lunes, 6 de enero de 2014

Defensa Nacional y Relaciones Exteriores
MATAMOROS Y PURUARÁN                                                      
        Mariano Matamoros y Guridi es quien mejor representa la figura militar dentro de grupo insurgente que luchó por la independencia de la Nueva España, por la abolición de la esclavitud y de las castas, y por moderar la opulencia y la indigencia.
        Nació en la Ciudad de México en 1770. Estudiante dedicado, sacerdote de inquietudes sociales, bajo de estatura, tez blanca y pelo rubio, ojos azules, con rostro cicatrizado por viruelas.
        Sus habilidades castrenses: reflexivo, seguro en sus determinaciones, con audacia filosa, mesurado, con don de mando, agradable en su trato, temido por sus enemigos, estimado por sus amigos y compañeros.
        Morelos lo calificó como su brazo derecho; y mientras se aceptaron sus opiniones militares el éxito de las armas insurgentes brilló de manera prometedora.
        Cuando advino el declive militar para la segunda oleada independentista, muertos los de la primera oleada encabezada por Hidalgo y Allende, no se aceptaron los razonamientos guerreros de Matamoros.
        Hidalgo y Allende no contaron con ejército, sino con muchedumbre. Llegaron a conducir a cerca de 100 mil seres humanos, entre niños, mujeres, ancianos, y hombres, con sus perros, sus cerdos, sus chivas, y sus enseres.
        En cambio, Morelos con Matamoros formaron ejército, con hombres preparados sobre la marcha para guerra rural, en regiones agrestes bien conocidas por los integrantes de esos colectivos bélicos disciplinados, en número no mayor a 2 mil soldados.
        Su velocidad en los ataques y en las respuestas a las embestidas enemigas era fuerte y certera. Sus traslados eran prontos y seguros. Eran temidos en sus propios escenarios, pero aún no estaban preparados para enfrentar, en las poblaciones grandes, al ejército realista de línea.
        Matamoros no simpatizaba con la toma de Valladolid ni con la estructura del ataque a finales del 1813; y después de este fracaso, tampoco avalaba la idea de retirarse como lo hicieron ni de atrincherarse en Puruarán. Sin embargo, como teniente general subordinado obedeció las órdenes sin más, hasta caer prisionero e ir al cadalso.
        Matamoros personifica una extraordinaria raíz de lo que actualmente es el Ejército Mexicano, que no tiene un siglo, sino que cumplirá 2 siglos en el 2021. Y esto seguramente que lo perciben las fuerzas armadas de nuestro país.
        En 2015 se cumplirá el bicentenario de una raíz sustancial de la política exterior de México, la que debe estudiar de manera seria la Secretaría de Relaciones Exteriores.
        En Puruarán, tenencia del municipio michoacano de Turicato, el 14 de julio de 1815, José María Morelos, junto con miembros del Supremo Gobierno Mexicano, suscribe una carta para el Presidente estadunidense James Madison, solicitándole razonadamente el reconocimiento de México como país independiente, la que es entregada por el Ministro Plenipotenciario José Manuel de Herrera.
        Firma, también, un manifiesto el 28 de junio del 1815, desde Puruarán, a todas las naciones del globo terráqueo, pidiéndoles, fundadamente, que en el último lugar enlisten a México como una nueva nación independiente.