LOGOS
Simbolizar, lo ya
simbolizado
BANDERA NACIONAL=A
TODOS Y A TODO
En la Convención de Aguascalientes de
1914, en un arrebato retórico de sentido superficial, pero de error profundo,
el aguerrido abogado potosino, zapatista, Antonio Díaz Soto y Gama (1880-1967),
razonó: “¿Qué valor tiene este trapo teñido de colores y pintarrajeado con la
imagen de una ave de rapiña?”, e intentando al unísono tomar la bandera
nacional, provocó que la mayoría de los asistentes sacaran su pistola y
apuntaran al intruso, lanzándole a él y al zapatismo las majaderías de más
grueso calibre que se utilizaban en ese tiempo, ésas que el mexicano actual
sigue repitiendo como si fusen nuevas.
Ese pasaje lo describe con maestría Martín
Luis Guzmán en “El águila y la serpiente”; hecho histórico que concluyó cuando los
generales Samuel Santos, Álvaro Obregón y Alessio Robles fueron por la bandera,
pronunciándose a favor de ella en desagravio, besándola, y así logrando que
todos vitorearan a la enseña patria, salvándole la vida a aquel orador
enardecido.
Ese discurso provocador e incendiario de
Soto y Gama descalificaba, en ese tiempo, a la Bandera Nacional por su origen
iturbidista, por ser símbolo militar y no revolucionario, y por generar división
entre mexicanos. Esta intervención oratoria tiene la estructura de un esfuerzo
premeditado, y fue dicha por alguien de experiencia en tribuna.
En los discursos posteriores, contra lo
externado por Don Antonio, se trasluce una improvisación de desagravio que tuvo
que hacer frente a algo no esperado, se ve que no contestaron todos los
aspectos de lo dicho, que a falta de calidad oratoria se lanzaron
descalificaciones personales contra el turbulento, y loas patrióticas
superficiales en torno a la bandera.
Hoy, en 2017, carecemos en nuestro
sistema educativo integral, al igual que en el escolarizado, de un razonado
sentido cívico respecto a nuestros símbolos patrios: Bandera, Escudo, e Himno.
Y es urgente retomar la tarea.
Los símbolos sólo sintetizan lo
simbolizado. Lo simbolizado es lo importante: el territorio nacional, nuestro
hogar, familia, padres, hermanos, hijos, descendientes; la riqueza de nuestros
mares, ríos, lagos, y aguas; el inmenso potencial de nuestro subsuelo con todos
sus energéticos, petróleo, oro, plata, uranio, gas; bosques, agricultura y
ganadería; nuestro espacio aéreo, la preparación cultural y educativa de cada
mexicano, su esfuerzo individual y el socialmente organizado; nuestros amores y
amistades; raíces y productos, nosotros mismos, con capacidad de dar con sentido
humano; esto, y más, es nuestra patria. Enorme riqueza que sintetizamos en
nuestra bandera, escudo e himno nacionales.
Símbolos que cubren y protegen a todo
mexicano, sin excepción; a los buenos y a los malos, con independencia del
sexo, grupo étnico, religión, pobreza o riqueza, o de cualquier otro aspecto
diferencial.
El Día de la Bandera honremos nuestros
símbolos patrios como a nosotros mismos.