domingo, 19 de mayo de 2013

Desaparecer Poderes IDIOTEZ CON INCONSTITUCIONALIDAD

        Los problemas graves que existen en Michoacán, como los hay en muchas partes de nuestro país, no justifican "la desaparición de poderes en el estado", como lo solicitan algunos senadores militantes del PAN.
        La Cámara de Senadores, además, no tiene facultades para desaparecer poderes de ningún estado; puede, sí, "Declarar, cuando hayan desaparecido todos los poderes constitucionales de un Estado, que es llegado el caso de nombrar un gobernador provisional...", según dispone el artículo 76 fracción V de nuestra Carta Magna.
        Primero desaparecen los poderes constitucionales, y después el Senado los declara desaparecidos. Jamás el Senado puede desaparecerlos.
        El no entender eso algunos senadores, prueba su supina ignorancia, y su inmerecimiento para representar a nuestra entidad federativa ante el Congreso de la Unión.
        En Michoacán los poderes constitucionales (ejecutivo, legislativo y judicial) existen, no han desaparecido; ejercen sus atribuciones conforme a la ley, aunque en un año tres meses no han podido resolver las enormes complicaciones que dejaron en la entidad los seis años de administración federal calderonista, y los diez años de dos administraciones estatales generadoras de deudas multimillonarias, de espesa corrupción, y de desorden mayúsculo.
        Los terribles polvos del hoy provienen de los lodazales del ayer. En Michoacán el Presidente Felipe Calderón Hinojosa comenzó una guerra que sembró de cadáveres y violencia al estado, y a México. Aquellos grupos delincuenciales, aquellas armas, aquellas municiones, y aquellos conflictos, siguen su desarrollo.
        Los enervantes y sus derivados delictivos tienen, en parte, origen internacional y desenvolvimiento extranjero. La federación en esta materia, con todas sus consecuencias, tiene legalmente la responsabilidad directa; mientras, los gobiernos estatal y municipales sólo deben coadyuvar con la federación.
        Las drogas generan inseguridad, violencia y delitos graves; y, para prevenir y resolver, en esto, es necesaria la unión inteligente de esfuerzos eficaces de los gobiernos extranjeros involucrados y de todos los niveles del gobierno mexicano.
        Absurdo pensar que esas dificultades se resuelven con una simple desaparición de poderes de un estado, aunque se agregue al razonamiento ridículo, que el gobernador constitucional Fausto Vallejo Figueroa se encuentra en tratamiento médico, ya que él legalmente pidió licencia por hasta 90 días, y su sentida condición personal, en nada interrumpe la labor cotidiana y eficiente del poder judicial, legislativo, y ejecutivo.
        Otro conflicto de Michoacán es el económico, como parte de un apremio dificultoso de la economía estadunidense y de la nacional, pero con particularidades propias que lo agudizan, ya que de una deuda pública de 159 millones en el 2002, pasó a deber, en diversas modalidades, más de 40 mil millones de pesos, por lo que la federación le retiene sus participaciones, pues quedaron en garantía de sus desmedidos e injustificados adeudos.
        Agréguese a lo anterior que la federación recauda toda contribución en Michoacán, dándole al estado el 16% de lo obtenido, y llevándose el 84%. Y ese 16% es el 98% del presupuesto anual de nuestra entidad.
        Y el problema educativo es tan dramático, que requiere otro espacio, y pronto de explicaré.
        Agreguemos, a todos nuestros conflictos, el que esos senadores quieren cubrir sus propias faltas, y pescar egoístamente en las turbias aguas que producen.
        El Presidente Peña Nieto ha dispuesto que, con un solo mando en las fuerzas armadas, para Michoacán se reconquiste la paz; y los michoacanos nos sumamos para que esa paz sea con cultura, empleo, educación, y desarrollo.