martes, 27 de junio de 2023

LOGOS

Ola de calor

BROTE DE LOCURA

        En México, primero fue el brote de locura y, después, advino la ola de calor.

        La germinación de la locura nos llegó por el dañoso ejercicio de un presidente locuaz, a quien más vale olvidar.

        El embate de altísimas temperaturas es natural en un cierto porcentaje; pero, en mayor proporción, está forjado por las malignas políticas de los gobiernos existentes en nuestro planeta.

        Y el gobierno mexicano actual aporta, con sus desacertados proyectos, venenos que envía a la tierra, al agua y al aire.

        Pero más criminal resulta nuestro ejecutivo federal al contaminar y polarizar a los mexicanos con sus actos de autoridad, caprichosos y personalísimos.

        Todo lo anterior (y mucho más) fue materia de reflexión en Morelia, el sábado 24 de junio próximo anterior, en un evento con cerca de 1200 michoacanos venidos de los 113 municipios del estado, en donde participó como una simple ciudadana Beatriz Paredes Rangel, mexicana capaz, honorable, laboriosa, quien ha conseguido, con su espíritu de servicio a la población, la mejor versión posible de sí misma.

        La crítica y la autocrítica fueron herramientas en esa deliberación.

        “La gente con poder, sabe contar mentiras que parecen verdades y, así, hacen mal uso de las palabras”; este concepto del griego Hesíodo (siglos VIII y VII antes de nuestra era) se recordó en el evento.

        Hasta llegamos a analizar los alcances de la teoría de los alemanes Carlos Marx (1818-1883) y Federico Engels (1820-1895), en cuanto sostuvieron que al socialismo y al comunismo sólo se llegará por la vía del desarrollo y, por ende, EU, Gran Bretaña, Alemania y Francia serían (escribieron ellos) las primeras naciones en superar su capitalismo imperial, cuando exploten sus agudas contradicciones.

        Esas ideas las valoramos respecto al desenvolvimiento histórico de México.

        Recordó Beatriz Paredes una frase de Porfirio Muñoz Ledo: “A lo que más se parece el actual México es a la Nueva España”.

        Obvio, Hernán Cortés tuvo sus limitantes, pero el actual loquito de palacio no tolera ningún tope: “Al INE sí lo voy a tocar, porque yo lo padecí”.

        La absurda razón, como se podrá comprender, es un supuesto padecimiento personalísimo. “Yo lo padecí”, aunque el vigente INE le haya reconocido su triunfo (como candidato presidencial) en 2018.

        La medicina del rencoroso con odio es también de índole individualísima: “Yo al INE sí lo voy a tocar”; olvidando que, en México, la autoridad exclusivamente puede hacer lo que la ley le permite.

        Ni nuestra Carta Magna ni ninguna ley le concede al presidente atribución para tocar al INE, en ese acoso criminal pretendido.

        Hasta su corcholata Adán Augusto le corrige la página al desesperado presidente: “La 4T requiere de cinco sexenios para consolidarse”.

        Eso significa que ese movimiento no se arraigará, ante el repudio de la mayoría de los mexicanos.

        Los reunidos en el evento referido acordamos, de inmediato, educarnos y educar, para que todos los ciudadanos de las clases sociales de México salgamos a votar desde muy temprano en la elección presidencial del 2024.

        Los pobres, y los empobrecidos y traicionados por el presidente; las clases medias de todas las entidades federativas agraviadas por ese presidente mentiroso, los ricos apapachados y apachurrados por el actual presidente, ¡todos a las urnas!

        Todos a votar en defensa propia, en defensa de nuestra familia; por México, por nuestra casa mayor: ese planeta llamado Tierra.

 


lunes, 19 de junio de 2023

LOGOS

Nulificar la elección presidencial

LAS MAÑAS DEL SEÑOR

        La lengua del presidente de México es lenta, y en la mayoría de los casos no alcanza a conectarla con su cerebro.

        Su preparación moral, educativa y cultural, es demasiado endeble; por eso presume tanto su ligero conocer, porque de saber carece.

        Ya en el ejercicio de su actual mandato formuló una crítica al presidente Lázaro Cárdenas del Río (michoacano), referente a que decidió su propia sucesión presidencial a favor de Manuel Ávila Camacho, en lugar de haberse decidido por Francisco J. Múgica, su radical paisano, a quien tanto debió.

        Y con firmeza subrayó: “Yo no me equivocaré de esa manera”.

        Ahora, al único paisano que tiene entre sus tres principales corcholatas es a Adán Augusto López, otro “López”, a quien cita diciendo: “Adán es mi hermano, a quien tanto le debo”.

        Adán, como secretario de Gobernación fue la mano radical del presidente. Parecía, o fingía, no quererse ir de su Secretaría de Gobernación, pero ahora sostiene una conducta original, llamativa y audaz, cultivando al presidente autoritario en franco declive.

El presidente Manuel Ávila Camacho trató con mucho respeto y cuidado al expresidente Lázaro Cárdenas del Río, a quien debió la presidencia; incluso, después de proporcionarle atenciones, lo nombró secretario de la Defensa Nacional en plena Segunda Guerra Mundial.

        Si el general Múgica hubiese sido presidente, por determinación de Lázaro Cárdenas del Río, desde mi perspectiva, no hubiera tenido las atenciones que el presidente Ávila Camacho le otorgó a don Lázaro.

        Claro que Múgica tuvo cualidades extraordinarias, pero el poder lo ejercía radicalmente a su estilo.

        Total, Adán Augusto también tiene su estilo; cultivador hoy, y en 2024 su personalidad radical en el ejercicio del poder saldría pronto a flote.

Transcribiré palabras melosas de Adán: “Siempre dije que los tiempos del señor son perfectos. Ha llegado ese tiempo… Busco ser sustituto de Andrés Manuel, aunque sé que él es insustituible, es de esos hombres que aparecen cada 100 años”.

        Para el soberbio y pagado de sí mismo, ese alago es miel en sus oídos; olvidándose de que lo insustituible no puede sustituirse.

        Esos tiempos del señor, en el siguiente sexenio se convertirán en los caprichos del señor, mentiras del señor, raterías del señor, ineptitudes del señor.

        Y es probable que ya ni siquiera le digan “señor”, sino que lo nombren con palabras despectivas; muy bien ganadas por Andrés Manuel, contumaz engañador con las palabras (siempre a favor de su interés malsano) y, acaso sin saberlo, encuadrado en un nominalismo presocrático y arcaico, desarrollado en el ‘Crátilo’ de Platón.

        Asegura el presidente: “Se acabó el dedazo”; pero él sigue ejerciendo el dedazo. Sólo le cambio de nombre y ahora le llama “encuesta”, y los resultados, de ésta, únicamente dependen de él.

        El presidente ha mandado a sus corcholatas (o precandidatos a la presidencia de la república) a “hacer su campaña electoral”, pero le puso otro nombre a esa labor: “delegados a favor de la democracia”.

        No se les “pagará” nada a esos delegados, dispuso el presidente, exclusivamente se les dará 5 millones de pesos a cada uno, para sus “gastos”, por lo pronto.

        Esa conducta forma parte de las mañas presidenciales de Andrés. Con cambio de nombres lo resuelve todo. Maquilla todo con palabras.

        A los “panfletos ideológicos”, insertos en los libros de texto gratuito, les llama “información científica”.

        Los cuantiosos “Ingresos honrados” de todos los obradoristas, son lo mismo que antes el presidente López denunciaba como “corrupción del gobierno”.

        A ese mañoso maquillador electorero, y a todos sus delegados ilegales y antidemocráticos, se les necesita aplicar las consecuencias jurídicas de sus actos ilícitos, por parte del INE, del TRIFE y de la SCJN.

        Empero, ¡mucho cuidado! Jamás debe nulificarse la elección presidencial, con el propósito perverso que tiene el tirano López.



martes, 13 de junio de 2023

LOGOS

Charlatán sin remedio

ESTUPIDEZ SIN ATENUANTES

        “Me puedo ir tranquilo”, aseguró el presidente de México después de reforzar su sucesión; igual, expresó hace algunos años: “no traigo ni un peso en la bolsa; el dinero no me importa”, antes de hacerse inmensamente rico, y de generar millonarios a su derredor.

        Con esas características confesadas y exageradas por ese presidente, nos ha salido, éste, ilegalmente derrochador, y además extravagante.

        Por actos de autoridad (aplicados al ejercicio del presupuesto de más de 8 billones de pesos) se han tirado en la cloaca electorera cientos de miles de millones del erario.

        Hace 83 años, la ciudadanía eligió al presidente de la república el primer domingo de julio, después de sólo 6 meses de proceso electoral, con un gasto y desgaste reducido; y así siguió hasta ahora.

        Analicemos la sucesión presidencial para el 2024.

        Fuera de norma jurídica (por simple capricho del presidente) inicio, éste, su propio proceso sucesorio en mayo del 2021.

        Ya no fueron 6 meses de gasto electoral, como antes, sino será una erogación de más de 3 años, para varios prospectos.  No le importó al presidente ni los costos ni los desgastes ni las formas legales, erigiéndose en un ridículo dedazo electoral.

        Su ilegal labor electorera la hizo pública, sin pudor ni recato.

Por su regalada gana escogió prematuramente, dentro de sus cuates, a una decena de marionetas. En base a su antojo los nombró en una maña-nera.

A sus escogidas, y escogidos, no tardó mucho en clavarles el mote de “corcholatas”, para imponerles su fierro como dueño protector.

Así empezó el flamígero dedazo presidencial a descartar, y a encartar, en su costosa bufonada.

Nos cuestan mucho esos tempraneros destapes. Con su monto se hubiera arreglado muy bien ese metro achacoso y descuidado de la CDMX, y hubiera sobrado dinero. No sé si Claudia lo entiende, pero sí lo presiente.

Sin esos precoces descorches se hubiera realizado una mejor labor por dentro de la Secretaría de Relaciones Exteriores, para respetar y atender a los diplomáticos de carrera; y en los vínculos internacionales no hubieran tenido tantas caídas. Ebrard sí lo entiende, pero prefirió hacer piruetas.

Adán Augusto llegó tarde al gabinete, y sufrió el descobije anticipado, por lo que como secretario de Gobernación resulta desaprobado, y como candidato a la presidencia está muy debajo de la medianía. Lo que sí está claro, es que el presidente ha gastado en él muchas centenas de millones de pesos, obtenidos de nuestros impuestos; contribuciones que merecen ser aplicadas para mejorar la política interior del país, tan llena de balazos, desprestigio, fentanilo y asesinados por doquier.

Entre esas tres corcholatas hay saludos y sonrisas engañosas; empero, en el fondo de cada uno de sus cerebros bulle la angustia, envidia, coraje, zozobra, aún habiendo dado el presidente mayores apoyos a una Claudia sin personalidad propia.

Las otras corcholatitas, de bajo monto, son pequeños y molestos compromisos.

Pero todas las corcholatas, y las corcholatitas, tienen asegurado, si siguen obedeciendo ciegamente al amo, un premio de consolación, conforme a su peso político.

Este sistema de repartos del poder por consolación, por haber participado como palero para la grande, no tiene nada de novedoso.

Lo utilizó Porfirio Díaz Mori, Plutarco Elías Calles, Luis Echeverría Álvarez y Carlos Salinas de Gortari y, todos, de una u otra forma salieron del poder, o al destierro, junto con sus politiquillos consolados.

El irresponsable presidente López ha generado mayor pobreza en los mexicanos. INE y TRIFE tienen el deber de no permitir, y sancionar, a quienes fuera de los tiempos electorales han gastado esas millonadas en publicitarse política y electoralmente para la presidencia de la república, con el dinero del erario gubernativo, tanto de la federación como de las entidades federativas.

Del consejo morenista nada novedoso se obtuvo. Hay 4 precandidatos y 2 posibles precandidatitos. Harán 5 encuestas.

Hasta el 6 de septiembre próximo se conocerán los resultados; y eso sí, el único que ahí manda es el presidente López; él será quien siga desafinando y financiando. con dinero del erario, todo el proceso electoral morenista del 2024.

¡Ah!, y seguirá mintiendo: “Ya no hay dedazo, ni destapes ni cargada”; cuando todos vemos que el presidente inconstitucionalmente interviene en el proceso electoral, desviando el dinero de los mexicanos para pagar sus costosos jueguitos electoreros.

        A ese mismo charlatán sin remedio hay que sancionarlo, conforme a la ley. Esas costosas estupideces no tienen atenuantes ni eximentes.

 


lunes, 5 de junio de 2023

LOGOS

¡Qué pena!

SE CEBA CON VOTOS EL TIRANO

        Hay un pueblo cargado de siglos y leyendas que todo había vivido: alegrías, trabajos, sueños, guerras, éxitos y angustias.

        Sólo una cosa no lograba obtener: votar; o sea, elegir con su sufragio responsable y libre a su presidente.

        Y un buen día, hicieron creer a esos ciudadanos que su voto, al fin, era efectivo al pronunciarse por un candidato contumaz qué (exclusivamente sabiendo de elecciones) durante tres veces seguidas se postuló al máximo cargo en esta república.

        Ese ejercicio presidencial resultó (muy pronto) una ingrata sorpresa para la mayoría de la población. La principal actividad de este país son las elecciones.

        El eje central de todo es votar.

        Todo ciudadano tuvo que votar para decidir si a los ex presidentes con vida se les encarcelaba, por corrupción, por traición a la patria, o por otros delito de suma gravedad.

        El pueblo bueno fue consultado para decidir, con su voto, si se seguía trabajando en la ampliación al Aeropuerto Internacional de la CDMX en Texcoco, o si se abandonaban esos trabajos, iniciando la edificación de ese Aeropuerto Internacional en la base aérea militar de Santa Lucía.

        Fue a votar otra vez ese pueblo, para determinar si los militares regresaban a sus cuarteles, o para que se les encargasen todas las principales actividades del Estado, porque los civiles no daban el ancho.

        Mas ese presidente, que únicamente sabe de elecciones, determinó que él es el pueblo; y que el “pueblo” debe ganar todas las elecciones.

No quiere al INE, salvo que ese INE esté a sus órdenes. No quiere al INAI, salvo que ese INAI le obedezca ciegamente. No quiere al Poder Judicial Federal, salvo que se subordine a la presidencia de la república.

        A ese presidente “tan honrado” (según su deshonesta opinión) que se atraca con votos; los obtiene con toda la fuerza que le da su portentosa gana, aunque él no fue el candidato de Coahuila ni del Estado de México.

        El tirano, en su capricho delincuencial, diseñó a quién dejaba ganar en Coahuila, para imponer en el Estado de México a una, de sus títeres consentidas.

        Qué pena por ese pueblo cargado de siglos y leyendas, ganoso de elegir con su sufragio responsable y libre a sus concernientes gobernadores.

        Profetizaba bien, poéticamente, el español León Felipe Camino (1884-1968): “¡Qué pena si esta vida tuviera -esta vida nuestra- mil años de existencia!... ¿Quién la haría hasta el fin llevadera? ¡Quién la aceptaría toda sin protestas?... ¿Quién lee diez siglos en la Historia y no la cierra al ver las mismas cosas siempre con distinta fecha?... Los mismos hombres, las mismas guerras, los mismos tiranos, las mismas cadenas, los mismos esclavos, las mismas protestas, los mismos farsantes, las mismas sectas y los mismos, los mismos poetas… ¡Qué pena, qué pena, que sea así todo siempre, siempre de la misma manera!”

        Y si el voto mexicano superara esta pena; y el sufragio efectivo no aceptara reelección de ninguna manera; y quitara del poder al Andrés que nos apena; y lo juzgara por tanto delito confesado, confesado con cinismo, en cada mañanera.

        Si esa revolución ciudadana del voto se diera, de unión y compromiso bien armado, sería el inicio para resolver, con eficacia, nuestros espantosos problemas.