miércoles, 29 de septiembre de 2010

EXPLORACIÓN DE LOS SIGNIFICADOS

Narco-Insurgencia
EXPLORACIÓN DE LOS SIGNIFICADOS
                                                       
         Hace tres semanas que los medios masivos de comunicación del mundo dieron a conocer lo externado por Hillary Clinton, secretaria de Estado: “Nos preocupa la narco-insurgencia que se está dando en México”.
         Dos días después de esas declaraciones, su jefe, el Presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, desmentía tan aterradora declaración: “México es un país de gran solidez, en donde hay gobernabilidad, y no insurgencia”.
         La declaración tajante del Presidente Obama, enmendándole la plana a su colaboradora, en forma pública, y en su propia presencia, nos infundió tranquilidad; empero, muy pronto nos han vuelto a inquietar noticias gubernativas que provienen de los EU.
         Un reporte firmado por varios investigadores que trabajan en el Centro para una Nueva seguridad Estadunidense asegura que: “Cárteles mexicanos son ejemplo regional de la insurgencia criminal que se vive en este siglo XXI… su estructura es antigubernamental, sus tácticas tienen el estilo de soldados que forman en las fuerzas armadas, independientemente que han penetrado las estructuras del propio gobierno, teniendo, incluso, capacidad de decisión en los procesos electivos de los tres niveles gubernativos…
         Las firmas más conocidas que avalan lo anteriormente transcrito son: Bob Killebrew, Jennifer Bernal, y John Sullivan. El día de ayer su informe fue conocido en todo el planeta.
         Curiosamente, también el día de ayer el embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, dijo que “no importa el término con el que se quiera definir la violencia que ejercen los grupos de la delincuencia en México, sino que la atención de las autoridades debe centrarse en el nivel que ha alcanzado el fenómeno… los delincuentes han enfocado sus acciones violentas en contra de las autoridades del país”.
         Y al igual, sus conceptos permearon por todas las naciones, elevando los niveles de alarma. Lo anterior provocó que le preguntaran: “Entonces, ¿en México cabe la posibilidad de que exista un fenómeno de narco-insurgencia?”; a lo que respondió el embajador estadounidense: “no es importante el nombre de las acciones que acontecen, sino el trabajo que se hace para contenerlas”, evitando decir sí, al restarle importancia a la enfermedad, para subrayar el valor de la medicina recetada por el gobierno estadunidense.
         Y ante todo ello, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa aseguró que: “México es una nación con cimientos muy sólidos de unidad e identidad… Los mexicanos tenemos una identidad bien mexicana y todos nos reconocemos en la Bandera, en la historia y a todos se nos llena el pecho y el alma de decir: México… y por eso, este país es más grande que otras naciones”.
         Se puede observar en todo lo organizado por el gobierno de los EU, y después publicitado tan masivamente, que algo trama en relación a nuestro país, cercanas las elecciones de 2011 y del 2012. Y el término de “insurgencia”, tan significativo en este año, lo utilizan con mucho filo y en juego de carambola de tres bandas
         Nosotros, los mexicanos, debemos ser muy cuidadosos en el pensar, en el decir, en el hacer, al explorar esos significados, más el día de hoy, al recordar a un gran insurgente: José María Morelos y Pavón, quien en su grandeza fue humilde, y quien sigue siendo el mejor de nosotros.


martes, 28 de septiembre de 2010

J. JESÚS AGUILAR FERREIRA

Padre y Maestro
J. JESÚS AGUILAR FERREIRA
                                                                                 
            El 29 de septiembre del 1910 una mujer campesina de nombre Sabina Ferreira dio a luz a un niño en el Rancho de Jerécuaro, Municipio de Morelia. A aquel chiquillo le pusieron por nombre el mismo que portaba su padre: José Jesús Aguilar; y el lugar donde nació, a distancia de 100 años, ha decrecido. De 7 casas de adobe sólo quedan 5 en pié, eso sí, sigue el poblado en el mismo sitio geográfico de su origen, la suave ladera poniente del cerro llamado El Quinceo, la más hermosa de las montañas que circundan a la capital de Michoacán, ya que cubre con toda elegancia el grato horizonte neoclásico noreste visto a partir de nuestra catedral barroca.
            Aquel niño llegó a Morelia, con su familia, a los pocos años de advenir al mundo. Vinieron como víctimas de la violencia de aquellos tiempos, cargando el cadáver de un tío, y aquí se quedaron para siempre.
            Con el paso del tiempo ese infante fue conocido como J. Jesús Aguilar Ferreira, quien con gran esfuerzo y honrado trabajo estudió hasta obtener la Licenciatura en Derecho, después de haber realizado, por años, estudios en el Seminario de Morelia.
            Casó en 1933 con una joven moreliana de nombre María de los Ángeles Cortés Guijarro, procreando la pareja a 8 hijos, e imponiéndome la existencia, como su cuarta creación, en un otoño en el segundo año de la década de los cuarentas.
            Así que mi padre para el día de mañana estará cumpliendo los 100 años de su existencia, la que ha dedicado al pleno ejercicio de su profesión, como maestro, como juez, y como abogado postulante.
            Sus hijos hemos tenido la dicha de gozarlo como padre y como maestro. En mi caso, tuve la fortuna de aprender de él, entre otras muchas cosas, las Etimologías Grecolatinas, y la Introducción al Estudio del Derecho; la primera en el Primitivo y Nacional Colegio de San Nicolás de Hidalgo; y la segunda de las materias citadas en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Michoacana.
            Empero, sus enseñanzas las obtuvimos tanto en las aulas como en su despacho jurídico y, si fuera poco, en el mismo seno del hogar, en donde de manera práctica captamos la existencia de los valores, y en donde se nos forjó la capacidad para apreciar el imprescindible mundo de la axiología.  
            Nos enorgullece que su vida haya sido cabal, plena, y productiva. A sus cien años se vale por sí mismo, y aunque menguada, como es natural, su lucidez no lo ha dejado, a grado tal que seguimos buscando sus consejos, obteniendo de él, siempre, la generosidad constante de su auxilio.
            Es verdad que el paso de los años a todos nos afecta; sin embargo, en el caso del padre y maestro J. Jesús Aguilar Ferreira, la suma de sus lustros y sus décadas lo ha convertido en más paciente, tolerante y dulce, le ha refinado su humanismo.
            Nuestro gusto por la Grecia, la Roma, y la Francia, de él nos llegó. El amor por México lo obtuvimos por las dos vías, la materna y la paterna. Hace ya cerca de 20 años celebramos la ceremonia del adiós con nuestra madre; mañana celebraremos la ceremonia de la vida con nuestro padre y nuestro maestro. ¡Qué privilegio!
             

miércoles, 22 de septiembre de 2010

DE CARA AL FUTURO

Deber sin Ton ni Son
DE CARA AL FUTURO
                                                                                 
            Existe en los michoacanos una clara preocupación por el altísimo y peligroso endeudamiento a que ha llegado el gobierno del Estado, más cuando no se encuentra a la vista en qué se han aplicado tantos miles de millones de pesos.
            En la información que proporciona la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, bajo el título de “OBLIGACIONES FINANCIERAS DE ENTIDADES FEDERATIVAS Y MUNICIPIOS”, se puede observar que al finalizar el sexenio de Víctor Manuel Tinoco Rubí, como gobernador de Michoacán, éste dejó una deuda de 180 millones de pesos, en números cerrados, reduciendo la deuda que se venía arrastrando de poco más de 200 millones.
            A partir de ahí las cuentas han sido tan confusas, en las dos administraciones siguientes, que no se sabe con toda exactitud a cuánto asciende el adeudo de todos los michoacanos a este día que transcurre.
            Unos indican que son 12 mil millones de pesos, otros que son 14 mil millones de pesos, algunos expresan que son 18 mil millones de pesos, las tres cifras citadas en números cerrados.
            Empero, de 180 millones a 12 mil millones de pesos hay una gran diferencia, más aún cuando de todos los sexenios anteriores, incluidos desde luego los de la segunda mitad del siglo XX, se observan obras públicas, y mejor administración, que las que pueden presentar los gobiernos adictos a las deudas sin ton ni son.
            Por mi parte considero que lo mejor es no deber. Me parecen finanzas más sanas las que se ejercen sobre la base de que nunca debe gastarse más, de lo que tiene uno como ingreso.
            Obvio que quienes gustan de endeudarse, o de endeudar a los otros, construyen frases para justificar sus conductas: “Hay que hacer lo que se deba, aunque se deba lo que se haga”; “El preocupado debe ser el que presta, no el que debe”; “Debo, luego existo”; “Quien no debe, no bebe”; “Hay que vivir de prestado, que nadie nos quitará lo bailado”; “yo gasto, el que venga atrás que pague”; y así se desgranan los dicharachos que, con pretensión filosófica, explican la irresponsabilidad de los endeudados.
            Claro que hay gobernadores que cortan listones, gozan de los inauguraciones, salen en las fotos como los autores de las obras, ponen enormes placas con su nombre; mientras los gobernadores que les siguen tienen que pagar todos aquellos festines.
            Es cierto, también, que si a alguien le prestan un millón de pesos sin pagar ningún interés, o paga un interés más bajo que las ganancias que pueda obtener con la inversión de aquel préstamo, mal haría en no utilizar el millón prestado.
            Por otra parte, existen funcionarios públicos a quienes el dinero les luce, por su honradez, su capacidad de inversión, y porque al dinero le agregan trabajo organizado; en contra partida hay tontejos a quienes se les puede inundar con decenas de miles de millones de pesos, y sólo harán decenas de miles de millones de tontejadas.
            Pero, en fin, lo importante ahora es informar con la verdad tanto al Congreso del Estado como al pueblo de Michoacán, para saber de que dimensiones es ese catarrito o ese cáncer, esas presiones financieras o esa quiebra, y buscar con inteligencia eficaz, con talento eficiente, la manera de resolver el mal manejo financiero.
            Todo de cara al futuro, hasta el ejercicio de la acción penal si fuese necesario, todo para el rediseño económico financiero de Michoacán.

lunes, 20 de septiembre de 2010

EL PAPA EN GRAN BRETAÑA

Dolor y Vergüenza
EL PAPA EN GRAN BRETAÑA
                                                                                 
            Los cuatro países que integran al Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte tienen por religión oficial la anglicana, una fuerte rama del protestantismo que tiene como máximo jerarca al monarca en turno de ese Reino.
            Por ende, hoy por hoy, tanto Irlanda del Norte como Gales, Escocia e Inglaterra, tienen a la jefe de Estado, y guía espiritual, de mayor antigüedad en su cargo y en sus funciones: Isabel II, quien cumple en el ejercicio de su poder 58 años, 7 meses, con 15 días, y a quien se le ve deseos y fuerza para proseguir en su mandato, príncipe Carlos de por medio.
            Al parecer, en ese reino, la religión católica ocupa un tercer lugar en cuanto preferencias. De un poco más de 61 millones de habitantes, el 65% dice ser cristiano protestante; el 21% se califica sin ninguna religión; el 7% se declara católico, y el resto se divide en diversas religiones orientales. Esto según los datos publicitados por el Estudio Británico de Actitudes Sociales del año 2007.
            Sin embargo, aparte de esos datos fríos, en la Gran Bretaña existe un porcentaje de activos anticatólicos superior a los católicos, lo que hizo que la reciente visita del Papa Benedicto XVI a esa isla británica tuviera un caluroso riesgo provocativo y peligroso.
            Los grandes y numerosos carteles llegaron a ser insultantes: monjas embarazadas de más de ocho meses anunciando preservativos; sacerdotes católicos abrazadas y besuqueándose, para anunciar pastas dentales; monjes persiguiendo a niños para inducirlos a las buenas costumbres. Todo esto tuvo que soportarlo con humildad, pero formulando razonamientos aceptables, el Pontífice Romano.
            Además, la policía británica tuvo que realizar decenas de detenciones preventivas, y por tentativas de actos delictivos consignó a algunas personas ante órganos jurisdiccionales, durante y por la vista papal.
            Debe recordarse que en Gran Bretaña el catolicismo en el 2007 inició una reactivación en sus labores proselitistas, logrando, incluso, la conversión a esa creencia de los anglicanos Tony Blair, su esposa y sus cuatro hijos, recién concluido el mandato del primero como Primer Ministro de la Gran Bretaña.
            Unido a lo anterior, desde el rompimiento entre Inglaterra y el Papa, hace aproximadamente cuatro siglos, es la primera vez que se admite la visita del Obispo de Roma en su calidad de jefe de Estado, ya que la estancia de Juan Pablo II en esa gran isla sólo fue como invitado de la comunidad católica británica.
            En cambio ahora, al Papa Benedicto XVI le tuvieron todas las atenciones oficiales posibles, por parte de la Reina Isabel II, del Primer Ministro David Cameron, de Su Gracia, el arzobispo de Canterbury y de los obispos de la Iglesia de Inglaterra; y, algo más, fue invitado a hablar en la prestigiada tribuna de las dos cámaras del Parlamento, en el histórico recinto de Westminster Hall.
            Celebró misa ante cerca de 60 mil católicos británicos, y beatificó personalmente a “un gran hijo de Inglaterra, al cardenal John Henry Newman”; y en diversas intervenciones señaló conceptos destacables: “confieso tener miedo y vergüenza por los errores y abusos de miembros de la Iglesia Católica… la Santa Sede cooperará para el desarrollo internacional, el cuidado del medio ambiente y la construcción de una sociedad civil, plural, con un renovado sentido de valores compartidos y metas comunes”.
            Lo anterior tendrá consecuencias positivas para la Comunidad Europea, y será un ejemplo para el mundo católico, incluido México, con su alto clero, a veces tan ajeno a la humildad.

jueves, 16 de septiembre de 2010

ALIANZAS ATERRADAS POR PEÑA

Peña temeroso por Alianzas
ALIANZAS ATERRADAS POR PEÑA
                                                                      
            Cuando la atmósfera del país se carga de miedos, éstos infectan a todos; sin embargo, siempre hay personas que, con carácter y talento, saben manejar y superar sus temores.
            En las empobrecidas áreas de la actual política electoral mexicana, dos partidos ideológicamente irreconciliables y opuestos, el PRD y el PAN, han andado a últimas fechas de la manita, en un amasiato práctico, pero en el fondo ilegal, y más al fondo falto de ética.
            Habilidosamente les funcionó para castigar, en elecciones recientes, a dos desprestigiados gobernadores priístas, uno de Oaxaca y otro de Puebla, y para aventajar en Sinaloa, en virtud de otras causas.
            En realidad, en esos tres Estados de la República, en contra de un PRI dividido, hubo una triple alianza: PAN, PRD, y la parte resentida del PRI. Acción Nacional y los de la Revolución Democrática pusieron sus siglas, sus votos, y los dineros que les llegan por diferentes vías, unas a la vista y autorizadas en presupuestos oficiales, y otras subterráneas y vergonzantes, y la parte resentida del PRI puso a los candidatos triunfantes.
            No pocos mexicanos vieron con satisfacción el escarmiento impuesto a los impopulares gobernadores ya citados, pero saben, y les preocupa, que la alianza sancionadora puede resultar peor que las faltas de los malquistos gobernantes.
            Obvio que no todas las alianzas son malas, ni perversas ni criminales ni ilícitas ni inmorales. Claro está que existen alianzas ilegales, faltas de ética, dedicadas a cometer delitos, mal intencionadas, y perversas. De todo tipo de alianzas hay, y juzgo innecesario poner ejemplos de cada una de ellas.
            Empero, en materia de partidos políticos, y en relación a su naturaleza, por la función legal que desempeñan, a los contribuyentes nos cuestan cientos de miles de millones de pesos, para que sirvan como lo instrumentos electorales intermedios entre los ciudadanos y aquella parte del poder público que es electa, de manera directa, o indirecta, en su caso.
            Y deben representar, cada uno de los partidos políticos, a un sector de la población, a través de sus documentos básicos: la Declaración de Principios; el Programa de Acción; y, los Estatutos. Pero si todos los partidos se aliaran, ya tendríamos un partido único, no tendríamos tantos gastos, pero tampoco tendríamos de esas opciones que se califican de democráticas. Si se aliaran partidos con documentos básicos opuestos, carecerían de sentido ambos, puesto que dejarían de cumplir con sus deberes. Y mal haríamos los mexicanos en mantener a un partido político que no represente a nadie, o que no acepte las reglas del sistema electoral para el que fue creado.
            Absurdamente ensoberbecidos el PAN y el PRD por los resultados, no cabalmente comprendidos por ellos, de su reciente alianza, y teniéndole temor a que gane el PRI con Enrique Peña Nieto la Presidencia de México para el 2012, urdieron aliarse en su contra en la elección para gobernador del Estado de México en el 2011. Su proyectada alianza, con candidato único, era producto de su descomunal  temor a que gane el PRI y Peña Nieto.
            Y ahora que el Congreso del Estado de México aprobó la desaparición de la figura de “candidatura única”, el PRD y el PAN acusan al PRI y a Peña Nieto de temer a las alianzas, cuando éstas no se prohíben. Como se puede observar, todo esto es un enredo de miedos, en donde parece grotesco que se acusen de lo mismo que padecen.

lunes, 13 de septiembre de 2010

CONDUCEN A LA HISTORIA

Sí o No
CONDUCEN A LA HISTORIA
                                                                                 
            Las expresiones fundamentales en cualquier idioma es el sí y el no; y cuando uno las conoce, realiza un considerable avance.
            En la vida cotidiana, en cualquier parte del mundo, esas dos palabras monosílabas nos ayudan a comunicar qué deseamos beber, o comer, o a dónde pretendemos ir, lo que aceptamos o rechazamos.
            Pero, también, los grandes quiebres del movimiento histórico se han dado a través de esos vocablos; por ejemplo, cuando Caín mató a la cuarta parte de la Humanidad de aquel entonces, lo que aconteció cuando con una mandíbula de burro le desmembró la cabeza a su hermano Abel, quedando sólo vivos en todo el planeta, según la versión bíblica, el hijo fratricida con su padre Adán y su madre Eva. Nunca más ha llegado a darse una matanza tan cuantiosa.
            Caín tuvo que decidir en un momento cumbre de sus funciones: sí, o no. Y es obvia su afirmativa, aunque conforme al personaje cainita del novelista portugués José Saramago, Premio Nobel de Literatura, Dios no hizo nada para frenar al asesino, y en cambio, sí, le puso muy cerca de su mano la quijada del asno.
            Así que en el desarrollo de la Humanidad, el sí y el no han sido cruciales. En China, en Egipto, en Persia, en la India, en Grecia, en Roma, en cualquier cultura el asentimiento y la negación externados lógica y lingüísticamente le han brindado derroteros a la vida, es decir, han conducido la Historia del Hombre.
            ¿Qué hubiera pasado si el mensaje de Doña Josefa Ortiz de Domínguez enviado a través de Ignacio Pérez al Capitán Ignacio Allende, sobre que la conspiración estaba descubierta, no llega a su destino?, o si transmitido a Allende, éste no se lo comunica al cura de Dolores, Miguel Hidalgo, o si el ex Rector del Colegio de San Nicolás de Obispo acepta la propuesta dominante de que huyan hacía el norte del país en busca de auxilio extranjero.
            Siendo hechos históricos, ya consumados, observamos como los sí, y los no, generaron consecuencias, incluso las de largo plazo, puesto que si las cosas no hubieran acontecido como se dieron, quizá hoy no estaríamos iniciando la semana en donde se alberga el día 16 de septiembre del 2010, fecha exacta del bicentenario del inicio de esta gesta, que se generó tan imprecisa, pero que en cerca de tres meses había clarificado sus propósitos.
            Ese sí, de Hidalgo, de ir a apresar gachupines, es sí de Hidalgo de abolir la esclavitud, ese sí de Hidalgo de desaparecer el régimen de castas, ese sí de Hidalgo de proyectar la devolución de la tierra a sus antiguos dueños, los indígenas, ese sí de Hidalgo de independizar a la colonia llamada Nueva España de la Corona Hispana, generó muchos quiebres.
            Hoy todavía aquel hecho divide las opiniones: “no hay nada que festejar”, dicen algunos; “los festejos serán en grande”, disponen otros. “No es 1810, sino 1821”, observan unos; “1810 es lo correcto”, responden los más. “1810-2010, el sepelio del mito”, publica una revista; “La memoria colectiva mexicana saldrá fortalecida”, cabecea un periódico.
            Y con la anterior confronta teórica, y la inseguridad que vive México, la que enfrenta, incluso, a las opiniones del Presidente Barack Obama y la de su secretaria de Estado Hillary Clinton, sumado a que la mejor mano de obra de nuestro país, junto con no pocos capitales mexicanos, tiende a irse a los Estados Unidos de América, nos mantiene a todos a la espera de instantes supremos, en donde el juego está entre el sí y el no. Y esta afirmativa o negativa debe darla cada mexicano, con la mejor información, y con la mayor responsabilidad.