domingo, 21 de agosto de 2011

Elecciones de Calidad SIN TANTA GASTADERA

           "Si no actuamos hoy, mañana será tarde." Esta expresión dramática, que se asemeja mucho a un último llamado, la pronunció Santiago Creel Miranda en una entrevista que dio recientemente para el periódico EL UNIVERSAL.
            El emplazamiento que nos hace tiene un tono trágico de advertencia que nos mueve a considerar al día de hoy, como un plazo fatal, de carácter irrevocable; y a valorar ese día de mañana, si actuamos como él nos aconseja, como nuestra oportunidad temporal de salvación.
            Sin embargo, las preocupaciones que lo dramático genera se nos van diluyendo en cuanto avanzamos en la lectura de su exposición de entrevistado. Y al final, lo que desea en realidad Creel Miranda es comunicarnos que va a recorrer, desde ahora, todo el territorio patrio, con el ánimo de “fortalecer al Partido Acción Nacional”, su partido, y sólo de pasadita, vigorizarse él mismo.
            Creel valora de manera especial la materia electoral, ya que, para lograr esos robustecimientos, aprecia más lo electoral que el trabajo que venía desempeñando en el Senado de la República; y, a tal grado lo estima, que considera que vivimos ya en pleno calendario electoral.
            Lo electoral enloquece tanto al espíritu ético, que hace que lo moral consista en despreciar el voto de los electores abandonando el alto encargo legislativo que se le confirió, para ya sin cargo, subirse a otro trapecio de mejor paga.
            Así lo más importante es lo electoral y, como él, existen personas que ubican esta materia como el eje de todo, creando para su uso un epicentrismo de esta naturaleza, y tratando de imponer lo electoral a todos los demás, bajo muy diversas modalidades.
            Me recuerda todo lo hasta aquí expuesto, a uno de los 136 breves fragmentos que nos han quedado de la obra de Heráclito de Éfeso (540-470 antes de nuestra Era) ya que siguen siendo aleccionadores: “Todo está en flujo… Todo se pivotea a través de todo”.
            No olvidemos que Platón nos muestra un Sócrates que confiesa que en el libro de Heráclito “hay ideas valiosas, que merecen sacarse de sus oscuridades profundas”.
            A su vez, Aristóteles nos dejó dicho que “Platón cuando joven quedó muy impresionado por las doctrinas de Heráclito, de la manera en que las enseñaba el ateniense Cratilo”.
            Por mi parte, únicamente he reproducido uno de esos fragmentos de Sobre la naturaleza: “Todo está en flujo… Todo se pivotea a través de todo”. Tengo, para mí, que son una verdad estos conceptos, y que siguen siendo aplicables a todas las cosa en sus diversos tiempos.
            Por ello los epicentrismos siempre me han parecido absurdos; tanto los que afirman que todo gira en torno a un dios, o a varios dioses, o que el eje de todo es la economía, o la educación, o la salud, o el sexo; o los que, con mayor grado de absurdo, nos aseguran que todo es electoral, haciendo que su vida, o parte importante de ella, gire en torno a este fenómeno político, tan pobre hoy en su presentación social, pero ahora tan costoso para los erarios constituidos por nuestras contribuciones.
            Ni siquiera todo gira en torno a la política, menos aún podemos aceptar que todo se pivotea a través de las llamadas elecciones. Heráclito, más que nunca, se encuentra presente, y muchos de sus conceptos vigentes.
            Como ejemplo de eso he señalado las ansias y el nerviosismo de Santiago Creel Miranda, aspirante panista a la silla presidencial. Él personifica en este caso a todos aquellos que viviendo desde hace años en el vecindario electoral, piensan y actúan electoralmente y, lo que es más grave, quieren que todos creamos que el universo entero es de esa naturaleza.
            Esa manera de creer, y de actuar, nos ha conducido a gastar muchos recursos: humanos, materiales y económicos, en labores electorales. Recientemente, incluso, la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión informó que en los últimos 11 años, 16 partidos políticos de México se han repartido más de 36 mil 638 millones de pesos; y algunos de ellos siguen en el negocio.
            Pero ese gasto sólo es el registrado oficialmente en los presupuestos de egresos, anuales, de carácter federal. Habría que cuantificar lo erogado  de los presupuestos, también anuales, de las entidades federativas, y de los municipios de país, más lo no oficial, de gastos electorales encubiertos, sumando lo que cuesta el funcionamiento de los órganos administrativos y los jurisdiccionales de carácter electoral, más lo que invierten los particulares, hasta el clero y los extranjeros, por desgracia. Y la suma de todo ello es demasiado.
            No cabe duda que es mucho dinero invertido en el epicentrismo  electoral, y sin productos de calidad. En Michoacán, por ejemplo, el PAN y el PRD que no tuvieron candidato de unidad a la gubernatura, llevan gastados muchos millones de pesos, y aún no hay contienda constitucional, y han generado enojo y desbandada en sus filas; entre otras razones, por tratar de imponer como candidatos respectivos a la presidencia de Morelia; el PRD a Genovevo Figueroa Zamudio, quien siendo de Cuitzeo es muy conocido en la capital del Estado, pero para mal, y el PAN a Marko Cortés Mendoza de Zamora, quien resultando advenedizo, cedió la candidatura a gobernador a la Cocoa, hermana del Presidente Felipe Calderón, por esta otra postulación, mostrando el mercantilismo del simple toma y daca.
            Lo señalado no significa que esté en contra de un proceso democrático electoral necesario para todos los cargos públicos de elección popular. ¡Nada de eso!
            Empero, es urgente buscar cómo puede haber mayor calidad electoral, sin tanta gastadera. Michoacán, en este 2011, podría ser vanguardia en esto.