinamismo del continente africano, por lo que vengo a pedirles que reforcemos la cooperación militar entre ustedes y mi país"; pero escucha como respuesta: "vivimos una dura recesión financiera... y requerimos una cooperación económica para la paz". Los señalamientos del Presidente Obama para China son claros y belicosos, ya que la economía de esa república popular se siente sobre todo en el África Oriental: "China ha venido al África con una política económica agresiva y peligrosa, que devora los recursos naturales, despreciando al medio ambiente"; a lo que han contestado los gobiernos africanos visitados: "EU tienen en África 80 mil millones de dólares; China tiene aquí 450 mil millones dólares. ¡Esa es la diferencia!"
        Dos culturas y dos visiones distintas, al margen de las raíces kenianas del Presidente Obama.

lunes, 27 de julio de 2015

Hidalgo y la Guadalupana
CONGRUENCIA DE DOS INSURGENTES
        El 30 de julio próximo se cumplen 204 años del fusilamiento de Don Miguel Hidalgo y Costilla. Ese "Don", así con mayúsculas, lo tuvo bien ganado.
        Desde niño, hasta el día de su muerte, no fue ni dócil ni sumiso. Fue disciplinado, sí, pero la mansedumbre nunca la tuvo. No hay duda que fue un insurgente; mejor aún, un jefe de insurgentes.
        Su realidad y sus estudios escolares lo condujeron a una rebeldía que desembocó en revolución independentista, libertaria, anticastas, y reivindicatoria económica a través de la reintegración, a los indígenas, de sus propiedades inmuebles tenidas antes de la conquista y el despojo.
        Que tuvo defectos humanos, desde luego, siempre fue humano; empero, sus cualidades, también humanas, lo convirtieron con toda justicia en Padre de la Patria.
        Educador indiscutible, siempre será el permanente Rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
        Y en la educación fue crítico y rebelde hasta en la teología, disciplina que en su tiempo resultaba ser el eje pedagógico de todo.
        Citando a Tulio, es decir, a Marco Tulio Cicerón, juzgaba como "una perversa obstinación... mantenerse con bellotas después de descubiertas las frutas..." Las bellotas eran la teología escolástica de Santo Tomás de Aquino desplantada del pensamiento aristotélico, y enseñada en forma seca, inútil, sin ningún vínculo con la vida concreta de finales del siglo XVIII y principios del XIX; mientras que las frutas deliciosas eran los conocimientos novedosos de tipo histórico, geográfico y social, de aquellos tiempos.
        Buscaba, Don Miguel, la positividad de las ciencias para generar productividad real a favor de todos los humanos, y dejar de lado, en abandono, "las sutilezas escolásticas" que sólo sirven para "pervertir el buen gusto y perder el tiempo".
        Desde el ángulo visual de Hidalgo, Dios prefería seres humanos que, estudiando, utilizaran su existencia en trabajar el campo, cultivando e industrializando las moreras y el gusano de seda, o la apicultura para la obtención de ricos y variados productos de las abejas.
        La vida se mal usaba en los entresijos absurdos, misteriosos, oscuros, de lobreguez tenebrosas, de una Edad Media que no terminaba de irse.
        En lugar de utilizar la vida para cosas benéficas a la existencia de los hombres, (como tener una patria independiente, ser libres dentro de ella, sin castas para ser iguales todos, y justos con las culturas originales de este continente, vencidas y explotadas a través de imponer esclavitud a sus aborígenes) se manipulaba la existencia de los seres humanos conquistados en una docta ignorancia pletórica de inepcias tan vagas como ociosas.
        Congruente con sus principios, y llegado el momento histórico, Don Miguel Hidalgo siguió rebelde, creando un símbolo insurgente eficaz y poderoso: la Virgen de Guadalupe, tan morena como humillada por el conquistador europeo.
        Los dos subversivos: la virgen y el cura, fueron fusilados, más veces ella que él, y ambos, por ser congruentes con sus valores, han sobrevivido en la conciencia popular.

viernes, 24 de julio de 2015

Ilusión y realidad
EL MIO CID
        El más hermoso de los cantares de gesta es, sin lugar a dudas, el de Don Rodrigo Díaz de Vivar, nacido según sus biógrafos en el año 1043, y muerto en el 1099.
        La segunda mitad del siglo XI fue su espacio temporal; su nacimiento fue en Vivar, pequeño poblado de Castilla; y su muerte mítica se da en combate, en donde resulta triunfador aún después de fallecido.
        Dos hermosos sepulcros tiene la catedral de Santa María de Burgos: el del Cid, y el de su esposa Doña Jimena, con su carta de arras y su adornado cofre.
        Sus tumbas desprenden, al decir de la gente desde hace siglos, "un olor a santidad". Esa firme creencia popular española, hecha suya por viajeros de todo el mundo, ha provocado varias veces la atención papal con el ánimo de convertirlo en santo.
        Pero una es la leyenda del Cid, y otra cosa son los hechos históricos de ese personaje; empero, en ambos casos, me ha parecido un humano ejemplar, arquetipo de su tiempo: guerrero, esposo, padre, súbdito, con una nobleza en todos los aspectos de su vida, la que duró 56 años, suficientes en aquellos tiempos para sumar a su mayoridad la experiencia de un anciano valiente que era temido, pero también amado.
        Su vida real, al margen de la poesía, novela, teatro, radio, cinematógrafo, y otros medios que han idealizado su existencia, es compleja para la perspectiva del siglo XXI.
        Aquella España estaba en formación. Aquel territorio contenía luchas sangrientas entre cristianos y musulmanes, entre cristianos y cristianos, entre musulmanes y musulmanes.
        Rodrigo Díaz de Vivar se dedicaba a ser guerrero, y por esa vía bélica fue reconocido como un noble primerizo, aún sin antigua estirpe.
        Al principio, su espada y sus seguidores estaban al servicio del mejor postor, fuera quien fuera el que pagara. Las religiones cristiana y musulmana nacieron de la religión judía.
        La capacidad bélica de El Cid era reconocida y temida por todos. Eso lo llevó a tener un pequeño territorio propio y soberano en lo que hoy es Valencia.
        Sirvió al rey de León y Castilla Alfonso VI, y éste le pagó mal, expulsándole de sus reinos. La fuerza de El Cid pudo haber vencido a ese rey; sin embargo, su lealtad le hizo aceptar la determinación real.
        Por eso cuando iba en retirada la gente decía: "Que buen vasallo, si hubiere buen señore".
        El pueblo admiraba a El Cid. La crítica popular era severa contra el rey Alfonso VI.
        Estuvo también al servicio del rey musulmán de Zaragoza, Al Muqtadir, quien le puso el sobrenombre de "sayyid", palabra que en árabe significa "señor".
        Sus hijas, Doña Elvira y Doña Sol, sufrieron la afrenta de un primer matrimonio con nobles cobardes y pelafustanes; pero, al final, lograron buen matrimonio con aristócratas de Navarra y Barcelona.
        Ilusión y realidad, El Cid es el arquetipo del Hombre de la Edad Media.

lunes, 20 de julio de 2015

No generar chapos
MÉXICO TIENE REMEDIO
        Al Presidente Enrique Peña Nieto le urgía hablar, en territorio mexicano, sobre la fuga del Chapo y la situación de nuestro petróleo.
        Así fue montado, otra vez, el tema de la inversión por 650 millones de dólares que efectuará en la región noroeste de Michoacán la empresa BAFAR, pero ahora en la residencia presidencial.
        En las dos terceras partes de su discurso trató los asuntos de la fuga y del petróleo, siendo la ampliación empresarial un mero enmarque.
        Debió ser duro, para él, contenerse para no tratar esos temas en Francia, en su calidad de invitado especial a la conmemoración del CCXXVI aniversario de la Toma de la Bastilla.
        Fue tanta la distinción para México y para el Presidente Peña Nieto, que hizo bien en permanecer allá hasta la conclusión del compromiso oficial, puesto que nada o poco podría lograrse con su retorno frente a los incómodos problemas inesperados.
        El golpe para el país y el ejecutivo federal estaba dado con precisión y maldad. Beatriz Pagés, una lúcida y valerosa inteligencia que busca la verdad y ejerce la libertad, sintetizó clarificadamente la esencia del hecho: El Chapo se fugó al unísono del viaje del gabinete presidencial a París, y antes de la primera subasta de la Ronda Uno para asignar zonas de exploración y explotación de petróleo, dándose así el mensaje de que México no es seguro para las inversiones y que hay un poder paralelo al gubernativo. La fragilidad del Estado mexicano quedó a la vista y, lo más grave, la población se identifica más con los delincuentes que con las autoridades; por ello, es tiempo de tomar eficaces decisiones.
        Peña Nieto en el acto empresarial asumió dos cosas: el error que permitió la evasión y el desafío de atraparlo de nueva cuenta.
        Y aunque nunca, en su discurso, dio el nombre del delincuente, el Chapo con su escape se ha impuesto como tema central de los medios masivos de comunicación, como hecho comentado cotidianamente por la población, y como parte de la agenda presidencial.
        ¿Merece México tamaña torpeza?
        Nuestro sistema penitenciario desde hace sexenios exige a gritos una reforma de fondo.
        El Presidente Barack Obama recién visitó una cárcel federal en Oklahoma, y quedó motivado para promover certeras reformas al ver una sobrepoblación que revela que las cárceles, por lo común, son para los negros y los morenitos, los faltos de educación, y los pobres.
        Observe personalmente, señor Presidente, la realidad penitenciaria de México, cientos de veces peor que la estadunidense, y busquemos soluciones. No es cosa sólo de ideales, sino de ideas; no únicamente de discursos, sino de acciones prácticas.
        Nuestra anemia cultural y económica es la que engendra chapos. Si no queremos tiempos catastróficos requerimos tener ocupados productiva y educativamente a todo mexicano.
        Debemos trabajar y prepararnos; el ocio provoca zánganos y vicios.
        ¡México tiene remedio!; los que no tienen remedio son los funcionarios deshonestos, flojos e incapaces.

miércoles, 15 de julio de 2015

Surrealismo nacional puro
OTRO ESCAPE DEL CHAPO
        Fallecido Jacobo  Zabludovski, y al margen de las opiniones vertidas post mortem sobre él, tanto por sus admiradores como por sus detractores, el balance final le favorece: inteligente, discreto, leal, trabajador, de un humor fino, y símbolo de ese medio masivo tan importante como peligroso que es la televisión, la que por el bien de México merece estar en mejores manos.
        Si alguien personifica actualmente a la televisión, en nuestro país, es Jacobo, y no los dueños o accionistas de esas empresas. Humano fue, con defectos y virtudes. Nadie es perfecto, al menos nadie que yo conozca.
        Fue, entre otras cosas, eficaz promotor del tango, y adicto a él, a grado de buscar y rebuscar los más pequeños detalles de las letras, músicas, autores, e intérpretes, de esa música aún recordada.
        En memoria a Jacobo, y en honor al Tango, recordaré una de las joyas que escribió Enrique Santos Discépolo, llamada Cambalache, y referida a cómo veía él en 1934 al Siglo XX, como "un despliegue de maldad insolente", en donde "se vivía en la impostura", "atropellando a la razón", considerando que "es igual un burro que un gran profesor", y que "los asesinos, rateros y traidores nos han igualado".
        En fin, Cambalache en su versión Siglo XXI sigue percibiendo al "mundo como una porquería, en donde vivimos en un mismo lodo manoseao".
        Sin embargo, y por fortuna, ni el Siglo XX ni el XXI son totalmente Cambalache. Ni todo es porquería ni maldad insolente ni imposturas ni atropellos a la razón ni siempre los burros son superiores a los grandes profesores; empero, sí, hay partes de nuestro mundo a las que describe bien la letra de Cambalache.
        Ejemplificaré.
        El Presidente Enrique Peña Nieto visita París con una "comitiva de 143 personas", según nota de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
        Mientras, Andrés Manuel López Obrador señala desde Chiapas que "el Presidente Peña Nieto lleva alrededor de 400 invitados gorrones a su gira de trabajo por Francia".
        ¿A quién creer?, ¿quién está en la impostura?, ¿quién despliega maldad insolente?, ¿quién está atropellando a la razón?, ¿cuál de las dos cifras es la exacta?, aunque cualquiera de las dos es afrenta ante las penurias nacionales.
        ¿143, o alrededor de 400? La diferencia es considerable, y debe investigarse la verdad. Pueden ambos números ser erróneos, pero estas imprecisiones provocan confusión lodosa y manoseada.
        Dentro de este sistema fangoso, y difuso, sorprende que en Francia estaban tanto el Presidente de México como el secretario de Gobernación cuando se da la evasión del Chapo Guzmán, no siendo aconsejable que los dos salgan del país al mismo tiempo.
        De inmediato el Presidente dispuso el retorno de su colaborador, calificando la fuga como "una afrenta para el Estado mexicano".
        Dada la versión oficial, del escape, empieza de inmediato por doquier a ponerse en duda. La falta de credibilidad del gobierno mexicano es aterradora.
        ¿Hasta dónde llegará nuestro surrealismo nacional?

lunes, 13 de julio de 2015

Día del Abogado
EL ALMA DE LA TOGA
        El 12 de julio se conmemoró el Día del Abogado en México y, con ese motivo, se llevaron a cabo diversas ceremonias en nuestro país.
        Como profesión liberal adviene con el renacimiento, cuando este movimiento histórico incide en el sistema normativo para separar, discriminar y distinguir, todos los preceptos que, entremezclados totalmente, formaban una familia de reglas religiosas, técnicas, urbanísticas, éticas, jurídicas, de trato social, para encauzar conductas humanas en todos los órdenes de su vida.
        El renacimiento, a su tiempo, crea lo que hoy son las profesiones, entre ellas la licenciatura en derecho. Actividades que requieren una preparación académica, un título, y un registro público, las que, toda proporción guardada, suplen a los títulos de nobleza que constituían la forma de organización en la Edad Media de la cultura occidental, es decir, en el feudalismo.
        La clase social que tomó el poder en el renacimiento fue la burguesía, ocupando el sitio de la clase aristócrata, con el ánimo de mejorar la forma de organización social. En aquellos tiempos un feudalismo caduco fue vencido por un capitalismo revolucionario.
        La etapa del renacimiento aún no concluye, por lo que el capitalismo y la burguesía siguen dando su potencial como sistema imperante que, cada año que pasa, produce sus contradicciones, agudizándolas cada vez más.
        Así que todos los profesionistas, entre ellos los licenciados en derecho, cumplen una función social como parte de esta clase dominante y, por ello, responsable.
        Obvio, no es lo mismo licenciado en derecho que abogado. La licenciatura en esta materia sólo es un título académico, del que se puede pasar a un postgrado, una maestría, o a un doctorado, conforme a normas jurídicas que regulan estos grados escolares.
        Empero, ser abogado es otra cosa; es saber, y seguir aprendiendo constantemente, las teorías y las técnicas jurídicas para litigar, participando en el fenómeno real de aplicación del derecho al caso concreto con interés controvertido, abogando por alguna de las partes.
        Ese dominio cultural y científico del derecho debe ser su herramienta para aportar a sus clientes, por quienes aboga, su experiencia, destreza, pasión, cautela, abnegación, pero sobre todo su humanismo.
        Ciencia sin conciencia arruina las almas; ciencia con conciencia las libera.
        El Día del Abogado fueron reconocidos, en una ceremonia nacional acompañada por un Congreso Internacional de juristas, cuatro michoacanos que ejercen positivamente la profesión homenajeada: Damián Arévalo Orozco, director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Michoacana; Héctor Octavio Morales Juárez, quien se ha desempeñado como magnífico juez y magistrado; José Arturo Pérez García, laboralista reconocido; y, Guadalupe Grissel Aguilar Sosa, quien habiendo sido destacada alumna viene realizando un buen trabajo profesional.
        ¡Felicidades para ellos!
        Ángel Ossorio y Gallardo, (1873-1946) abogado español a quien se le llamó "el Papa de la juridicidad" por sus virtudes en el ejercicio del derecho, escribió El alma de la toga. Hoy le recuerdo, y le presento como arquetipo del abogado.

miércoles, 8 de julio de 2015

Distribuir mejor
PARA PRODUCIR MÁS
        "México ha optado por actuar con responsabilidad", afirmó el Presidente Enrique Peña Nieto en la ceremonia de inauguración de la Cumbre Internacional de Productividad, celebrada en la capital de nuestro país en días recientes.
        ¡Qué bueno que así sea!, si por "responsabilidad" se entiende obrar con justicia, en apego a la ley, a favor siempre de los mexicanos, con inteligencia y mesura.
        Empero, ahí mismo el Presidente de la República aseguró: "Sin productividad no hay prosperidad... la productividad es llave de la prosperidad... la productividad asegura que en México haya condiciones para el bienestar de las familias mexicanas", según notas periodísticas.
        Y si analizamos todos estos decires presidenciales llegaremos a varias conclusiones:
        Primera, por una inercia de la retórica oficial, el Presidente de México habla sobre el tema al que está referido el evento al que asiste, y en el cual hace uso de la palabra.
        Esto explica, y justifica, que en una reunión internacional de productividad el contenido de su oral expresar sea sobre la "productividad".
        Segundo, al manifestar el Presidente Peña Nieto que "Sin productividad no hay prosperidad" acierta, en cuanto que ese concepto se tome como una generalidad básica. Nadie puede ser floreciente si no produce, si no trabaja. Un flojo no genera riqueza. Un trabajador genera riqueza de muchas formas, entre otras, al producir bienes y/o servicios, y al organizar su propia formación personal.
        Sin embargo, la productividad de los trabajadores, sólo su productividad, no es garantía de su bienestar ni del bienestar de su familia, ya que es necesario que a su productividad se sume ipso facto e ipso jure la justa distribución de la riqueza producida.
        Tercera, en otras palabras, el Jefe de Estado de cada país debe saber qué lo que justifica un sistema productivo es, básicamente, la suma de dos cosas: la forma de organizar la producción para hacer más con menos, producir con la mayor calidad y la mayor cantidad, con el menor de los costos; y, una vez generada la riqueza con esa forma de producir, distribuir de la manera más justa, para que el capital y el dueño de éste no se lleve casi todo, mientras el trabajador con su salario no alcanza ni siquiera a remunerar: alimento, vivienda, trasporte, vestido, educación, y sano esparcimiento, para toda su familia.
        Así que la productividad, por sí sola, no es llave de la prosperidad de todos ni asegura que en México haya bienestar de las familias mexicanas.
        Se requiere que, junto a la productividad, haya un sistema de reparto de lo producido más justo; e, incluso, si organizamos bien un sistema productivo, veríamos que al distribuir mejor la riqueza, tanto económica como cultural, tanto de seguridad pública como de seguridad social, tanto educativa como jurídica y ética, se elevaría considerablemente la productividad.
        Eso no es utópico; es tan real, que lo vemos realizado en muchos países culturalmente adelantados: Noruega, Suecia, Finlandia.
        ¡México puede ser así!

lunes, 6 de julio de 2015

Se agudizan las contradicciones
LAS VERDADES EN EUROPA
        "Europa" fue una creación griega de milenios pasados, como mitológica y bella mujer amada por Zeus, quien transformado en toro la raptó para convivir con ella en Creta; empero, "Europa" como una comunidad de naciones en ese territorio horizontal, unidas cultural y socioeconómicamente en los tiempos actuales, mucho sigue teniendo que ver con aquella Grecia, original raíz de la cultura de occidente.
        Con todo ello, las tragedias como las comedias de la vieja Grecia son diferentes a la teatralizada vida que en el 2015 escenifica ese pueblo, con su reciente referéndum, organizado desde el poder ejercido por su Primer Ministro Alexis Tsipras, ingeniero civil de 40 años, quien en realidad no le ha mentido a nadie, ya que desde su campaña electoral planteó posiciones de izquierda radical.
        Ni Esquilo ni Sófocles ni Eurípides ni Aristófanes tienen que ver, directamente, con el fenómeno actual de ese país de significada estirpe. Nada representan, con precisión real, ni Edipo ni Medea ni Antígona ni Layo, en el conflicto que confronta a la Comunidad Europea y a Grecia.
        El trance entre los gobiernos de esa comunidad con el gobierno griego, parte de esa misma unión, es eminentemente económico, e influye en las finanzas de todo el mundo, incluyendo a México, quien a sus propios problemas tiene que sumar los que le impongan los conflictos internacionales, totalmente globalizados y planetarios.
        Lo que vive y sufre la economía europea es la agudización de las contradicciones que está generando el capitalismo, sistema económico que en sus inicios fue revolucionario, y que llegó para resolver las contradicciones agudas generadas por el sistema económico feudal.
        Hoy la parte débil de ese sistema capitalista es la distribución de la riqueza.
        Y es lógico, para que el capitalismo avance y se fortalezca se requiere la concentración de la riqueza en pocas familias, en pocas manos, y esto produce, naturalmente, un puñado de multimillonarios, pero miles de millones de hambrientos, haciendo que la economía macro para los ricos vaya muy bien, mientras la microeconomía para las mayorías está a punto del colapso violento.
        Pero si se distribuye la riqueza, ya no se fabrica la concentración de capital, y el sistema de ese nombre se debilita.
        De una forma u otra, la actual forma capitalista de producir y distribuir se encuentra rumbo a su muerte; y ésta le llegará, cuando agote sus posibilidades, y sus contradicciones lleguen a un callejón sin salida.
        En esas contradicciones se mueven los países ricos europeos encabezados por la poderosa Alemania, y los pobres del mundo suman aplausos para la Grecia pobretona y débil. Y los dos grupos confrontados tiene su propia verdad, y valen ambas.
        El "no" de Grecia tiene su razón: "que no nos maten de hambre ni pisoteen nuestra dignidad".
        "Paguen lo que deben, vivan su austeridad, produzcan más de lo que consumen", también es válida esta postura de la Comunidad Europea.
        Esas verdades agudizan sus contradicciones.

jueves, 2 de julio de 2015

Arte es una parte
REVALORAR A LA CULTURA
        Enunciaré dos palabras que, a la vez, son dos conceptos: natura y cultura; ambas, desde el punto de vista gramatical son palabras, pero desde la perspectiva lógica son conceptos.
        El ser humano es naturaleza, puesto que forma parte de ella; empero, dentro de la natura el humano ha tenido el privilegio de desarrollar su sistema nervioso central a grado de conciencia, provocando, en su aventura, la transformación de sí mismo y de su entorno natural.
        Esa capacidad transformadora y consciente, productora de cosas que la naturaleza directamente y por sí no creó, es la aptitud cultural de los humanos, y sus productos son la esencia de la cultura.
        Así que la cultura es todo lo que el hombre socioindividualmente ha generado: fenómenos sociales e individuales.
        Sobre esto debo ahondar.
        Los humanos somos seres individuosociales, por ello somos contradictorios y dialécticos. Somos individuales en la medida en que somos sociales; y somos sociales en la medida en que somos individuales. Y este choque de contrarios internamente, en soledad o en grupo, nos hace ser constantes productores de problemas y, a la vez, continuos creadores de soluciones.
        Establecido lo anterior, la cultura es el hombre en sí, en cuanto tal. Su manera de hablar, ver, oír, caminar, comer, olfatear, tocar,  cantar, producir, distribuir lo producido, de valorar, de vestir; o de otra manera, todos los fenómenos que provocamos por nuestro pensar, expresar y actuar son productos culturales.
        De esta forma, el hombre en sí mismo, y en cuanto tal, es cultura. Creer, por ende, que la cultura es exclusivamente un rosario de actividades artísticas, es sólo ver una pequeña parte de lo que significa este rico concepto.
        Debido a lo anterior, la transformación de la realidad social y la transformación a la naturaleza, cuando son debidas a la conducta del hombre, o se hacen a través de la cultura, o no se hacen bien.
        Lo anterior no significa que los economistas, biólogos, matemáticos, administradores, juristas, físicos, químicos, y demás profesionistas, tengan que ir a una oficina de cultura para que los orienten en el ejercicio de sus responsabilidades profesionales. ¡Nada de eso!
        Significa sólo, lo expresado, que todos esos conocimientos y todos esos profesionales citados deben, o tienen necesidad de, tener un cimiento cultural sólido respecto a los problemas a los que sus responsabilidades los enfrenten, si es que en efecto los resuelven a conciencia, y no únicamente de manera superficial.
        Lo mismo cada funcionario público, desde el Presidente de la República, gobernadores, alcaldes, y todos sus colaboradores principales; si sus actos de autoridad carecen de sustento cultural respectivo a sus atribuciones, exclusivamente laborarán con mediocre superficialidad.
        El espacio de la cultura, por ende, sostiene y cubre totalmente lo humano en sus más amplios ámbitos de desarrollo.
        Como símbolo de una política cultural de fondo expresé, hace muchos años, y hoy vuelvo a repetirlo con mayor convicción: Cultura para todo; cultura para todos.