lunes, 13 de mayo de 2013

Retórica o Resultados PACTOLANDIA NO FUNCIONA

       "Todos debemos cuidar al Pacto por México"; así lo expresó Miguel Barbosa, líder de los senadores del PRD, según la nota periodística, agregando que "el prestigio y el valor fundamental de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto dependen de ello".
        Además añadió el senador Barbosa, "¿quién tiene que cuidar al pacto?"; respondiéndose: "¡Todos!".
        Un "pacto" es un convenio firme entre dos o más partes, obligándose, ellas, a su cumplimiento.
        Partiendo de ese concepto general, el Pacto "por" México indica que tal acuerdo tiene como fin, propósito, o motivo, a nuestro país; y no olvidemos que "México" es todo nuestro territorio, incluido el suelo continental de cerca de dos millones de kilómetros cuadrados, sus islas, archipiélagos y cayos adyacentes, el mar territorial y el patrimonial, el subsuelo de todo este complejo territorial en forma cónica hasta el centro del planeta, y el espacio aéreo que se encuentra por encima de toda esta área territorial hasta terminar la capa de gases atmosféricos, la que al zangolotearse, por la velocidad astral, alcanza grosores de 60 a 600 kilómetros.
        Son parte del territorio patrio, además, los barcos y los aviones con bandera mexicana, las embajadas, consulados, legaciones, conforme a los principios de reciprocidad establecidos en los tratados legalmente suscritos por nuestro Presidente de la República y aprobados por la Cámara de Senadores, con apego a nuestra Carta Magna.
        Pero el elemento fundamental y de mayor valía de México es su población, integrada aproximadamente por cerca de 120 millones de mexicanos, quienes a través de un ejercicio soberano nos hemos impuesto un sistema jurídico, y hemos elegido al gobierno de la Nación en sus tres niveles: federal, estatales y municipales.
        Así, México no es una cosa, no puede ser el objeto de un pacto; a México lo constituimos decenas de millones de mexicanos, que estamos lejos de ser súbditos, siervos o esclavos.
        Absurdo resulta que un pacto por México, según el senador perredista, tenga como motivo, o razón suficiente, el cuidar "el prestigio y el valor fundamental de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto", pues según el legislador citado, ese prestigio y ese valor fundamental dependen del pacto.
        Eso conduce al parlamentario Barbosa a imponernos, a "todos", el cuidar al pacto, cuando no hemos sido invitados, todos, a suscribirlo.
        En mi caso personal, y pienso que millones de mexicanos, vemos en principio con simpatía la existencia de ese Pacto por México, ante el desorden, desempleo, violencia, pobreza, ignorancia, inseguridad y confusión en que nos debatimos.
        Pero ese convenio no puede ser un simple documento de pactolandia, un pacto de notables, que acaso no sean ni tan notables, pero que sí, hay que reconocerlo, han tenido el valor de dar el primer paso.
        Los pasos siguientes deben de tener un procedimiento integrador, para que en ese pacto estemos todos, o al menos la mayoría, convencidos del rumbo, el propósito y la eficacia.