La fuerza de los
resentidos
DEL ANARQUISMO A LA
DICTADURA
No es necesario ser ducho para conocer
las más turbias y turbulentas manifestaciones de las almas resentidas, más
cuando éstas empiezan a ser manipuladas por anarquistas que responden a
intereses encubiertos y nada confiables.
Los resentimientos crecen, en toda la
población de nuestro país, por los torpes manejos de quienes ejercen el poder
en la política, la religión, la economía, la educación, y en el resto de los
fenómenos sociales.
Pero por igual, los señores del poder se
irritan al recibir los odios del pueblo; y así, todos nos enfurecemos en esa
retroalimentación de animadversiones mutuas, hasta tornar nuestros vínculos sociales enfermizos en un polvorín listo
para la explosión, o en un encabronamiento de ese México bronco.
A la insistencia del Presidente Enrique
Peña Nieto al invitarnos a que no nos entrampemos en el doloroso asunto de
Ayotzinapa y que es necesario superar ese caso, se le responde agudizando más
el problema, y generando mayores conflictos a nivel presidencial, en todos los
asuntos gubernativos.
Ahora los padres de los 43 alumnos de esa normal de Guerrero, que no estuvieron al cuidado de que sus hijos no corrieran riesgos en ese internado y estudiaran para ser mejores en todos los sentidos, viajan al extranjero para visitar organismos internacionales y presionar más al gobierno mexicano.
Ahora los padres de los 43 alumnos de esa normal de Guerrero, que no estuvieron al cuidado de que sus hijos no corrieran riesgos en ese internado y estudiaran para ser mejores en todos los sentidos, viajan al extranjero para visitar organismos internacionales y presionar más al gobierno mexicano.
Gobierno mexicano que, por otra parte,
dio lugar a la desaparición forzada, o al cruel asesinato, de esos jóvenes que
por más provocadores que hubiesen sido no merecían nunca lo que oficialmente la
PGR dice que les pasó.
Y es que cada grave problema del país
parece ser producto de una suma de actos irresponsables de todos o casi todos
los figurantes, lo que nos coloca constantemente como pueblo en el filo de la
navaja.
El sector hacendario, por dar otro
ejemplo, hace todavía algunas semanas nos dio a conocer a través del secretario
Luis Videgaray Caso que era innecesario hacer recortes presupuestales, porque
México contaba con coberturas financieras de seguros contratados en el año 2014
que nos garantizaban los ingresos petroleros para este 2015. A través de todos
los medios de comunicación se dijo esto, subrayando la previsión eficaz de la
reingeniería nacional en esa materia. ¡Todos lo escuchamos!
Pero ahora, unos días después, el mismo
secretario Videgaray nos anuncia la necesidad de recortar el gasto público por
un monto de 124 mil millones de pesos, dándole el calificativo a este recorte
de "preventivo", y presentando como su causa "un cambio en el
entorno financiero internacional". y aceptando, además, que el Banco
Mundial nos reordene.
Ese enorme boquete financiero está
generando más resentidos, y la mentira o la ineptitud de esa alta burocracia
hacendaria aumenta ese inquina, en extensión y en intensión, al tiempo que
debilita más a los gobernantes.
Y esa anemia gubernativa hace más
agresivos a los opositores en su contra; conduciéndonos a la anarquía, la que
sólo anuncia la llegada de una dictadura.