lunes, 29 de octubre de 2012

Socavaron los Cimientos PERO EXISTE TALENTO PARA RECOMENZAR

             Cuando la confusión se generaliza, en una sociedad tan afectada como la nuestra, es tiempo de sosegarnos, esforzándonos más y agudizando el talento para poder comprender mejor los problemas, para encontrar la mayor cantidad de soluciones, para escoger la mejor de ellas, y para con eficacia aplicar el remedio.
                Michoacán se ha convertido en una especie de laboratorio político de muy encontrados grupos ideológicos, no siempre con sanos intereses. Claro, nuestra entidad federativa no merece este trato de conejillo de indias.
                El Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, durante su reciente estancia en Morelia, formuló razonamientos orientadores que, por ser tan generales, no aclaran del todo ni los problemas ni sus soluciones.
                Habló de un México "con casi 32 millones de personas mayores de quince años que no terminaron ni la primaria ni la secundaria o son analfabetos... lo que hace urgente una reforma integral a todo el sistema educativo"; agregando: "México necesita más escuelas, muchas más, porque son el principal antídoto contra las conductas antisociales".
                No especificó en qué deben consistir esas reformas. Salvo que para él baste con sólo abrir más escuelas, mucho más escuelas; y, en este caso, habrá que precisar que el antídoto contra las conductas antisociales no es la cantidad, sino la calidad de esas escuelas.
                Hoy, lamentablemente, muchas escuelas gastan mucho dinero, no en la educación sino a pretexto de la educación, con maestros que no asisten a clase, o asistiendo sin preparación, o repitiendo rutinariamente lo mismo que han dicho durante decenios.
                O escuelas en donde los alumnos no van a clase, entrando en la corrupción de la compraventa de calificaciones; o con profesores sujetos a pandillas sindicales, y que son promovidos por las marchas en que participan, por las puertas de edificios públicos que patean o queman, por el número de autobuses que secuestran e incendian.
                Y si lo anterior se da entre supuestos alumnos con supuestos maestros, el mayor hedor de corrupción se produce entre las autoridades educativas del más alto nivel, y desciende al resto de los funcionarios.
                Claro que todo lo anterior tiene muchas excepciones, ya que también existen magníficos maestros y extraordinarios alumnos, como a su vez laboran autoridades que luchan contracorriente para salvar lo mejor de nuestra organización educativa. Esto nos ofrece, aún socavados los cimientos educativos, la esperanza de que el talento y el trabajo pueden recomponerlo todo.
                El Rector Narro recordó la conocida frase de Víctor Hugo: "Abrir escuelas para cerrar prisiones"; empero, él mismo se da cuenta que no se puede cerrar una prisión por cada escuela que se abra, así, mecánicamente e ipso facto, por ello conceptualizó: "Los cambios no se logran de la noche a la mañana, por lo que es necesario tener propuestas, exponerlas, convencer a los que piensan de manera diferente, así como proponer y alcanzar acuerdos".   
                Pero, ¿qué acordarías con quienes incendian tu casa y tu automóvil?