miércoles, 29 de enero de 2014

Retórica libertaria en la CELAC
DESPUÉS, PASAR LISTA EN EU
        Se ha celebrado en días recientes la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, conocida por sus siglas como CELAC. Se llevó a cabo en la Habana, Cuba.
        La sede fue la correcta, ya que ese país hermano ha estado sujeto a un bloqueo que, aparte de ilegal, resulta ofensivo para todos los pueblos de la Tierra.
        Difícilmente encontraremos a una nación, en toda la historia de la humanidad, que haya podido soportar cerca de 52 años con un bloqueo al estilo del que le impuso a Cuba el gobierno de los Estados Unidos de América a partir del año 1962, y todo por haberse declarado, con hechos reales, "Territorio Libre de América", es decir, libre e independiente del poderío gringo.
        Y así de libre se ha sostenido, pagando un altísimo precio, pero como un ejemplo, no por todos comprendido, para el mundo entero. La sede de esa cumbre fue la correcta.
        Además el gobierno cubano, representado por su Presidente Raúl Castro, estuvo a la altura profesional de los mejores anfitriones. Ahí hay oficio, a pesar de todo lo que se pueda decir en contra de ese sistema y de Fidel y de Raúl.
        Empero, lo que pretendo significar es que esa reunión de los países latinoamericanos y caribeños levanta de nueva cuenta la bandera latinoamericana, frente al panamericanismo. Esas dos opciones se dieron desde el siglo XIX.
        Con el latinoamericanismo se buscó la unión, la alianza, de todas las naciones latinas de América; a efecto de enfrentarlas a la América sajona del Norte, la que desde sus orígenes ha pretendido, y con éxito, dominar y explotar a todo el continente.
        A nadie se le olvida la vigencia de la doctrina Monroe: "América para los americanos", que si bien comenzó a aplicarse en contra de Europa, muy pronto se orientó a sustentar en todos los sentidos el hegemonismo de los EU sobre sus vecinos de continente. Esta fue la raíz central del Panamericanismo, tesis elaborada por John Quincy Adams, pero aplicada por el Presidente James Monroe a partir del 1823, como eficaz instrumento de su percepción como protagonistas del Destino Manifiesto.
        El Latinoamericanismo ha sido una respuesta defensiva al panamericanismo gringo. Martí, Bolívar, Sucre, San Martín, son inspiradores de esta posición desde el siglo XIX. Pero hoy, en este siglo XXI, en el Caribe, Centroamérica, y en el sur de nuestro continente, varios países tienen gobiernos con orientación latinoamericanistas.
        Bajo esos principios, en esa cumbre, se rindió homenaje a quien fuese Presidente de Venezuela: Hugo Chávez; y también sobre esa orientación se urgió a que todos los países asistentes ejerzan plena soberanía para replantear la relación frente a inversionistas extranjeros, es decir, los que vienen de fuera de esta zona.
        Sin embargo, después de ese recreo, de esa retórica independentista y de libertad, la mayoría de estos gobiernos seguirán pasando lista ante el gobierno de EU.