LOGOS
Charlatán
sin remedio
ESTUPIDEZ
SIN ATENUANTES
“Me puedo ir tranquilo”, aseguró el
presidente de México después de reforzar su sucesión; igual, expresó hace
algunos años: “no traigo ni un peso en la bolsa; el dinero no me importa”,
antes de hacerse inmensamente rico, y de generar millonarios a su derredor.
Con esas características confesadas y
exageradas por ese presidente, nos ha salido, éste, ilegalmente derrochador, y
además extravagante.
Por actos de autoridad (aplicados al
ejercicio del presupuesto de más de 8 billones de pesos) se han tirado en la
cloaca electorera cientos de miles de millones del erario.
Hace 83 años, la ciudadanía eligió al presidente
de la república el primer domingo de julio, después de sólo 6 meses de proceso
electoral, con un gasto y desgaste reducido; y así siguió hasta ahora.
Analicemos la sucesión presidencial para
el 2024.
Fuera de norma jurídica (por simple capricho
del presidente) inicio, éste, su propio proceso sucesorio en mayo del 2021.
Ya no fueron 6 meses de gasto electoral,
como antes, sino será una erogación de más de 3 años, para varios
prospectos. No le importó al presidente
ni los costos ni los desgastes ni las formas legales, erigiéndose en un
ridículo dedazo electoral.
Su ilegal labor electorera la hizo
pública, sin pudor ni recato.
Por
su regalada gana escogió prematuramente, dentro de sus cuates, a una decena de
marionetas. En base a su antojo los nombró en una maña-nera.
A
sus escogidas, y escogidos, no tardó mucho en clavarles el mote de
“corcholatas”, para imponerles su fierro como dueño protector.
Así
empezó el flamígero dedazo presidencial a descartar, y a encartar, en su costosa
bufonada.
Nos
cuestan mucho esos tempraneros destapes. Con su monto se hubiera arreglado muy
bien ese metro achacoso y descuidado de la CDMX, y hubiera sobrado dinero. No
sé si Claudia lo entiende, pero sí lo presiente.
Sin
esos precoces descorches se hubiera realizado una mejor labor por dentro de la
Secretaría de Relaciones Exteriores, para respetar y atender a los diplomáticos
de carrera; y en los vínculos internacionales no hubieran tenido tantas caídas.
Ebrard sí lo entiende, pero prefirió hacer piruetas.
Adán
Augusto llegó tarde al gabinete, y sufrió el descobije anticipado, por lo que
como secretario de Gobernación resulta desaprobado, y como candidato a la
presidencia está muy debajo de la medianía. Lo que sí está claro, es que el
presidente ha gastado en él muchas centenas de millones de pesos, obtenidos de
nuestros impuestos; contribuciones que merecen ser aplicadas para mejorar la
política interior del país, tan llena de balazos, desprestigio, fentanilo y
asesinados por doquier.
Entre
esas tres corcholatas hay saludos y sonrisas engañosas; empero, en el fondo de
cada uno de sus cerebros bulle la angustia, envidia, coraje, zozobra, aún
habiendo dado el presidente mayores apoyos a una Claudia sin personalidad
propia.
Las
otras corcholatitas, de bajo monto, son pequeños y molestos compromisos.
Pero
todas las corcholatas, y las corcholatitas, tienen asegurado, si siguen
obedeciendo ciegamente al amo, un premio de consolación, conforme a su peso
político.
Este
sistema de repartos del poder por consolación, por haber participado como
palero para la grande, no tiene nada de novedoso.
Lo
utilizó Porfirio Díaz Mori, Plutarco Elías Calles, Luis Echeverría Álvarez y
Carlos Salinas de Gortari y, todos, de una u otra forma salieron del poder, o
al destierro, junto con sus politiquillos consolados.
El
irresponsable presidente López ha generado mayor pobreza en los mexicanos. INE
y TRIFE tienen el deber de no permitir, y sancionar, a quienes fuera de los
tiempos electorales han gastado esas millonadas en publicitarse política y
electoralmente para la presidencia de la república, con el dinero del erario
gubernativo, tanto de la federación como de las entidades federativas.
Del
consejo morenista nada novedoso se obtuvo. Hay 4 precandidatos y 2 posibles
precandidatitos. Harán 5 encuestas.
Hasta
el 6 de septiembre próximo se conocerán los resultados; y eso sí, el único que
ahí manda es el presidente López; él será quien siga desafinando y financiando.
con dinero del erario, todo el proceso electoral morenista del 2024.
¡Ah!,
y seguirá mintiendo: “Ya no hay dedazo, ni destapes ni cargada”; cuando todos
vemos que el presidente inconstitucionalmente interviene en el proceso
electoral, desviando el dinero de los mexicanos para pagar sus costosos
jueguitos electoreros.
A ese mismo charlatán sin remedio hay
que sancionarlo, conforme a la ley. Esas costosas estupideces no tienen
atenuantes ni eximentes.