Y,
obvio, en esa ciencia referida al "zoon politicon", no sólo se
reflexiona, sino se expresa, y se actúa; empero, tanto el pensar, el decir,
como el hacer, deben de partir de la realidad que nos rodea.
Esa
realidad del sábado 12 de noviembre del 2011, en Michoacán, es distinta a la
realidad del domingo 13 próximo anterior, y diferente a la de este día en la
que tú, estimado lector, observas estas líneas.
Nuestra
vida previa al día de las elecciones, durante la fecha del sufragio, y la
postelectoral, sigue siendo la misma vida y, sin embargo, resulta diferente.
Antes
no se había emitido el voto ciudadano; ahora, emitido ya ese sufragio, la
autoridad electoral ha contado los pareceres, y ha ofrecido un resultado, el
que se oficializará en próximos días.
Dentro
de los países de mayor cultura, los adversarios políticos que no obtuvieron el
triunfo reconocen de inmediato y públicamente al ganador, le desean éxitos, y le
ofrecen su apoyo, ya que el interés público, para este efecto, se encuentra por
encima del privado.
Donde
hay cultura, los ganadores valoran públicamente el esfuerzo de sus adversarios
y, en lo posible, hacen suyas las buenas propuestas que esbozaron en sus campañas
sus oponentes, todo por el bien de la sociedad en su conjunto.
Los
ciudadanos, y toda la población, concluida la contienda electiva, la dejan
atrás, y se dedican a las responsabilidades de su vida productiva, tratando en
todo momento de coadyuvar en la acción pública del grupo político elegido.
Luisa
María Calderón Hinojosa, Silvano Aureoles Conejo, y Fausto Vallejo Figueroa, en
el ámbito estatal, tienen la responsabilidad, ahora, de construir la concordia
en todo Michoacán. El pueblo debe estar al pendiente de que así sea.
En
la jurisdicción municipal, como en la distrital, debe operar el mismo espíritu
de reconocimiento, de madurez y reconciliación. Cada municipio, cada distrito,
requiere de la unidad humana para resolver los graves problemas que actualmente
confrontamos.
Si
hubiese gravísimos problemas postelectorales, los que no existen en este caso
en nuestra entidad federativa, las inconformidades tienen cauce legal en los
recursos e incidencias que nuestras normas jurídicas establecen.
Pero,
antes del día de la elección todos reconocieron, de una u otra forma, que todo
el proceso estaba blindado, que los ejércitos de cada partido estaban alertas,
que había sensatez para reconocer los resultados de la elección.
Es
más, en la noche del día domingo 13 de noviembre del 2011, los candidatos a la
gubernatura del Michoacán se proclamaron ganadores, aceptando el proceso
electivo con su supuesto triunfo.
Así que están obligados jurídica, ética, y
políticamente, a dar cuenta de su humanismo, reconociendo los resolutivos de la
autoridad electoral.