martes, 26 de marzo de 2019


¿Reforma Educativa?
DE MAL A PEOR; CON ABUCHEOS
       "La reforma educativa propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador es histórica", aseguró (2019) el diputado federal Mario Delgado Carrillo, pidiendo a la CNTE apoyo para esa reforma, "pues respeta derechos laborales y prohíbe evaluaciones punitivas".
       Esa mal llamada "reforma educativa" aún no nace; y ni es reforma ni es educativa, sino sólo es el acta de defunción de la mala reforma promovida por la administración peñista.
       Curiosamente en el año 2017, quien era el secretario de Educación Pública Aurelio Nuño Mayer aseveró que "la reforma educativa emprendida por el presidente Enrique Peña Nieto es histórica", diciendo a la CNTE que "la reforma no afecta en nada los derechos laborales de todos los docentes".     
       Y en verdad, Mario ahora, y Aurelio antes, no se equivocaron en la adjetivación "histórica", ya que ambas reformas son históricas, ya que también los errores de los humanos son fenómenos que dejan registro en la historia.
       Pero se equivocan ambas "reformas" por entrar al fenómeno educativo a través de la puerta laboral; claro, con propósitos distintos.
        El modelo peñista para superar los niveles del magisterio, pensando que los maestros son el problema de nuestros bajos niveles educativos.
       La transformación amloista para desagraviar al magisterio de ultrajes originados por el neoliberalismo, "movimiento perverso" al que López Obrador declaró totalmente muerto, pero que sigue rigiendo en los fenómenos socioeconómicos de país.
       Por desgracia ninguna de esas dos reformas parten ni llegan al núcleo del fenómeno educativo; por lo que vamos de mal a peor.
       Erasmo de Rotterdam (1466-1536) fue el más preclaro educador renacentista, y combatía a la "repugnante pedagogía tradicional" promoviendo mejores procedimientos, al generar y esparcir conocimientos al margen de todo dogma.
       A no pocos de sus maestros los califica de "ignorantes y perezosos… como asnos queriendo tocar la lira", y en su obra Elogio de la locura, en voz de la "Estulticia", nos exhibe "los horrores de semejante educación".
       Sería una gansada juzgar al fenómeno educativo del México 2019 bajo conceptos de Erasmo en el siglo XVI; sin embargo, la ignorancia y la pereza siguen existiendo, no en todos los maestros de antes y de ahora, pero sí de algunos, sobre todo de aquellos que autoritariamente "se convierten en cabecillas de alborotos", o en autoridades educativas.
       En nuestra realidad escolar la mayoría de los maestros son trabajadores y capaces; empero, sus virtudes laborales han sido afectadas por las malas autoridades y las pésimas dirigencias sindicales que producen, al alimón, formas de organización malignas.
       Nuestra atmósfera socioeconómica trasuda ignorancia y pereza, estulticia y ambición, desasosiego y maldad, como un sistema fabricado por esas autoridades y líderes, durante sexenios.
       Pese a lo anterior, lo cierto es que la rectoría educativa tiene que ser del Estado, representado por el gobierno, y éste por las autoridades; y éstas, no deben ni pueden permitir que la CNTE ni ningún otro sindicato ejerzan funciones que exclusivamente corresponden al Estado.
       Lo inicial y básico no es lo laboral, sino la política educativa, y la educación política.
       Ni el poder legislativo ni el judicial ni el ejecutivo pueden ser rehenes de la CNTE. Este sindicato debe ajustarse a nuestro sistema jurídico, y requerimos aprobar normas de derecho a favor de la sociedad, y no a contentillo o a caprichoso gusto de esos intrincados y aviesos liderazgos, los que exigen al presidente AMLO que lo inaceptable: un caos educativo.
       Socarrón e inexactamente aplica el presidente AMLO expresiones de Benito Juárez, para justificar lo injustificable: "Todo por la razón, nada por la fuerza", ya que si se hubiera seguido en todo caso este decir en el siglo XIX, no contaríamos con las leyes de reforma, ni con el actual estado laico.
       Tiempos y circunstancias hay para la razón de la fuerza; circunstancias y tiempos existen para la fuerza de la razón. Y a veces, ambas cosas coexistiendo se aplican bajo una táctica adecuada, a efecto de obtener buenos resultados para todos.
       En el fenómeno educativo todos tenemos el deber de participar, hasta los maestros. Todos y cada uno de los mexicanos debemos educar con el ejemplo de nuestra conducta en todas las horas del día. Los medios masivos de comunicación (cine, radio, televisión, periódicos y revistas, internet, redes sociales, plataformas cibernéticas) deben orientarse a informar y formar educativamente a los mexicanos en los rubros útiles para la persona y para la sociedad.
       Además, urge hacer atractivas, eficientes, prácticas y éticas, las labores escolares, con perfiles de ingresos y egresos para alumnos maestros y administrativos, mapas curriculares, planes de estudio, para ser más productivos, repartiendo con justicia la riqueza producida, y elevando la calidad de nuestra vida.

domingo, 17 de marzo de 2019


LOGOS
No más caudillos
MÁS MÉXICO, Y MENOS AMLO
       Siempre he tenido respeto por los soldados de México. Desde hace varios sexenios el gobierno federal violó a la constitución, al poner a las fuerzas armadas en función de gendarmes.
       Cometida esa inconstitucionalidad, quedamos todos los mexicanos en un callejón sin salida y, ante esa realidad, el presidente Andrés Manuel López Obrador optó, contra su propia opinión opositora, por sostener a los militares en la vía pública por un periodo que cubre su ejercicio presidencial, reformando, por eso, a nuestra carta magna, con apoyo del constituyente permanente.
       A la guardia nacional, establecida como forma vacía desde 1917, se le acaba de llenar con soldados, marinos, fuerza aérea y policías, poniéndole dos cabezas: la militar y la civil; todo bajo la égida del jefe supremo, el señor presidente.
       ¿Qué resultados dará esta guardia nacional con sus 50 u 80 mil elementos?
       A esa interesante pregunta, bien podría el presidente AMLO contestar con su uso ladino y costumbrista de lenguaje: sepa la mocha.
       La sociedad, seguro estoy, formula votos para que esa guardia tenga éxitos en beneficio de una paz productiva para los mexicanos.
       Pero, todos los pobladores de México debemos estar observantes y activos frente el actuar de esa guardia, para que no desvirtúe sus deberes frente al crimen, organizado o no, y en relación a su propósito fundamental: la seguridad pública de todo humano en el territorio nacional.
       Si fracasa esa guardia sería terrible para el país; y las opciones ante ese desastre pueden ser múltiples y variadas.
       Sólo como ejemplos. Las fuerzas del crimen organizado vencen a la guardia nacional; esa guardia domina a las organizaciones criminales, y las sustituye en sus actos delictivos; la guardia tiene éxitos militares, y a sus jefes les entrara la ambición de ejercer el poder; a ciertos poderes extranjeros, allende el Río Bravo o fuera del continente americano, les atraen las coyunturas de esa lucha, y deciden hacerse de nuestros recursos naturales o humanos.
       No olvidemos que los éxitos o los fracasos militares conducen, al final, a emboscadas políticas. Basta con observar nuestra historia.
       Ante los males citados, la unidad nacional es indispensable, pero no en torno a un hombre, ni menos a un caudillo, sino en base a las instituciones, valores y principios, por nuestra soberanía y organización jurídica fundamental.
       No más caudillos, ni civiles ni militares. Ambos harían mal al desarrollo de México.
       Frenemos a ese caudillismo conscripto en su vanidad autoritaria (y en su deseo inescrupuloso de cobijar con su nombre a los futuros candidatos de su partido en las boletas electorales), disfrazada de revocación democrática, pero con ínfulas de franco despotismo.
       En todo caso, AMLO no debe participar para nada en la elección de julio del 2021. Su proceso de revocación debe realizarse hasta enero del 2022.
       Es mejor más México, y menos AMLO.

domingo, 10 de marzo de 2019


LOGOS
Culto al autoritarismo
EU, VÍCTIMA Y CULPABLE
       La independencia de EUA se logró en 1776, y fue reconocida por la Corona Británica hasta 1783 en el Tratado de París; en el proceso de ese tratado estuvieron presentes los enviados de España, Francia y los Países Bajos.
       El rey español Carlos III fue representado por el Conde de Aranda, y éste en su informe de conclusiones, dirigido a su monarca, observó la conducta de la delegación americana (John Adams, Benjamín Franklin y John Jay), y visionariamente predijo que ese nuevo país americano avasallaría muy pronto a toda América.
       Ese vaticinio se cumplió con múltiples y variadas consecuencias; y hasta 2019 el sojuzgamiento hacia México y la mayoría de países del continente no sólo ha sido militar, económico y político, sino que en varias etapas históricas su influencia fue progresista y eficaz, en virtud de su avanzada organización y su sólida estructura de valores.
       Esa riqueza axiológica ha sido paradigma frente al mundo: un federalismo eficiente (que ahora está debilitado por el presidente Donald Trump), una actitud inteligente y generosa que se expresa en el poema de Emma Lazarus situado en la Estatua de la Libertad (a la que hoy Trump ha pisoteado), una libre concurrencia económica con estímulo para todos (que el presidente Donald despedazó unilateralmente), un internacionalismo sin fronteras (que el actual residente de la Casa Blanca ha maldecido), una política mundial sin muros (que Trump ha traicionado), una libertad de expresión (que el citado presidente estadunidense ataca con rabia), un respeto al ser humano y a la opinión pública (que Trump barbajanamente agrede con sus expresiones, y hasta con su conducta sexual). Total, EUA ha venido perdiendo sus nobles valores, por su presidente.
       Contra lo maligno de Trump, parece haber dentro de los EUA fuerzas con talento, decoro y dignidad, que ya están frenando ese bruto ejercicio gubernativo.
       Los demócratas, en el poder legislativo de EUA, han instado una investigación sobre el autoritarismo del presidente Trump, dado que abusa del poder a su cargo.
       Ese Comité de la Cámara de Representantes, presidido por Jerrold Nadler, labora aparte del fiscal Robert Mueller, quien lo investiga por obstrucción a la justicia.
       En ambas vías está probada la conducta inapropiada del presidente Trump, pues su ataque disoluto es al corazón del orden constitucional de los EUA.
       Los documentos, testimonios, y demás pruebas aportadas y por aportar de los que han sido, y de los que son, colaboradores de Trump, serán definitivos.
       Sus ilícitos: actos delictivos fiscales, electorales,  colaboración con potencia extranjera, racista, corrupto, mafioso, estafador, tramposo.
       Llegó la hora de revertir los daños causados por el presidente Trump a todos; el culto al autoritarismo debe desterrarse de todo país.
       En el caso, la población de EUA es culpable y víctima. Ellos tienen el remedio, y bien saben cómo hacerlo.

lunes, 4 de marzo de 2019


LOGOS
AMLO y su carnaval
100 DÍAS, Y NADA VITAL CAMBIA
       El más destacado esfuerzo del presidente Andrés Manuel López Obrador, durante 100 días de su gobierno, es su cotidiana conferencia de prensa, en donde él sigue como la estrella máxima, y en la cual estrujadamente repite lo mismo, aun con variación de tema.
       Más de 60 mañaneras ha organizado. De 7 a 8 AM, de lunes a viernes, salvo excepciones. Concluida la conferencia del día, se trabaja en la siguiente. La intención puede ser buena; con sus errores, aciertos, medias mentiras y medias verdades, a mucha gente le agradan, pero a la mayoría de los 120 millones de mexicanos no les interesan.
       López Obrador es un presidente que nos cuesta a los mexicanos muchísimo más de 109 mil pesos mensuales, sin desquitarlos si su labor vital es hacerse propaganda, y auto elogiarse en transmisión nacional constante, día tras día, con su enfermizo síndrome de figurar entre los grandes héroes de nuestra historia, y ganarles a ellos el primer lugar en el corazón del pueblo, venciéndoles a todos, "¡me canso ganso!", pero con hartazón vano y fatigoso para todos.
       AMLO no debe abusar, al dedicar todo el tiempo de su mandato a las mañaneras, bajo un repetitivo esquema expositor a la velocidad errática de la tortuga. Es bueno el encaje, pero no tan ancho.
       Además, ¿quién cree a las empresas encuestadoras?, cuando sus dictámenes amañados concluyen apegados a la orden de quien paga. Ayer, y hoy, del presupuesto federal salen las millonadas.
       ¿Para qué mentir afirmando que el 80% de los mexicanos está en total acuerdo con lo hecho por AMLO en estos primeros cien días? Ojalá fuera cierto, por bien de México, ¡pero no es así!
       El senador morenista Ricardo Monreal hizo señalamientos a las calificadoras internacionales respecto a sus dictámenes crediticios a  PEMEX, aseverando que contienen errores. Y esto puede ser cierto o no, pero la posibilidad de ello no corresponde a los pagos por propaganda del gobierno mexicano.
       En cambio las encuestadoras mexicanas han cobrado y reciben muy buena paga, del erario, para decir linduras del presidente en turno, llámese Fox, Calderón, Peña, o simplemente López.
       Y las multitudes que van a los actos de AMLO, también nos cuestan a los contribuyentes, como nos costaron las multitudes que en los mítines oficiales recibían a todos los presidentes anteriores.
       Los asistentes a esos recibimientos presidenciales, masificados, ansían que el poderoso los salude y se tome una foto con ellos. Masa de gente noble y necesitada.
       Los mismos discursos que se pronunciaron con los presidentes anteriores, se repiten con AMLO: "Aquí presidente se le quiere, se le respeta, y estamos muy contentos de recibirlo… Viva el presidente"; y tras esto, aplausos, gritos y porras.
       AMLO y compañía dicen que estos 100 días cambiaron a México.
       Con respeto, estimado lector, pido observes a tu derredor, y veas si algo trascendente ha cambiado, cuando siguen y aumentan nuestros males.