sábado, 22 de mayo de 2010

EN LA BOCA DEL LOBO

Tierra de Volcanes
EN LA BOCA DEL LOBO

Nunca la erupción de un volcán había afectado a todo el mundo al paralizar la transportación, aérea, hacia y desde Europa. Un fenómeno natural que desde Islandia ha producido, y sigue generando, tanta ceniza, dejará marcada para siempre a la geografía de ese país y, en sólo siete días, orilló a crisis económica a todas las líneas aéreas del planeta.
El sábado próximo anterior la actividad del volcán Eyjafjol aumentó sin más, según informaron los geólogos islandeses, mientras la nube de cenizas volcánicas se extendía por varios países europeos, creando caos, y provocando alertas de riesgos para la salud en la población.
Desde el principio de la semana que trascurre, las oficinas meteorológicas de varios países europeos transmitieron, con ciertas dudas geofísicas, pero con mucha preocupación financiera, que las erupciones del activo volcán "se están debilitando", aunque no dejaron de advertir la existencia del viento del noroeste, impulsando las cenizas hacia las islas británicas y el continente.
La economía es la economía, y han decidido reanudar la navegación aérea, tratando de reducir riesgos a través de pasillos espaciales con menos polución volcánica. Hasta el día de ayer la Unión Europea calculaba una pérdida de $1,700 millones de dólares americanos.
De todo ese fenómeno generado en Europa debemos aprender, ya que México también es tierra de volcanes, y varios humean y roncan, y de vez en cuando parecen encabritarse.
Más nos vale prevenirnos, en todos los sentidos, ye que no sólo estamos expuestos a actividades impetuosas de los fuegos, los humos químicos, y lavas candentes salidas del fondo de la tierra, sino que también somos proclives a muy diversos tipos de desastres.
Nuestros volcanes más peligrosos, en estos momentos, generan violencia, muertes, inseguridad, desempleo, huida de capitales, baja productividad en todos los órdenes, inequitativa distribución de la riqueza, desconfianza. Son volcanes en el mundo de lo social, a grado de preocupación internacional.
El embajador de Estados Unidos de América en México, Carlos Pascual, acaba de advertir, durante la Trigésima Séptima Asamblea Anual de la Cámara Americana de Comercio, sobre las amenazas que penden sobre nuestro país, citando un sinnúmero de regiones mexicanas en donde prácticamente es imposible vivir con normalidad, y señalando que este proceso de descomposición va creciendo.
Y, obvio, para ese diplomático la salvación de México reside en la oportuna llegada de la tradicional caballería americana. Mencionó que “EU ha capacitado a más de 5 mil 500 policías federales mexicanos para luchar contra el narcotráfico y, próximamente, extenderá esa preparación a efectivos estatales y municipales”.
Aseguró, también, que “el gobierno estadounidense también capacita a jueces, procuradores y estudiantes para implementar un nuevo sistema judicial, en la lucha contra el crimen”.
Será que de allá también vienen armas y entrenamiento para todas las partes contendientes. Y no es bueno para México, ni para los mexicanos, depender a tal grado de un vecino tal poderoso y hegemónico. En la boca del lobo nos han metido los gobiernos.