No hay duda de que el Presidente Felipe Calderón Hinojosa es un buen hermano; pero esto no significa, necesariamente, que por ello sea un buen Presidente de la República.
Es obvio que, en Michoacán, se ha impuesto la voluntad del Presidente. Luisa María Calderón Hinojosa, su hermana, es ya, formalismos legales de más o de menos, candidata del Partido Acción Nacional a la gubernatura del Estado.
Hoy no analizaré las características personales de la candidata, sino parte del origen de su candidatura. Recordemos que el actual dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz, no hace muchas semanas le levantó el brazo a Marko Antonio Cortés Mendoza al tiempo que manifestaba públicamente que Marko (así con “k”) sería el candidato de Acción Nacional para la gubernatura de Michoacán.
Y el deseo y la predicción de Madero resultaron fallidos. ¡Sólo faltaba que el Presidente de México en su propio estado no pudiera imponer a la candidata de su partido!; por ella, en virtud de sus vínculos fraternos; y, por él mismo, buscando dejar con fuero y fuerza a alguien de todas sus confianzas, ante los avatares que advendrán a la conclusión del mandato presidencial, para toda su familia.
Pero la necedad de ese senador Cortés Mendoza era un obstáculo para la Cocoa Calderón. Marko se soñaba ya gobernador; así que en lo oscurito, a espaldas y a traición contra algunos panistas, se tomó un acuerdo de muy alto nivel: Luisa María, candidata a la gubernatura; y, Marko candidato a la presidencia municipal de Morelia. Ésta es, hasta el momento, la decisión presidencial, formalizada como solución panista.
A este burdo reparto de botín se ha opuesto, hasta el momento, un grupo de panistas encabezados por Alfonso Martínez Alcázar, aspirante a dicha candidatura municipal. Su inconformidad no sabemos hasta dónde quieran llevarla.
Lo cierto es que el senador con licencia Marko Antonio Cortés Mendoza, con cierta inseguridad y complicidad avergonzada, se ha venido escondiendo para no dar entrevistas, sin embargo, forzado por las circunstancias sólo manifestó: “Lo que puedo decir en estos momentos es que estoy a las órdenes de mi partido, y donde mi partido me requiera, ahí estaré”.
Marko es de Zamora, Michoacán, con mucha ambición y con poca experiencia, y le falta, entre otras cosillas, cumplir un requisito constitucional para ser presidente municipal de Morelia.
Alguien tiene que decírselo, tanto a él como al Partido Acción Nacional. En lo relativo, el artículo 119 de la Constitución Política del Estado de Michoacán ordena: “Para ser electo Presidente Municipal… se requiere: … III.- Haber nacido en el Municipio respectivo o haber adquirido la vecindad en el mismo por lo menos dos años antes al día de la elección…”
Salvo que, a pedido, hayan modificado esta fracción recientemente, o que por orden presidencial nuestra Constitución en Michoacán no se acate en este caso.
