lunes, 28 de mayo de 2018


LOGOS
Ni todo el poder ni el dinero
B. TRAVEN; FUEGO AL TRASERO
       De formación europea, B. Traven (1882-1969) indagó los usos y costumbres de pueblos indígenas del sureste de México, hasta llegar con certidumbre a describirlos, literariamente, como preciados valores de la Humanidad.
       Recordaré algunas partes realistas de su libro GOBIERNO, las que vienen a cuento en este 2018, año en el que nuestros malos gobernantes nos impusieron la atroz tarea de elegir, el próximo 1 de julio, a 3416 funcionarios de los tres niveles de gobierno, entre ellos, al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
       Traven observó que entre los pueblos chiapanecos había tantos sistemas de gobierno como en todo el mundo: elegir a un cacique de por vida; autoridades que ascendían poco a poco hasta alcanzar el máximo puesto; gobiernos de cuatro jefes; caciques elegidos por un año, o por cuatro; con reelección o sin ella; cacicazgos por herencia; un cacique y su consejo; y muchos otros modelos equivalentes a los conocidos por la Humanidad. Eso sí, todos, tendiendo a la llamada "democrática".
       El más exitoso y antiguo, bajo la honrada valoración de Traven, era "el sistema de gobierno Pebvil": 4 barrios unidos, a cada barrio le tocaba, en asamblea general de jefes de casa, elegir por un año al cacique anual de entre los suyos, no había reelección, el año que no les tocaba a los tres barrios restantes, éstos para nada intervenían.
       El cacique elegido no recibía pago por sus funciones, pero entre los cuatro barrios satisfacían las necesidades del jefe y su familia.
       Una curiosidad de esa forma de gobierno era que el cacique saliente entregaba al entrante, en la plaza, el bastón de mando, diciéndose frente al pueblo frases poéticas rituales.
       Después, el nuevo jefe se bajaba los calzones de manta, y se acomodaba en la gran silla del cacique, la que en el asiento tenía un tremendo agujero, abajo del cual colocaban un brasero con carbones al rojo vivo, y a partir de ahí el nuevo cacique expresaba  a la multitud su discurso.
       Lo que el cacique sintiera, por el calor de los carbones, no podía expresarlo ni con el más leve movimiento de sus cejas.
       Pero una vez concluido su sabio, y seguramente breve mensaje, un miembro de la comunidad explicaba las razones de aquel fuego bajo la silla: "para recordarte que el cargo es para trabajar por el pueblo, y no para que descanses placenteramente; para que no se te olvide que sólo es por un año; para que no actúes jamás como dictador; para que no perjudiques a tu pueblo; y, para que sepas que si no cumples, ese fuego te consumirá a ti y a la silla."
       Gobierno es gobierno, en todo tiempo y en todo espacio, y debieran conformarlo los mejores humanos de la población; pero, a veces, lo constituyen los peores.
       Si nuestros antepasados les ponían fuego en el trasero para que recordaran sus deberes, hoy, eficazmente, votemos para no crear dictadores.
       Al poderoso, ni todo el poder ni todo el dinero.

lunes, 21 de mayo de 2018


LOGOS
Instituciones en pudrición
RETORNO AL CAUDILLISMO
       En las elecciones 2018 no ganará MORENA. Triunfará, al parecer, Andrés Manuel López Obrador. Se vota por el hombre, no por el partido.
       Aquella acertadísima decisión del grupo encabezado por Plutarco Elías Calles, en 1928, se desquebrajó: “La época de los caudillos termina; comienza el tiempo de las instituciones”.
       Y no fue sólo la voluntad de AMLO la causa para convertirse en personaje hegemónico, fue sobre todo la torpeza de los ataques de sus enemigos, quienes durante sexenios lo cincelaron en su faceta de individualidad caciquil.
       José Antonio Meade, con todos sus pros y contras, está en campaña presidencial por ser ciudadano; como tal lo impusieron en el PRI, institución que ha sido el vientre de todos los partidos políticos del México actual.
       El nombre de Meade aparece más grande que el tradicional círculo tricolor, emblema que induce al mexicano, subliminalmente, a votar por su bandera.
       Para Meade, y para quienes lo asignaron, ser ciudadano es lo que vale, y no la institución partidista.
       PAN, PRD y Convergencia Ciudadana, son menos que Ricardo Anaya; él es lo valioso; por ello los ataques en su contra son muy personales. Y más pronto que tarde, Richard regresará al país de sus sueños: USA.
       Jaime Rodríguez, el menos independiente de los candidatos a la presidencia, es quien se individualiza más, por “bronco”, y por sus rústicas propuestas, prontas a formar en el anecdotario folclórico de la negativa picaresca mexicana.
       Mientras, los enemigos de AMLO siguen tonteando al atacarlo, ahora, por “adulto mayor”, cuando esto, a la vista, es una de sus ventajas: entre la senectud honrada y un joven ratero, mil veces el primero.
       Incluso, muchos jóvenes mexicanos huérfanos y pobres son atraídos, electoralmente, por el candidato que tiene mayor imagen paternal, o de abuelo.
       ¡Cuidado!, no provoquen lucha de generaciones.
       Hay jóvenes muy sensatos, y viejos muy inmaduros; muchachos flojos y envejecidos, y adultos laboriosos de alma juvenil. Ninguna edad monopoliza el bien ni el mal.
       El problema que se actualiza, y se agrava, es el retorno del caudillo, colocado por encima de las instituciones; la individualidad exacerbada frente a los colectivos generacionales; el “yo”, que ya gané las elecciones, (aunque el día de la votación no haya llegado) pide que votemos por sus candidatos a diputados y senadores al Congreso de la Unión, para poder hacer todo lo que ustedes ya saben.
       El “yo seré como Benito Juárez, Madero, o Cárdenas, mis guías”, cuando ni es deseable ni posible; por el cambio dialéctico, por la acción recíproca, por las transformaciones de calidad y cantidad, y por la contradicción, principios que operan en todo el universo.
       No permitamos que nadie esté en contra de las instituciones, en sí.
       Claro que hay instituciones en pudrición; sustituyámoslas por otras mejores, que auxilien a la mayoría de los mexicanos, sujetos pensantes, y jamás objetos de ningún caudillo.

lunes, 14 de mayo de 2018


LOGOS
Encabronamiento
MÉXICO EN DESGARRE
       Miguel Hidalgo (1753-1811) hizo cita genérica de los sentimientos de la nación; José María Morelos (1765-1815) los acuñó en forma precisa. Tiempos, eran, en que se derrumbaba la colonia de la Nueva España, y se gestaba el nacimiento de la América Mexicana.
       Esas y otras raíces históricas provocan brotes de sentimientos nacionales actualmente, hoy enriquecidos por circunstancias del presente, y orientados hacia un futuro, al que le urge nacer.
       Herbert Spencer (1820-1903), pensador inglés cuya tumba es vecina a la de Karl Marx en el cementerio de Haihgate, nos dice que "las ideas no gobiernan ni transforman al mundo; el mundo es gobernado o transformado por los sentimientos".
       Esa idea de Spencer, que flemática y exclusivamente pretende explicar la realidad, puede elucidar la actitud de candidatos y electores mexicanos en este proceso 2018, pues más que razones, se manejan sentimientos, incluidos los sentimientos presidenciales, tan llenos de interés personal, que nos invitan a votar razonadamente.
       Tan sentimiento es el del presidente Enrique Peña al concebirse rebasado y en rápido declive, como sentimiento resulta el enojo colectivo de los mexicanos en contra de su gobierno; y ambos sentires son de signo negativo y, para desgracia, afectan a México.
       Todos los candidatos presidenciales emiten, por todas las vías, sus sentimientos de ambición, enojo, envidia, odio, repudio, soberbia, miedo, y hasta el sentimiento de "amor y paz", de alguno de ellos, va cargado de despecho.
       Pocos conceptos de valor han externado quienes codician la presidencia, y algunas de sus razones carecen de practicidad frente a nuestras necesidades.
       Jaime Rodríguez, el bronco o el mocha manos, dejó paralizado a López Obrador, cuando éste afirmara que "ya le ofrecí en venta el avión presidencial a Donald Trump", al replicarle: "¡oye, Andrés Manuel!, con qué carácter estás ofreciendo en venta lo que no es tuyo".
       En lo anterior hay razones de hecho, aunque cargadas de sentimientos. La decisión prematura e ilícita de AMLO de ofrecer en venta un avión ajeno; fallo con razones, al menos formales. Y la razón de cuestionar de Jaime sobre la personalidad o personería del oferente oficioso, quien al parecer fue víctima de su lengua.
       Sería una tarea interminable analizar los inicuos e inocuos sentimientos de los presidenciables.
       Pero el ímpetu del sentimiento nacional 2018 lo produce la compleja suma de varios hechos a la vista: la falsa democracia, la enorme riqueza de pocos fincada en la dura pobreza de muchos, cínica corrupción, mal gobierno que volvió a imponer la reelección, sistema electoral carísimo e ineficaz, delincuencia organizada a todos los niveles, con impunidad, candidatos presidenciales inadecuados, educación particular mediocre y costosísima, enormes gastos so pretexto de la educación pública de bajísima calidad, y una guerra fratricida que se nos viene encima.
       ¿Cómo salvar a México?

lunes, 7 de mayo de 2018


LOGOS
No mientes madres al cocodrilo
ANTES DE CRUZAR EL RÍO
       Hace 10 días, todavía, Andrés Manuel López Obrador iba bien, viento en popa, en su tercera candidatura a la Presidencia de México; ahora, lo que era casi seguro, se ha tornado impreciso.
       Sus emociones y sus odios le ganaron otra vez, y sus palabras, casi siempre parcas y tardas, fueron vencidas por su ansia de lanzar verdades a los empresarios poderosos de nuestro país.
       No les mientes la madre a los cocodrilos, antes de cruzar el río; le oí decir hace muchos años a un abuelo sabio a la orilla del bajo Balsas, en su desembocadura al Océano Pacífico.
       Ese concepto sigue siendo cierto, con independencia de las frases, folclóricas o no, que se empleen para expresarlo.
       Por así requerirlo los intereses de los adversarios de AMLO, el hecho ha sido súper publicitado e, incluso, ligera, pero intencionadamente, deformado.
       Esa etapa belicosa inició con la publicación de un desplegado bajo el título: "ASÍ NO", suscrito por varios integrantes del Consejo Mexicano de Negocios (CMN): "Condenamos que un candidato a la Presidencia de la República recurra a ataques personales y descalificaciones infundadas…"
       Los firmantes confiesan, entre otras, dos cosas: una, "Condenamos", apropiándose de una atribución que ninguna ley les confiere y, así, se suman a los adversarios de López Obrador; y, dos, que son inmensamente poderosos y ricos, al emplear "de manera directa a más de un millón y medio de jefes de familias mexicanas e invertir cada año miles de millones de dólares en nuestro país… generando 9 de cada 10 empleos formales".
       Y AMLO de inmediato se enganchó respondiendo (al participar en la LIX Semana Nacional de la Radio y la Televisión) a los autores de ese desplegado: "son una minoría rapaz… responsable de la tragedia por lo que atraviesa el país… que tiene secuestrado al gobierno… a la que le pido que se haga a un ladito… porque ya basta… ya que han robado demasiado… Ellos tienen confiscadas a las instituciones, tienen secuestrado al gobierno, y éste está al servicio de esa minoría que no quiere que haya cambio… para ser claros, no quieren dejar de robar ni perder privilegios, incluso son malagradecidos con el presidente Peña Nieto, pues se sienten los dueños de México."
       Y a ello agregó expresiones muy social demócratas: "no habrá expropiaciones ni confiscaciones… estaremos de cara al futuro… sin violencia cual ninguna… así como Juárez separó a la iglesia del Estado, ahora es necesario separar la política de la economía".
       Con este encontronazo entre AMLO y una minoría de empresarios (o la mayoría de los empresarios poderosos) se pueden generar tres opciones: se contentan pronto la economía y la política, y gana AMLO; o la economía gana a la política, y pierde AMLO y sale el tigre; o la política gana a la economía, gana AMLO y México y su pueblo sufrirán sacudidas económicas.
       Formal y realmente el voto ciudadano decide, no manda ni el mienta madres ni el cocodrilo.

martes, 1 de mayo de 2018


LOGOS
Discusión de personalidades
1 DE JULIO; "LLEGAR A TODA MADRE"
       En las campañas estudiantiles de la Universidad Nicolaita, en la década de los sesentas de siglo XX, se organizaban, entre otros, dos eventos: uno, debate sobre temas educativos del nivel universitario; y, dos, discusión de personalidades, donde públicamente se analizaban las características personales de cada candidato.
       Aplicando esos conceptos al llamado primer debate entre los candidatos a la Presidencia de México 2018, en realidad no hubo debate; lo que acaeció fue una discusión de personalidades y, más propiamente, una clara acometida contra AMLO, por los demás contendientes.
       Y el agredido, sabedor de antemano de esa ofensiva, perdió la gran oportunidad de defenderse con el mejor de los estilos: el que uso, cómodo y seguro, frente a miles de estudiantes del Instituto Tecnológico de Monterrey.
       Para mí no hay duda de que AMLO encabeza la preferencia de los electores, hasta este momento.
       No aseguro que AMLO sea el definitivo ganador.
       No he borrado de mi memoria la desafortunada aseveración de José Antonio Meade, en Tlalnepantla: "… ganaré la elección del 1 de julio, inspirado en el triunfo del PRI el año pasado en la elección de gobernador del Estado de México".
       Aun así, ni Meade ni Anaya ni Margarita ni el Bronco ni AMLO son peligro para México.
       Sólo son la materia humana que tenemos para elegir presidente, en pocas semanas, debido a nuestros procedimientos electorales súper deficientes; y esas personas no son los mejores mexicanos que tenemos en el país.
       Es una elección para escoger al "menos peor", como suele afirmarlo la gente.
       Después de una extraña paseadita por Alemania, el presidente Enrique Peña Nieto hizo un llamado de mensaje electoral, en la XXVI Reunión Plenaria del Consejo 2018 de Citibanamex: "No hay atajos ni fórmulas mágicas en el camino del progreso… Voten con la razón y no con el estómago".
       Previamente Ernesto Torres Cantú, director general de Citibanamex afirmó: "Será un grave error, con importantes impactos negativos a nuestra economía, detener o cambiar las reformas impulsadas por el presidente Peña Nieto".
       Rondaba por esos ámbitos la posibilidad de que algún o algunos de los candidatos presidenciales declinaran para, de hecho o de derecho, presentar un solo frente ante AMLO, y vencerlo otra vez, o, al menos, que no se llevé, como es su deseo tropical, el "cayuco completo".
       Y frente esos temores son muchos los que tontean.
       Emilio Azcárraga: "México no se puede inventar cada 6 años". Ya no es el caso; más bien, México no puede repetirse cada 6 años.
       AMLO: "Los partidos políticos se están desfondando". No es así, están desfondados desde hace tiempo, incluyendo a Morena.
       Meade: "No sé si es una buena metáfora; llegaré el 1 de julio a la meta rayando el caballo, a toda madre". ¿Metáfora o majadería?, pero no hay por qué no llegue al 1 de julio.
       Obsérvese, para México no son peligro, son peligro para sí mismos.