miércoles, 31 de agosto de 2011

¡Perder 3 mil millones de pesos! ATENTADO CONTRA LA EDUCACIÓN

               El tiempo y las circunstancias no están para desaprovechar ningún tipo de recursos; menos en un lapso de crisis económica que ha permanecido terca en nuestro país, y que afecta más a una entidad federativa como Michoacán.
            Un hecho de desperdicio económico lo denuncia el delegado de la Secretaría de Educación Pública en el Estado, Víctor Manuel Lagunas Ramírez, quien aseveró que “En los últimos cuatro ciclos escolares Michoacán ha dejado de acceder a recursos extraordinarios por más de 3 mil millones de pesos, por no poder ni querer aplicar la normatividad y las reglas de operación de programas federales en cuanto a la reforma educativa”.
            Tremenda resulta esta confesión, y gravísimo el señalamiento, ya que la normatividad en la materia educativa corresponde, conforme al artículo 3º fracción VIII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al Congreso de la Unión, quien “con el fin de unificar y coordinar la educación en toda la República, expedirá las leyes necesarias, destinadas a distribuir la función social educativa entre la Federación, los Estados y los Municipios, a fijar las aportaciones económicas correspondientes a ese servicio público y a señalar las sanciones aplicables a los funcionarios que no cumplan o no hagan cumplir las disposiciones relativas, lo mismo que a todos aquellos que las infrinjan”.
            Y quién ejecuta, y tiene el deber de vigilar que se ejecuten, las leyes federales, incluyendo a la Carta Magna, sobre todo en educación, es el Presidente de la República, a través de la Secretaría de Educación Pública.
            Así que la revelación del delegado de la SEP de que en nuestro Estado no se cumple con la normatividad, porque a su decir “El gobierno de Michoacán prefiere seguir con su política del pase automático, de tener maestros comisionados en varias expresiones sindicales y políticas, y de hacer que persista la anarquía”, es confesar, en primer término, que la Secretaría de Educación Pública y el propio Presidente Felipe Calderón Hinojosa no están cumpliendo con su deber, puesto que desde hace cuatro ciclos escolares toleran, sin aplicar las sanciones legales correspondientes, que el gobernador Leonel Godoy Rangel y sus colaboradores en materia educativa afecten, en agravio de los michoacanos, y del país entero, la legislación federal correspondiente.
            Tanto prevarica quien no cumple con el derecho, como quien teniendo a su cargo el hacerlo observar, deja que violen las normas, por su desgano, temor, incapacidad, o su complicidad, sin aplicar tan siquiera las sanciones legales establecidas.
            Afectar así a los niños y a los jóvenes, en lo más preciado que es su educación, es un crimen.
            Y curiosamente el Presidente Calderón les habló hace dos días a los mil niños de México, mejor calificados escolarmente, señalándoles: “…  la chamba de ustedes es estudiar… Nosotros estamos luchando por ustedes en contra de los criminales…”
            Sin embargo, parece haber algunos criminales en contra de los cuales no se lucha.