lunes, 13 de febrero de 2017

LOGOS
Simbolizar, lo ya simbolizado
BANDERA NACIONAL=A TODOS Y A TODO
        En la Convención de Aguascalientes de 1914, en un arrebato retórico de sentido superficial, pero de error profundo, el aguerrido abogado potosino, zapatista, Antonio Díaz Soto y Gama (1880-1967), razonó: “¿Qué valor tiene este trapo teñido de colores y pintarrajeado con la imagen de una ave de rapiña?”, e intentando al unísono tomar la bandera nacional, provocó que la mayoría de los asistentes sacaran su pistola y apuntaran al intruso, lanzándole a él y al zapatismo las majaderías de más grueso calibre que se utilizaban en ese tiempo, ésas que el mexicano actual sigue repitiendo como si fusen nuevas.
        Ese pasaje lo describe con maestría Martín Luis Guzmán en “El águila y la serpiente”; hecho histórico que concluyó cuando los generales Samuel Santos, Álvaro Obregón y Alessio Robles fueron por la bandera, pronunciándose a favor de ella en desagravio, besándola, y así logrando que todos vitorearan a la enseña patria, salvándole la vida a aquel orador enardecido.
        Ese discurso provocador e incendiario de Soto y Gama descalificaba, en ese tiempo, a la Bandera Nacional por su origen iturbidista, por ser símbolo militar y no revolucionario, y por generar división entre mexicanos. Esta intervención oratoria tiene la estructura de un esfuerzo premeditado, y fue dicha por alguien de experiencia en tribuna.
        En los discursos posteriores, contra lo externado por Don Antonio, se trasluce una improvisación de desagravio que tuvo que hacer frente a algo no esperado, se ve que no contestaron todos los aspectos de lo dicho, que a falta de calidad oratoria se lanzaron descalificaciones personales contra el turbulento, y loas patrióticas superficiales en torno a la bandera.
        Hoy, en 2017, carecemos en nuestro sistema educativo integral, al igual que en el escolarizado, de un razonado sentido cívico respecto a nuestros símbolos patrios: Bandera, Escudo, e Himno. Y es urgente retomar la tarea.
        Los símbolos sólo sintetizan lo simbolizado. Lo simbolizado es lo importante: el territorio nacional, nuestro hogar, familia, padres, hermanos, hijos, descendientes; la riqueza de nuestros mares, ríos, lagos, y aguas; el inmenso potencial de nuestro subsuelo con todos sus energéticos, petróleo, oro, plata, uranio, gas; bosques, agricultura y ganadería; nuestro espacio aéreo, la preparación cultural y educativa de cada mexicano, su esfuerzo individual y el socialmente organizado; nuestros amores y amistades; raíces y productos, nosotros mismos, con capacidad de dar con sentido humano; esto, y más, es nuestra patria. Enorme riqueza que sintetizamos en nuestra bandera, escudo e himno nacionales.
        Símbolos que cubren y protegen a todo mexicano, sin excepción; a los buenos y a los malos, con independencia del sexo, grupo étnico, religión, pobreza o riqueza, o de cualquier otro aspecto diferencial.
        El Día de la Bandera honremos nuestros símbolos patrios como a nosotros mismos.