El uso constante de la fuerza física
para dirimir intereses controvertidos, en cualquier sociedad, revela la existencia
de una pésima política, de un sistema jurídico ineficaz, de una educación en
banca rota, y de una economía colapsada.
Cuando la violencia azota en lo
electoral, significa que ha pegado en todo. La existencia de un furor
arrebatado en las urnas no es más que el reflejo de la ira rabiosa en toda la
colmena humana.
En días cercanos a la emisión del
sufragio en 14 entidades federativas, de México, crece la violencia en esas
zonas.
Los dos hechos más recientes son: el
atentado dirigido a Rosalía Palma, candidata priísta a diputada local de
Oaxaca, donde quedó herida, perdiendo a su esposo y algunos otros miembros de
su familia; y, el artero ataque en contra del aspirante del PRI a la
presidencia municipal de Tantoyuca, Veracruz, Quintín Mendoza Nicolás, quien
fue hospitalizado de emergencia víctima de graves lesiones, después de que su
camioneta fue incendiada.
Empero, esta violencia electoral la han
padecido candidatos de todos los partidos políticos contendientes, por lo que
los reclamos y denuncias provienen de diferentes trincheras, desde donde se
alerta respecto a un aumento peligroso del uso de la fuerza física, en el campo
de la política, tipificada por la legislación penal.
Los focos rojos deben encenderse ante
diversos hechos criminales que preocupan a todo ciudadano, ya que en el mes de
junio próximo anterior se reportaron una gran cantidad de ilícitos electorales,
entre asesinatos, desapariciones forzadas, atentados, amenazas, balazos, y lesiones.
Lo anterior se ha dado, sobre todo, en
Sinaloa, Oaxaca, Durango, Aguascalientes, Veracruz, Quintana Roo, Zacatecas, y
Tamaulipas. Los gobernadores de estos estados han condenado los hechos, y han
dado instrucciones a su procurador de justicia respectivo, pero hasta ahí.
En nota de presa, reciente, la Fiscalía
Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) afirmó que tiene
listo el despliegue ministerial que llevará a cabo el próximo domingo 7 de julio en las elecciones citadas.
Los procuradores de esos estados se reunieron
con la subprocuradora de la PGR Mariana Benítez, y sólo hicieron comentarios
sobre la semana negra que termina en vísperas de la emisión del sufragio.
Incidencias violentas se han suscitado
desde el inicio de esas campañas políticas; entre otras, la muerte de Eleazar
Armenta Acuña, candidato suplente a regidor del PAN-PRD-PT; el ataque con
bombas molotov a la comitiva del candidato del PAN a la presidencia municipal
de Tierra Blanca; sólo para señalar ejemplos de violencia, y no hacer una
cadena interminable de actos bochornosos que implican delitos.
Tanto los partidos políticos
contendientes, como todo México, reprobamos el que hagan del espacio electoral
un corral de delincuencia.
Ahí donde debería de haber una contienda
inteligente y amistosa sobre la forma de resolver los graves problemas de
nuestro país, exclusivamente hay un gasto público inútil, con balazos de por
medio.