miércoles, 22 de septiembre de 2010

DE CARA AL FUTURO

Deber sin Ton ni Son
DE CARA AL FUTURO
                                                                                 
            Existe en los michoacanos una clara preocupación por el altísimo y peligroso endeudamiento a que ha llegado el gobierno del Estado, más cuando no se encuentra a la vista en qué se han aplicado tantos miles de millones de pesos.
            En la información que proporciona la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, bajo el título de “OBLIGACIONES FINANCIERAS DE ENTIDADES FEDERATIVAS Y MUNICIPIOS”, se puede observar que al finalizar el sexenio de Víctor Manuel Tinoco Rubí, como gobernador de Michoacán, éste dejó una deuda de 180 millones de pesos, en números cerrados, reduciendo la deuda que se venía arrastrando de poco más de 200 millones.
            A partir de ahí las cuentas han sido tan confusas, en las dos administraciones siguientes, que no se sabe con toda exactitud a cuánto asciende el adeudo de todos los michoacanos a este día que transcurre.
            Unos indican que son 12 mil millones de pesos, otros que son 14 mil millones de pesos, algunos expresan que son 18 mil millones de pesos, las tres cifras citadas en números cerrados.
            Empero, de 180 millones a 12 mil millones de pesos hay una gran diferencia, más aún cuando de todos los sexenios anteriores, incluidos desde luego los de la segunda mitad del siglo XX, se observan obras públicas, y mejor administración, que las que pueden presentar los gobiernos adictos a las deudas sin ton ni son.
            Por mi parte considero que lo mejor es no deber. Me parecen finanzas más sanas las que se ejercen sobre la base de que nunca debe gastarse más, de lo que tiene uno como ingreso.
            Obvio que quienes gustan de endeudarse, o de endeudar a los otros, construyen frases para justificar sus conductas: “Hay que hacer lo que se deba, aunque se deba lo que se haga”; “El preocupado debe ser el que presta, no el que debe”; “Debo, luego existo”; “Quien no debe, no bebe”; “Hay que vivir de prestado, que nadie nos quitará lo bailado”; “yo gasto, el que venga atrás que pague”; y así se desgranan los dicharachos que, con pretensión filosófica, explican la irresponsabilidad de los endeudados.
            Claro que hay gobernadores que cortan listones, gozan de los inauguraciones, salen en las fotos como los autores de las obras, ponen enormes placas con su nombre; mientras los gobernadores que les siguen tienen que pagar todos aquellos festines.
            Es cierto, también, que si a alguien le prestan un millón de pesos sin pagar ningún interés, o paga un interés más bajo que las ganancias que pueda obtener con la inversión de aquel préstamo, mal haría en no utilizar el millón prestado.
            Por otra parte, existen funcionarios públicos a quienes el dinero les luce, por su honradez, su capacidad de inversión, y porque al dinero le agregan trabajo organizado; en contra partida hay tontejos a quienes se les puede inundar con decenas de miles de millones de pesos, y sólo harán decenas de miles de millones de tontejadas.
            Pero, en fin, lo importante ahora es informar con la verdad tanto al Congreso del Estado como al pueblo de Michoacán, para saber de que dimensiones es ese catarrito o ese cáncer, esas presiones financieras o esa quiebra, y buscar con inteligencia eficaz, con talento eficiente, la manera de resolver el mal manejo financiero.
            Todo de cara al futuro, hasta el ejercicio de la acción penal si fuese necesario, todo para el rediseño económico financiero de Michoacán.