Retórica libertaria
en la CELAC
DESPUÉS, PASAR LISTA
EN EU
Se ha celebrado en días recientes la
Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, conocida por
sus siglas como CELAC. Se llevó a cabo en la Habana, Cuba.
La sede fue la correcta, ya que ese país
hermano ha estado sujeto a un bloqueo que, aparte de ilegal, resulta ofensivo
para todos los pueblos de la Tierra.
Difícilmente encontraremos a una nación,
en toda la historia de la humanidad, que haya podido soportar cerca de 52 años
con un bloqueo al estilo del que le impuso a Cuba el gobierno de los Estados
Unidos de América a partir del año 1962, y todo por haberse declarado, con
hechos reales, "Territorio Libre de América", es decir, libre e
independiente del poderío gringo.
Y así de libre se ha sostenido, pagando
un altísimo precio, pero como un ejemplo, no por todos comprendido, para el
mundo entero. La sede de esa cumbre fue la correcta.
Además el gobierno cubano, representado
por su Presidente Raúl Castro, estuvo a la altura profesional de los mejores
anfitriones. Ahí hay oficio, a pesar de todo lo que se pueda decir en contra de
ese sistema y de Fidel y de Raúl.
Empero, lo que pretendo significar es
que esa reunión de los países latinoamericanos y caribeños levanta de nueva
cuenta la bandera latinoamericana, frente al panamericanismo. Esas dos opciones
se dieron desde el siglo XIX.
Con el latinoamericanismo se buscó la
unión, la alianza, de todas las naciones latinas de América; a efecto de
enfrentarlas a la América sajona del Norte, la que desde sus orígenes ha
pretendido, y con éxito, dominar y explotar a todo el continente.
A nadie se le olvida la vigencia de la
doctrina Monroe: "América para los americanos", que si bien comenzó a
aplicarse en contra de Europa, muy pronto se orientó a sustentar en todos los
sentidos el hegemonismo de los EU sobre sus vecinos de continente. Esta fue la
raíz central del Panamericanismo, tesis elaborada por John Quincy Adams, pero
aplicada por el Presidente James Monroe a partir del 1823, como eficaz
instrumento de su percepción como protagonistas del Destino Manifiesto.
El Latinoamericanismo ha sido una
respuesta defensiva al panamericanismo gringo. Martí, Bolívar, Sucre, San
Martín, son inspiradores de esta posición desde el siglo XIX. Pero hoy, en este
siglo XXI, en el Caribe, Centroamérica, y en el sur de nuestro continente,
varios países tienen gobiernos con orientación latinoamericanistas.
Bajo esos principios, en esa cumbre, se
rindió homenaje a quien fuese Presidente de Venezuela: Hugo Chávez; y también
sobre esa orientación se urgió a que todos los países asistentes ejerzan plena
soberanía para replantear la relación frente a inversionistas extranjeros, es
decir, los que vienen de fuera de esta zona.
Sin embargo, después de ese recreo, de
esa retórica independentista y de libertad, la mayoría de estos gobiernos
seguirán pasando lista ante el gobierno de EU.