lunes, 1 de mayo de 2017

LOGOS
Cándidos opositores
CON AMLO COLABORAN
        "Lo que se opone apoya" es una expresión que utilizó en un momento de su vida el destacado mexicano Jesús Reyes Heroles; y no pocos, lo recuerdan por ello.
        La idea que expresa esa frase la encontramos en la Filosofía de la miseria, obra del abogado francés Pedro José Proudhon (1809-1865), al decirnos que "el movimiento ateo al oponerse al drama teológico lo apoya… como toda lucha entre atracciones opuestas…" Y ese libro concluye con el mensaje: "El sistema de contradicciones sociales se presenta como un puente mágico que se levanta sobre el río del olvido."
        El filósofo alemán Carlos Marx (1818-1884) leyó, ofendido, esa obra, y la contestó con otra titulada La miseria de la filosofía, en donde inteligentemente refutó las tesis de Proudhon, citando al final una frase de la escritora francesa George Sand (1804-1876): "Lucha o muerte, lucha sangrienta o nada; así es como se plantea inevitablemente la cuestión."
        "Lo que se opone apoya" nos dice algo, pero no todo. ¿Quién se opone?, ¿a qué se opone, o a quién se opone?, ¿en qué consiste su oposición?, ¿por qué se opone?, ¿cómo se opone?, ¿cuándo y dónde se opone? Las respuestas nos dirán si con su oposición apoya, o no.
        Si siempre, en absoluto, pensáramos que quien se opone apoya, desalentaríamos, para mal, a toda oposición.
        Al revés, también, la expresión es falsa: lo que apoya se opone.
        No olvidemos que todo juicio universal afirmativo o negativo tiende a absolutos inexistentes. Mejor digamos, a veces, lo que se opone apoya.
        Y ahora sí, una de esas veces ha vuelto a repetirse en la política mexicana. Los rabiosos ataques e injurias a Andrés Manuel López Obrador por la supuesta ilegal entrega de dinero a la morenista Eva Cadena, en lugar de haberlo reducido, lo fortalece.
        Se ve tan burdo ese montaje, como tan cerriles e ingenuas las urgentes actitudes programadas por los líderes de los más importantes partidos políticos nacionales, lanzándose contra el enemigo público número uno: AMLO.
        Algún día se van a dar cuenta de que su oposición, errónea, apoyó eficazmente al triunfo de Andrés Manuel.       
        El séquito de aplaudidores que los rodea ciega la cordura que debe de tener todo dirigente de partido, quien debe ser cabalmente honesto, y atacar con ahínco los verdaderos problemas de México, para auxiliar a resolverlos.
        Para ello, necesitan ser conocedores de las contradicciones, agudizadas, que viven todos nuestros fenómenos sociales, internos e internacionales.
        Sin embargo, puede ser que el equivocado sea yo, porque esos dirigentes de partidos nacionales quizá lo que desean, al oponerse a AMLO, es, en el fondo, colaborar para su éxito.
        Si así fuese, van por buen camino, al construirle a López Obrador el puente mágico que se levante sobre el río del olvido.
        Y conducirán a México a la lucha o muerte, a la lucha sangrienta o nada. Si ésa, para esos dirigentes de partidos políticos, es la cuestión.