LOGOS
Ola de calor
BROTE DE LOCURA
En México,
primero fue el brote de locura y, después, advino la ola de calor.
La
germinación de la locura nos llegó por el dañoso ejercicio de un presidente
locuaz, a quien más vale olvidar.
El embate de
altísimas temperaturas es natural en un cierto porcentaje; pero, en mayor
proporción, está forjado por las malignas políticas de los gobiernos existentes
en nuestro planeta.
Y el
gobierno mexicano actual aporta, con sus desacertados proyectos, venenos que
envía a la tierra, al agua y al aire.
Pero más
criminal resulta nuestro ejecutivo federal al contaminar y polarizar a los
mexicanos con sus actos de autoridad, caprichosos y personalísimos.
Todo lo
anterior (y mucho más) fue materia de reflexión en Morelia, el sábado 24 de
junio próximo anterior, en un evento con cerca de 1200 michoacanos venidos de
los 113 municipios del estado, en donde participó como una simple ciudadana Beatriz
Paredes Rangel, mexicana capaz, honorable, laboriosa, quien ha conseguido, con
su espíritu de servicio a la población, la mejor versión posible de sí misma.
La crítica y
la autocrítica fueron herramientas en esa deliberación.
“La gente
con poder, sabe contar mentiras que parecen verdades y, así, hacen mal uso de
las palabras”; este concepto del griego Hesíodo (siglos VIII y VII antes de
nuestra era) se recordó en el evento.
Hasta
llegamos a analizar los alcances de la teoría de los alemanes Carlos Marx
(1818-1883) y Federico Engels (1820-1895), en cuanto sostuvieron que al
socialismo y al comunismo sólo se llegará por la vía del desarrollo y, por
ende, EU, Gran Bretaña, Alemania y Francia serían (escribieron ellos) las primeras
naciones en superar su capitalismo imperial, cuando exploten sus agudas
contradicciones.
Esas ideas las
valoramos respecto al desenvolvimiento histórico de México.
Recordó
Beatriz Paredes una frase de Porfirio Muñoz Ledo: “A lo que más se parece el
actual México es a la Nueva España”.
Obvio,
Hernán Cortés tuvo sus limitantes, pero el actual loquito de palacio no tolera
ningún tope: “Al INE sí lo voy a tocar, porque yo lo padecí”.
La absurda
razón, como se podrá comprender, es un supuesto padecimiento personalísimo. “Yo
lo padecí”, aunque el vigente INE le haya reconocido su triunfo (como candidato
presidencial) en 2018.
La medicina
del rencoroso con odio es también de índole individualísima: “Yo al INE sí lo
voy a tocar”; olvidando que, en México, la autoridad exclusivamente puede hacer
lo que la ley le permite.
Ni nuestra
Carta Magna ni ninguna ley le concede al presidente atribución para tocar al
INE, en ese acoso criminal pretendido.
Hasta su
corcholata Adán Augusto le corrige la página al desesperado presidente: “La 4T
requiere de cinco sexenios para consolidarse”.
Eso
significa que ese movimiento no se arraigará, ante el repudio de la mayoría de
los mexicanos.
Los reunidos
en el evento referido acordamos, de inmediato, educarnos y educar, para que
todos los ciudadanos de las clases sociales de México salgamos a votar desde
muy temprano en la elección presidencial del 2024.
Los pobres,
y los empobrecidos y traicionados por el presidente; las clases medias de todas
las entidades federativas agraviadas por ese presidente mentiroso, los ricos
apapachados y apachurrados por el actual presidente, ¡todos a las urnas!
Todos a
votar en defensa propia, en defensa de nuestra familia; por México, por nuestra
casa mayor: ese planeta llamado Tierra.