lunes, 29 de agosto de 2016

LOGOS
Ante dos años peligrosos
PRESIDENTE EN DESGASTE
        No terminan bien quienes serruchan la rama que los sostiene; y el gobierno mexicano y sus opositores efectúan, eficazmente, esta cándida faena.
        Igual, resulta un absurdo destruir, y permitir que destruyan, a las instituciones que, sustentando a nuestro país, le han sido encomendadas al Presidente de México.
        Tratándose de las atribuciones legales del Ejecutivo Federal, la responsabilidad directa es del Presidente Enrique Peña Nieto, quien como candidato generó por su publicitada juventud, y grato aspecto físico, aceptación electoral y esperanzadas expectativas.
        Hoy, ante su Cuarto Informe de Gobierno, se le observa desgastado, impopular, y presionado por todos, incluso, auto comprimido; perturbadora situación que lo excita a seguir cometiendo aberraciones que, a la vista de todos, sirven a sus eficientes enemigos para afectarlo cada vez más.
        Si esos ataques exclusivamente afectaran a Enrique Peña Nieto, la mayoría de los mexicanos estaríamos impasibles; sin embargo, él es el Presidente de México, y nos preocupa y nos llama a atender esa situación peligrosa de sus dos últimos años de sexenio.
        Por ello, mis iniciales sugerencias están dirigidas, no a sus opositores, sino al Presidente Peña, quien seguramente revisó y autorizó la publicidad de su reciente informe.
        Ahí, aparece otra vez la imagen personal de él, antes que cualquier otra gente, reflejando una vanidad soberbia que ya no se sostiene. Carita ya no mata nada. La publicidad debe ser de conceptos, las fotos de obras y de gente trabajadora del pueblo de México, a quienes todos debemos los avances que hemos tenido.
        Esa publicidad presidencial, como la de todos los políticos fatuos en activo, es pagada con las contribuciones de la población tributaria, quien es la primera ofendida con ese desatinado derroche.
        Y en esa deplorable propaganda se lee aún: "Lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho".
        Todos sabemos que lo bueno se cuenta, cuando hay algo bueno que contar, incluso en las acciones políticas provenientes de la función pública; pero estas cosas buenas al Presidente de la República, si es inteligente, le corresponde atribuirlas a la sociedad, y no presumirlas como propias, por más que sus lambiscones y aplaudidores de oficio lo impulsen al equívoco.
        Lo malo en la acción pública corresponde al funcionario responsable, y esto cuenta muchísimo, más cuando exista un vínculo de causalidad personal entre el acto u omisión con el producto dañoso producido.
        El Presidente de la República ni en su vida personal puede ser amiguero. Al nombrar gabinete no forma pandilla ni constituye socios ni menos cómplices, ya que el interés nacional está encima de todos y de todo. Hasta las pláticas con sus íntimos deben ser cuidadosas, y éticas, pues sus amigos suelen exagerarlas.
        Si defendiera a los mexicanos, como cubre a sus cuates, sería un aceptable Presidente.
        El poder desgasta, pero el no poder desgasta más.

martes, 23 de agosto de 2016

LOGOS
Inexistente reforma educativa
DON DE LA LOCUACIDAD
        En la realidad, no existe ninguna "reforma educativa" en México del 2012 a la fecha; salvo si aceptamos que existe todo sobre lo que podemos hablar: un "fantasma" o un "profesor".
        La mal llamada "reforma educativa", incluida en paquete de
reformas impulsada por el ya olvidado Pacto por México a fines del año 2012, nunca ha sido tal. Mal inició y terminará peor.
        Deductivamente, haciendo su debut como reforma y adición a los artículos 3o y 73 de nuestra Carta Magna, partió desde las oficinas del poder hacia las aulas, con soberbia antidemocrática, sin escuchar a padres de familia, alumnos, maestros, sin considerar el amplio y complejo fenómeno de enseñanza aprendizaje.
        Erró el Presidente Enrique Peña Nieto y sus consejeros en educación al creer que dicha "reforma educativa" sería la solución a los conflictos que padecemos en esta materia; y, a la inversa, generaron problemas mayores.
        El equívoco laboral medicamentoso, envuelto en delgado papel educativo, agravó la enfermedad.
        Se ordenó invertir millones de pesos en los inmuebles escolares; y es correcto, siempre que se entienda que las escuelas son los alumnos, los maestros y los padres de familia, y no los edificios con muebles, que deben ser instrumentos dignos, sí, pero no constituyen "reforma educativa".
        Llegados al 2016, dicha reforma educativa sólo ha producido significadas y molestas marchas, tomas, pérdidas económicas cuantiosas, confronta entre mexicanos, afectación internacional, quemas, destrucciones, heridos y muertos.
        Frente a lo anterior, el secretario de Educación Rubén Nuño Mayer presentó, carrereado, un producto burocrático llamado "Modelo educativo III", el que siendo un esfuerzo, pero tardío, no llega a ser, tampoco, una "reforma educativa".
        Ese documento es, exclusivamente, un puñado de elementos orientadores, valiosos unos y equívocos otros, en materia pedagógica, laboral, y administrativa, puestos en el campo de la educación escolarizada.
        Ojalá el Presidente Peña Nieto y la SEP entendieran que la educación, y su ausente reforma necesaria, va más allá de lo escolar, lo pedagógico, laboral y administrativo.
        Hoy, lo más trascendente de la educación se ubica en la familia, en los medios masivos de comunicación y en la vida. Los elementos pedagógicos, laborales y administrativos, del documento no llegan a ser reforma educativa. Si anda mal la familia, los medios masivos y la vida, deplorablemente discurrirá la educación.
        La "reforma educativa" como tal no existe. La CNTE quiere frenar las disposiciones que afectan sus privilegios. Si no se termina el sistema de privilegios, sólo pasarán de manos de la CNTE a otros.
        En muchas escuelas no ha habido clases. La iniciativa privada tiene, en la educación escolar, un excelente negocio. Las autoridades educativas del actual gobierno no han sido educadas para gobernar.
        Y esos implicados siguen ejerciendo el don de la locuacidad.

lunes, 15 de agosto de 2016

LOGOS
Riqueza y pobreza
NOS AGRAVIA LO INEXPLICABLE
        Riqueza y pobreza son conceptos relativos a infinitos puntos referenciales. Entre Carlos Slim Helú y Ricardo Salinas Pliego, ambos con poder económico, el rico es Carlos.
        Entre Andrés Manuel López Obrador y Rafael Acosta Ángeles, mejor conocido como "Juanito" cuando era protegido por aquél, el pobre es el segundo.
        El michoacano Félix Cerda Loza era un millonario, rico, pues teniendo capital fue generoso con los humildes, auxiliaba a escuelas, apoyaba al deporte, aportaba para obras sociales, y vivió a plenitud; mientras otros millonarios de cuyos nombres no quiero acordarme, en su avaricia cicatera, son ricos pobres.
        En México, ser pobre o rico no es inmoral ni es delito; el problema comienza cuando la riqueza de una persona es inexplicable; como el conflicto se inicia cuando la pobreza de un ser humano también es inexplicable, y trasuda engaño por simulación fraudulenta.
        Significa, por ende, que lo inexplicable de la riqueza y de la pobreza es lo que agravia a la sociedad, y a cada uno de los miembros que la integran; y en ese estatus, enmarañado e incomprensible, la población de México en el campo del derecho, a través de autoridades competentes, analiza los casos de pobreza y riqueza para encontrarles explicación y esclarecimiento.
        Si encuentra que la riqueza se ha obtenido ilícitamente, a través de algún acto u omisión tipificado por preceptos jurídicos, debe obrar en consecuencia legal y debida, ya sea fortuna malhabida en cargos públicos, o en actividades de iniciativa privada.
        Así esperamos que se conduzcan las autoridades competentes ante las tres declaraciones (patrimonial, fiscal, y de intereses) que han firmado los dirigentes de los partidos políticos de nuestro país, la del priísta Enrique Ochoa Reza, del panista Ricardo Anaya Cortés, del morenista Andrés Manuel López Obrador, de la perredista María Alejandra Barrales Magdaleno, y las de los demás líderes partidistas.
        No olvidemos que en lo electoral, por desgracia para México, malgastamos el erario. Recordemos que los partidos políticos han partidizado, lamentable e ilegalmente, a casi todo el país.
        Por ello es apremiante que se realicen los análisis lógico jurídicos contables, bajo la egida del costo beneficio, de todos los órganos jurisdiccionales de tipo electoral, de la administración electoral, sobre todo del INE y los institutos estatales, y de todos y cada uno de los partidos políticos, comenzando ahora a investigar lo inexplicable de las riquezas y de las pobrezas de los dirigentes de esas instituciones partidistas.
        La riqueza y la pobreza deben ser explicadas, legal y moralmente.
        Si queremos que México y los mexicanos sean ricos en bienes, en servicios, y en valores éticos, es menester elegir líderes capaces y honestos que a eso nos conduzcan.
        Digamos, no, a los dirigentes de riqueza ilícita. No, también, para líderes simuladores de pobreza, o incapaces de crear riqueza pública.

sábado, 13 de agosto de 2016

LOGOS
Nuestro PIB baja
AUMENTA NUESTRO CAOS                                      
                Cuando en el milenio próximo anterior leí El mundo como voluntad y representación, obra del filósofo alemán Arthur Schopenhauer, (1788-1860) lo juzgué elocuente, agudo, cáustico, pesimista, y exagerado en su equivocación.
                Mi mundo juvenil era diferente al mundo percibido por ese germánico tan brillante como avanzado; ahora, en el México del 2016, el mundo empieza a semejarse, lastimosamente, al infierno anticipado por Schopenhauer.
                Él afirmó que el motor de todo es la voluntad de vivir, instinto ciego, básico e irracional, absolutamente inmotivado, engendrador de todos los fenómenos. Los vegetales devoran a los minerales, los animales a los vegetales, y los animales se comen atrozmente entre sí.
Y esos animales que se autonombran seres humanos engullen todo, para al final ser alimento de todos. Pero antes de morir, y por su voluntad de seguir viviendo, los humanos combaten todos contra todos.
                Describió un mundo salvaje, caótico, como el que se vive en las guerras, y el que empieza a desarrollarse ante nuestros ojos en varias partes del planeta. Pero lo que más nos duele, y preocupa, es el que padecemos actualmente en México.
                Hasta el alto clero y los empresarios, normalmente modositos e institucionales por su estatus de privilegio, denuncian a gritos la incapacidad del gobierno mexicano para aplicar la ley y restablecer el orden; y la COPARMEX presenta demanda de amparo ante la Justicia Federal contra actos y omisiones de los tres niveles de gobierno, por no aplicar el derecho a los integrantes de la CNTE por actos ilícitos.
                Y la CNTE, engendrada por el propio gobierno, sigue como monstruo en crecimiento, amenazando con afectar el próximo ciclo escolar, y radicalizar sus acciones delictivas si la Secretaría de Gobernación no responde favorablemente a sus demandas.
                Otras organizaciones amenazan con no pagar impuestos si el gobierno no restaura el orden del sistema jurídico vigente, y el gobierno les recuerda que es delito, pero el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villareal, les está elaborando paquetes de ayuda económica.
                Centenas de personas físicas presentan amparos contra el gobierno por permitir tomas, plantones, destrucción; ya un Juez de Distrito, con sede en la Ciudad de México, amparó a un quejoso contra los cierres en la calle Bucareli, ordenado a la autoridad responsable retirar el bloqueo, "respetando vida e integridad física de los bloqueadores".
                Proyecta también el gobierno apoyos económicos para los quejosos amparados; y para la CNTE, "el alma y corazón de la reforma educativa" ofrece subrepticiamente prerrogativas.
                Así, el gobierno teme a todo y a todos, y enredado y confundido sigue desatinando al prometer dinero propiedad del pueblo de México.
                Mientras, ante el paroxismo económico en puerta, el mexicano paga más contribuciones; decreciendo nuestro producto interno bruto, según el Banco de América, abajo del 1.9%.
LOGOS
Evanescencia axiológica
URGE RESTABLECER NUESTROS VALORES
                Existieron y existen comunidades humanas en donde los integrantes de la población respetan la vida, la integridad física de las personas, la propiedad, la libertad, y un sinnúmero de valores que, apreciados por todos a través de su conducta cotidiana, hacen que la vida del ser humano sea de gran calidad.
                Empero, también hay épocas y lugares en donde por esos valores no se tiene ningún respeto, generando, con ello, una vida de infierno con demonios humanos llenos de perversidad. Nuestro tiempo marcha en esta frecuencia.
                Así que México, como muchos otros países, está padeciendo torturas, asesinatos, secuestros, violaciones, robos, injusticias de diversa índole, y lo que es peor, con la incubación y complicidad de los poderosos en la política, economía, religión, y en otros sectores de poder.
                En varios sexenios del siglo XX los mexicanos vivimos con mayores márgenes de respeto a esos valores jurídicos y éticos imperantes. La educación en el hogar, la escuela, los centros de trabajo, la calle, los medios de comunicación, el propio gobierno, los ricos, provocaban un mundo más ajustado a esa significada axiología; acaso con perfiles de ingenuidad, pero con sólida fortaleza en el decoro.
                Claro que había delitos y faltas a la moral, pero no con la masividad de ahora y sus consecuencias multiplicadoras. Desde luego que se daban desapegos a las normas jurídicas, y conductas fuera de la ética, pero eran claramente desaprobadas por la población, y perseguidas con cierta eficacia por el poder público.
                Lo de hoy es otra cosa, aterradora y grotesca, en cuanto que la irracionalidad brutal trasuda por todas partes, sobre todo en los actos torpes de los poderosos, ya de manera encubierta o en forma cínica, en forma inconsciente o con perversas intenciones.
                Ahora, donde quiera que se escarbe en nuestro país se encuentran cadáveres producto de todo tipo de delincuencia, la oficial y la privada.
                Así como donde quiera que se le apriete sale pus, ya que los poderosos dejaron de tener escrúpulos, y a la población le imponen un sistema educativo de ignorancia, sobre todo respecto al mundo de los valores.
                Muchos filósofos y educadores han escrito sobre el tema. Uno de ellos, llamado Thomas Jefferson, (1743-1826) con acierto se autocalificó como "científico", y siendo padre fundador de los Estados Unidos de América, y su tercer presidente, escribió en sus Notas sobre Virginia: "En todo gobierno sobre la tierra hay algún rastro de debilidad humana, algún germen de corrupción y degeneración... Todo gobierno degenera cuando se confía sólo a los gobernantes. El propio pueblo es por tanto el único depositario seguro. Y, para que tenga seguridad, debe cultivarse el pensamiento".
                En esta crisis de valores, urge renovar y restablecer principios axiológicos; pero como una tarea del pueblo, para el pueblo y por el pueblo, cultivando en todas las conciencias.