lunes, 30 de agosto de 2010

LIBRO DE LOS CÓDIGOS

Antonio Florentino Mercado
LIBRO DE LOS CÓDIGOS

En nuestro planeta hay más muertos que vivos. Simplemente con el paso de los años, fallecida la actual generación, habrá seis mil cuatrocientos millones más de seres humanos en deceso, que su sumarán a los millones de millones de muertos existentes; y, curiosamente, cada ser humano no puede retener, en su memoria a largo plazo, más allá de quinientas personas con sus datos generales.
Consideré lo anterior cuando recibí la grata visita de Ma. Eva López Ramos y de José Herrera Peña, quienes me explicaron, emocionados, la cristalización de su viejo proyecto: reeditar la obra de uno de los distinguidos abogados michoacanos del siglo XIX: Libro de los códigos, prenociones sintéticas de codificación romana, canónica, española y mexicana, de Antonio Florentino Mercado.
Por la invitación que me hicieron, de escribir algo sobre esa obra y su autor, pensé que en mi saturada memoria, y cada vez más sobretrabajada, iba a tener que hacerle un espacio a este jurista, a quien, a ciencia cierta, no se sabe si fue expósito o hijo de familia conocida, no se conoce con exactitud dónde nació y en qué día murió, ni a qué hora cumplió con esos dos importantes quehaceres. Al menos los datos que ofrece Aristeo Mercado Salto, Jesús Romero Flores, Mariano de Jesús Torres, Jaime del Arenal Fenochio, José Herrera Peña, Marta Morineau Iduarte, y Leopoldo López Valencia, nos ofrecen diferencias al respecto.
Sin embargo, es cierto que vivió en las primeras siete décadas del siglo XIX, y hasta octubre de 1865, independientemente de que haya nacido en Valladolid, en Uruapan, en Los Reyes, o en La Piedad; como también contamos con la certidumbre de su desarrollo ideológico, de haberse iniciado como conservador y haber concluido como liberal.
De haber realizado toda una carrera jurídica y política que tuvo por base sus estudios en el Seminario Tridentino de Morelia, en donde fueron sus compañeros de generación gente tan destacada, y tan disímbola, como Melchor Ocampo, Clemente de Jesús Munguía, Ignacio Aguilar y Marocho, y Pelagio Antonio Labastida.
Sus pasos principales en esa carrera fue la de Juez de Letras, y Magistrado, en Michoacán, maestro en el Colegio de San Nicolás, y fue nombrado gobernador del Estado sin haber tomado posesión del cargo, pues un inmediato cambio de nombramiento a favor del general José de Ugarte lo dejó sin ese puesto. Laboró como miembro del Consejo de Estado en 1854 dentro de la Presidencia de Antonio López de Santa Anna. Fue Magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito de México, después Ministro Supernumerario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para lograr posteriormente ser numerario.
Este Libro de los códigos es el resultado del riguroso estudio y ejercicio de un jurista que tuvo paciencia, método, y talento, para ir acumulando la información de su experiencia, y este material jurídico lo entregó, primero, a su hijo Manuel, quien se iniciaba en los estudios del Derecho, después lo prodigó a los amigos de su hijo en la carrera de Jurisprudencia, para después buscar se publicara como libro de texto, siguiendo los alentadores consejos de algunos de sus amigos Abogados.
La primera edición está fechada en 1857, y según el Prólogo firmado por A. Florentino Mercado, en México, el 1º de septiembre de 1857, cien ejemplares los pagó el Presidente Ignacio Comonfort, cien ejemplares el “Gobernador de Guadalajara” Anastasio Parrodi, y “veinte y tantos” el gobernador de Guanajuato Manuel Doblado. Hoy, esperamos que el meritorio esfuerzo de mi amigo José Herrera Peña logre varios miles de ejemplares que puedan circular y ser leídos, por cuanto mexicano quiera asomarse a una parte de nuestras raíces.

jueves, 26 de agosto de 2010

ANCLA EL SUBDESARROLLO


Nuestras las Desventajas
ANCLA EL SUBDESARROLLO
                                                                                 
            México se afecta si llueve, y si no llueve también. El frío ataca al país, y el calor por igual. Esto significa que la mayoría de los mexicanos sufren las contingencias del clima, sea el que sea.
            O lo que es lo mismo, somos un país subdesarrollado, endémico, con pésima organización social, al no estar preparado para obtener provecho de todo, sino a la inversa, estamos a merced de lo que se presente, siempre en nuestro eterno papel de víctimas.
            Si estuviésemos capacitados para aprovechar la gran cantidad de agua de lluvia que este año 2010 nos ha obsequiado, tendríamos presas, represas, aljibes, depósitos y recipientes suficientes para almacenarla, y aprovecharla para satisfacer infinidad de necesidades.
            Pero al no tener infraestructura de desarrollo ni en todo el territorio nacional, ni en cada entidad federativa ni en cada municipio ni en todas las ciudades, ni siquiera en cada edificio ni en cada casa habitación, la abundante y torrencial agua se pierde en la masa salobre del mar, sin haber auxiliado al desarrollo de México.
            Lo mismo nos pasa con las secas, o con el frío y el calor. Nuestro subdesarrollo nos impide sacarles ventaja a cuanto nos llegue; y lo que se nos presenta, termina por vencernos.
            Empero, si nuestro subdesarrollo opera ante los fenómenos naturales de forma tan devastadora, en los fenómenos sociales el subdesarrollo trabaja grotesca, criminal, y canallescamente. Obsérvese, como ejemplo, lo que le está aconteciendo a Mexicana de Aviación, compañía aérea símbolo de nuestro país, con cerca de 90 años de existencia.
            El mismísimo secretario del Trabajo y Previsión Social Javier Lozano Alarcón acepta lo argumentado por los trabajadores de esa empresa, ahora privatizada: “La administración de Mexicana dañó a propósito a la empresa, sustrayéndole recursos para ponerla artificialmente al borde la quiebra, y poder eliminar sus contratos colectivos de trabajo”.
            Y ese procedimiento lo conoce muy bien el secretario Lozano, pues es el mismo que ha venido utilizando el gobierno federal con Petróleos Mexicanos, con el Instituto Mexicano del Seguro Social, con Comisión Federal de Electricidad, con Luz y Fuerza del Centro, con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, desangrándolos hasta ponerlos casi en la quiebra, con el fin de privatizarlos, y bajar el nivel de salarios y prestaciones.
            Así que ahora, siguiendo sus lecciones, a quien el gobierno vendió Mexicana de Aviación no ha hecho más que imitar sus pasos, mostrando el alumno y el maestro un subdesarrollo que está tipificado como delito conforme a los artículos 1004 al 1010 de la Ley Federal del Trabajo, además de los correspondientes al Código Penal Federal.
            Más cuando esos voraces dueños, que condujeron ficticiamente a la quiebra a esa compañía de aviación, dicen haber vendido ya el 95% de las acciones a otra compañía llamada Grupo Tenedora K, que nadie sabe decir quiénes la integran. No debe olvidarse que el 5%  de dichas acciones las tiene la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación de México (ASPA), pero tampoco debemos dejar de lado el estarnos preparando constantemente para desanclarnos del subdesarrollo, a efecto de que hasta a lo pésimo le saquemos ventajas.

lunes, 23 de agosto de 2010

FESTEJAR NO ES GASTAR

Algo para el Bicentenario
FESTEJAR NO ES GASTAR

El artículo de Jacobo Zabludovsky, titulado Cancele, Don Felipe, y publicado el mes de julio próximo anterior en El Universal, fue leído por mí porque más de diez amistades me lo enviaron al través de correo electrónico, calificándolo de excelente.
En esencia, ese ameritado periodista nos describe con su atractivo estilo como el gobierno mexicano “en medio del desbarajuste prepara los eventos más disparatados y costosos dizque para celebrar las fechas patrias”.
Nos informa Jacobo que sólo en mojigangas nuestras autoridades erogaran del erario la cantidad exacta, sin licitación cual ninguna, de $2,971.000.000.00 dos mil novecientos setenta y un millones de pesos. De ser cierto esto, frente a un pueblo desempleado y en la pobreza, es tan grotesco como inaudito.
Cerca de un mes después de esa denuncia, y de esa petición al Presidente Felipe Calderón Hinojosa para que cancelara los dispendios, el secretario de Educación Pública Alfonso Lujambio Irazábal pronunció un discurso como coordinador de estos carísimos festejos, en donde fundamentalmente manifestó que “festejar el bicentenario no es un desperdicio… Desperdicio sería no festejar durante el año 2010 el Bicentenario de nuestra Independencia, omisión que nos reclamarían las próximas generaciones… ante ello se revela todo un estado de ánimo, a veces una mezquindad entre los mexicanos, pero la mayoría aplastante estamos convencidos que tenemos mucho que festejar… nuestro ser, nuestra cultura”.
Todo eso lo externó ante la presencia de su invitado especial, el embajador de los Estados Unidos de América en México, Carlos Pascual, frente a quien agregó: “este 15 de septiembre vayamos a una fiesta, a una gran fiesta que nunca olviden nuestros hijos”.
Curiosamente casi repitió una frase del Presidente Porfirio Díaz Mori sobre el Centenario de la Independencia de México en 1910: “Estas fiestas nunca las olvidarán nuestros hijos, y las generaciones por venir”. Y fue cierto, nunca las hemos olvidado, pues fueron gotas que derramaron un vaso que terminó reventando.
En realidad, el planteamiento de Zabludovsky parece que no lo entendió el gobierno, o lo deformó el secretario Lujambio por un interés oculto y no confeso. De lo que se trata es de festejar en grande el Bicentenario de la Independencia de México en relación a España, pero sin gastar en mojigangas cerca de tres mil millones de pesos, o en gastos absurdos similares, y sin licitarlos legalmente.
La mezquindad tiene muchas conceptualizaciones, al igual que variadas formas de manifestarse: pobre, necesitado, falto de lo necesario; avaro, tacaño; pequeño, escaso, miserable; falto de generosidad y de sentimientos nobles; una verruga que sale por lo general en las manos. Y la generosidad y los sentimientos nobles se perciben en los que no derrochan el dinero ajeno, en aquellos que no gastan el presupuesto público en mojigangas de 3 mil millones de pesos, o en erogaciones escandalosas sin utilidad para el pueblo.
Lo que deseamos la mayoría de los mexicanos es festejar al nivel de nuestras posibilidades; y nuestro ánimo está desde ahora enardecido y enhiesto para seguir luchando por nuestra Independencia en contra de cualquier país que haya ocupada el sitio de la Corona Española en este siglo XXI, entendiendo que la independencia es inseparable de la libertad, del empleo pleno, de la sana distribución de la riqueza, de la seguridad pública, y de la justicia.
Que no se preocupe el secretario Alonso Lujambio por el supuesto desánimo del pueblo, ya que el único con razón preocupado es el pueblo, por los desaciertos del gobierno.

miércoles, 18 de agosto de 2010

RECURSO DE LOS INCAPACES


Insultar
RECURSO DE LOS INCAPACES
                                  
            La diatriba se inscribe en la razón de la fuerza; por miedo, por coraje, por incapacidad, los seres humanos lanzamos insultos. En tal esquema se encuadran las injurias expresadas por el Cardenal y Arzobispo de la Iglesia Católica Juan Sandoval Íñiguez, y dirigidas en contra de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del jefe de Gobierno del Distrito Federal.
            Completo la idea anterior. También la ineptitud genera las majaderías que se le indilgan a Sandoval Íñiguez, ya que para cubrir nuestra incompetencia cerebral se remiten ofensas a quien ejerce como nuestro contendiente.
            El Cardenal Sandoval Íñiguez espetó hace unos días que “a los Ministros de la Corte… a esos señores… los tiene maiceados el jefe del Distrito Federal, ese señor Ebrard… y los hizo aprobar algo tan absurdo como el matrimonio entre homosexuales y su derecho a adoptar hijos…
            E independientemente de las limitantes Constitucionales para los ministros de los cultos religiosos, al no permitirles que se opongan a las leyes del país y a las instituciones, la virulenta reacción de Sandoval no es la que corresponde a la de un ser humano conciliado consigo mismo y con su medio, menos a un alto dignatario de una iglesia respetable.
            No siempre la forma es fondo, pero en este caso sí; y el hecho de que uno de los llamados príncipes de la Iglesia Católica en México, descienda a no externar razones, sino a soltar ultrajes, ni le ayuda al país ni a la iglesia que representa ni a él mismo.
            No olvidemos que aquí, como en otras naciones, se “maicea” a ciertos animales; pero, si se trata de que el cardenal tenga noticia cierta de un soborno, y en sus manos se encuentran pruebas suficientes para demostrarlo, entonces la razón jurídica puede asistirle y, en este caso, sobran y hacen daño los escarnios por él utilizados.
            Es obvio que, también, los improperios que ha recibido el arzobispo Sandoval salen sobrando cuando se tiene la fuerza de la razón. Algunos le han dado por respuesta: “viejo fascista”, “sujeto falto de calidad moral”, “delincuente clerical”, y algunas otras lindeces. ¿Qué puede aportar todo este lodo, toda esta basura de palabras hirientes, a las soluciones que urgen ante los graves problemas que tiene México?
            Lo mejor sería que con toda sensatez, y altura de miras, se utilizaran los instrumentos, los procedimientos, y los Órganos Jurisdiccionales, para dirimir la satisfacción a intereses controvertidos, aún en el caso de este intercambio de agravios palabreros.
            Total, el insultar únicamente es un recurso de incapaces, y nuestro país se encuentra urgido de gente capaz en todos los cargos y en todos los sectores y áreas. No insistan en la disputa majadera.
            El fondo es otro, y debemos de cambiar opiniones serias y razonadas sobre si no estamos confundiendo la avanzada y el progreso, lo revolucionario y lo democrático, con los síntomas de descomposición social que estamos padeciendo.

lunes, 16 de agosto de 2010

VIDA A PLENITUD


La Maestra Miaja
VIDA A PLENITUD
                                                                                 
            El domingo próximo pasado recibimos, Rosenda y yo, la noticia dolorosa sobre la muerte de la maestra María Luisa Miaja Isaac. De inmediato consultamos respecto al lugar en dónde se celebraban las exequias, y se nos informó que tres días antes se llevó a cabo la ceremonia del adiós.
            Esa incomunicación que la ciudad de Morelia actualmente ha generado nos deshumaniza a todos. En los años sesentas del siglo XX, cuando iniciamos una amistad que siempre nos ha sido grata con la familia de Alfonso Álvarez Barreiro, la mayor parte de los morelianos nos veíamos, mañana, tarde y noche, en la Calle Real o Avenida Madero, y nos deseábamos, respectivamente, buenos días, buenas tardes, y buenas noches; mientras que hoy, a gente que uno quiere, deja de verla por años, o ya no la ve, y le dan retrasada noticia de su muerte.
            Con el paso de los años, los sobrevivientes nos damos cuenta que lo más veloz de la vida es el tiempo, y que para morirse lo único que se requiere es estar vivo. Así que la defunción de la maestra Miaja no fue sorpresa, máxime que Don Alfonso, a nuestro saludo y pedido telefónico, nos daba noticia frecuente del desarrollo del padecimiento de María Luisa.
            Ella y él, María Luisa Miaja y Alfonso Álvarez, fueron, son, y seguirán siendo, gente de bien, pareja que formó a una respetable familia, con ideas liberales y socialistas de vanguardia, sin demagogias, pero con gran eficacia, siempre congruentes, trabajadores, honorables y capaces. La maestra, ahora, en su modalidad de fenecida; él, como el afectado longevo que tiene que soportar la ausencia.
            María Luisa Miaja de Álvarez Barreiro formó a decenas de generaciones que pasaron por las aulas de la Secundaría Federal número Uno en esta ciudad, no sólo en las asignaturas que impartió, sino que siempre proporcionó un plus de cultura en todos los órdenes a sus alumnos.
            Los impulsaba a que se expresaran, hablaran, escribieran y publicaran en el periódico mural de la institución, organizó una revista, los inquietaba a estudiar idiomas, formaba células de estudio, mesas redondas de discusión y confronta, les llevaba conferencistas, exposiciones de pintura, escultura, grabados, y siempre auxilió con ejemplo y eficacia, a aquellos adolescentes, a superar las desigualdades culturales entre el hombre y la mujer. Fue, así, una constante impulsora de la educación.
            Ya para jubilarse escribió sus memorias, titulándolas SOMBRAS Y LUCES DEL AYER; ÉXODO DE RECUERDOS. Dentro de esas vivencias, no olvidadas, ella dejó escrito: “Ante la insistencia de mis familiares más cercanos, amigos y compañeros de trabajo, me he decidido, no obstante de que con ello evoque tristes recuerdos, a escribir estas líneas sobre mis pasos por la vida. Quiero imprimirlas tal como salen de mi cerebro, sin adornos literarios, sino con la limpieza del recuerdo de aquella época que, a pesar de los años, no he podido olvidar.- Mi relato en parte se refiere a mis vivencias durante la Guerra Civil Española, pese a mi corta edad en aquel momento y no estando con los nuestros, los republicanos, sino del lado fascista donde nos tocó vivir a una parte de mi familia y a mí…
            Sus pasos por la vida siguen en nuestros recuerdos. Ella ya enfrentó su límite, y ha dejado rastro de la plenitud de su existencia. Nosotros, tenemos su ejemplo.
                       

miércoles, 11 de agosto de 2010

IMPERA LO ELECTORAL

Realidad en Distorsión
IMPERA LO ELECTORAL

Beatriz Paredes Rangel, como la presidente del Partido Revolucionario Institucional, expresó ante el Presidente Felipe Calderón Hinojosa que “no compartimos muchas de las políticas del gobierno federal… la seguridad nacional no puede ser parte de un debate maniqueo entre buenos y malos… con un perverso sentido electoral… sobre esto hemos insistido hasta la saciedad”.
Y en ese mismo foro que se realiza en el casino militar del Campo Marte en la Ciudad de México, bajo el nombre de Diálogo por la Seguridad, Jesús Ortega Martínez, presidente del Partido de la Revolución Democrática, señaló que “Hoy la Procuraduría General de la República no está siendo útil al combate al crimen organizado… Vivimos una guerra no convencional que pone en riesgo la viabilidad del Estado… y en peligro la vida de sus habitantes”.
Las anteriores notas periodísticas, firmadas por nuestra compañera Bertha Becerra, las publica la Organización Editorial Mexicana en todas sus ediciones de El Sol de México bajo el titular de “Hacen política electoral con la seguridad”.
Esta concurrencia de valiosas opiniones se da, ante una alarmante realidad distorsionada. En México se ha deformado el ejercicio de la función pública, ya que tanto el gobierno federal como los gobiernos de los Estados, o al menos el de Michoacán, hacen que todo el aparato oficial funcione con vistas a las elecciones; y por su parte, al contestarle a Beatriz, el Presidente de la República reconoció que todo es electoral.
Así que la educación, la obra pública, la seguridad, la procuración de justicia, las vías de comunicación y la comunicación misma, los recursos hidráulicos, el turismo, la política internacional, energía, todo va orientado a lo electoral, cuando los métodos e instrumentos electivos sólo deberían ser simples medios.
Nuestra deformación como país llega de arriba para abajo, del gobierno hacía la sociedad. Y estas aberraciones, en donde lo electoral se ha convertido en el epicentro de todo y de todos, las observamos hasta dentro de los mismos partidos, en donde el ex Presidente Vicente Fox Quesada declara que en materia de crimen organizado el actual sexenio anda mal, y que “durante mi sexenio no se vivían los niveles de violencia que se expresan hoy… debe legalizarse la producción, distribución y venta de drogas como una forma de golpear a los cárteles y abatir los índices de criminalidad”.
Y de inmediato el Presidente Felipe Calderón reviró afirmando que “si la lucha contra la delincuencia organizada hubiera iniciado cuatro o cinco años antes, el país estaría hoy en una mejor situación… No estoy de acuerdo con la legalización de las drogas, pero de ninguna manera me opongo a que se debata sobre ello…
Así, los mexicanos nos preguntamos, ¿quién servía o sirve más y mejor al crimen organizado, uno por omisión u otro por actos?; y, ¿lo electoral es el medio para llegar al crimen organizado, o el crimen organizado es el medio para llegar a lo electoral?
Todo lo anterior se genera por el imperio de lo electoral, aunque habrá que considerar que atrás de estas luchas se ubica una enorme ubre presupuestaria de billones de pesos del erario, pero de billones de dólares en el ejercicio del poder, y no para servir al pueblo, sino para servirse de él. ¡He aquí el móvil!

lunes, 9 de agosto de 2010

EL NAGASAKI QUE VIENE


Mensaje a Considerar
EL NAGASAKI QUE VIENE
                                                                      
            Es sabido de todos que la primera bomba atómica lanzada, y  a una población civil, fue contra Hiroshima, el 6 de agosto de 1945, y la segunda fue a Nagasaki, ambas ciudades japonesas. Se produjeron en total aproximado, y al instante, poco más de 200 mil muertos.
            El hechor fue el gobierno de los Estados Unidos de América, encabezado por el Presidente Harry S. Truman, motivado y apoyado por los grandes capitales que hacen de la guerra su mejor negocio.
            La finalidad de atacar nuclearmente a estos pueblos era la de disuadir al Imperio Japonés, ya herido de muerte, de que se rindiera en la forma más humillante, hincando al Emperador Hiro-Hito, Hijo del Sol Naciente, ante el general estadunidense Douglas MacArthur para que le entregara la espada imperial, lo que aconteció dolorosamente, para vergüenza de todos.
            Empero, ése era el propósito epidérmico, ya que una intención de mayor envergadura era el desganar al ejército ruso, bolchevique y rojo, en su brioso despliegue en la Europa Oriental, y quien triunfalmente amenazaba con devorar a Europa entera.
            Aunque si lo pensamos mejor, esos dos ataques atómicos formaban, y forman, parte de la estructura de la política estadunidense, la que tiene como eje central el designo de dominar al mundo, pues su destino es la grandeza en todos los órdenes, sin miramientos éticos de ninguna especie para los otros países.
            Y como todo imperio, su esplendor se finca en la sumisión de los demás, y este sometimiento lo obtienen aplicando la fuerza en contra de todas las naciones, por diferentes vías, con distintos sentido, y a través de diversas graduaciones.
            Actualmente el Presidente Barak Obama está siendo presionado por los mercenarios de la guerra, según la información que presentó recientemente Fidel Castro al Parlamento Cubano, para que se ataque intempestiva y nuclearmente a Irán, como castigo por su desobediencia.
            Los consejeros belicosos valoran que saliendo el ejército americano de Iraq, puede darse el bombardeo a Irán, sin mucho costo y en segundos, aprovechando de pasadita otro ataque atómico a Corea del Norte, y a Afganistán, para concluir “rápido y limpiamente” ese trabajo.
            Con voz muy recompuesta, y con la agudeza talentosa de siempre, Fidel Castro hace un llamado al Presidente Obama para que no cometa esa torpeza de grandes consecuencias, que evite ese conflicto a toda costa, ya que “morirían en pocos minutos ciento de millones de seres humanos en el cercano y el lejano Oriente y en toda Eurasia, al igual que en los propios Estados Unidos”.
            La invasión a Iraq, con todo y sus consecuencias hasta el momento, se generó y se fundó en una gran mentira, el que el gobierno de Saddam Hussein estaba produciendo armas químicas ilegales; falsedad que el propio gobierno gringo reconoce ahora.
            La guerra atómica contra Irán se basaría en que el gobierno de Teherán está intentando desarrollar armas nucleares, aseveración que califican de falsas las autoridades iraníes.
            El mensaje del ex Presidente cubano es muy preciso y aplastante, digno de consideración, ya que el Nagasaki que viene nos impactaría a todos en el planeta, por lo que debemos pedir responsabilidad, sensatez e inteligencia al Presidente Obama, como a todos los demás líderes de los países que tienen armas nucleares.


miércoles, 4 de agosto de 2010

SÓLO SUPERADA POR LA MENTIRA

Extraordinaria Locuacidad
SÓLO SUPERADA POR LA MENTIRA

Existen variadas formas de tener desinformado a un pueblo; entre muchas otras, una manera es no proporcionar dato alguno sobre algún asunto, pero otro modo consiste en inundarnos en información, para ahogarnos y confundirnos con ese atracón.
Y el México actual vive el segundo de los casos; es decir, en lo general, no carecemos de notas informativas, no estamos ayunos de noticieros ni huérfanos de periódicos y revistas, y menos nos faltan analistas profesionales u oficiosos comentaristas de internet para cada referencia informativa. Nada de esto.
Por el contrario, vivimos un constante tsunami informativo; hemos convertido al país en un estallido constante de locuacidad extraordinaria sobre los más variados temas, con las más contradictorias opiniones, con distintos intereses, con estilos formales o desparpajados, libres unos, pagados otros, pero eso sí, la gran mayoría sin la mínima responsabilidad, carentes de una reflexión que ayude a entender la realidad que se vive, y oriente con sentido positivo y eficaz, para resolver nuestro problemas.
Y, para colmo, esa asombrosa habladuría sólo es superada por la mentira constante que impera en el mundo oficial, en el privado, en el social, como parte de una subcultura que nos impide el desarrollo, y nos ancla en lo peor de nosotros mismos.
Presentaré como ejemplo de lo anterior la nota informativa de la reunión que, encabezada por el Presidente Felipe Calderón Hinojosa, se celebró en el Casino del Campo Militar Marte en la Ciudad de México la tarde-noche del lunes próximo anterior, y en donde por 4 horas se escucharon diversas opiniones sobre el grave problema de inseguridad pública que vive México.
Lo que ahí se dijo por parte de personas inteligentes que asistieron, lo desconocemos los millones de mexicanos que no asistimos al evento; sin embargo, todo lo expuesto, valioso o no, se pierde para todos en el simple bla, bla, bla, del instante, y el gobierno lo sintetiza publicitariamente de la peor manera: “El Presidente Calderón, en esta nueva etapa en la lucha por la inseguridad, hace cuatro peticiones a la sociedad en general: I.- Actuar como vigilante de todos los poderes y niveles de gobierno; II.- Participar más activamente en el observatorio ciudadano; III.- Revisar los avances del acuerdo para la seguridad, la justicia y la legalidad; y, IV.- Formular propuestas específicas, más allá del reparto de culpas”.
Y sobre esa “nueva etapa” que no tiene nada de nuevo, nos habla un Presidente que, por desgracia, ha perdido la confianza de la mayoría de los mexicanos, haciendo un llamado a una sociedad inexistente por su falta de organización, sobre tareas imposibles de cumplir, dadas las pésimas formas del sistema socioeconómico de nuestro país. Después de esto agrega el Presidente calderón: “En el gobierno no sabemos explicar que hacemos contra el narco”, y “Que se debata sobre legalización de drogas… Me opongo a la legalización de la droga”, dos expresiones que lo pintan de cuerpo entero, y que rompen con un foro de alto nivel organizado para escuchar opiniones y propuestas, con el entendimiento abierto, permeable.
Y esa información oficial se ubica para comentarios en internet, y se vienen por cientos a lanzar burlas, cuchufletas, recordatorios de mamá, majaderías con palabras gruesas; total, parece este mundo pletórico de vísceras, pero carente de cerebros; empero, cualquier ejemplo que observemos, y desde el ángulo que lo veamos, nos conduce a la misma conclusión: la locuacidad compitiendo con la mentira.

martes, 3 de agosto de 2010

SUPRIMIR EL DINERO


Reflexiones Monetarias
SUPRIMIR AL DINERO
                                                                                 
            Y si en México se decretara la eliminación del dinero, tanto en billete como en moneda, y quedara prohibida su circulación, ¿qué nos pasaría?; claro, si lo planeáramos bien, y de manera gradual.
            De inmediato tendríamos que considerar que no somos un país totalmente aislado, sino que formamos parte de una organización mundial de naciones, las cuales se encuentran asaz globalizadas.
            Esa situación mundializada nos limitaría a tomar, sin más, tan drástica medida; empero, por otra parte, ni la humanidad ha tenido siempre dinero, ni está sentenciada por nadie a que perpetuamente, hasta la eternidad, use billetes y moneda como medios y medidas de intercambio de bienes y servicios.
            Por otra parte, un país como Suecia, a través de su Banco Central, empezó a estudiar desde hace algunas semanas la posibilidad y conveniencia de eliminar su moneda. De llegar a hacerlo diría adiós a su moneda, la Corona Sueca, convirtiéndose en la primera nación actual en dar tan importante paso monetario.
            Desde luego que México no es Suecia, pero en esta próspera nación buscaríamos su experiencia, y no su modelo.
            Los actuales avances tecnológicos permiten, ya, que el dinero sea sustituido por tarjetas de crédito cada día más seguras y sofisticadas, que con su uso masivo, y bajo un rígido control, puedan seguirse por segundos los traslados de los valores en los intercambios económicos de todos los tipos; empero, no será nunca una panacea ni para todo ni para siempre.
            Así que no debemos creer que la desaparición de la moneda, en nuestro caso el peso mexicano, nos conduzca a la resolución de todos nuestros problemas. Ni siquiera resolvería todos los conflictos económicos que padecemos, acaso daría solución únicamente a algunos males monetarios, motivando efectos positivos en otras áreas, pero siempre bajo un principio innegable: en la vida todo tiene pros, y al mismo tiempo contras.
            Los pros para eliminar la moneda serían, entre otros: el que se pondría un obstáculo a toda la delincuencia con etiología económica, pues si con su acto ilícito buscan en la situación actual al dinero, al dejar de existir éste se acabaría el objetivo y el aliciente para tales actos delictivos; acabaríamos con el cuantioso gasto que se genera con la producción de monedas y billetes; provocaríamos una mayor fluidez y limpieza en todas las operaciones económicas; habría una mejor vigilancia del Estado, o del gobierno, o de la sociedad, en toda la actividad económica; y el dinero dejaría de ser un transmisor patológico de variadas enfermedades entre los seres humanos, como ya no sería un bulto incómodo en los bolsillos.
            Y las contras de suprimir la moneda serían: el generar con el tiempo otro tipo de delincuencia económica orientada ya no al dinero, sino a los bienes y servicios, en el momento que encuentren como evadir vigilancias jurídico tecnológicas; el acabar con la intimidad de nuestros manejos económicos, no sólo ante un Estado o gobierno o autoridades que pueden encontrar una posición que los convierta en controladores o dictadores, sino ante una sociedad supervisora y juzgadora, pero sobre todo frente a nuestras amistades y familiares; y la intimidad también resulta un resaltado valor para el individuo humano.
            Seguramente en este siglo XXI el dinero llegue a ser una cosa del pasado. Vale la pena que empecemos a prepararnos todos, hasta el pordioserismo de variado tipo, el comercio ambulante, el transporte cotidiano de las “paradas continuas”, el músico callejero, todos debemos saber que el sistema monetario está llegando a su fin.