lunes, 27 de enero de 2020


LOGOS
AMLO culpa a los otros
VORÁGINE DE LA VIOLENCIA
        El presidente Andrés Manuel López Obrador no sabe y no quiere reconocer sus propias culpas, pero siempre tiene la osadía, con cara dura y con sus propios datos, de inculpar a los otros.
        La falta de medicamentos en el sector salud, a más de un año de su ejercicio, es hechura de algunos laboratorios malosos y corruptos, según la información que AMLO tiene.
        Y lo que algunos periodistas publicitan documentadamente a ese respecto con nombres de pacientes denunciantes, gravemente enfermos, dice el presidente que son notas pagadas a los informadores "neoliberales y conservadores", apodos ridículos que les ha enjaretado a modo, a quienes se le van oponiendo, cuando la mayoría de sus colaboradores ha vivido y vive bien con esas ideologías, y el mismo AMLO con su política es a quienes sirve.
        La realidad (en el IMSS, en el ISSSTE, en la Secretaría de Salud) la sufrimos los pacientes desde hace décadas, pero se ha agravado de un año a la fecha, y ya no es cosa de buscar culpables, sino mejorar la atención humanitaria y médica en general, contando con insumos, aparatos necesarios y medicinas indispensables.
        Si va empeorando la salud, en todo México y ahora, significa responsabilidad del presidente López Obrador y de su gabinete en la materia, por no poder con eficiencia y rapidez levantar los obstáculos, aplicar el derecho con exactitud legal y debida a quienes actualicen hipótesis normativas en vínculo a la tipificación de los delitos respectivos.
        Señor presidente, un simple ciudadano, con todo respeto, le sugiere que supere la paranoia en su naturaleza de victimismo crónico, dañina para el país, y para Usted mismo, porque contagia a sus huestes, que se van reduciendo afortunadamente.
        No se disfrace de falsa víctima, porque en el ejercicio del poder, el victimario es Usted, en una cantidad que ni siquiera lo imagina.
        Reconozco que ha tenido algunos aciertos y que ostenta algunas virtudes, pero que también paga y fomenta a una tropa de lambiscones con zalamerías grotescas a su favor, y que Usted los encabeza con sus patéticos autoelogios mañaneros.
        Así que, ante esas desafortunadas actitudes, cumplo el deber crítico para ser contrapeso en la negatividad de su egolatría peligrosa.
        Ese cuadrito que sacan con el título de "Donceles" en el leído periódico Milenio, posiblemente como publicidad oficial pagada, se  aseguró recientemente: "… entre los trabajos impuestos a Hércules… estaba el limpiar los establos del rey… en 24 horas… lo logró debido a su fuerza y dotes… AMLO, por razones muy diferentes, se ha echado a cuestas limpiar el estiércol de todo el país…", sería esta labor muy encomiable, si empezara a limpiar el presidente sus propias excreciones, y las producidas por todos los que lo rodean, y dejara de solventar con dinero del pueblo semejantes tonterías herculinas.
        Algo que nos molesta a muchos, es que AMLO diga que no recibirá personalmente a la caminata encabezada por Javier Sicilia y Adrián LeBarón. Nos ofende al calificarlos de show, cuando ahí vienen gente que ha sufrido en carne propia las malas políticas de seguridad de AMLO y sus inmediatos antecesores.
        O cuando afrenta a México, sirviendo indignamente a Trump, al lesionar y gasear a inmigrantes centroamericanos, a los que AMLO les había ofrecido trabajo, visas y nacionalidad mexicana, con tal torpeza, como la que muestra ahora en el trabajo sucio de gendarme a las órdenes de un gringo, faena que degrada a nuestras fuerzas armadas, reprobada por nacionales y extranjeros.

martes, 21 de enero de 2020


LOGOS
Avión presidencial
MEANDROS DE LA TONTEJES
        Conocí a Manuel Garza González, "el Meme", en el año 1972. Coincidimos como presidentes municipales, él de Reynosa y yo de Morelia. Hicimos amistad.
        La vida nos llevó a reencontrarnos, y en un restaurante de la CDMX, desayunando a finales del año 1993, me platicó algo simpático, agudo y aleccionador.
        El PRI le encargo resolver problemas políticos en el Estado de México, donde el candidato a la gubernatura Emilio Chauyffet Chemor se oponía con firmeza a que alguien fuera candidato al Congreso.
        La razón que Emilio esgrimió, al Meme, fue que ese prospecto era un "pendejo".
        Lo que motivó a Manuel a preguntarle: "Dime, Emilio, como cuántos pendejos habrá en el Estado de México".
        Sorprendido Emilio por el insospechado cuestionamiento, atinó a contestarle: "muchos".
        Por lo que el Meme razonó con agudo sentido común: "y… ¿no crees que esa gran cantidad de pendejos merecen tener quién los represente en el Congreso?
        A la talentosa inteligencia de Emilio no le quedó más que reír y ceder; y a la siempre ocurrente agudeza de Manuel se le sumó otro buen resultado.
        Ya en la segunda década de este siglo XXI, conviviendo en la Casa de Gobierno en Morelia con Emilio, y hablando sobre el Meme, le recordé ese caso; y él, como buen conversador, lo relató a su estilo.
        En aquel desayuno con el Meme después de su donosa anécdota, le inquirí siguiendo el tono jocoso: ¿y ya investigaste cuántos tontejos hay por kilómetro cuadrado en México?
        Y dado lo que estamos viviendo y padeciendo en nuestro país actualmente, observo que esa pregunta no ha perdido vigencia. Lo tontejo triunfó en México, se convierte en amo, y aspira a perpetuarse.
        Claro ejemplo de ello es lo del avión presidencial. Analicemos el caso con datos oficiales.
        En 2012 ese avión costó 218 millones de dólares. Negoció la compra Felipe Calderón. La adquisición fue absurda, innecesaria, cara, y ofendió a México. La compra fue una tontejez gubernativa.
        El candidato AMLO aseguró en 2012 que ese avión había costado más de 576 millones de dólares. AMLO mintió, tontejamente.
        Enrique Peña Nieto uso el avión, y alcanzó a pagar 114 millones de dólares, cometiendo la tontejez de aceptar el desequilibrio del costo beneficio.
        Y el presidente AMLO como comerciante ha sido un fracaso. Remata a precios bajos: autos, camionetas y aviones, comprados por los "conservadores"; y compra a precios más elevados: autos, camionetas y aviones, para la 4T, diciendo que "hay que devolverle al pueblo lo robado", cuando su administración, por torpe, sigue robando a los mexicanos.
        Hace un año aseguró AMLO que en pocos días vendería en EU el avión presidencial (cuando este avión no se ha pagado y está sujeto a la reserva de dominio), costándonos esa decisión mentirosa y equívoca poco más de 1 millón y medio de dólares.
        Y como todos los proyectos de AMLO, sin planeación ni sustento, este del avión presidencial es un fiasco. Ahora, él mismo ordena que se venda o rente, o mejor se rife a través de la Lotería Nacional, con 6 millones de billetes a 500 pesos cada uno, lo que daría 3 mil millones de pesos, cantidad que sólo alcanzaría para pagar lo que de ese avión se debe. La idea es grotesca y tonta.
        Estamos a punto de quedaremos sin avión presidencial y sin dinero, pero con la vergüenza, nacional e internacional, de la gansada en marcha, la que, sumada a las tontejeces de sus antecesores, son dignas de aquel Partido Único de Pendejos que a mediados del siglo XX fundara con éxito don Hermenegildo Torres.
        La mayoría de los mexicanos son inteligentes, responsables y trabajadores, pero no están bien representados por los tontilocos que son gobierno.

lunes, 13 de enero de 2020


LOGOS
Gobernar con refranes
EL NIÑO JOSÉ ÁNGEL ES VÍCTIMA
        Las frases que se hacen con cliché y se popularizan, no deben utilizarse irresponsablemente para todo.
        A quienes afirman que "todos somos Torreón; todos somos el Colegio Cervantes", debemos hacerles entender que no todo México ni toda la educación escolarizada de México es Torreón ni es el Colegio Cervantes, pero si podemos llegar a serlo, de no tomar medidas eficaces para no vivir (y sufrir) ese tipo de tragedias tan atroces.
        Independientemente de lo anterior, sí debemos solidarizarnos con quienes han sobrellevado esos dramas, sin entender el por qué de ellos.
        No olvidemos, en principio, que todos los fenómenos sociales están interconectados.
        El fenómeno educativo tiene sus propios problemas, pero por sus vasos comunicantes le llegan los flujos de los problemas económicos, de la inseguridad, del hogar, de la religión, de la política, del crimen organizado, de la exaltación y el elogio de la violencia respecto a la desnuda realidad cotidiana, agrandada torpemente por los medios masivos de comunicación, e internacionalizada con los malos ejemplos escolarizados made in USA.
        Y frente a todo ese enviciado complejo de enredos, tenemos al presidente Andrés Manuel López Obrador gobernando a México con refranes de viejo cuño, con funcionarios mediocres, incluyendo a los de educación y cultura, a quienes AMLO sobaja al expresar sin recato alguno: "Santiago Nieto no hace nada sin consultar con el presidente".
        Quiten "Santiago Nieto" a esa frase, y pongan el nombre del colaborador de AMLO que deseen, y verán como el presidente lo acepta, pues así los trata.
        AMLO es un irremediable refranero que usa sus máximas populacheras, de manera trillada, para encubrir sus deficiencias educativas; y las usa con abuso en los llamados "diálogos con el pueblo", que fatalmente resultan monólogos largos, cansados y repetitivos, con masas humanas clientelares, en las que el presidente busca votos para elecciones futuras.
        Su reciente dicho es (frente a casos como el de las familias LeBarón y Langford de Sonora, y el del niño José Ángel del Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila) "el que la hace la paga", expresión de befa novela policiaca, carente de humanismo.
        José Ángel, infante de 11 años, inteligente y dedicado escolapio en primaria de ese Colegio Cervantes, quien con armas de fuego mató e hirió a maestros y compañeros, suicidándose de inmediato, ni es delincuente ni homicida ni suicida ni victimario, sino que es víctima del México que hemos hecho, del país que hemos dejado que hagan, de la nación que sigue haciendo el presidente López Obrador.
        Y no porque Andrés Manuel sea flojo, ya que lo vemos trabajar más que sus antecesores, pues, incluso, en su publicidad oficial lo pregona: "sin haber salido del territorio nacional, lo ha recorrido como si hubiese dado una vuelta al mundo", empero, su desenfocado esfuerzo ha sido inútil, al no generar, con ello, ningún desarrollo social en cada mexicano.
        Sancho Panza, gobernando su ínsula Barataria, solía también decir refranes: "Del dicho al hecho, hay mucho trecho".
        Nuestro Señor Don Quijote de la Mancha bien le enseñaba: "Sancho, no has de mezclar en tus pláticas la muchedumbre de refranes que sueles; puesto que los refranes son sentencias breves, muchas veces los traes tan por los cabellos, que más parecen disparates que sentencias".
        Presidente AMLO, oriente bien su trabajo, a favor del desarrollo humano; labore, labore, labore, incansablemente para generar cosas buenas para todos; y si quiere hablar, está bien, pero diga cosas nuevas, conceptuosas, y breves. Por su bien, y ¡el bien nuestro!
        El romano Ancio Maglio Boecio (480-526) nos obsequió un frase útil y aplicable a vos: "Lo breve y bueno, es dos veces bueno".

miércoles, 8 de enero de 2020


LOGOS
Valores entrecruzados
ERRÁTICO INTERNACIONALISMO DE AMLO
El presidente Andrés Manuel López Obrador evitó pronunciarse ante el criminal bombardeo realizado por Estados Unidos en Irak, y sobre "el asesinato" del líder de la fuerza de seguridad de Irán, Qaesm Soleimani (asesinato reconocido y presumido por Donald Trump), asegurando AMLO: "No me meto en eso… no puedo opinar de eso… el artículo 89 de nuestra Constitución habla de que México debe procurar defender los derechos humanos y en ese mismo artículo se establece que en política exterior México debe apegarse a los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos".
Y otra vez miente AMLO, o se equivoca por azarosa ignorancia, ya que ese artículo 89 de nuestra Carta Magna señala las XX "facultades y obligaciones del presidente", no las de México.
Remito a todos a la lectura de ese precepto, sobre todo a su fracción X, para que constaten cómo AMLO suele retorcer los preceptos constitucionales, para (él) equipararse con México.
Ese artículo constitucional citado le impone como facultad y obligación al presidente (no a México) "dirigir la política exterior y celebrar los tratados internacionales… observará los… principios normativos: la autodeterminación de los pueblos; la no intervención… el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales".
Si incongruentemente se ha metido AMLO con España, Venezuela, Bolivia, con el caso de Julián Assange, ¿por qué teme hablar (si es lo que más le place) de cerca de 50 muertos por esos ataques con bombas teledirigidas de EU a Irak, pero sobre todo, por ese asesinato perpetrado por órdenes de Trump con todas las agravantes de ley, calificadas con alevosía, ventaja y traición?
Está a la vista y al oído de todo el mundo que Trump confiesa jactanciosamente haber dado la orden para que "asesinaran a Soleimani", incluso, en foro mundial ha manifestado que "debimos asesinarlo desde hace muchos años, pues era un hombre muy malo".
¿Y quién es Trump para resolver quiénes son hombres malos, y por eso mandarlos asesinar?
Si a los 7,500 millones de habitantes de nuestro planeta les hubiésemos preguntado hace un mes, ¿quién creen que es más malo, Donald Trump o Qaesm Soleimani?, el muerto sería otro.
Pero los malos del mundo deben ser escuchados, antes de sentenciarlos o ejecutarlos, por tribunales internacionales, y nadie tiene derecho a hacerse justicia por su propia mano. Donald Trump debe ser denunciado ante tribunales internacionales, y debe ser juzgado.
Y el presidente de México debe cumplir con las facultades y obligaciones que le otorgan e imponen nuestras normas constitucionales, con toda congruencia, y con la sensata dignidad de su investidura.
Que no se torture a Assange, y se le juzgue conforme a derecho, es una posición correcta; pero que tampoco se asesine a iraquíes y a iraníes, porque Trump dice que son malos.
Ambas son "causas muy justas en favor de los derechos humanos del mundo"; los dos casos "muestran cómo funciona el sistema mundial en su naturaleza autoritaria".
O para usar la fraseología lopezobradorista: O todos coludos o todos rabones.
Pero opongámonos a la guerra, la que acabaría con el planeta.