Por
bien de nuestra entidad federativa, y de la figura presidencial que Usted
personifica hasta el último día de noviembre del año 2012, salimos a votar como
lo hicimos hace aproximadamente dos semanas.
A
la señora Luisa María Calderón Hinojosa, de todos nuestros respetos, los
ciudadanos le concedimos una cantidad de votos con los que nunca antes había
soñado ningún candidato panista a la gubernatura del Estado. Y esto puede
apreciarse como una atención.
Ejercido
nuestro voto, pensamos que compartiríamos con el Presidente de México la misma
lógica; sin embargo, al parecer no es así, por lo que le solicitamos nos
ofrezca sus reflexiones al respecto.
El
voto mayoritario fue a favor de Fausto Vallejo Figueroa, a quien ya las
autoridades electorales entregaron constancia de mayoría, con declaración de
Gobernador Electo; y, en casos similares en otras entidades federativas, Usted
como Presidente de la República se ha comunicado telefónicamente con el elegido
para brindarle felicitación y apoyo.
Con
Fausto no ha hecho lo mismo, por lo que nos agradaría conocer las razones de su
omisión.
Por
otra parte, su determinación de retener partidas presupuestales al gobierno de
Michoacán comenzado ya el proceso electoral recién concluido, nos pareció una
mezcla de aplicación del derecho con una clara intención política.
Un
gobierno estatal desordenado sufría las naturales consecuencias de sus errores y
supuestas corruptelas. Esto es lo jurídico. Y lo político, no allegarle
recursos a ese gobierno tan proclive a gastar lo que sea, y de donde sea, para
hacer triunfar al PRD.
Hasta
ahí tenía cierto sentido lógico el acto de autoridad del Poder Ejecutivo Federal.
Pero...
ya terminó la contienda electoral, y se siguen suspendiendo partidas hasta por
cerca de 1 mil 435 millones de pesos al gobierno de Michoacán, dañando con ello
no al gobernador, sino al gobierno y a toda la población; y, al parecer, como una
determinación personalísima de Usted, inexplicable y grave.
Creemos,
así, que es necesaria su explicación ante los michoacanos, con su comprensión y
apoyo.
Sabemos
quiénes son los responsables de ese desorden hacendario. El voto ciudadano
inició su legal castigo. La Auditoría Superior de la Federación debe auditar,
aquí, los recursos federales, y darnos a conocer la situación real de nuestra
economía.
Mientras,
el Presidente de nuestro país, michoacano que un día nos ofreció que con él nos
iba a ir muy bien, mucho muy bien, debe, dentro de la Ley, mostrar su
humanismo, su generosidad.
Dar,
nunca disminuye. Quien sabe dar, y da, siempre se engrandece. El coraje, el
odio, el rencor, la soberbia, la venganza, no corresponden a un Presidente de
México. Lo menos que nos puede ofrecer, son respuestas, reflexivas,
inteligentes, humanas.