Reformas
constitucionales
VENDRÁN A PEDIR
POSADA
Cada año, por estas fechas, se presentan
con puntualidad las posadas. Con ellas se inicia la segunda quincena del mes de
diciembre, para concluir en la Noche Buena.
Se instruyeron con carácter festivo, y
teniendo como inspiración pasajes bíblicos del Nuevo Testamento desarrollados
por narraciones complementarias de catecismos católicos.
Corresponden estas posadas a las peticiones
de alojamiento que María y José iban haciendo antes de nacer su hijo en un
pesebre en la ciudad de Belén, al no encontrar quién les diera cobijo.
Esas festividades de tradición religiosa
han venido cambiando hasta quedar degradadas a convivencias con bebestibles y
comestibles, con bailes y, en ocasiones, hasta con sexo.
Todo es humano, y nada debe espantarnos;
sin embargo, por "salud" personal y social, en el más amplio concepto
de esa palabra, y para bien cultural, deberíamos retomar las estructuras
tradicionales de esos eventos, ya que los otros divertimientos, sin perder la
dignidad ni el decoro en ellos, pueden tener sus tiempos y sus debidos
espacios.
Pasando a otro tema, pero relacionándolo
con el anterior, las reformas que a nuestra Carta Magna le han hecho las dos
cámaras del Congreso de la Unión, la de senadores y la de diputados, deben por
disposición constitucional ser también discutidas por cada una de las
legislaturas de los 31 Estados que forman nuestra Federación, y se tendrán por
aprobadas todas aquellas reformas y adiciones que obtengan como mínimo el voto
de 16 de esas cámaras de diputados locales.
Así que esas reformas y adiciones
aprobadas por los integrantes del Congreso de la Unión deben venir a pedir
posada en cada Estado, en busca de su aprobación legislativa local.
Al parecer, según fuentes
extraoficiales, ya se ha obtenido la aprobación de 17 legislaturas locales; sin
embargo, según las declaraciones del Presidente de la Mesa Directiva del Congreso
de Michoacán, a ellos no han llegado las minutas correspondientes.
Pronto, así lo esperamos, advendrán a
nuestra entidad federativa dichas minutas, lo que provocará la algarabía y el
enfrentamiento correspondiente frente a la llamada reforma energética, con la
misma pasión y con las mismas incongruencias que se han repetido, para mal, en
las recientes etapas legislativas de nuestro Congreso Constituyente Permanente.
Si en 17 legislaturas ya le dieron
posada a esas reformas, debemos observar si aquí, y en los otros Estados
faltantes, también le abren las puertas complacientes a las modificaciones a
los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.
De una o de otra manera, todos los
mexicanos deben recordar que el Presidente Enrique Peña Nieto, y los que han
votado a favor de la reforma energética, han venido asegurando que "PEMEX
y CFE no se privatizan; que todos los energéticos que en México se encuentran
son de nuestra Nación; que ahora sí, para todos, habrá empleos muy bien
pagados; que nuestro producto interno bruto crecerá arriba del 4% anual".
¿Y si no cumplen?