jueves, 29 de mayo de 2014

Simple y profundo
EL TALENTO DEL ESCLAVO ESOPO
        Una hermosa fantasía ha llegado a ser la figura de Esopo. Seguramente hubo alguien con ese nombre durante el siglo VI antes de nuestra era, a quien le gustaba sintetizar en fábulas breves la sabiduría de la humanidad de su tiempo.
        Acaso su expresión oral era tan atractiva como su decir escrito, pues se le señala como franco poseedor de un encanto especial en sus palabras. Todos los que sobre él escriben, indican que fue un esclavo, quien ganó su libertad por el brillo de su inteligencia.
        Empero, nadie de los que dejaron algo escrito sobre ese personaje lo conoció de manera directa. Todo su registro se basa en las oídas que fueron pasando de generación en generación.
        Ni Heródoto, ni Platón ni Heraclides ni Fedro lo conocieron personalmente. Y los pocos datos biográficos que cada uno de ellos nos ofrecen de Esopo son tan contradictorios que conducen a la confusión y a la duda.
        Pero ellos, como el resto de las generaciones que han seguido recordando a este fabulista, han modelado el perfil del literato como han perfeccionado su artística y conceptuosa narrativa. Así que el hombre y su obra, como las piedras pulidas por las turbulencias del los ríos, se han convertido en extremadamente estéticos.
        Las plumas y voces humanas suelen, con su generosidad y la marcha de los siglos, esculpir figuras y libros de soberbio embrujo.
        Tal es el caso de Esopo. Como ejemplo transcribo una de sus alegorías narrativas, la renombrada EL LEÓN, EL ASNO Y LA ZORRA: "El león, el asno y la zorra, una vez que hicieran comandita, salieron de caza. Como cobraron muchas piezas, el león mandó al asno que hiciera el reparto. Éste hizo tres partes y les invitó a escoger. El león indignado dio un salto y lo destrozo; luego mandó a la zorra a hacer el reparto. Ésta reunió todo en una parte y, dejándose un poco para ella, rogó al león que escogiera. El león le preguntó quién le había enseñado a repartir así; a lo que la zorra le contestó: la desgracia del asno".
        Esta fábula muestra que los hombres se vuelven comedidos ante el infortunio de los vecinos, o que los inteligentes y astutos aprenden pronto de la desgracia ajena.
        Esos pequeños cuentos que tienen como personajes a miembros del reino animal son aleccionadores. Enseñan para la vida cosas prácticas de gran utilidad.
        Si reuniéramos las más de 390 fábulas de Esopo en un libro escolar, de obligada lectura, aprenderían nuestros escolapios sobre estos temas vitales más de lo que al respecto han asimilado en las clases aburridas y ordinarias.
        Genera tristeza, e indignación, que el gobierno federal, con el dinero de nuestros impuestos, obsequie centenares de bibliotecas bien equipadas, con hermosos y edificantes textos, y que estos libros, en donde va esa literatura de Esopo, se echen a perder en los paquetes embodegados llenos de ratas, cucarachas y humedades.

martes, 27 de mayo de 2014

Armas de fuego
CONTRA MANIFESTANTES EN ILEGALIDAD
        El Congreso del Estado de Puebla, a iniciativa del gobernador Rafael Moreno Valle, recién aprobó una ley para regular el uso de la fuerza pública, con armas de fuego, en las manifestaciones.
        En nota periodística se da a conocer diferentes aspectos de la regulación de tal ley. Habrá que verla publicada y observar cuándo iniciará su vigencia y con qué alcances; sin embargo, de inmediato se han dejado escuchar las opiniones encontradas de quienes la aceptan, y de quienes la rechazan.
        Unos le dan el nombre despectivo de la "Ley Bala", y afirman que irá en contra del derecho humano garantido más ejercitado en los últimos tiempos por masas inconformes, a veces violentas, pero siempre molestas, no por su uso, sino por su abuso.
        Ya que no se manifiestan en marcha pasajera, sino se estacionan prolongadamente y causando graves problemas a terceros. Usan, como propias, vías de comunicación que son de uso común. Desnaturalizan a las calles, avenida, banquetas, periféricos, circuitos, que son para el libre tránsito de todos, al convertirlos en espacios privados de su propio interés, no siempre sano.
        Pero ese mal que provocan no justifica que se les saque a balazos hasta convertirlos en cadáveres. Recordemos: no está permitida la pena de muerte en México; pero sí está instituida la legítima defensa.
        Esa ley prohíbe el uso de armas de fuego para la dispersión de manifestaciones. Esto en principio es correcto; sin embargo, como excepción se permite el uso de esas armas, "para repeler agresiones", "para preservar la vida", o "para evitar afectaciones a la integridad física de los elementos policiales o de terceras personas".
        Esos casos de excepción no son nuevos en nuestro sistema jurídico, pues ya se encuentran establecidos. Ahora se repiten en una nueva ley de una entidad federativa, a efecto de dirigir mensajes que desestimulen esas manifestaciones que han llegado al colmo, pero pueden también afectar el derecho a manifestarse que establece, con limitaciones expresas, el artículo 9o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
        Uno de los aspectos que debe estudiarse, jurídicamente, es esa clasificación que al parecer instaura esa ley sobre las manifestaciones "lícitas", "ilícitas no violentas", y "violentas".
        Invita tal ordenamiento a preguntarnos sí el legislador estatal ¿puede reglamentar a los derechos humanos garantidos que instituye dicho artículo 9o de nuestra Carta Magna?
        Conforme al artículo décimo sexto transitorio, original, de nuestra Constitución federal, sólo el Congreso de la Unión puede reglamentar a las garantías individuales, salvo, claro  está, cuando la garantía individual, hoy derecho humano garantido, dispone que lo reglamenten las legislaturas estatales, como la parte de las profesiones que corresponde a la libertad de trabajo consagrada en el artículo 5o de nuestra norma jurídica fundamental, lo que provoca que exclusivamente haya leyes de profesiones estatales.
        Así que ningún estado puede reglamentar al artículo 9o Constitucional, ni aplicando el artículo 124 de la propia Constitución.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Lamentaciones del Papa
VIOLENCIA EN MÉXICO
        Los obispos mexicanos suelen, también, hacer turismo religioso mezclado con motivos de trabajo. Todavía están por Europa, de manera especial en Italia, y concretamente en El Vaticano.
        El Papa Francisco los recibió a todos ellos este lunes que recién ha pasado; primero, estuvo atento al informe que le rindiera el cardenal Francisco Robles Ortega, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, a nombre de más de 100 obispos reunidos en esta llamada Visita ad limina, para dar cumplida cuenta de sus diócesis, en los umbrales o límenes de San Pedro y San Pablo.
        Segundo, el Sumo Pontífice después de escuchar esas novedades reseñadas, ni tan nuevas ni tan descritas, les dio su punto de vista: "La droga es un problema que ustedes padecen seriamente. Cuando un campesino te dice 'qué quiere que haga, si cultivo maíz, vivo un mes; si cultivo opio, un año'. A ustedes les toca estar con el pueblo siempre. Es la única recomendación que les doy y que me sale del corazón."
        Esa sola reflexión tiene un mensaje que a mí me parece muy claro y preciso; sin embargo, los obispos de nuestro país pueden, cada uno de ellos, interpretar de diversas maneras.
        Ese campesino al que hace alusión el Papa, ¿será parte del pueblo al que se refiere el vicario? Las dos opciones de ingreso económico a las que se hace cita, ¿serán las únicas que tiene el campesino que ha ido a confesión?
        Si ese campesino decide cultivar opio, y no maíz, ¿siempre los sacerdotes católicos y su iglesia deben estar apoyando a ese campesino?; y, ¿hasta dónde debe ser ese apoyo, y de qué naturaleza?
        Como se puede apreciar, la recomendación papal seguramente que genera más preguntas que respuestas, más cuando hay obispos que no es necesario hacerles cosquillas, porque de suyo han resultado muy risueños.
        Lamentó el Papa Francisco "los problemas serios y dolorosos que padece México por la emigración clandestina, por los que carecen de recursos, los desempleados, los que trabajan en condiciones infrahumanas, los que no tienen acceso a los servicios sociales, los campesinos, y por la violencia del narcotráfico."
        Total, su aflicción es por ese caldo de cultivo que el sistema económico capitalista provoca al concentrar riqueza en pocas manos, y miseria de todo tipo en el resto mayoritario de la población.
        Y para resolver todos esos problemas tan agrios como penetrantes es menester algo más que rezos. Se requiere de acciones inteligentes y eficaces salidas de un grupo de élite tanto religiosa como económicamente que, por lo general, hace espíritu de cuerpo con los poderosos económica como políticamente hablando.
        La historia nos enseña que cada regla tiene sus excepciones. Ha habido poderosos que hacen alianza con los pobres, al menos transitoriamente para un fin.
        Aunque, también, cuando una estructura socioeconómica anuncia su derrumbe poniendo en peligro a todos, únicamente los egoístas y los idiotas no concurren a la salvación común.

lunes, 19 de mayo de 2014

Economía Mexicana
SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES
        A todos debe preocuparnos la economía, ya que es un núcleo central en torno del que gira la vida mundial, y también la existencia de cualquier individuo.
        En qué forma producimos todos los bienes y servicios que constituyen la riqueza planetaria, o nacional; y de qué manera los distribuimos para cada continente, país, núcleo familiar, o para cada individuo; estos planteamientos son vía para obtener respuesta a la pregunta: ¿qué tipo de sistema económico nos rige?
        Sobre esos aspectos generales del fenómeno económico muchos hemos brindado nuestras reflexiones; empero, al respecto, recordemos los conceptos que Voltaire escribiera al Marqués de Chauvelin: "Todo lo que veo arroja las semillas de una revolución que llegará ineludiblemente, y a la cual no tendré la alegría de asistir. Los hombres jóvenes son más felices; verán cosas hermosas."
        Vladimir Ilich Uliánov, alías Lenin, en su libro La revolución y el estado aseveró: "... es más agradable y útil vivir la experiencia de una revolución, que escribir acerca de ella".
        Si esos conceptos los aplicamos a la economía tendríamos que expresar que es más agradable y útil vivir la experiencia de decidir sobre el fenómeno económico, que el simple escribir acerca de él; y que, por los tiempos que corren, según nuestras edades, todo lo que vemos arroja las semillas de una revolución económica que llegará ineludiblemente, y a la cual no tendremos la alegría de asistir.
        Sin embargo, los jóvenes serán felices, si desde ahora hacemos cosas prácticas y eficaces para generar en el mundo una superior economía, sin desempleo, con alta productividad de los bienes y servicios necesarios, y con una justa distribución de los mismos.
        Para lograr lo anterior, los mexicanos debemos de partir de la realidad, nuestra economía para bien o para mal está enganchada directa y sólidamente a la economía de los Estados Unidos de América, y no como socios, sino como subordinados.
        Por fortuna, desde un pragmatismo doloroso, la mejor economía del mundo sigue siendo la de nuestros vecinos del norte. Ellos han sabido retrasar su ocaso como imperio, a costa de muchos.
        Si la recesión llega a los EU, nos pegará más drásticamente a nosotros. Si la recesión no toca al eje del imperio tampoco nos afectará. Si ellos crecen nosotros creceremos, pero en mucho menor rango.
        Debemos darnos cuenta de que la economía mexicana camina sin propio manual de instrucciones, ya que anda al son que le toquen los poderosos intereses gringos.
        El optimismo de las autoridades mexicanas y el pesimismos de los demás sectores, conforme al crecimiento del producto interno bruto como lo observa agudamente Beatriz Pagés Rebollar, son relevantes para los efectos internos, pero sin importancia para el gran fenómeno económico de carácter mundial.
        Nada es eterno. La caída del impero americano advendrá, pero la derrota del capitalismo gringo no se ve en el horizonte cercano, ni garantiza nuestro éxito. México debe actuar en consecuencia, con toda responsabilidad.

jueves, 15 de mayo de 2014

Derecho a la protesta
LIMITADO POR LA CONSTITUCIÓN
        En las escalinatas de la Columna de la Independencia, en la Ciudad de México, expusieron hace días un enorme letrero, estructurado por cuadros de un metro de ancho por dos de alto, conteniendo cada uno de ellos una sola letra, debidamente armados en estructura de madera.
        Ordenadas esas grandes letras, en su conjunto expresaban: "PROTESTAR ES UN DERECHO. REPRIMIR ES UN DELITO". Según versión de un testigo, las partes de este espectacular fueron bajadas de un vehículo del gobierno del Distrito Federal.
        El mensaje parece haber sido colocado en apoyo a quienes, desde una supuesta posición de izquierda, han venido protestando en el territorio de entidades federativas con problemas magisteriales. Y esa frase no por ser llamativa deja de ser falsa en esa expresión ambigua y absoluta.
        Explicaré. Es cierto que es un derecho humano garantido el asociarse y el reunirse. Así lo ordena el artículo 9o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; empero, estos dos derechos no son ilimitados ni absolutos, sino que los concreta y limita, en principio, el mismo precepto fundamental que los establece.
        Por ello en esa misma norma constitucional se dispone que el asociarse y el reunirse debe realizarse de manera pacífica, con objeto lícito; y si van a deliberar debe ser sin armas.
        Y desde luego que los gobernados podemos asociarnos y reunirnos para pedir algo a las autoridades, y para protestar en contra de ellas, o de algún acto que las mismas haya realizado, pero siempre y cuando no se profieran injurias en contra de esa autoridad, ni se haga uso de la violencia en contra de ella ni se le amenace para intimidarla u obligarla a resolver en el sentido que se desee.
        Así que protestar es un derecho, siempre y cuando no se haga con violencia, y se ejerza con un objeto lícito, y sin armas si van a deliberar. Es un derecho protestar, sí, pero siempre y cuando no se profieran injurias ni se haga uso de violencia ni amenazas, ni para intimidar a la autoridad y obligarla a que resuelva en el sentido que desean quienes protestan o solicitan algo.
        Desde luego que reprimir es un delito. Pero jamás será  represión cuando la autoridad competente aplique, conforme a derecho, la coercitividad en contra de quienes asociados o reunidos contravengan con sus actos violentos, injuriosos, amenazantes, intimidantes, a lo ordenado por ese artículo 9o de nuestra Carta Magna.
        ¡Qué mal se ven los alentadores de la violencia!, más cuando son vividores de ella. Con toda irresponsabilidad creen que a río revuelto hay ganancia de pescadores, cuando la situación de México, y sobre todo la de Michoacán, debería motivarnos a la unidad para hacerle frente a los graves problemas que estamos padeciendo.
        Alentar a la violencia sí que es un delito, más cuando se afecta el derecho del pueblo a vivir en paz, y en desarrollo.

lunes, 12 de mayo de 2014

Arrebatamos recursos a la naturaleza
LUEGO, ELLA NOS ARREBATA LA VIDA                                       
        Suele acontecer que los problemas más importantes son los de menor interés periodístico. Las ocho columnas no corresponden a la responsabilidad de los seres humanos respecto al planeta, sino más bien son usadas para asuntos sentimentales "como el nuevo amor del doctor Manuel Mireles, fundador del Consejo General de Autodefensa y Comunitarios de Michoacán, con una jovencita de 18 años".
        Obvio que ese asunto forma parte de su vida privada, y merece todo nuestro respeto; sin embargo, algunos medios masivos de comunicación lo han hecho público como noticia de especial importancia, olvidándose de los graves problemas que nos aquejan.
        ¿Qué está pasando con tantos temblores que sacuden al planeta Tierra por doquier?
        Desde luego que siempre ha habido sismos de muy diversas intensidades; empero, ahora, son más frecuentes y de mayores sacudidas. Y es que a nombre del desarrollo, del avance científico y tecnológico, estamos dejando oquedades enormes en las entrañas del planeta.
        De sus fondos le hemos venido extrayendo en asombrosas cantidades petróleo, gases, minerales, agua, y materiales diversos. Y en su lugar ha quedado el vacío. Esto acelera los reacomodos de las placas tectónicas, con meneos cada día más violentos.
        Pero esas convulsiones del interior de la Tierra vienen acompañadas de peligrosos tornados, huracanes, tsunamis, desgajamientos de montañas, granizos de tamaño descomunal, extremosos fríos y excesivos calores, lluvias desordenadas y torrenciales, entre otros desórdenes climáticos nunca antes padecidos, al menos por las generaciones que han dejado registros históricos.
        Y todo lo anterior está también provocado por la mano poco inteligente del ser humano. Son motivo de esos desastres la gran cantidad de fábricas productoras de gases y desechos, los millones de autos, camiones, trenes, aviones, barcos, en que nos movemos a diversos lugares, y los que al final nos moverán a la catástrofe.
        Pero el Hombre como depredador eficaz está contribuyendo al calentamiento global, ocasionando que se pierdan los polos de la Tierra, que queden hundidos continentes e islas; y a través de sus actividades agrícolas, en forma espantosa, está destruyendo a la vida, en lugar de alimentarla con inteligencia.
        Las selvas y los bosques se han visto mermados, devastados en porcentajes elevados, para ocuparlos como tierras de cultivo. Para plantar aguacates, sembrar granos, o establecer simplemente desarrollos urbanos sin sentido humano, sino únicamente con el ánimo de multiplicar fortunas comprando hectáreas a peso, para vender a 7 mil pesos el metro.
        Las tierras ganaderas provocan metano en cantidades peligrosas. El óxido nitroso proviene de las tierras fertilizadas. El dióxido de carbono lo acarrea la silvicultura, la ganadería y las siembras.
        La masividad humana con su industria, urbanismo, y agricultura, ha alterado la vida del ecosistema planetario.
        Es tiempo de reflexionar, por parte de los más de 7 mil millones de personas que vivimos en el planeta, sobre cómo cambiar el modelo de desarrollo. En el entendido de que se debe, ¡y se puede!

miércoles, 7 de mayo de 2014

En tela de juicio
TORTURA A LA MEXICANA
        En pleno mayo del 2014 el abogado argentino Juan Méndez, relator especial de la ONU, ha suscribió sus conclusiones de una visita oficial de trabajo que efectuó durante 12 días a nuestro país: "La tortura en México es generalizada". Así de claro; ¡así de preciso!
        En los Sentimientos de la Nación, presentados por José María Morelos el 14 de septiembre del 1813 ante el Congreso de Anáhuac, en el decimoctavo encontramos la siguiente literalidad: "Que en la nueva legislación no se admita la tortura".
        Eso significa que ese cura insurgente observó en la vida virreinal la admisión de la tortura e, incluso, en su religión católica, la que quería como "... única, sin tolerancia de otras", observaba constantemente a un Cristo torturado en una cruz con la personalización de hijo de dios e hijo del hombre, por lo que consideró que la Nación independiente a la que aspiraban no debía tener lugar ni en la nueva legislación, y menos en la realidad, este tormento.
        También en el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, llamada comúnmente Constitución de Apatzingán, promulgada el 22 de octubre del 1814, en sus artículos 22, 24, y 28, respectivamente se dispone: "Debe reprimir la ley todo rigor que no se contraiga precisamente a asegurar las personas de los acusados"; "La felicidad del pueblo y de cada uno de los ciudadanos, consiste en el goce de la igualdad, seguridad, propiedad y libertad..."; y, "Son tiránicos y arbitrarios los actos ejercidos contra un ciudadano sin las formalidades de la ley."
        En ese texto que en este año cumplirá 200 años, de su promulgación, se prohíbe tácitamente la tortura.
        Si analizáramos todas y cada una de nuestras constituciones veríamos que en forma expresa, o implícita, está proscrita por ellas la tortura; sin embargo, el enviado de la ONU llega a la conclusión de que la tortura, trabada constitucionalmente, goza de cabal salud en pleno 2014.
        Y eso que sólo enfocó su dictamen en la tortura ejecutada por la autoridad, y no en la practicada por la enorme gama de delincuencia que ejerce en México.
        Agrega en su conclusión el relator: "... casi todos los cuerpos policiacos mexicanos practican abusos en contra de los detenidos... los policías detienen vestidos de civiles, sin ninguna orden de arresto, entrando a los hogares sin permiso judicial, amenazando a las familias y privándolas de su libertad, golpeándolas con manos, pies, y todo tipo de armas e instrumentos, violando sexualmente, exhibiendo a personas como delincuentes sin serlo, no permitiendo que intervengan los abogados defensores... Y esto se practica con absoluta impunidad."
        Incluye en estas delincuenciales conductas a todas las policías, y a todas las fuerzas armadas del país; asegurando: "Todos los habitantes de México son culpables, hasta que no demuestren ser inocentes".
        Este demoledor diagnóstico exhibe la tortura a la mexicana. ¡Qué pena!, y qué responsabilidad.
        Estamos en tela de juicio. El derecho ordena lo que nadie cumple.

lunes, 5 de mayo de 2014

Batalla de Puebla
EL PUEBLO JUARISTA PREVALECE
        El 5 de mayo conmemoramos el CLII aniversario de la Batalla de Puebla. Recordemos sus antecedentes, y registremos sus efectos en este 2014.
        Manuel Doblado Partida se desempeñó bien como ministro de Relaciones Exteriores de 1861 a 1862 en el gobierno del Presidente Benito Juárez. A él le tocó instrumentar el Tratado de la Soledad con los representantes de Inglaterra, España y Francia, países aliados por la Convención de Londres para invadir, so pretexto de deudas, al México de aquel entonces.
        Las tropas de esa alianza agresiva se establecieron en el Puerto de Veracruz; y se retiraron de ahí, para retornar a su respectiva patria, con la suscripción de ese tratado.
        Sólo Francia incumplió el compromiso firmado, ya que el motivo del emperador Napoleón III, quien ahora se sabe que no llevaba sangre de los Bonaparte y que fue producto de una infidelidad acallada, era el establecer en México una monarquía que siendo europea sirviera de freno al veloz crecimiento de los Estados Unidos de América.
        Así, con su proyecto imperial, avanzaron en franco son de guerra los soldados franceses al mando del general Laurencez, teniendo esporádicos encuentros con las tropas de la República Mexicana en las Cumbres de Aculcingo.
        Para ese entonces se calificaba a los franceses como los mejores soldados del mundo. Venían fogueados y con prestigios reconocidos en revoluciones y guerras; empero, sus lauros los condujeron a la soberbia despreocupada y altanera, menospreciando a los soldados del México juarista, indios con hambre, mal armados, y sin formación educativa militar.
        En adelanto guerrero los franceses llegaron hasta Puebla, ciudad que en esa época estaba llena de conservadores con admiración al imperio; mientras, las tropas liberales se fortificaron en los cerros de Loreto y Guadalupe, instalaciones militares construidas a principio del siglo XIX en contra de la insurgencia. Esos fuertes, en ese día, fueron las fronteras de la patria.
        La acción bélica de los franceses inició a las 11 de la mañana del 5 de mayo del 1862, con el claro proyecto de tomar esos fuertes. A las 15 horas las tropas francesas estaban en franco descalabro; en los siguientes días los franceses comprendieron su derrota, echando marcha atrás cubiertos de vergüenza, mientras nuestras humildes tropas de pueblo se cubrían de gloria.
        Laurencez en su primer informe a París señala como excusa: "Puebla era la ciudad más hostil a Juárez, según la opinión de las personas a las cuales debería dar fe, las que me aseguraron formalmente... que me recibirían... con efusiones de júbilo y que mis soldados estarían cubiertos de flores."
        Mientras el comandante mexicano Berriozábal armó una metáfora tan hermosa como excedida: "Las águilas francesas han atravesado los mares para dejar caer al pie de la bandera mexicana los laureles de Sebastopol, Magenta y Solferino."
        Más tarde vendrían derrotas, pero al final, el México juarista prevalece, y prevalecerá, con los cambios que el desarrollo dialéctico impone a nuestros mejores valores.