No faltará quien repudie su llegada, y
realice su manifestación; sin embargo, a la generalidad de los mexicanos poco
interesa este arribo del Presidente Obama, quien ha obtenido, por otra parte,
la aceptación mayoritaria de nuestra población.
De inmediato, después de aterrizar y recibir
el tratamiento de jefe de estado según el protocolo de ambas naciones, iniciarán
informalmente conversaciones los dos presidentes.
Después, sostendrán reunión de trabajo
ambos mandatarios, acompañados de algunos de sus colaboradores, quienes ya con antelación
han venido preparando los acuerdos con el mayor de los cuidados, y la mejor de
las discreciones.
Al final de este encuentro, tanto el
Presidente Enrique Peña Nieto como el Presidente Obama ofrecerán una rueda de
prensa conjunta, en donde con sonrisa de satisfacción darán a conocer, según
sus perspectivas, los logros de esta reunión.
Después de ello, habrá una cena privada
en donde se compartirá con mayor soltura; incluso, no faltará la alusión a cómo
y por qué recientemente el Presidente hizo una broma sobre cómo le quedaría a
él el tupe que en su peinado lleva recientemente su esposa Michelle.
Aunque bien puede acontecer de que algún
periodista mexicano en las preguntas políticas y económicas saque a colación su
nueva actitud divertida.
Ben Rhodes, consejero adjunto de
Seguridad Nacional, muy cercano al Presidente Obama, acaba de manifestar que la
visita que iniciarán a México "va más allá de la seguridad, ya que a los
dos países les interesa sobremanera los lazos bilaterales económicos,
educativos, culturales y comerciales".
Y si así lo afirma alguien de la
Seguridad Nacional, significa que nuestros visitantes y vecinos del norte,
vienen a tratar fundamentalmente asuntos de "su Seguridad Nacional",
lo que no es nada fuera de lo ordinario en su diplomacia con respecto a
nosotros, pues muchos funcionarios estadunidenses consideran a México más
peligroso que Corea del Norte, Afganistán, Irán, y Siria.
Y "su Seguridad Nacional" se
encuentra por encima de todo; en cambio, para nosotros, nos debe interesar su
seguridad porque nos interesa mucho la nuestra, y de los EU nos vienen nuestros
actuales problemas.
Si nuestros negociadores son
entreguistas, corruptos, carentes de talento y nacionalismo, mucho perderemos,
y nada podremos obtener.
Por el contrario, si nuestra política
exterior es sólida, patriota, firme e inteligente, excelente negociadora,
México y los mexicanos podremos obtener las ventajas que nos reporta el vivir
con tres mil kilómetros de frontera con EU.
El 5 de mayo del 1862, en la ciudad de
Puebla, "las armas nacionales se cubrieron de gloria". Bien podría
cubrirse de gloria nuestra diplomacia si obtiene la justicia que México
requiere por parte del gobierno de los EU.