LOGOS
Beatriz Pagés
Rebollar
PERIODISMO Y POLÍTICA; BUENA
PAREJA
Entre la inteligencia y la mediocridad,
elijo a la primera; si tengo que decidir entre la corrupción y la honestidad,
voto por la segunda; al juzgar entre la trabajadora y la floja, aprecio a la
laboriosa.
Tengo muy claro el mundo de mis valores,
y con esfuerzo cotidiano he constituido mi coherencia.
Es cómodo recrearse en la axiología
abstracta; y es delicado aplicar valoraciones a personas, tiempos y espacios, individuales
y concretos; empero, ante un mundo tan negativo, vale estimular lo positivo
existente.
Así, quisiera en este 2018 ser ciudadano elector
en la Ciudad de México para ir a votar, a cara descubierta y convencido, por
Beatriz Pagés Rebollar, a efecto de elegirla senadora de la República.
Lamentablemente no en todas las entidades
federativas se ha postulado a gente aceptable y admirada, por la que se sienta
uno orgulloso, virtud a que nos represente.
La Ciudad de México, como todas las
entidades federativas de nuestro país, merece senadores de esa talla. ¡Lástima
que los dueños de los patógenos partidos políticos y sus nuevas y perniciosas
alianzas ni lo entiendan ni lo sientan!
Sé que Beatriz Pagés está postulada por
el Partido Revolucionario Institucional, o por la alianza "Todos por
México", pero podría ser candidata de cualquier otro partido o cualquiera
otra alianza, y seguro estoy que muchos votaríamos por ella.
Ahora y aquí, ante tantas degradaciones
partidistas, lo que cuenta es la calidad del ser humano postulado.
Beatriz, de reconocida y sólida cimiente familiar,
es persona de amplios márgenes de honradez, capacidad de trabajo, talento, amor
a México, de lógica eficaz y ordenada, que se expresa con veracidad, lo mismo
en forma oral o escrita, y siempre de manera magistral y lúcida.
Política al cien por ciento, y periodista
al cien por ciento, a contra pelo de quienes afirman, inexactamente, que ambas
actividades no hacen buena pareja.
La cultura informativa de Beatriz es
vasta, tanto como su formación cultural, de ello, cotidianamente nos deja
testimonio en variados medios masivos noticiosos y, especialmente, en la
Revista Siempre!, añoso crisol en donde prosiguen su forja y conviven, semana a
semana, todas las ideologías y una amplísima gama de estilos.
La atmósfera política de la capital de
nuestro país está degradada. Sus gobiernos, para perpetuarse en el poder, han
convertido en vil mercancía el voto popular, generan pobres para comprar su
apoyo ciudadano, y organizan a esa masa humana como materia prima del crimen
organizado.
En cambio, el ciudadano elector de la
Ciudad de México tiene, por lo general, un nivel educativo aceptable, se valora
como individuo y ha extremado, por razones humanísticas, su sensibilidad social,
en ellos descansa gran parte de la responsabilidad para sanear a la política,
en esa capital que es de todos los mexicanos.
Esa inmensa Ciudad de México y su zona
conurbada, ya tan lejos de la visión poética de Bernardo de Balbuena
(1562-1627) o de la perspectiva helenística de Don Alfonso Reyes (1889-1959),
tiene gigantescos problemas de agua, corrupción, de supervivencia.
Y urge, en todos los niveles del gobierno,
gente de las cualidades de Beatriz Pagés.
Quiera el voto ciudadano, con su libre
pero razonada emisión, dar un primer paso: llevar a la Cámara de Senadores a la
honradez, la inteligencia, a la capacidad de trabajo.