martes, 31 de diciembre de 2019


LOGOS
2019-2020
UN HERMOSO CUENTO
        El tiempo, como el espacio y otras muchas cualidades de la materia, forman un todo mezclado e indisoluble. Sólo una de las funciones cerebrales del ser humano, la de abstracción, puede separarlas imaginariamente para hacer con ellas substancia de creación de nuestra especie.
        Claro que cada año tiene un referente real y objetivo, pues corresponde al tiempo que ocupa nuestro planeta, llamado Tierra, en su movimiento elíptico al derredor de nuestra estrella, denominada Sol; empero, culturalmente, a este movimiento, en pocos días, lo nombraremos, conforme al Calendario Gregoriano decretado en 1582, Año 2020.
        Metafóricamente le damos la bienvenida a ese año par, bisiesto por añadidura, aunque nuestros mejores deseos deben ser no para la virtual anualidad, que únicamente es un concepto, sino para los seres humanos reales que viven en estos tiempos.
        Pues bien, hablando de tiempos, es momento de expresar que uno de los mejores cuentos que he leído se titula Reflejos, y fue escrito por Patrick Lafcadio Hearn, un escritor poco conocido y poco leído en nuestra época.
        Nació en la isla Laucada, en Grecia, en 1850. Hijo de un médico militar irlandés católico, y de una campesina griega. A los seis años de edad sus padres lo llevaron a Dublín, en donde lo dejaron a cargo de una hermana de su padre, una vez que ese médico militar fue trasladado a las Bahamas, mientras su madre retorno a Grecia.
        Su tía se domicilió en Gales, y Patrick Lafcadio en un accidente escolar perdió el ojo izquierdo, acrecentándole su miopía en su ojo derecho. Esto lo hizo reservado y con complejo de inferioridad; empero, esto lo condujo a desarrollar su habilidad para los idiomas.
        En su época estudiantil dominaba, ya, griego, inglés, francés, y español, lo que le permitía efectuar traducciones que le reportaban ingresos.
        Desde 1869 al 1890 vivió en varias ciudades de los Estados Unidos, desde Nueva York hasta Nueva Orleans; y cansado de la vida gringa decide ir a vivir a Japón, haciéndose 5 años más tarde súbdito japonés, agregando un idioma más a su patrimonio lingüístico.
        Fue un maestro de idiomas, periodista, filólogo, poeta, novelista, cuentista, con un expresar siempre sencillo, lo que es difícil, sobre todo cuando se generan y comunican conceptos profundos.
        Al igual, fue un viajero, siempre en busca de cosas nuevas y de cambios, sin miedo al movimiento en el espacio, pero sobre todo sin temor respecto al tiempo.
        Si me pusiera a sintetizar el cuento de "Reflejos", le restaría su encanto narrativo. Mejor, simplemente lo recomiendo para iniciar bien el año; ojalá esté en español y en librerías.
        Sólo diré que comienza: "Hace ya mucho tiempo...", y en efecto, hace ya mucho tiempo que Hearn, muerto en 1904 con el nombre de Yakumo Koizumi, con su simpleza y profundidad, nos dejó páginas encantadoras.
        Que todo lo bueno del año viejo 2019 te acompañe, estimado lector, y que todo lo bueno del año nuevo 2020 sea totalmente tuyo.

martes, 24 de diciembre de 2019


LOGOS
Gozar la Noche Buena
PORTAR LA NATIVIDAD EN EL ALMA
        En el hemisferio norte de este planeta llamado Tierra está, recién nacido, el invierno que recibirá al año 2020; sus bajas temperaturas envolverán tanto a la Noche Buena como a la Navidad.
        Esas fechas implican festividades religiosas, divertimientos sociales, descansos laborales, reuniones familiares, movilidad económica comercial, pero en el fondo es motivo de recuerdo, enriquecedor y anual, de que todo nace, inicia, principia en la existencia, y esto nos induce al elogio de la vida.
        El ser humano vive, y algo o alguien lo creó en primicia, generándolo, de tal manera, que el hombre se ha hecho un creador.
        La natividad es comienzo de ese desarrollo que tiene un fin: la muerte; por lo que ésta y aquélla constituyen los extremos de un mismo proceso.
        Para morirse sólo se requiere de una cosa: estar vivo.
        Y el humano, por lo general, ama la vida, se aferra a ella; prolongarla ha sido uno de sus propósitos, (y lo ha obtenido en parte con sus desarrollos tecnológicos) pero sueña con ser inmortal.
        La cultura cristiano occidental, dominadora desde hace siglos en el mundo, hizo suya la Biblia del judaísmo, acaso por el canto constante y esplendoroso que sobre la vida tiene.
        Su primer libro, el Génesis, incide en todo. Cómo nace el cielo y la tierra, las aguas y la luz, la mañana, la tarde y la noche, el firmamento y los desiertos, la hierba verde y los árboles de todas las especies, los tiempos con sus días y sus años, los animales del agua, de tierra y de los aires, el hombre, y después la mujer de una de las costillas de varón.
        Todo el texto bíblico es obra humana, colectiva y anónima, que ha seguido puliéndose por decenas de siglos en el brusco y suave río del cerebro y del lenguaje oral y escrito, de estos animales que piensan, expresan y hacen.
        Tengo, para mí, que esos antepasados tuvieron su razón para sobajar a la mujer en relación al hombre, pues éste sufrió por millones de años un matriarcado que se agotó.
        Liberado el macho de ese sistema, usó todos los instrumentos a su alcance para instalar el patriarcado, el que también ha quedado caduco.
        Ahora, los seres humanos superando absurdas luchas de género, compartiendo y no compitiendo, cultivan el sueño de conquistar la inmortalidad.
        Inmortalidad que contiene, entre otras variantes, tres sentidos: primero, creer que el cuerpo de todo ser humano es mortal, pero toda alma humana es inmortal; segundo, que el cuerpo y el alma de todos los hombres son mortales, pero  logran la inmortalidad quienes son recordados por los seres humanos que quedan vivos; y tercero, que con avanzada tecnología, próxima a obtener, la vida de los hombres puede prolongarse indefinidamente.
        Cada una de esas inmortalidades, como todas las cosas, tienen pros y contras; pero lograda a plenitud la inmortalidad cabal, se llegaría a lo eterno, sin inicio ni fin, aniquilando a la tradicional Navidad, la que quedaría, sólo, como viejo recuerdo.
        Mi deseo para todos: que vivan una Noche Buena extraordinaria, para que gocen la Natividad con todo el ardor de su alma.

martes, 17 de diciembre de 2019


LOGOS
Repasó su vida
MORELOS FRENTE A SU MUERTE
        José María Morelos y Pavón fue aprehendido cerca de las 11 de la mañana del día 5 de noviembre del 1815 en Tezmalaca, ahora Estado de Guerrero, por diez soldados al mando de Matías Carranco, subalterno del Coronel Manuel de la Concha.
        A partir de ahí quedó privado de su libertad hasta caer muerto por un pelotón de fusilamiento en Ecatepec, hoy Estado de México, a las 16 horas del 22 de diciembre del 1815.
        Durante ese lapso de 45 días vivió el detenido tribulaciones de toda especie: malos tratos, procesos degradantes, tortura para obtener su delación y su arrepentimiento (lo que nunca lograron, ya que el documento que se exhibió es falso), y en fin, la autoridad militar, civil y eclesiástica, se cebó con él.
        Todos los delitos y los pecados de moda de esos tiempos le fueron indilgados y, así, lo condujeron a la muerte; Morelos frente a ella, de cara a su propio fallecimiento, se portó como un Hombre (con "H" mayúscula), y tuvo tiempo de recordar su vida.
        Rememoró: "Donde yo nací fue el jardín de la Nueva España", refiriéndose a Valladolid, hoy Morelia, por adoptar y adaptar a su nombre, el apellido de ese héroe.
        Se acordó de sus primeros catorce años de vida, los que transcurrieron en una ranchería cercana a Valladolid: Tzindurio; la que hoy, en 2019, se encuentra totalmente conurbada con Morelia.
        En ese tiempo, el niño y adolescente José María visitaba a Valladolid con alguna frecuencia, ya con sus padres, o con su abuelo materno, quien teniendo vocación de maestro enseñaba a algunos niños, entre ellos a José María, niño pobre que alternaba los trabajos que le imponían en su hogar, rural, con los inicios de un aprendizaje de pretensiones escolarizadas con su abuelo materno José Antonio Pavón.
        José María Morelos tuvo que ir a trabajar, a la edad de catorce años, a la Hacienda de Tahuejo, cercana a Parácuaro y a Apatzingán, ahora Estado de Michoacán, con su tío paterno Felipe Morelos.
        José María Morelos vivió como arriero durante aproximadamente once años, la escuela dura de la existencia ayudó a forjar su carácter, agudizó su sensibilidad social, templó su visión humana de las cosas, le dio una experiencia vital; esos severos viajes por entre cañadas, tierras bajas de la tierra caliente, agrestes montañas, y costas de un Océano Pacífico que no tiene nada de apacible, le dieron a conocer muy bien los escenarios en donde forjaría, con otros seres humanos, hechos trascendentes de nuestra Historia, enseñándole la condición humana de sus contemporáneos, desde su conducta superficial y externa hasta el fondo de sus almas.
        Seguro hizo memoria que a sus 24 años se inscribió en el Colegio de San Nicolás Obispo, donde conoció y trató al Rector Miguel Hidalgo, que se ordenó de sacerdote, que ejerció el ministerio con grandes penurias en lugares abandonados e insalubres, hasta llegar a Carácuaro y Nocupétaro, en donde pudo hacer ahorros, conocer el amor, y tener un hijo, muriendo María Brígida Almonte en el parto.
        Sus ahorros los obtuvo al dedicarse, también, a la agricultura y el comercio, a través de la arriería, bien conocida por él, y en vínculo a dos familias ricas de Valladolid, la de Isidro Huarte, suegro de Agustín de Iturbide, y la de José María Anzorena, a quién firmó el primer decreto de abolición de la esclavitud por órdenes de Hidalgo.
        Si con su vida económica fue Morelos discreto, con su vida sexual redobló sus cautelas. Ante sus inquisidores, y pronto a morir, confesó que había tenido dos hijos, y una hija, con vientres diferentes. Pero el único hijo que había vivido con él, fue Juan Nepomuceno, quien a su corta edad anduvo en los combates comportándose con valentía, por ello Morelos, con la simpatía de los oficiales, le impuso grados, hasta darle el de "general brigadier".
        Y evocó Morelos más cosas de su vida antes de su muerte; empero, el espacio periodístico no me alcanza por ahora. Les debo el resto, y espero pagarlo pronto.
        Recordemos que se cumplen 204 años del fusilamiento de Morelos, el mejor de los nuestros.

jueves, 5 de diciembre de 2019


LOGOS
Calidad humana
VACACIONES QUE EDUQUEN
        Ha iniciado el último periodo vacacional del año 2019 en la vida de nuestro país, y con él una holganza de variados gustos, rostros y costos.
        Pero quien nunca debe estar en la flojera es el fenómeno educativo, pues nunca deben estar inactivos, para enseñar y aprender, los 125 millones de mexicanos, ya que nuestro futuro depende de ello.
        La educación es un fenómeno vital de todo ser humano que, mientras existamos, permanentemente, estamos aprendiendo, con escuela, sin escuela, y aún en contra de la escuela.
        Porque el fenómeno educativo no se circunscribe a la educación escolarizada; siendo ésta una parte mínima de aquel; y, siendo aquél de mayores dimensiones y trascendencias.
        Bien o mal, y en los tiempos que corren más mal que bien, la familia educa, el barrio educa, los amigos y compañeros educan, los centros de trabajo educan, las calles educan, el comportamiento de los parias y de los poderosos educa, el cine, la televisión, la radio, el internet, las redes sociales, los periódicos, las revistas, el gobierno, todo educa.
        Y claro, las escuelas también educan, si es que no nos salvamos de ellas o si ellas tienen un lugar para nosotros. Y si por educar también se entiende el informarnos, y formarnos con esa información, debemos capacitar al educando a saber informarse por sí mismo con sus aptitudes y con los instrumentos del conocimiento a su alcance.
        Todos deberíamos saber leer, escribir, contar, medir, vender, comprar, y saber realizar un sinnúmero de haceres que la vida reclama, actualmente, para producir bienes y servicios, pero de excelencia.
        Para todo eso, partamos de la realidad. Nuestro sistema económico es capitalista. Económicamente organizado con patrones y trabajadores; y ambos, deben ir perfeccionando la estructura, para generar riqueza, y distribuirla equitativamente, a efecto de que la distancia entre ricos y pobres se reduzca significativamente.
        Trabajo y capital deben tener dimensiones humanas; los dueños del trabajo y los dueños del capital, junto con su respectiva familia, requieren de un magnífico nivel educativo, para producir una sana movilidad económica y social.
        El capital es necesario, pero únicamente se obtiene con el trabajo humano organizado, usando con talento los recursos a su alcance.
        El dinero solo no produce dinero, siendo en nuestro tiempo, si no el único, sí el común y ordinario representativo de la riqueza acumulada que, entre mayor sea, entra en sospecha su apropiación, e impone mayor responsabilidad social.
        Pero éstos, como muchos otros conocimientos que pueden conducir a cambios que nos desarrollen individual y socialmente, los poderosos de aquí, y de allá, se oponen a que sean parte del mapa curricular de todas las escuelas, de todos los niveles y de todas las modalidades.
        Jugando, jugando, con los conceptos, pensando, pensando, sobre las soluciones a nuestros problemas, trabajando, trabajando, para crear calidad de vida, en nuestras vacaciones, mejoremos todos nuestro nivel educativo, en todos los órdenes.

miércoles, 4 de diciembre de 2019


LOGOS
Sin intervención de EU
QUE AMLO APLIQUE EL DERECHO
        Todos los presidentes que han querido llenar el Zócalo de la Ciudad de México lo han abarrotado, pero siempre ha sido a costa del erario federal; es decir, lo hacen con el dinero del contribuyente.
        El domingo 1 de diciembre, de este año que ya se encuentra en agonía, el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió acarrear gente de varias partes del país (con transporte, torta y refresco, más grupos musicales de moda) para satisfacer su egolatría y sentirse querido por el pueblo.
        Igual que antes, se pagó a los medios para que informen que los asistentes al zócalo fueron "250 mil personas", que el "57% de los mexicanos apoya totalmente lo que diga y haga el presidente", y para que subrayen las "brillantes y profundas" frases pronunciadas por el mandatario informante.
        Y también todas esas mentiras se pagan con nuestros impuestos.
        El zócalo capitalino con todo y las calles y banquetas aledañas mide 46 mil metros cuadrados, y completamente lleno, para que no se ahogue la gente, caben cuando mucho 92 mil personas adultas. Así que toda cifra que rebase esta cantidad es una mentira.
        Por otra parte, a la mayoría de los mexicanos les es indiferente el presidente, sea quien sea, inclusive AMLO. Los problemas del pueblo son otros, no el ejecutivo federal. Y hay quienes no lo aceptan y marchan en su contra; mientras, los impertinentes odios externados por el presidente agrandan, día con día, a este grupo opositor.
        Las actitudes y frases de Andrés Manuel le sirven al pueblo de mofa festiva. Tal es la realidad nacional, por lo que ese cacareado "57% de aceptación" es sólo el adular de los costosos panegiristas del presidente que viven del erario.
        Por lo que ve a los dichos presidenciales, también son los de siempre: "Acabemos con la corrupción de los de arriba, como las escaleras que se barren de arriba para abajo", frase que por cierto fue acuñada por un panista ya fallecido y olvidado, José Ángel Conchello, a quien AMLO no le ha dado el crédito.
        "La principal tarea del gobierno es desterrar la corrupción política", señaló AMLO, cuando hoy tenemos igual o más corrupción política, a cargo, siempre, del presidente en turno.
        ¿Y la corrupción económica?, ¿qué pasó con ella? La alianza entre AMLO y los multimillonarios del país está en marcha.
        "No aceptamos ningún tipo de intervención extranjera", dice AMLO de palabra, cuando le sigue sirviendo a Donald Trump.
        Por cierto, nuestro Código Penal Federal dispone: "TERRORISMO. Artículo 139.- Se impondrá pena de prisión de quince a cuarenta años y cuatrocientos a mil doscientos días multa, sin perjuicio de las penas que correspondan por otros delitos que resulten: I. A quien utilizando… armas de fuego, o por incendio… o por cualquier otro medio violento, intencionalmente realice actos en contra de bienes… privados, o bien, en contra de la integridad física, emocional, o la vida de personas, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad o a un particular…"
        Casos como el de Culiacán, o el de la familia LeBarón, ¿actualizan o no las anteriores hipótesis jurídicas?
        Nadie quiere que intervenga EU en México, sólo exigimos que el presidente AMLO cumpla y haga cumplir el sistema jurídico mexicano, ya que con sardónica sonrisa lo sigue incumpliendo.