En principio, esa analogía entre la vida, y montar en
bicicleta, aporta dos recomendaciones pertinentes: seguir siempre hacia
adelante, y no parar, ambas cosas para no perder la proporcional mesura que
conduce al equilibrio.
Pero en un mundo de geometría no euclidiana, debemos
preguntarnos: qué tan lejos es eso de adelante, qué tan necesario y conveniente
resulta ir hacia allá, y cuántos obstáculos y de qué naturaleza son, los que se
encuentran entre nosotros, y ese adelante.
Así que no sólo es cosa de pedalear sin parar hacia
adelante. Esa reflexión sugestiva, teniendo su innegable valor, está sujeta a
una realidad de tiempo, espacio, movimiento, masa y energía.
Con inercia irreflexiva, por ejemplo, la hermana del
Presidente Felipe Calderón Hinojosa, casualmente candidata del PAN a la
gubernatura de Michoacán, externó echada hacia adelante y sin parar: "El
ejército de Acción Nacional cuidará las elecciones el próximo 13 de noviembre
en Michoacán", según la nota periodística de nuestra compañera Rosa María
Sánchez.
Ese nuevo apelativo para el “ejército”, por parte de
Luisa María, parece ser una falta de respeto al Ejército
Mexicano, endilgándole, a tan respetable institución, un propietario que ni le
corresponde, y sí lo denigra; o, a lo mejor, llamó así, equívocamente, a esas
brigadas que volantean y agitan sin ninguna convicción banderas del PAN en las
esquinas con mayor tránsito de las ciudades de Michoacán, formadas por gente
humilde, con hambre, sin ideología panista, y urgentemente necesitada de un
trabajo.
No hay
duda, el gobierno federal y el gobierno estatal quieren mucho a los pobres, por
eso es que producen tantos.
Si no
hubiera esa enorme cantidad de pobres, no tendrían quien les hiciera ese duro
trabajo de dar volantes, pegar engomados, con el encargo laboral de ir
destruyendo la propaganda de los adversarios, y con el deber, laboral también,
de entregar su credencial de elector al encargado de las oficinas en donde los
concentran, como ese domicilio que se les descubrió en Morelia, en el número 51
de la calle Mártires Irlandeses en la Colonia Chapultepec Oriente.
Tampoco
hay duda, el gobierno federal como el gobierno estatal quieren mucho a los
analfabetas, por eso han destrozado a la educación pública, y han frenado la
cultura para cada michoacano.
Educar,
y culturizar, a los pobres o a sus hijos es considerado por esos gobiernos como
algo peligroso. El amarillo estatal, y el azul federal, no merecen el voto del
pueblo, ni el de los soldados.