lunes, 23 de noviembre de 2015

LOGOS
Temen los poderosos
A LA EDUCACIÓN DE LOS DESVALIDOS
        Parece que el gobierno mexicano estuviera haciendo de la evaluación, a los maestros, la esencia y el eje de la educación nacional, cuando esta labor, necesaria, sólo es un simple instrumento.
        Y lo peor es que el tema se ha convertido en un asunto de confronta nacional que, en varios conglomerados regionales de entidades federativas, se les da un fachadismo de supuesta solución.
        "Sin titubeos", se afirma oficialmente, sigue en marcha el proceso evaluatorio; en ocasiones con asistencia de pocos maestros, pero con presencia de muchos policías.
        Acaso en la mayoría de esas regiones se haya resuelto el conflicto evaluatorio, pero sigue grave, e intocado, el problema educativo de fondo, y casi a la mitad del sexenio federal.
        Muchos maestros piensan que la evaluación es: o te alineas o te vas; mientras, el gobierno asegura: evalúate y te pagaré más. Con esta confronta ambas partes han logrado el fortalecimiento de la educación privada. Funcionarios y líderes sindicales tienen a sus hijos en colegios particulares.
        Cuando el sistema es corrupto, las escuelas de todos los grados, materias, niveles, y modalidades, tienden a convertirse en cínicas fábricas de títulos, cuyos poseedores no acreditan con su propia capacidad el texto literal de tal primaria, secundaria, preparatoria, licenciatura, maestría, o doctorado.
        Lo único que logran con esos títulos de papel es que el gobierno les pague más, cuando es su patrón directo o indirecto, y, obvio, gozar de una acreditación falsa.
        Y sí las autoridades promueven eso, tarde que temprano el proyecto ingresará en esa corruptela nacional. Más valdría luchar, primero, en contra de esa corrupción.
        El fenómeno educativo es cosa distinta a esa reforma evaluatoria; incluso, no se circunscribe a la educación escolarizada, siendo ésta una parte mínima de aquél, y siendo aquél de mayores dimensiones y trascendencias.
        Bien o mal, la familia educa, el barrio educa, amigos y compañeros educan, centros de trabajo educan, la vida en las calles educa, el comportamiento de los parias y el de los poderosos educa, cine, televisión, radio, internet, redes sociales, periódicos, revistas, educan.
        Todo educa, ¡hasta las escuelas!; pues por educar también se entiende el informarnos, y formarnos con esa información, para capacitarnos a efecto de saber informarnos y formarnos por sí mismos, con nuestras aptitudes y con los instrumentos del conocimiento a nuestro alcance, de todos los temas que la historia del hombre ha generado; y con ello hacer cosas de valor para elevar la calidad de nuestra vida, individual y colectivamente.
        Aprendamos responsablemente, todos, que la riqueza sólo se produce con el trabajo humano organizado, usando con talento los recursos a nuestro alcance.
        Evaluemos que los poderosos se oponen a esas enseñanzas necesarias, y urgentes; enseñémosles, con inteligencia, que más les vale no oponerse.

martes, 17 de noviembre de 2015

LOGOS
Rencores de preguerra
EL ODIO ASESINA A LA RAZÓN
        "Me da tristeza ver a México tan descompuesto y a la deriva", afirmó Fernando del Paso, Premio Cervantes 2015, mexicano de corazón, y literato que aspira a ser historiador, según su frase cargada de ironía.
        Bien puede don Fernando expresar el 23 de abril del 2016 en la Universidad de Alcalá de Henares, en España, al recibir ese ameritado premio, que le da tristeza ver al mundo tan descompuesto y a la deriva, ya que no es un mal exclusivo de nuestro país, sino compartido, en desgracia global, por todas las naciones del orbe.
        En todo el planeta se percibe el mal ambiente. Se vive y se  sobrevive en la maldad generada por otras maldades, y la cual está produciendo, ya, actos inescrupulosos de destrucción inhumana por venganza y por odio.
        París sólo ha sido un escenario eficaz para que el desquite, del fundamentalismo islámico, se satisfaga ante los ojos de sus seguidores, quienes hierven de cólera, y locura, por los bombardeos asesinos en Siria, por parte de los gobiernos de EU, Francia, Gran Bretaña, y Alemania, entre otros.
        La lucha actual no es entre inocentes, ni entre una parte culpable y otra buena. Es entre malos, cuya perversidad es provocada por su ambición, miedo, crueldad, intolerancia, pero sobre todo su incapacidad para comprender el alma de los otros que no creen ni se comportan igual que los seres humanos productos de la cultura occidental.
        Y en todo ello están enredados problemas económicos, políticos, energéticos, religiosos, bélicos, y desde luego culturales; mezcla atractivísima para los mercaderes de la guerra.
        Eso pasa en lo macro, en todo el globo terráqueo, pero también en lo micro; en México por ejemplo, y agravado en algunas regiones de nuestro país.
        Las fuerzas subterráneas de esos movimientos de recomposición y descomposición de las relaciones entre los seres humanos pueden, como en el caso de los volcanes, reventar por cualquier parte, con características propias de los lugares y circunstancias, pero en esencia es la misma o similar etiología, con variables en su violencia.
        Los poderosos, en lo macro o en lo micro, tienen en razón de su poder (económico, político, social, educativo, etcétera) mayor responsabilidad y, desafortunadamente, llevan hasta el extremo su soberbia, vicios e irresponsabilidad, su arrogancia y riqueza, y con ello crecen las desigualdades de toda índole, hasta el estallido final.
        Así los desfavorecidos en Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chipas, o en Siria, Afganistán, Iraq, Somalia, para hacer cita sólo de algunos, reciben de los poderosos agravios tanto económicos y políticos, como policiacos y de fuerzas armadas, los que se acumulan, multiplicando los rencores, hasta que explotan, pudiendo llegar a estremecer al mundo.
        Cada día la gente aguanta menos, y empieza a perder el respeto a los poderosos.
        Ante esa amenazadora mezcla explosiva, no permitamos que el odio asesine a la razón.

martes, 10 de noviembre de 2015

LOGOS
No todo va bien con mariguana
LATIDOS DE UN MUNDO QUE CAMBIA
        En la mayoría de los mexicanos existe más confusión que claridad en torno a temas relevantes y turbios; y las autoridades competentes incumplen con su obligación educativa de informar y formar a  la población con minuciosidad al respecto.
        El asunto de la mariguana, por ejemplo, ha ocasionado un anárquico torrente de opiniones, tan variadas como en ofuscamiento, al que parecen sumarse las declaraciones de importantes funcionarios públicos.
        Sin tener ante mi vista el expediente de ese juicio de garantías, pero sólo por las declaraciones de los propios cinco ministros que decidieron el caso controvertido, ante medios masivos de comunicación, realizo las siguientes reflexiones.
        Cuatro personas, de todos nuestros respetos que confiesan que ellos no fuman mariguana, demandaron el amparo y protección de la Justicia Federal, conociendo del asunto, seguramente por su relevancia, la Primera Sala de la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación.
        La sentencia resuelve ampararlos a ellos, y únicamente a ellos, para que puedan, bajo ese principio de la relatividad que tienen los resolutivos de garantías, cultivar y consumir mariguana, no en público ni frente a menores de edad, pero para su exclusivo esparcimiento.  
        Seguramente que esa sentencia definitiva se encuentra ajustada con exactitud a la litis planteada, pues no se observa que el caso haya requerido suplir las deficiencias de los conceptos de violación de los quejosos.
        Resalta de inmediato si los demandantes, independientemente de la autoridad que hayan señalado como responsable, y del acto de autoridad que indicaron les lesionaba, probaron su interés legítimo para demandar ese amparo de la Justicia de la Unión; ya que nadie que confiese que no fuma mariguana puede ser quejoso para obtener la sentencia emitida, conforme lo ordena el artículo 5o de la Ley de Amparo fracción I, ya que no basta con un interés simple, puesto que debe probarse que se tiene un interés legítimo.
        ¿Se probaría ese interés legítimo, si ninguno de ellos ha fumado ni fuma ni fumará mariguana, según lo han confesado públicamente?
        Por otro lado, el resolutivo de esa Primera Sala es, de alguna manera, la misma gata pero revolcada y con ciertos crecimientos que, no por menores son importantes, y peligrosos si no se ejecutan y conducen con responsabilidad por el gobierno mexicano.
        Desde que se tipificaron los delitos en contra de la salud sólo se logra actualizar sus hipótesis jurídicas cuando es en contra de la salud de los otros, y no contra su propia salud; por eso ahora en esa sentencia se les ampara a los 4 quejosos exclusivamente para su uso personal. Desde este punto de vista es la misma gata.
        Empero, el peligro es que se les permite producir y transportar para su uso personal, afectando totalmente al artículo 194 del Código Penal Federal, cuando ni las tesis jurisprudenciales ni la Jurisprudencia pueden modificar a la Ley, sino únicamente interpretarla, ya que estamos en la materia penal.
        Y en ese mismo precepto del Código Penal se dispone "Las mismas penas previstas en este artículo y, además, privación del cargo... se impondrá al servidor público, que en ejercicio de sus funciones o aprovechando su cargo permita, autorice o tolere cuales quiera de las conductas señaladas en este artículo", o sea, autorizar a producir y transportar. Si esto lo hacen los cuatro ministros que votaron a favor de esa sentencia, ¿no actualizarán esos supuestos jurídicos del Código Penal?, y ¿quién les aplicará esas consecuencias de derecho? Recordemos que la Jurisprudencia, y esta tesis en comento no lo es, jamás podrá modificar a la Ley.
        Entre ministros progresistas, o conservadores, estamos agudizando nuestras contradicciones, y corremos graves peligros si no hay inteligencia para resolverlas adecuadamente.
        Como se observará, con esa serie de latidos de un mundo que quiere cambiar, y sin líderes con capacidad de orientar bien las transformaciones que exigen las impacientes fuerzas subterráneas de México, ¡no todo va bien!

lunes, 2 de noviembre de 2015

LOGOS
El valor de la fe
LO ÍNTIMO DE NOSOTROS
        Después de pasar el huracán Patricia por México, el Presidente Enrique Peña Nieto dio una explicación pública de ese fenómeno natural, y de las actitudes culturales de los mexicanos frente a esa precipitación atmosférica.
        Sus palabras textuales fueron: "Yo creo que en buena medida el tener un saldo blanco ante el impacto de ese huracán se debe en mucho a la fe del pueblo de México, a tener fe en sí mismo y al haberse unido todos... lo que en mucho evitó este desastre".
        Esa parte del mensaje presidencial generó críticas que, a mi observar, han sido injustas; acaso motivadas más por la actitud que por el concepto externado, ya que al pronunciarlo, sus ojos nerviosos tenían la viveza del mirar de la mayoría de los predicadores que suben a un púlpito.
        Nadie, salvo Peña Nieto, puede saber la intención profunda de su expresión oratoria, ya que la fe es algo íntimo de cada ser humano. ¿Quiso ironizar suavemente?, ¿tuvo un sentimiento religioso?, ¿intentó fortalecer su relación política con cristianos?, o, ¿sólo citó antropológicamente a la fe?, la que existe como una aptitud respetable de todo humano.
        Encontramos la fe en muchas formas, y en diversas religiones. La católica viene del cristianismo, y la de éste le adviene de la religión judaica. Está en la Epístola a los romanos como virtudes teologales, y en el Evangelio de Mateo: "... os aseguro que si tuviereis fe como un granito de mostaza, podréis decir a ese monte: Trasládate de aquí a allá, y se trasladará, y nada os será imposible."
        Personal carezco de fe religiosa; pero sí tengo fe en el ser humano, en su trabajo organizado, en su inteligencia, en su honorabilidad.
        Soy testigo que con su confianza en sí mismo, su sentido filosófico valorativo y su tecnología, ha movido montañas, para bien o para mal.
        Las desaparece como montañas, al sacar de ellas arena, graba, tierra, piedras, materiales que convierte en carreteras, edificios, puentes, casas. Pero esta reconversión no se efectúa exclusivamente con la fe, pues requiere de más cosas.
        Nadie se equivoque, nadie. Para resolver los grandes, peligrosos y graves, problemas que tiene México, como el económico, seguridad, y el educativo, no es suficiente con la fe ni con la unidad en torno al deseo de resolverlos, ya que es indispensable el esfuerzo organizado de los mexicanos, con la dirigencia y rumbo correctos, inteligencia y honestidad.
        El escritor nacionalizado guatemalteco Augusto Monterroso, (1921-2003) nacido en Honduras de padre guatemalteco, en su prosa breve, sencilla, profunda y encantadora, escribió con humor sobre la fe, esa que mueve montañas apareciéndolas y desapareciéndolas a capricho, para confundirnos a todos, y sujetar, a los turistas que viajan por carreteras nacionales, al peligro de un descalabro.
        Aún así, tengamos fe en nosotros mismos, y en los demás que se ganen nuestra confianza; ¿o no?, Presidente Peña Nieto.