LOGOS
Fidel Castro Ruz
BROTARÁN REBELDES
TALENTOSOS
Quien sobrevivió como jefe de estado a
más de 600 atentados, promovidos por perversas fuerzas gringas, concluyó su
ejemplar vida en plena congruencia con sus valores.
Fidel se anticipó a su porvenir por
muchos años, y sobrevivirá a su fallecimiento durante muchos siglos, odiado por
unos, y admirado y respetado por los más.
En mi recuerdo lo sigo reconociendo como
poseedor de un cerebro excepcional, con calidad expresiva de excelencia, y
tenedor de gran firmeza en su actuar eficaz.
Pensar, expresar y hacer, con señorío,
honradez y decoro, lo condujo a ejercer como líder de líderes, sirviendo al
pueblo cubano, del que provenía, como su razón de ser aún en su
internacionalismo, y al que retorna como arquetipo que, por fortuna, trasciende
al patrimonio común de todos los pueblos del planeta.
A Fidel Castro lo encontré en mis
lecturas de secundaria universitaria, en un folleto que contenía el texto de su
autodefensa ante un tribunal cubano que lo procesó por el asalto al Cuartel
Moncada en Santiago de Cuba, con un puñado de jóvenes encabezados por él y por
Abel Santamaría.
Luchaban contra la dictadura de Fulgencio
Batista, y buscando que su país no fuera la zona de tolerancia de los estadunidenses,
su inspiración era nada menos que José Martí, quien desde el centenario de su
nacimiento, en 1953, seguía iluminando con profundas ideas y hermoso lenguaje
los cerebros de una limpia juventud que burbujeaba en rebeldía.
Ese alegato inició: "Nunca un
abogado ha tenido que ejercer su oficio en tan difíciles condiciones", y
terminaba: "Condenadme, no importa, la historia me absolverá."
Por ello se anticipó a su porvenir. Ese
alegato lo he leído y consultado muchas veces; y desde la primer lectura me
impactó, pensando como consecuencia que quien sabía defenderse de tan sólida y lúcida
manera, merecía defender a su pueblo desde la más alta jerarquía del gobierno.
Empero, Fidel no sólo salvaguardó a su
pueblo, sino que con toda inteligencia supo tomar para sí, frente al imperio yanqui,
la dignidad que no quisieron ni supieron tomar muchos gobiernos de la comunidad
internacional, aún a sabiendas del riesgo que corrían de un bloqueo criminal,
frente a noventa millas de las costas del gigante enardecido.
Cuba está muy lejos de ser un paraíso,
pero ha sabido desarrollar a sus recursos humanos con educación, salud y
cultura.
Fidel muerto, debe de seguir sirviendo
al pueblo tanto o más que el Fidel vivo.
Personificará siempre, al menos para mí,
al guerrillero exitoso, al maestro que enseñó con la palabra y la acción, al
inteligente estadista, al político honrado, coherente y trabajador, al espíritu
que a través de su servidumbre obtuvo su grandeza, al abuelo que escribía
constantemente mensajes a conciencias receptivas.
Siendo importante Fidel Castro Ruz, lo
más trascendente es el buen ejemplo que esparció por el mundo, de donde seguirán
naciendo rebeldes talentosos del hoy y del mañana.