lunes, 21 de mayo de 2012

Cultivadores de lo Negativo ASFIXIAN A MÉXICO


               Hicieron mal a México todos aquellos que publicitaron la torpe y equívoca idea, hace 6 años, de que "Andrés Manuel López Obrador es un peligro para el país".
                Le hacen un gran daño a los mexicanos todos aquellos que pagan, y accionan, para difundir el erróneo concepto de que "Enrique Peña Nieto es un mal para México".
                No hay duda de que López Obrador, en aquel caso, fue la víctima directa, y con ello el pueblo fue ofendido. La pareja Fox en el poder, algunas familias multimillonarias, y partes claves del gobierno de los Estados Unidos, fueron los victimarios.
                Ahora, aquel dañado Andrés Manuel y los grupos radicales que lo acompañan se han convertido en los victimarios. Son, y así aparecen, como los vengadores de la pasada afrenta. Y su actitud violenta se dirige a Enrique Peña Nieto y al Partido Revolucionario Institucional que lo postula.
                Así, gran parte de los mensajes de López Obrador y los partidos políticos que lo promueven son "anti", y no son "pro", como se supone que deberían ser, en relación a su candidato y partido. Y a esta táctica del "contra", y no "a favor", se ha sumado la "jefa Josefina" y el PAN.
                De alguna manera, la víctima y sus victimarios en la campaña electoral federal del 2006 se han aliado, para aplicarle una táctica parecida en este 2012 a quien les lleva una delantera demasiado cacareada.
                Por ello, a estas alturas del proceso, todo es anti Peña Nieto y anti PRI, de manera alocada, emergente, y frenética, sin importar que se descarrile toda la elección federal, y México padezca una crisis inédita.
                Imaginemos, por un momento, que a partir del día de hoy los cuatro candidatos a la Presidencia de la República se dedican a promover a cada minuto el anti, el contra, unos frente a los otros, todos en contra de todos, convirtiendo a un proceso electoral que debería ser una contienda de ideas y propuestas, positiva, didáctica, y humanista, en un sucio estercolero de guerra insensata.
                Si ese desquiciamiento enfermizo fuese una constante, sería equiparable, toda proporción guardada, a que por tiempo indefinido todo el territorio patrio quedara incendiado, o inundado totalmente, o sembrado de marihuana en su cabal extensión geográfica, o dedicados los 112 millones de mexicanos exclusivamente a una guerra electoral. Claro que si se diera alguna de estas opciones para esa prolongada temporalidad, la viabilidad del país sería nula.
                Sé que exagero, pero lo hago con el didáctico ánimo de explicar mejor el amenazador fenómeno social que estamos padeciendo.
                 "Incendiar la elección... con terrorismo electoral... auxiliado de una parte del PAN. Entre ellos Josefina Vázquez Mota" es el querer lópezobradorista, recurriendo "a la oclocracia, a la dictadura de las masas, para voltear los números a su favor", según la conceptualización periodística de Beatriz Pagés.
                 Todo debe ser en pro de México, en pro de los mexicanos.