Esos
eventos culturales por más caros, numerosos y espectaculares, están muy lejos
de ser el núcleo de toda cultura. En realidad en el planeta, en nuestro país y
en cada una de sus entidades federativas, existen y coexisten muchas y variadas
culturas.
No
hay, por ello, la definición de cultura única, absoluta, exclusiva; gozamos,
sí, de gran variedad de intentos esclarecedores sobre la conceptualización de
este fenómeno humano.
Para
mí, cada ser humano en su individuo socialidad tiene aptitudes que puede y debe
cultivar; es decir, desarrollarlas con esfuerzo y talento hasta conducirlas a
su máxima expresión, para así cultivarse. Esta vía es la más sólida para ser
culto, y no simplemente un pretencioso simulador.
Cultivar
su capacidad para cantar, danzar, pintar, esculpir, construir, actuar, producir
música en todos sus espectros, expresarse de manera oral o por escrito en todos
sus géneros literarios; o, en contrapartida, cultivar su disposición para
apreciar y gozar de todas esas manifestaciones humanas.
Estoy
a favor de que se realicen grandiosos eventos culturales, pero teniendo en
cuenta que la cultura es para todos, y para todo.
En
la actualidad los avances tecnológicos permiten llevar hasta las más recónditas
aldeas, y a la intimidad de todo hogar, los mejores eventos culturales. Nuestro
espacio aéreo, y las señales de televisión y de radio, propiedad de la Nación,
deben ser los diseminadores, eficaces y gratuitos, de esos eventos culturales,
cuidando que éstos se realicen en diversas regiones y ciudades, para que no las
monopolice nadie.
Eso
hará bien a las televisoras y a las radiodifusoras, para que abandonen su
proclividad a destilar sangre de notas rojas a todas sus horas, y mejor brote
de ellas, con validez educativa, la presencia de la cultura.
De
la cultura para todo. Cultura para que los mexicanos seamos puntuales. Cultura
para siempre privilegiar la verdad. Cultura para cuidar el agua. Cultura
educativa, para que nuestra vida sea un informarnos y formarnos constantemente.
Cultura del trabajo, tanto para generar empleos productivos como para producir
bienes y servicios de calidad.
Cultura
para distribuir mejor todo lo producido, no permitiendo que haya decenas de
miles de millones de dólares en propiedad de una sola familia, cuando hay
millones de desempleados con niños en la miseria y en el abandono. Cultura para
respetar la vida y la integridad humanas. Cultura para que sea inviolable la
casa habitación de todas y cada una de las familias de México, ya que nuestro
hogar debe ser respetado por autoridades y gobernados.
Cultura
para que cualquier humano a toda hora puede transitar por campos, calles, o
carreteras, y nadie le falte al respeto.
Cultura
de la legalidad, fundamento de todos nuestros actos.