LOGOS
Ante alteraciones
planetarias
¡URGEN ACCIONES
EFICACES!
El problema no es nuevo, pero a la fecha
se ha agravado acelerada y brutalmente por la actual forma tecnológica de
producir, y la masiva voracidad consumista de los humanos de nuestro tiempo.
En los cuadernos de notas del artista y
científico Leonardo da Vinci (1452-1519) encontramos su teoría sobre los
cambios de la corteza terrestre, su relación con las masas de aire que la cubren,
y la importancia de los flujos del agua.
Pero lo que me provocó a escribir sobre el
tema de cambio climático, con alteraciones planetarias, no fueron las
sugestivas percepciones de Leonardo, sino la dramática polución de la Ciudad de
México, fija en una fotografía elocuente de Germán Espinosa, de la Agencia El
Universal, que se publica en las páginas 66 y 67 del número reciente de la
Revista Siempre!
En esa foto la CDMX (otrora "la
región más transparente del aire" en palabras de Alfonso Reyes) se observa
difuminada por la envoltura de sus propias porquerías convertida en gases.
¡Qué tristeza!, responsabilidad y
preocupación, el observar que cada capital de las 31 entidades federativas
restantes le sigue con rapidez los pasos a esa mancha urbana del centro de nuestro
país, sin que nadie haga algo práctico y eficaz en cada caso real al respecto.
En ese mismo número de Siempre! Camilo
José Cela Conde aborda el problema, en una de sus atractivas "Cartas desde
Europa", recordándonos que todas las especies animales se mueven, y ahora
por el cambio climático más, y denuncia que esto no les preocupa a muchos
líderes con poder, lo que los convierte en "ignorantes peligrosos".
También en esa misma edición Humberto
Musacchio, con su escribir acertado y sólido detalla la contaminación
atmosférica de la Ciudad de México con sus "numerosas partículas
suspendidas" atiborradas "por la materia fecal que flota en el
aire", acusando a las autoridades por negar el hecho irresponsablemente,
ya que ese desastre está a la vista de millones de víctimas; y, dando las
gracias con fina ironía a los funcionarios que aseguran que ese mal se
resolverá en el 2030.
¡No hay duda!, el calor ha aumentado en
todo el mundo, y el frío también. Los casquetes polares están desapareciendo, y
acaso reacomodándose. Todo tipo de inmundicias de más de 7 mil millones de
humanos, generadas diariamente, han ensuciado al aire, a la tierra, al agua, y
a los demás seres vivos de nuestro planeta.
Y no sólo es la contaminación física,
química, biológica, material, sino que se han contagiado con ella todos los
fenómenos sociales.
Isaac Newton (1643-1727) en su tercera
ley, dejó claro que "a toda acción corresponde una reacción de igual
magnitud y dirección, pero en sentido opuesto". Con las variables correspondientes,
pero esa descripción de un fenómeno natural se ajusta a todos los fenómenos de
la vida.
Las alteraciones planetarias no son
cuentos chinos, señor Trump, y sobre ellas urgen acciones eficaces.