miércoles, 26 de mayo de 2010

MENOS SE DONA

La Patria no se Vende
MENOS SE DONA

Por fortuna ha habido diputados que han frenado la intención del Poder Ejecutivo del Estado de vender la Isla de Las Palmas, y parte de la Isla del Cayacal. ¡Bien por ellos!
Pero ahora, ya la mayoría de los legisladores piensa en que no se debe vender, sino sólo donar, y dicho regalo es a un fideicomiso que no ha cumplido, a ojos de todos, con el decreto 83 del propio Congreso, correspondiente a la LXX Legislatura Local.
Nadie del Poder Ejecutivo ha querido dar cuentas de qué se hizo con la anterior desincorporación de tierra en aquella región de la Costa Michoacana. Se niegan rotundamente a ello. Ese fideicomiso que sirvió de máscara es una caja de secretos que desprende olores acusatorios.
Y nadie presenta un plan, con sus programas, y sus proyectos, en relación exacta a la desincorporación y regalo que ahora se pretende hacer.
Expresar ahora, como siempre, que la patria no se vende, ni debe donarse, está muy lejos de ser una frase chauvinista, porque se ha convertido en un sentimiento nacional, y estatal, que se escucha por doquier.
México no únicamente es el territorio, sino la población, el gobierno, la soberanía, la organización jurídica; en otras palabras es el Estado Mexicano; y ninguno de estos elementos es mercancía, ni forma parte de los artículos de comercio. Somos nosotros mismos, nuestras familias, nuestro pasado, el presente, y las posibilidades múltiples y prometedoras de un futuro promisorio.
Otra cosa es el desarrollo de la costa michoacana. Por esto debemos de trabajar, echar a vuelo nuestra imaginación, aplicar nuestros mejores esfuerzos, plantear las opciones positivas de un desarrollo compartido.
Con el desarrollo de los michoacanos de la costa, sí; con el enriquecimiento unilateral de la Compañía Kansas City, no; empero, aceptando y entendiendo la globalización actual, debemos decir sí al desarrollo equitativo y proporcional de la población, primero, y compartirlo con esa empresa extranjera y/o nacional, sino no hubiera opciones.
Sólo con una convocatoria pública y abierta podríamos saber si existe demanda de aquellas tierras, para qué y por quién, y así el mismo gobierno puede escoger, u optar, con la visión precisa y clara de que debe ser para el bien de los mexicanos.
Todo lo anterior, independientemente del actual proceso legislativo, en donde el Ejecutivo Estatal equivocó su iniciativa, al hablar de venta y de que se autorice no sólo al gobernador, sino a su representante legal, sin decir quién es éste; ante la cual, las comisiones unidas de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública, de Desarrollo Económico, de Desarrollo Urbano y Hacienda y Deuda Pública no pueden, jurídicamente hablando, ni deben conforme a derecho, ser incongruentes con lo que se pide en tal iniciativa del Ejecutivo, ya que sólo pueden y deben dictaminar el sí, o el no, en relación a la litis planteada por quien inicia. Razonando el porqué de su dictamen.
Poner en el dictamen, de manera esencial, cosas diferentes a tal iniciativa, significa violar las formalidades esenciales del procedimiento legislativo, y faltar al respecto al Ejecutivo, si no se le pide su aceptación y anuencia, y ésta no la otorga, con las formalidades de Ley.
Si las comisiones unidas tienen otra idea en el fondo, para tratar ese asunto, deben presentar su propia iniciativa, para que sigua el procedimiento respectivo.
El desaseo en el procedimiento refleja la falta de percepción exacta en el fondo. No es cosa de mucha inteligencia, basta con sentido común. Este asunto en un referéndum popular no pasaría la prueba.
¿Se vende este valiosos inmueble?, la respuesta sería un NO.
¿Se dona, se regala, esta propiedad de los michoacanos?, la contestación será un NO superlativo.
Se debe obrar con sensatez, con inteligencia, siempre a favor del pueblo. La patria no se vende, menos se dona. Los michoacanos tenemos capacidad suficiente para hacerla productiva, y no tenerla amortizada, lo que también es un agravio a Michoacán.