LOGOS
Recetas extranjeras
DULCIFICACIÓN VENENOSA DEL SALARIO
Donald Trump y sus negociadores en el
TLCAN, entre otras amañadas propuestas, nos presionan "para que los
trabajadores mexicanos obtengan un aumento salarial" tendiente a nivelar sueldos
entre los trabajadores mexicanos, canadienses y estadunidenses.
Trump asegura que "los obreros de
México ganan la cuarta parte de lo que obtienen sus pares en EU… y de los
países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico, México es donde la mano de obra está peor pagada".
Se quedó corto Trump, ya que en México
el salario mínimo 2017 por ocho horas es de $80.04 pesos, mientras EU paga
$10.20 dólares la hora.
Para equipararse, a raja tabla y sin
ninguna otra consideración, un trabajador mexicano al día debería obtener
$1,600.00 pesos.
Pero lo que desea Trump, al exhibir
nuestra injusta distribución de lo producido, no es ayudar a nuestros obreros,
sino a hacer a EU (patrón en el capitalismo mundial) más rico y más fuerte, a
costa de la pobreza y explotación de México, y de muchos otros países similares
al nuestro, vendedores de mano de obra barata y materias primas de ganga.
Los demonios que Trump trae adentro de
sí, al exigir a México una política de nivelación de salarios con ellos, saben
que eso no es posible y que, para serlo, se requeriría que de una u otra manera
ellos auxiliarán a transformar nuestra estructura económica, para pasar de un
país obrero dentro del capitalismo, a un país capitalista en ese mismo sistema.
Y exactamente es lo que ellos no desean
ni permitirán. Su miopía, mezquindad y poca visión de liderazgo, los ha llevado
a quitarnos lo poco que estábamos ganando con el actual TLCAN.
El primer ministro del Canadá Justin
Trudeau rema para el mismo lado de EU: "Tomemos en cuenta las condiciones
de trabajo y los sueldos en la renegociación del TLCAN para mejorar a los
trabajadores mexicanos".
Ese reclamo para nuestro país está muy
lejos de ser ideológico y humanista, pues las razones de nuestros socios son
pragmáticas para cuidar de su economía, no de la nuestra.
El presidente Enrique Peña Nieto
contestó retóricamente bien: "Esta renegociación es una oportunidad para
mejorar las condiciones del trabajo en México. No queremos ser competitivos por
tener bajos salarios, sino por tener trabajadores cualificados".
Carlos Marx fue genial en su obra El
capital, y en ella describe con toda precisión lo que es el salario como el
valor o precio de la fuerza del trabajo; y como el trabajo organizado es el
único que puede producir la riqueza, y los múltiples rejuegos que pueden darse
entre todos los factores del fenómeno económico.
Trump y Trudeau desean imponernos
recetas extranjeras de tipo salarial; y sin comprometerse a auxiliarnos
eficazmente para bien, nos endulzan un veneno de sueño salarial que podría
costarnos muy caro.
De que serviría ganar dos mil pesos al
día, y tener que pagar tres mil pesos por un litro de leche.