domingo, 25 de abril de 2021

 LOGOS

Gobiernos pésimos

MÉXICO BAJO FUEGO

        Los bosques de México, como gran parte del país, están bajo fuego. El gobierno actual ha desarticulado, técnica y económicamente, lo poco que había para combatir los incendios forestales.

        Esperar a que lleguen las lluvias es lo más eficaz de la política oficial, actual, en esa materia.

        Acontece en los asuntos de seguridad pública algo parecido; bajo el fuego de las armas de alto poder está la vida de muchos mexicanos.

        Las balas y las llamas afectan a la existencia humana, tanto, como el covid en el desorden de la salud pública nacional.

        Todo eso es producto de los malos gobiernos que hemos padecido; y las autoridades de ahora son peores, pues las sufrimos en el presente como basura infame con poder.

        El filósofo danés Sören Kierkegaard (1813-1855) escribió en su libro Diapsalmata: “En un teatro se declaró un incendio en los bastidores. Salió el payaso a dar la noticia al público; y éste, creyendo que se trataba de un chiste, aplaudió. Repitió el mimo el mensaje, y los asistentes le aplaudieron más; así, pienso yo que perecerá la masa humana, con el júbilo populachero motivado por cabezas chistosas, y creyendo que se trata de un chiste”.

        El chistoso presidente mexicano asistió, recientemente, a la Cumbre de Líderes sobre el Clima convocada por la ONU.

        A causa de la pandemia esa reunión fue virtual. 40 líderes mundiales hablaron del tema, y formularon sus compromisos.

        Esa trascendental cumbre de líderes mundiales coincidió con la diaria conferencia llamada la mañanera, circo presidencial que, organizado a capricho del presidente mexicano, constituye lo más importante en su trabajo cotidiano.

        El presidente prefirió su mañanera, y abandonó la cumbre de líderes, faltándoles al respeto a todos los asistentes, ya que sólo se conectó al evento internacional para hacer uso de la palabra, retirándose de ella, sin escuchar a nadie.

        El presidente de México ponderó su proyecto “sembrado vida”, cuando su política ha generado centenas de miles de muertos.

        Como siempre mintió: “mi proyecto sembrando vida es el esfuerzo más grande del mundo sobre reforestación”; pero en los años 2019 y 2020 México perdió más de 350 mil hectáreas de bosque, y hoy las llamas las vemos arrasantes, y el humo de las quemas llega hasta nuestro hogar.

        Ese proyecto del presidente no es grande, es grandísimo como mentira.

        Y las enormes falsedades, aunque sean gubernativas, no las podemos exportar a Centroamérica; ni es ético recomendarlas al presidente Joe Biden de los EU como medicina contra la migración.

        El canciller mexicano Marcelo Ebrard ha dado a conocer que el 7 de mayo próximo habrá una comunicación cibernética entre la vicepresidente de EU Kamala Harris y el presidente mexicano.

        Deben de cuidar que esa entrevista virtual no sea a la hora de la mañanera, pues se corre el riesgo de que nuestro ejecutivo federal vuelva a ser majadero.

        Un consejo para EU y Kamala, todos los dólares que inviertan, adminístrenlos ustedes con mucha honradez y eficiencia. No se les ocurra dárselos al actual gobierno mexicano ni a ningún otro, pues sólo generan corrupción y más corrupción.

        Que cada dólar invertido luzca en las manos correctas, y cumpla, así, con exactitud su fin.

 


lunes, 19 de abril de 2021

 LOGOS

Golpes gorilescos

LOS DIOSES NO TIENEN TRASERO

        Beatriz Pagés con acierto asevera que “Salgado Macedonio es la esencia de lo que representa el régimen lopezobradorista”.

        Varias personas de diversas tendencias, entre las que se encuentra el senador morenista Germán Martínez, afirman que “Félix Salgado es el rostro de la 4T”.

        No hay duda de que ese Macedonio se ha convertido en personaje siniestro, sembrador de bravuconadas sin sentido, fantoche y violador, según denuncias.

        Sus supuestas violaciones son penales, y también electorales.

        El INE le aplicó a Félix (aspirante a la gubernatura de Guerrero), como a otros precandidatos, la única sanción que establecen los artículos 229 fracción 3, 445 inciso d), 456 inciso c), fracción III, de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.

        “Si un precandidato incumple la obligación de entregar su informe de ingresos y gastos de precampaña dentro del plazo establecido, y hubiese obtenido la mayoría de los votos en la consulta interna o en la asamblea respectiva, no podrá ser registrado legalmente como candidato… y si ya está hecho el registro, se cancelará.”

        ¡Ésa es la única sanción!, no hay otra.

        ¿Es excesiva? Esta pregunta es irrelevante, pues lo ordena la ley que el mismísimo Andrés Manuel López Obrador impulsó, cuando fue opositor.

        Es una sopa de su propio chocolate; y de chocolate saben todos los miembros de la familia del presidente Amlo, ya que han establecido una industria chocolatera próspera, bajo la sombra del poder.

        Pero esa legal y debida aplicación de la ley se ha convertido, para Andrés Manuel y todos sus ciegos seguidores, en un terrible agravio.

        Y como gorilas se dan golpes de pecho, con el ánimo de infundir terror en instituciones y personas; y como toros embravecidos tratan de arremeter al que se les oponga.

        Con el Tribunal Federal Electoral no tienen problemas esos supuestos agraviados; la mayoría de los magistrados que lo integran son ofuscados amlovers.

        Sin embargo, no es nada fácil para ese tribunal obsequioso, ya que reconoció oficial y públicamente que los precandidatos sancionados sí actualizaron las faltas establecidas en las hipótesis jurídicas de la ley; y esa ley, repito, tiene exclusivamente esa sanción: no registrar o perder el registro.

        ¿A quién le harán caso esos magistrados, a su dios Amlo o a la Ley?

        Y no sólo para lo electoral, sino para algo más delicado: el proyecto de nueva Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, equívocamente aprobado por el senado; donde en artículo transitorio otorgan inconstitucionalmente dos años más como presidente ministro de la SCJN a Arturo Zaldívar Lelo de la Rea, como si le pagaran un soborno o lo estuvieran cohechando.

        El cuarto párrafo del artículo 97 de nuestra Carta Magna es claro, y no pude ser reformado por un artículo transitorio, ni por el senado ni por el Congreso de la Unión, sino sólo por el Congreso Constituyente Permanente, y lo que este constituyente aprobara no puede ser retroactivo: “Cada cuatro años, el Pleno elegirá dentro de sus miembros al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cual no podrá ser reelecto para el periodo inmediato posterior.”

        Y López Obrador arteramente dijo, primero, “no sé nada, pero estoy de acuerdo con que Zaldívar siga como presidente”; y, después, confesó que él lo había propuesto.

        El jesuita del siglo XVII Caspar Wanderdrossel, personaje del que escribió el argentino Jorge Luis Borges (1899-1986), al igual que el italiano Umberto Eco (1932-2016), dijo que en un naufragio se salvó el capitán y cinco marineros. Festejaron con aguardiente su sobrevivencia en una isla. Salió el sol y fueron sorprendidos por negros guerreros. El capitán de gran estatura, atlético, blanco, barbado, rubio, de ojos azules, tomó su pistola y disparó a quien encabezaba la agresión, matándole de inmediato. Los isleños se arrodillaron sumisos ante el capitán, considerándole un dios, obsequiándole el collar y la lanza del jefe muerto. El capitán tomó los regalos. Se dio vuelta para alcanzar su ropa y vestirse, pues estaba desnudo. Al verlo de espaldas los guerreros se lanzaron en contra de él hasta matarlo, al darse cuenta de que tenía nalgas, ya que para esa tribu los dioses carecían de trasero.

        En este siglo XXI tenemos que aprender del sentido común de esos aborígenes.

        Urge saber si nuestros presidentes son dioses, o no; nos basta ver si tienen trasero, ya que hay quienes lo enseñan en cada uno de sus nocivos actos de autoridad.

 


lunes, 12 de abril de 2021

 LOGOS  

Manos de los políticos

SE LAVAN CON AGUA SUCIA

        La pandemia de covid sorprendió a México en el momento que el país padece un gobierno con política de salud muy cercana a la Edad Media: “detente maligno… un billete de dos dólares… invento de los conservadores… presidente vacunado con los baños de pueblo… anillo al dedo… toco madera”.

        Y como en la época feudal, las autoridades mexicanas no saben, a ciencia cierta, ni cuándo ni cómo ni por qué llegó, ni cuántos muertos produjo ese mal, agravado por el poder público.

        Tampoco comprenden ni vislumbran, con técnica exacta, por qué baja y sube la mortandad, la razón de sus oleadas, y la forma en que extremas temperaturas contrapuestas, o aguaceros torrenciales, llegarán a ser los liberadores naturales de ese contagio viral.

        Parte de nuestra edad media está, actualmente, en una fracción del cerebro del presidente Andrés Manuel López Obrador y, acaso, muchos mexicanos vivamos también con esa mezcla.

        Nuestra política electoral en este año 2021 también sufre, en su estructura, conductas de feudalismo salvaje, basta con ver el contubernio del presidente Amlo con Félix Salgado Macedonio.

        La forma en que opera el poder presidencial para que (con razón o sin ella) el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación se lave las manos, y regrese la papa hirviendo al Instituto Nacional Electoral, es feudal.

        Jesús Reyes Heroles, ideólogo político mexicano, afirmó con denunciadora agudeza que: “en la política hay que aprender a lavarse las manos con agua sucia”.

        Y está tan hediondo ese líquido producido al lavarse las manos López Obrador, Salgado Macedonio y el Tribunal Federal Electoral que, para el caso, el propio Reyes Heroles le hubiese aplicado al candidato guerrerense otra de sus frases: “No se olvide, donde cabeza chica se calienta, cabeza grande no piensa”, y se cometen pendejadas, las que deben castigarse.

        Al presidente las instituciones y las leyes no le valen nada, salvo las que le sirven para sus intereses de tono medieval.

        Recordemos que las instituciones y leyes del país le permitieron a Andrés Manuel llegar a la Presidencia de México, como la legislación electoral y el INE.

        Pero, ahora, el ejecutivo federal está dispuesto a destruirlos.

        La veda electoral (que nuestro derecho establece para toda autoridad) para López Obrador no existe. Sus mañaneras siguen siendo su apoteosis propagandista.

        Y con toda su publicidad el presidente cubre su impericia, su pudrición y los fracasos de su obradorato.

        Con todo y los equívocos presidenciales, vivimos en un renacimiento avanzado, pero cargamos con un feudalismo autócrata enarbolado por Andrés Manuel López Obrador.

        Toda su fuerza dictatorial se ha descargado contra el INE, realizándose, como se esperaba, una elección de Estado. La edad media mexicana no se ha ido del todo.

        López Obrador prometió acabar con la pobreza, y ha generado 10 millones más de pobres.

        Ofreció Andrés Manuel subir en su primer año, de ejercicio presidencial, nuestro producto interno bruto a más un 8%; y a poco más de dos años de su gobierno lo derrumbó a cerca de menos 9%.

        Amlo dio su palabra de que en su primer año de gobierno iba a generar un millón de empleos; y en sus cerca de 28 meses de administración se han perdido 12 millones de plazas laborales.

        Observemos, ¿cuánto ha subido el litro de la gasolina?; y aseguró el presidente que no habría gasolinazos.

        ¿Cuánto te cuesta ahora, estimado lector, la tortilla, pan, leche, huevo, frijol, y todos los demás alimentos básicos? Y la carestía crece, y se nos viene encima.

        Mientras la población sufre, desde el palacio del presidente feudal se siguen manipulando sus promesas y, curiosamente, cada mañana con el mismo montaje; y con ese montaje repetido, el mismo discurso.

 


lunes, 5 de abril de 2021

 LOGOS

A todo autoritarismo

CORTARLE LAS ALAS

        Millones de mexicanos estamos en contra de Andrés Manuel López Obrador, al percatarnos que constantemente miente en su carácter de presidente de México.

        Muchas de sus falsedades son directas y precisas, y quienes

somos libres las hemos venido señalando.

        Pero otras de sus hipocresías son indirectas y distractoras; por ejemplo, al defender a su colaboradora Sanjuana Martínez Montemayor, directora de Notimex, de los señalamientos del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América.

        Ese informe oficial, de uso interno para aquel país, suscrito por el secretario Anthony Blinken, indica al respecto que: “… los periodistas que asisten a la conferencia de prensa mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador y le hacen cuestionamientos difíciles son víctimas de ataques”.

        Esas acometidas, de diferentes graduaciones, han ubicado a México en 2019 y 2020 como “el país con el mayor número de periodistas asesinados en el mundo”, según datos del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés).

        Así, Sanjuana Martínez resulta supuesta violadora de derechos humanos. Puntualmente le señalan sus actos de autoridad, vulneradores de garantías fundamentales, en registro estadunidense abierto a todo público.

        Andrés Manuel, sabedor de esos actos infringidores de su colaboradora, en lugar de investigar todas y cada una de esas supuestas o reales conductas ilícitas de Sanjuana, y poner remedio como lo ha pedido Artículo 19, en su caso, o hacer público la inexistencia de tales violaciones, se pone, nada más, a descalificar a esa organización y al gobierno de EU.

        López Obrador siempre sale por peteneras, como dicen en la fiesta brava. Le huye al problema. Si le están diciendo que Sanjuana es violadora de derechos humanos, y nada contesta sobre esto, está aceptando las inconstitucionalidades de su designada, independientemente de que el gobierno gringo esté descalificado o no, al igual que Artículo 19.

        Lo mismo cuando lanza ataques contra los periodistas Carlos Loret de Mola y Brozo, afirmando que Latinus tiene como dueños a Silvano y a Madrazo.

        Pero nada dice sobre el mensaje de fondo que llevan esos trabajos certeros y atractivos; reflexiones serias y graciosas que se convirtieron en una de las más eficaces oposiciones al autoritarismo de Amlo en México.

        También, López Obrador evadió el asunto principal denunciado por el presidente de El Salvador Nayib Bukele, quien formuló denuncia precisa sobre el asesinato de la salvadoreña Victoria Esperanza Salazar en manos de la policía de Tulum, Quintana Roo, en donde hay enredos de intereses encubiertos nada limpios.

        Pero el presidente Andrés Manuel, en lugar de seguir la pista del lamentable homicidio, arrojó a sus hordas cibernéticas, ciegas y majaderas, en contra del presidente centroamericano; sin necesidad alguna, ya que a la familia de la asesinada le dieron trato jurídico normal, y a Bukele nada le importa ese arrebatado dispositivo de Amlo.

        Total, muchos mexicanos estamos contra la ineptitud de López Obrador.

        Queremos acabar con la corrupción, y hasta con la corruptela promovida por Amlo.

        Deseamos terminar con la inseguridad pública y el crimen organizado, porque Amlo los ha acrecentado

        Exigimos una política de salud pública plena y eficaz, pues reprobamos las torpezas de Amlo, provocadoras de la muerte de cerca de medio millón de mexicanos y de la catástrofe que se nos viene por el desabasto de medicamentos.

        Necesitamos trabajar, producir más y mejor; distribuir lo producido con mayor justicia, porque con Amlo ni hay trabajo ni producción ni sana justicia distributiva.

        Urge buena educación para todos; y al autoritarismo del presidente Andrés Manuel López Obrador, y a todo autoritarismo, es urgente cortarles las alas, de una vez por todas, a golpe de votos.