lunes, 25 de julio de 2016

LOGOS
¿En qué consistió?
EL ERROR DEL SEÑOR PRESIDENTE                                        
                ¿Cuántos kilómetros habrá recorrido el Presidente Enrique Peña Nieto? La cantidad es inmensa. Es el mandatario federal que más ha viajado por nuestro territorio y por el mundo.
                Ha visitado todos los continentes, con más de 34 recorridos internacionales; incluso, parece sentirse con mayor comodidad en el extranjero, y no pocos aseguran que esos periplos han costado una enorme cantidad de millones de dólares.
                Con información veraz y objetividad necesitamos valorar los costos frente a los beneficios que erogó y obtuvo el pueblo de México con esos recorridos por el mundo.
                Ahora, por un momento, el Presidente Peña Nieto decidió iniciar un viaje a su propio interior y, en el asomo, revisó más que su conducta legal sus valores éticos, pero sólo por causa de lo que piensan y dicen los mexicanos de él, dándole un bajísimo nivel de aceptación a su ejercicio presidencial, del 29%, según las cifras más optimistas.
                Ese hecho, para quien es proclive a la popularidad pero no al populismo, lo orilló en días recientes, durante la ceremonia  promulgadora de las leyes del Sistema Nacional Anticorrupción, a pedir perdón por el agravio que causó a la sociedad con el escándalo de la "Casa Blanca", donde la corrupción a la mexicana estuvo al máximo nivel.
                Ahí dijo: "No obstante que me conduje con apego a la ley, acepto y reconozco que cometí un error. Este error afectó a mi familia, lastimó la vestidura presidencial y dañó la confianza de la sociedad. En carne propia sentí la indignación de los mexicanos, por eso, con toda humildad, les pido perdón".
                En su discurso hizo un llamado a sí mismo, pluralizando: "Es necesario vernos en el espejo y asumir una actitud autocrítica del desempeño". Esta figura de lenguaje invoca, desafortunadamente, lo superficial de los espejos, ya que únicamente nos refleja la apariencia exterior.
                Una actitud autocrítica de un Presidente de México respecto a su desempeño, como tal, necesita desplantarse de un examen sensato, responsable y sincero, de los valores éticos que sirven de base a su conducta pública y privada, y con ello pensar, expresar y actuar, coherentemente en consecuencia.
                En el momento que el Presidente Peña Nieto, asegura que "No obstante que me conduje con apego a la ley", está dando su palabra de que no cometió ningún acto ilícito. Y el ajustarse a las normas jurídicas no da lugar a pedir perdón a nadie.
                Empero, cuando agrega: "acepto y reconozco que cometí un error", y se añade que ese error afectó a su familia, lastimó la vestidura presidencial y dañó la confianza de la sociedad, debe precisar en qué consistió ese "error", para poder valorar esa "humildad" y ese "perdón".
                Porque después de ese viaje a su interior, el Presidente Peña salió rumbo a Washington, en dónde acaso se le pregunte: ¿puede explicar en qué consistió ese error, por el que con humildad pidió perdón a todos los mexicanos?