lunes, 2 de febrero de 2015

La fuerza de los resentidos
DEL ANARQUISMO A LA DICTADURA
        No es necesario ser ducho para conocer las más turbias y turbulentas manifestaciones de las almas resentidas, más cuando éstas empiezan a ser manipuladas por anarquistas que responden a intereses encubiertos y nada confiables.
        Los resentimientos crecen, en toda la población de nuestro país, por los torpes manejos de quienes ejercen el poder en la política, la religión, la economía, la educación, y en el resto de los fenómenos sociales.
        Pero por igual, los señores del poder se irritan al recibir los odios del pueblo; y así, todos nos enfurecemos en esa retroalimentación de animadversiones mutuas, hasta tornar nuestros  vínculos sociales enfermizos en un polvorín listo para la explosión, o en un encabronamiento de ese México bronco.
        A la insistencia del Presidente Enrique Peña Nieto al invitarnos a que no nos entrampemos en el doloroso asunto de Ayotzinapa y que es necesario superar ese caso, se le responde agudizando más el problema, y generando mayores conflictos a nivel presidencial, en todos los asuntos gubernativos.
        Ahora los padres de los 43 alumnos de esa normal de Guerrero, que no estuvieron al cuidado de que sus hijos no corrieran riesgos en ese internado y estudiaran para ser mejores en todos los sentidos, viajan al extranjero para visitar organismos internacionales y presionar más al gobierno mexicano.
        Gobierno mexicano que, por otra parte, dio lugar a la desaparición forzada, o al cruel asesinato, de esos jóvenes que por más provocadores que hubiesen sido no merecían nunca lo que oficialmente la PGR dice que les pasó.
        Y es que cada grave problema del país parece ser producto de una suma de actos irresponsables de todos o casi todos los figurantes, lo que nos coloca constantemente como pueblo en el filo de la navaja.
        El sector hacendario, por dar otro ejemplo, hace todavía algunas semanas nos dio a conocer a través del secretario Luis Videgaray Caso que era innecesario hacer recortes presupuestales, porque México contaba con coberturas financieras de seguros contratados en el año 2014 que nos garantizaban los ingresos petroleros para este 2015. A través de todos los medios de comunicación se dijo esto, subrayando la previsión eficaz de la reingeniería nacional en esa materia. ¡Todos lo escuchamos!
        Pero ahora, unos días después, el mismo secretario Videgaray nos anuncia la necesidad de recortar el gasto público por un monto de 124 mil millones de pesos, dándole el calificativo a este recorte de "preventivo", y presentando como su causa "un cambio en el entorno financiero internacional". y aceptando, además, que el Banco Mundial nos reordene.
        Ese enorme boquete financiero está generando más resentidos, y la mentira o la ineptitud de esa alta burocracia hacendaria aumenta ese inquina, en extensión y en intensión, al tiempo que debilita más a los gobernantes.
        Y esa anemia gubernativa hace más agresivos a los opositores en su contra; conduciéndonos a la anarquía, la que sólo anuncia la llegada de una dictadura.