Día del Abogado
EL ALMA DE LA TOGA
El 12 de julio se conmemoró el Día del
Abogado en México y, con ese motivo, se llevaron a cabo diversas ceremonias en
nuestro país.
Como profesión liberal adviene con el
renacimiento, cuando este movimiento histórico incide en el sistema normativo
para separar, discriminar y distinguir, todos los preceptos que, entremezclados
totalmente, formaban una familia de reglas religiosas, técnicas, urbanísticas,
éticas, jurídicas, de trato social, para encauzar conductas humanas en todos
los órdenes de su vida.
El renacimiento, a su tiempo, crea lo
que hoy son las profesiones, entre ellas la licenciatura en derecho.
Actividades que requieren una preparación académica, un título, y un registro
público, las que, toda proporción guardada, suplen a los títulos de nobleza que
constituían la forma de organización en la Edad Media de la cultura occidental,
es decir, en el feudalismo.
La clase social que tomó el poder en el
renacimiento fue la burguesía, ocupando el sitio de la clase aristócrata, con
el ánimo de mejorar la forma de organización social. En aquellos tiempos un
feudalismo caduco fue vencido por un capitalismo revolucionario.
La etapa del renacimiento aún no
concluye, por lo que el capitalismo y la burguesía siguen dando su potencial
como sistema imperante que, cada año que pasa, produce sus contradicciones,
agudizándolas cada vez más.
Así que todos los profesionistas, entre
ellos los licenciados en derecho, cumplen una función social como parte de esta
clase dominante y, por ello, responsable.
Obvio, no es lo mismo licenciado en
derecho que abogado. La licenciatura en esta materia sólo es un título
académico, del que se puede pasar a un postgrado, una maestría, o a un
doctorado, conforme a normas jurídicas que regulan estos grados escolares.
Empero, ser abogado es otra cosa; es
saber, y seguir aprendiendo constantemente, las teorías y las técnicas
jurídicas para litigar, participando en el fenómeno real de aplicación del
derecho al caso concreto con interés controvertido, abogando por alguna de las
partes.
Ese dominio cultural y científico del
derecho debe ser su herramienta para aportar a sus clientes, por quienes aboga,
su experiencia, destreza, pasión, cautela, abnegación, pero sobre todo su
humanismo.
Ciencia sin conciencia arruina las
almas; ciencia con conciencia las libera.
El Día del Abogado fueron reconocidos,
en una ceremonia nacional acompañada por un Congreso Internacional de juristas,
cuatro michoacanos que ejercen positivamente la profesión homenajeada: Damián
Arévalo Orozco, director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la
Universidad Michoacana; Héctor Octavio Morales Juárez, quien se ha desempeñado
como magnífico juez y magistrado; José Arturo Pérez García, laboralista
reconocido; y, Guadalupe Grissel Aguilar Sosa, quien habiendo sido destacada
alumna viene realizando un buen trabajo profesional.
¡Felicidades para ellos!
Ángel Ossorio y Gallardo, (1873-1946)
abogado español a quien se le llamó "el Papa de la juridicidad" por
sus virtudes en el ejercicio del derecho, escribió El alma de la toga. Hoy le recuerdo, y le presento como arquetipo
del abogado.