El 27 de noviembre del año que
transcurre llegó a Morelia Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Crédito
Público, acompañado del director de BANOBRAS Alfredo del Mazo, y a nombre del
Presidente Enrique Peña Nieto anunció un financiamiento para Michoacán de más
de 4 mil millones de pesos.
Obvio que dicho financiamiento se
realiza a través de un banco, y esa institución bancaria es BANOBRAS, la que
seguramente entregará esa cantidad bajo un contrato que no tenga cláusulas ni
de usura ni de dureza mercantil como la demás banca acostumbra.
Todo país, a través de su gobierno, debe
tener autoridad sobre su sistema bancario. Hasta el propio Carlos Salinas de
Gortari, ex presidente de México, tan proclive al liberalismo, aunque al suyo
le llamó "liberalismo social", reconoce en su libro La década perdida, la necesidad de la
rectoría gubernativa en la banca nacional.
Recordemos que Pedro Aspe fue quien
instrumentó la privatización bancaria de México, y él mismo platicaba que tuvo
previamente una entrevista con Margaret Thatcher en la época que ésta fungía
como Primer Ministro del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte; y
ella le dijo respecto al tema: "Mire secretario, si quieren privatizar sus
bancos sólo le digo una cosa, ustedes no pueden permitir que los dos
principales bancos de su país estén en manos extranjeras porque perderían el
control del sistema de pagos y de créditos".
Y en México se extranjerizaron los
principales bancos con más ánimo liberalista que el ejercido por la propia Thatcher.
BANAMEX con capital gringo, y BANCOMER con capital español.
Por eso nos quedamos sin instrumentos
bancarios para bombear fácilmente sangre monetaria a todas las regiones,
entidades federativas, y municipios, del entero social de la Nación.
Con esa privatización y extranjerización
de nuestros principales bancos secamos las fuentes de financiamiento del
desarrollo de México. Ese error nos ha sido muy costoso.
De buena, o de mala fe, la decisión fue
torpe. La explicación oficial dada es similar a la que ahora se ofrece para la
reforma energética; lo cual debe llevarnos a pensar bien, muy bien, esa reforma
energética.
Se reconoce, desde luego, que el
reciente mensaje del secretario Videgaray, por órdenes del Presidente Peña
Nieto, es un buen augurio para Michoacán. El instrumento bombeador de dinero ya
no puede ser más que BANOBRAS, con las limitantes bancarias y de crédito que
porta tal institución.
Qué bueno que el señor secretario
Videgaray agregó: "Michoacán tiene un gran potencial, y una gran
oportunidad; empero, hoy Michoacán enfrenta un reto singular, y ese reto no
solamente es de Michoacán, es para todos los mexicanos. Hoy Michoacán está
amenazado, al igual que el Estado mexicano. Está amenazado el estado de derecho,
y enfrentamos uno de los grandes retos que tiene la Nación".
Así que todos los michoacanos y todos
los mexicanos tenemos, ante ese reto, una gran responsabilidad. ¡Cumplámosla!