LOGOS
Evanescencia axiológica
URGE RESTABLECER NUESTROS VALORES
Existieron
y existen comunidades humanas en donde los integrantes de la población respetan
la vida, la integridad física de las personas, la propiedad, la libertad, y un
sinnúmero de valores que, apreciados por todos a través de su conducta
cotidiana, hacen que la vida del ser humano sea de gran calidad.
Empero,
también hay épocas y lugares en donde por esos valores no se tiene ningún
respeto, generando, con ello, una vida de infierno con demonios humanos llenos
de perversidad. Nuestro tiempo marcha en esta frecuencia.
Así que
México, como muchos otros países, está padeciendo torturas, asesinatos,
secuestros, violaciones, robos, injusticias de diversa índole, y lo que es
peor, con la incubación y complicidad de los poderosos en la política,
economía, religión, y en otros sectores de poder.
En
varios sexenios del siglo XX los mexicanos vivimos con mayores márgenes de
respeto a esos valores jurídicos y éticos imperantes. La educación en el hogar,
la escuela, los centros de trabajo, la calle, los medios de comunicación, el
propio gobierno, los ricos, provocaban un mundo más ajustado a esa significada
axiología; acaso con perfiles de ingenuidad, pero con sólida fortaleza en el
decoro.
Claro
que había delitos y faltas a la moral, pero no con la masividad de ahora y sus
consecuencias multiplicadoras. Desde luego que se daban desapegos a las normas
jurídicas, y conductas fuera de la ética, pero eran claramente desaprobadas por
la población, y perseguidas con cierta eficacia por el poder público.
Lo de
hoy es otra cosa, aterradora y grotesca, en cuanto que la irracionalidad brutal
trasuda por todas partes, sobre todo en los actos torpes de los poderosos, ya de
manera encubierta o en forma cínica, en forma inconsciente o con perversas
intenciones.
Ahora, donde
quiera que se escarbe en nuestro país se encuentran cadáveres producto de todo
tipo de delincuencia, la oficial y la privada.
Así
como donde quiera que se le apriete sale pus, ya que los poderosos dejaron de
tener escrúpulos, y a la población le imponen un sistema educativo de
ignorancia, sobre todo respecto al mundo de los valores.
Muchos
filósofos y educadores han escrito sobre el tema. Uno de ellos, llamado Thomas
Jefferson, (1743-1826) con acierto se autocalificó como "científico",
y siendo padre fundador de los Estados Unidos de América, y su tercer
presidente, escribió en sus Notas sobre Virginia: "En todo gobierno sobre
la tierra hay algún rastro de debilidad humana, algún germen de corrupción y
degeneración... Todo gobierno degenera cuando se confía sólo a los gobernantes.
El propio pueblo es por tanto el único depositario seguro. Y, para que tenga
seguridad, debe cultivarse el pensamiento".
En esta
crisis de valores, urge renovar y restablecer principios axiológicos; pero como
una tarea del pueblo, para el pueblo y por el pueblo, cultivando en todas las
conciencias.